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Él por acuarela

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Notas del capitulo:

 

 

Chicas, chicos....

me ha pasado algo horrible. se los diré así sin anestecia.. el fic se ha borrado, no se cómo, pero se ha borrado. cuando estaba a punto de subir este capitulo, ingreso a la cuenta y ya no estaba =/

asi que, tendré que empezar a reeconstruir de nuevo el fico.. les ruego que tengan paciencia ya que subiré los capitulos uno por uno de nuevo u.u

quise subirles el capitulo 10 inmediatamente a los que siguen mi fic para que tengan la actualización ahora..

hay chicos les juro que quiero llorar u.u... todos sus lindos reviews, los comentarios, todo se fué T________________T....aawww....

 

 

 

 

 

 

http://www.facebook.com/BaekrenFans

- Al parecer estás cayendo en sus redes –le susurró burlesco Aaron mientras sólo se escuchaba la voz del profesor en el aula.

- te dije que es sólo porque me impresionó que haya sido un chico –golpeó levemente el brazo de su amigo – a demás.. es.. ¡Es un hombre! Dios.. Como voy a caer en sus redes.. –decía al mismo tiempo que giraba levemente su cabeza mirando para atrás de reojo a aquel chico de extraña imagen y blancos cabellos que ahora se sentaba filas más atrás que él.

Tenía una expresión serena mientras miraba atentamente al maestro y no prestaba atención a los grititos que pegaban a cada segundo las chicas y chicos a su alrededor.

- y me vienes de nuevo con eso.. Sólo mírate, no puedes sacarle los ojos de encima. ¿qué tiene de malo si te gusta? Casi medio colegio está detrás de él incluyendo chicos –se encogió de hombros.

- Aaron a mi sólo me gustan las chicas –le miro con los ojos entrecerrados y ofendido

- bueno, como digas.. pero, no creo que ese chico esté disponible por mucho tiempo, es el más codiciado del instituto..

Y ambos se voltearon disimuladamente a ver al nombrado, quien al sentir las miradas sobre él llevó finalmente sus ojos a los de Baek sin cambiar su expresión de tranquilidad, este último desvió su mirada rápidamente sintiendo un leve escalofrío recorrer su espalda y moviendo impulsivamente su brazo pasando a llevar sus libros y botando todo al suelo. No se hicieron esperar las risas de los estudiantes.


Había probado jugar con su consola, ver películas, comer, molestar a su hermana, dormir y hasta estudiar y aún así no se podía sacar de la cabeza algo.. si.. aquel chico de cabellos rubios.

Se tiró derrotado y resoplando en la cama con las manos en la cabeza. Es que acaso.. ¿se estaría volviendo loco? ¿por qué hasta manteniéndose ocupado seguía pensando en él?, ¡era sólo un chico!.. un extraño, normal, atractivo y angelical chico.. joder.. al parecer si se estaba volviendo loco. Esas facciones suaves, esa mirada, esos labios, ese cabello.. eran difíciles de olvidar. Suspiró, quizá sólo eran cosas suyas y sólo debía dejarlo atrás y concentrarse en otras cosas.

 

Si, eso haría.

 

 

 

Pero no todo resulta como uno lo planea ¿no?

 

- ¡¿Príncipe, yo?! – con los ojos como platos lanzó en un grito que se pudo escuchar en casi todo el instituto y provocando que todas las miradas se posaran en él, aclaró su garganta avergonzado y se acercó a la chica para hablarle en un tono más bajo mirando nervioso de reojo a su alrededor. - ¡¿Qué no tienen a alguien más que haga de ese papel?!

- ¡vamos! Sólo será en el aniversario del instituto.. –le rogó colocando una mueca de suplica mientras le tironeaba de su brazo –será el día en el que se elija el príncipe y la princesa del festival y después podrás olvidarte de todo eso.

- Bae por favoooooooor…. –le insistió la otra chica con la misma cara

- pero, Suzy…

El rubio ciertamente no quería ser parte de esos juegos, tener que andar con un disfraz todo el santo día, joderse de calor y escuchar los comentarios y risas de los demás para que después al final del día no haber ganado nada.. no creía salir elegido como el príncipe de su curso.. pero por otra parte, si se negaba rotundamente a ser parte de ello, las chicas no lo dejarían tranquilo, todos los días le recordarían de por qué no fue príncipe y se ganaría el futuro desprecio..

- Esta bien.. lo haré, pero después de esto no más favores de este tipo –habló ya cansado y de brazos cruzados mirando a las dos chicas que saltaban alegres y chillaban de la emoción ante su respuesta.

- ¡claro claro, lo que digas!

¿Por qué será que eso no le convencía para nada?….

- ¡Ren!

Aquel nombre le había sacado de sus pensamientos, dándole un respingo y haciendo que se girara sobre sí mismo para ver como las dos chicas se colgaban al cuello del nombrado provocándole un extraño sentimiento de ardor en su interior. Entrecerró el ceño observando la escena desde su sitio.

- Tienes que hacernos un favor ¿si? ¿si? Es para el aniversario del instituto que se acerca en unos días más.

- eh…. ¿qué sería? –preguntó con curiosidad mirando a ambas chicas.

- queremos que seas.. ¡nuestra princesa!

- ¿p-princesa?

 

Si.. como había dicho antes.. no todo resulta como uno lo planea

- ¡¡QUEEEEEEEEEEEE!!

- ¡deja de gritar!

- p-pero n-no.. ¡objeción!, digo.. ¡no! –se atropellaba mientras trataba de formar alguna oración coherente, pero los nervios y el fuerte rubor que ahora subía a sus mejillas hacía todo mas dificultoso.

- ¿pero, que te ocurre?

- no seré el príncipe si él es la princesa –le apuntó como un niñito chiquito enfadado.

- oh, vamos Bae ¡no seas así!, a demás ya aceptaste el trato y un trato es un trato

- ¡¿trato?!

- mejor buscan a alguien más.. no quiero ocasionar problemas –habló por fin el rubito con la mirada en el suelo y con voz baja y calma llamando la atención de los tres presentes.

Dios, la personalidad de ese chico