Un joven de cabellos azulados se encuentra mirando la ventana, en la habitación la luz se encuentra apagada solo la luz de luna entra y hace sombra de aquella persona, sentado en la cama.
De reojo mira el reloj: 1:35 AM.
-Hiro-san…–susurra.
No puede evitar más las lágrimas, éstas recorren su mejilla, mientras se recuesta tristemente sobre la cama.
-(//Es la cuarta vez, Hiro-san… ¿Por qué no me ha llamado? ¿Está con alguien más? Acaso… ¿No soy lo suficiente para ti?//)
Preguntas que invaden la mente. Pues así era. Su amante Hiroki Kamijou no le había llamado desde ayer, últimamente no iba a casa, y si llegaba, llegaba de madrugada algunas veces oliendo a alcohol, y lo peor de todo: sin dar una explicación. Nowaki también se había distanciado, sus estudios y el trabajo no le dejaban mucho tiempo.
De pronto se escucha el ruido de la puerta, Kusama se levanta corriendo, secando las lágrimas, cambiándolas por una dulce sonrisa, hasta que…
-¡Hiro-san!
-Ah… Buenas noches Nowaki-kun… –dijo un hombre de cabellos plateados, mirando la figura del menor, al ver que éste no respondió intervino: –Hiroki se pasó de copas y lo traje a casa… –Nowaki seguía sin responder, Usami frunció el cejo –¿Dónde lo dejo?
-...-
-Hey! ¡Nowaki-kun!
-Pongalo en el sillón, y vallase por favor.
El peliplateado miró desconsertado al menor, hizó lo que le pidió, dejó a Hiroki en el sillón y se fue sin decir nada más.
Nowaki miraba hacía abajo, se preguntaba tantas cosas ¿Qué hacían ellos dos juntos?¿Porque olían a alcohol?¿Porque llegaba a esta hora?¿Porque? ¿Porque… no le dijo donde estaba? ¿Por qué estaba con Usami-san?
-No-wa-ki –dijo Hiroki sonriente y ebrio, mientras se le acercaba– ven, vamos a hacerlo…
-Hiro-san…¿Por qué lle-…
No pudo terminar la oración, pues los labios del castaño se lo habían impedido, comenzando un beso apasionado, una lucha entre dos lenguas que lentamente subía la temperatura de ambos.
Sin darse cuenta ya estaban en la cama tratando salvajemente quitarse la ropa que estorbaba, besos y abrazos cubrían el cuerpo de ambos, lentamente las manos del menor llegaban a la entrepierna del mayor, haciendo que este jaleará rápidamente, sus mejillas se ruborizaban cada vez más.
Hasta que una voz rompió el silencio:
-Akihiko… ¡ah!
Voz que hirió como nunca antes a Nowaki. Éste solo pudo sentir lágrimas recorer nuevamente su mejilla, quedandose inmovil frente a su pareja, con los ojos abiertos y llorosos, aun sin poder creer lo que pasaba.
Se levantó de la cama, dejando al jadeante y ebrio Hiroki, aunque éste ni siquiera notó que se alejó, pues se quedó dormido rápidamente.
Nowaki caminó al baño, se miró al espejo y se preguntó:
-(//¿Qué estoy haciendo mal? ¿Qué debo hacer? ¿Acaso él dejo de quererme? o ¿El jamás me quiso? Siempre quiso a Usami-san; no lo sé. No lo entiendo…///)
Se recostó en la bañera… dejando que las lagrimas siguieran su curso, no sabia que hacer, no podía vivir sin Hiroki eso era un hecho, o almenos para él, pero al parecer Hiroki podía estar sin él, es más, estaría mejor sin él. Eso pensaba.
=:=
-¡Hey! Nowaki despierta!
-¿Hiro-san? –Pregunto aun dormido, abriendo lentamente los ojos; logrando divisar el rostro que se encontraba frente a él.
-Si, sí, sí ahora levantate o te resfriaras, mira que dormir en la bañera, enserio eres raro…
-Lo siento, Hiro-san
-Olvidalo, bueno hoy te toca el desayuno, así que-…
-¿Por qué?
-¿Eh?
Las lagrimas comenzarón a salir de esos ojos azules.
-¿Por qué no me quieres?
-¿De que estas hablando? Claro que te-..
-Mentiroso ¡Eres un mentiroso! ¡Ayer dijiste su nombre! ¡Ayer estabas conmigo!
-Nowaki…
-¿Qué hice mal? ¿En qué me equivoque? ¿Por qué no me-…
Los labios del mayor se posicionaron sobre los del menor, dándole un beso tierno y dulce, haciendo que las lagrimas cesaran, al igual que los gritos.
-¿Eres tonto o qué? –Le sonrió –Claro que te amo, siempre te amaré, jamás lo dudes; no recuerdo lo que paso ayer, es más no sé ni cómo llegue a casa, solo sé que le pedí a Akihiko que me trajera, quería verte, necesitaba verte. Nowaki, te amo.
-Hiro-san –lo abrazó fuertemente, recargando la cabeza sobre su pecho, sonriendo una vez más –perdóname, no pensé bien las cosas, perdón… te amo.
-Yo también mi Nowaki –rodeó el cuerpo del menor con ambos brazos –yo también…
=:=
El castaño salió del departamento, tomó su celular y marcó.
-# ¿Eh?... ¿Qué quieres Hiroki?#
-Idiota, ¿porque me llevaste a mi casa?
-#tsk… no podía llevarte a la mía, recuerdas… Misaki…, estabas muy ebrio y no lo estabas haciendo bien#
-Como sea –Kamijou recordó la plática después de que salieron del baño: Nowaki se quedaría otra vez a trabajar hasta tarde. Apretó con fuerza y el aparato y dijo –te veo donde siempre.
-#Bien, hasta luego.
Colgaron al mismo tiempo.
-Hiro-san, el desayuno está listo –anunció el sonriente Nowaki
-Ah... voy, por cierto me acaban de llamar de la escuela, habrá una reunión hasta tarde, así que no me esperes.
-Está bien Hiro-san. De todas maneras yo tampoco estaré en casa, me toca el turno de la noche.
El castaño miró su móvil una vez más:
¿Desea eliminar llamada?