Posible lemon
OoC
Rated M
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Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto
SOLO CONTIGO
PRIMERO
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La noche recién comenzaba. El local estaba lleno a rebosar de chicos que bailaban como si no hubiera mañana, disfrutando de la música, la bebida y la compañía. Más de la mitad del gentío eran alumnos de la Universidad de Konoha que celebraban el comienzo de un nuevo año académico, pero ¿quién se acordaba de eso? Era la oportunidad perfecta para conocer gente y si tenías suerte podías encontrar un compañero que calentara tu cama y algo más esa noche. Un rubio se movía al compás de la música en estado de trance en el que solo importaba él y los cuerpos que lo rodeaban. Estaba lleno de chicas guapísimas y hombres con los que rozar sus caderas sin ningún pudor, y es que se consideraba un chico tímido y reservado de día, pero cuando se entregaba a la música se transformaba en una persona completamente diferente.
Seguía moviéndose en completo éxtasis cuando de repente sintió que alguien lo jaló del hombro y lo dio vuelta con suavidad, pronto chocó con unos ojos azabache.
Le gustó.
No había que darle muchas vueltas, lo único que pudo pensar es que quería bailar con ese chico. El joven se acercó a su oído para decirle algo pero Naruto le tapó los labios con un dedo y esbozó una sonrisa traviesa, no eran necesarias las palabras, ambos lo sabían.
Entonces inició su movimiento de caderas, restregándose, friccionándose contra el otro, pasando sus manos por esa firme espalda.
Y el otro aceptó la invitación dirigiendo sus caderas, girándolo, aplastándolo contra su entrepierna, recorriendo el moreno cuello con su aliento. Nada de palabras, solo baile y miradas furtivas e intensas que eran puro fuego y los aislaba de la multitud.
Y se movían incansablemente, sin despegarse, sin dejar rincón sin tocar. La pista les quedaba pequeña y las horas no hacían justicia. Caricias fogosas por sobre la incómoda ropa, contorneos indecentes del rubio bajo el agarre del otro.
El azabache comenzó a bajar las manos por la espalda del rubio hasta llegar a su trasero, que apretó por encima de la ropa sacándole un gemido que murió en el bullicio. Luego vinieron los jadeos cansados producto de las horas de ritmo incesante.
Se miraron, ambos deseaban un descanso, el azabache lo tomó de la mano y lo guió con rapidez hasta la barra, donde se sentaron bajo la atenta mirada de hombres y mujeres que se deleitaban con la vista.
El desconocido hizo un gesto al barman, quien se apresuró a colocar frente a los chicos dos bebidas y el rubio aceptó la suya con una sonrisa. Tomó un trago y aprovechó para mirar bien a su acompañante. Ojos negros lo observaban con intensidad, cabello negro caía por su perfecto rostro, cuerpo bien formado y esas sonrisas que atrapan, era su tipo.
Tomaron un par de tragos más y sus miradas se volvieron a cruzar, sus labios reaccionaron antes que sus pensamientos y se juntaron en un beso brusco y demandante, el azabache lo cogió de la cintura y lo guió hacia atrás, el rubio se tambaleó pero aún así no separaron sus bocas entre mordiscos y lascivos besos. Pronto el de pelo negro lo empotró contra la pared y se ubicó entre sus piernas tomándolo de la cintura al tiempo que su lengua buscaba la contraria con hambre. El menor se sostuvo de su cuello y entrelazó sus piernas en las fuertes caderas del mayor, luego se miraron y su pregunta fue respondida antes de formularla.
—Sasuke —afirmó, el otro de nuevo abrió la boca para hablar pero Sasuke lo interrumpió—. Te llamas Naruto… lo sé. —Sonrió de medio lado ante la mueca sorprendida del rubio, quien se preguntaba de dónde lo conocía, pero fue callado con otro roce de sus labios.
En algún momento el beso se volvió obsceno, las caricias lujuriosas, los movimientos sexuales, sus entrepiernas se restregaban insatisfechas deseando más contacto, la espalda del rubio se curvaba contra la pared, sus manos se aferraban al negro cabello del otro quien mordía su cuello masajeando sus nalgas y algo más. La excitación comenzaba a nublarles la razón, eran puro fuego y querían demostrarlo.
Pero la pasión se esfumó tan rápido como había llegado cuando Naruto sintió un mareo producto del alcohol, había tomado demasiado y ahora su cuerpo comenzaba a resentirlo, el médico se lo había prohibido pero al rubio le gustaba vivir la vida sin imponerse condiciones ni límites, y ahora pagaba el precio.
Sasuke sintió como el menor se debilitaba en sus brazos y lo sostuvo con firmeza, lo último que vio Naruto fue unos oscuros ojos mirándolo con preocupación.
*
Comenzó a parpadear con lentitud, la luz del sol golpeaba de lleno su rostro, aumentando así su dolor de cabeza. Llevó una mano hacia su frente, respirando profundo y sintiendo leves punzadas de dolor en sus ojos, luego intentó moverse pero estaba firmemente apresado por un brazo. Reaccionó gritando a todo pulmón y pateando al otro cuerpo, que cayó fuera de la cama con un sonoro quejido.
—Aggg que fiera…
—¡Qué haces en mi cama pervertido! —El rubio sintió frío y se espantó al comprobar que estaba casi sin ropa, solo cubierto por el bóxer—, ¡Me violaste maldito!
Sasuke comenzó a reírse contenidamente, se incorporó y el rubio pudo notar que también estaba en bóxer, luciendo un cuerpo de infarto que lo sonrojó completamente.
—¿Te gusta lo que ves?
—P-Por supuesto que no —Agarró la sábana para tapar su propia desnudez—. ¡Qué diablos haces aquí!
—Es mi casa dobe —Volvió a sonreír ante la mueca de incredulidad del otro—. Anoche te desmayaste y me dejaste con ganas de más. —Comenzó a acercarse al rubio con pasos hipnotizantes, Naruto comenzó a retroceder con nerviosismo.
—A-Aléjate degenerado… me voy de aquí —Se envolvió en la sábana e intentó pasar por el lado del otro pero sintió una incomodidad en su trasero. Sus ojos se abrieron como platos y lo miró con terror—. No me digas que tú…
—Fue solo un dedo, rubio… —Volvió a sonreír y Naruto pasó de la vergüenza a la ira en un segundo
—¡Desgraciado!¡Te aprovechaste de mí infeliz!¡Te mataré! —Se lanzó sobre el azabache para asestarle un golpe pero éste le afirmó la muñeca y lo arrojó a la cama, quedando encima de él.
—No estabas tan arisco anoche, veo que eres toda una fierecilla. —Se relamió los labios con lujuria, el otro se sonrojó. Naruto pensaba que si no se hubiera desmayado habría terminado en algo más que besos con ese chico, y es que estaba como un tren. Pero ahora era de día y le bajó todo el pudor, lo único que quería en ese momento era que se lo tragara la tierra.
—S-Suéltame, tengo que irme...
Sasuke lo liberó con una sonrisa, el rubio se extrañó que hubiera sido tan fácil pero estaba aliviado, cogió su ropa que estaba junto a su cama y comenzó a vestirse bajo la atenta mirada del otro.
—¿No me vas a agradecer? Podría haberte dejado allí tirado…
—Olvídalo. —Se subió el pantalón, el otro seguía con esa sonrisa engreída que ya comenzaba a detestar.
—Puedes pagármelo aceptando mi propuesta —El rubio lo miró con extrañeza—, ¿Quieres acostarte conmigo, Naruto?
Se hizo un silencio incómodo, la cara de Naruto era un poema, lo peor es que Sasuke parecía hablar en serio, o por lo menos su expresión lo reflejaba. Entonces comenzó a reírse.
—Así que además de pervertido eres comediante.
—Estoy hablando muy en serio. —Eso había sido bastante directo, tanto que el rubio comenzó a acercarse a la puerta para emprender su retirada.
—E-Está bien, anoche nos dejamos llevar porque la fiesta estaba muy buena… —Sasuke frunció el ceño—, pero ahora no tengo ninguna razón para tener sexo contigo —Si, todo lo que tenía de bueno lo tenía de loco, así que era el momento preciso para escaquearse, después de todo, soldado que arranca sirve para otra guerra ¿no?—. Fue un gusto conocerte, emm…
—Sasuke, me llamo Sasuke —dijo con ira contenida—, no te olvides del nombre de tu futuro novio. —Afiló la mirada al ver el titubeo del otro.
—Sí, bueno… ¡Adiós Sasuke! —Naruto sonrió nerviosamente y salió corriendo sin mirar atrás. No podía creer su suerte, que un hombre tan increíblemente atractivo estuviera tan mal de la cabeza era un desperdicio. El rubio era bastante guapo, y al ser bisexual siempre atraía la atención de ambos sexos pero esta es la primera vez que se topaba con alguien tan raro. Mientras llegaba a su departamento pensaba en que eso se trasformaría en una gran anécdota para contar a sus amigos, se sonrió con ello.
*
A pesar de haberse demorado cinco minutos en la ducha y haber corrido como si no hubiera mañana, Naruto llegó tarde a su clase de literatura. Aún peor, su teléfono comenzó a sonar en medio de la explicación del profesor, ganándose de inmediato una desagradable solicitud para abandonar el aula. Salió al pasillo pensando que era todo un record considerando que era su primera semana de clases.
Suspiró sonoramente y revisó su celular, tenía cinco llamadas perdidas, pero al ver quién era casi se cae de la impresión. Su teléfono decía claramente “Sasuke”. Pensó en borrarlo pero éste volvía a sonar. ¿Y si lo tiraba por la ventana?, eso era estúpido. Lo mejor era aclarar todo de una vez.
—¿Qué quieres?
—Qué forma más agresiva de contestar dobe…
—¡No me digas así imbécil!, vamos a dejar en claro las cosas, no quiero que me llames más, no tenemos nada que ver…
—Vamos a tenerlo.
—Olvídalo, ¿eres alguna clase de psicópata?
—Solo contigo, Naruto. —Se quedaron en silencio, Naruto intentaba recordar en qué momento le había dado su nombre y número telefónico, pero por desgracia solo veía escenas borrosas producto de la borrachera.
—Que te quede claro que no me interesas…
—Escucha rubio, siempre consigo lo que quiero. Y te quiero a ti.
—Jodido loco, ¿de dónde se supone que me conoces? —Se escuchó una risa sincera al otro lado del teléfono.
—Solo puedo decirte que fue amor a primera vista. Te tengo que colgar rubio —se escuchaba bastante ruido al otro lado—. Volveremos a encontrarnos.
—Lo dudo…
—Adiós bombón.
—¡Agggggh que no me digas así! —gritó el pequeño, pero el otro ya había colgado.
Los estudiantes que habían salido al comenzar la hora de descanso lo quedaron mirando con extrañeza, el rubio sonrió nervioso y buscó entre sus contactos para borrar al sujeto, sin embargo el teléfono vibró en señal de que tenía un nuevo mensaje y lo leyó con nerviosismo.
07-05-2012 11:45
No borres mi número.
Sasuke.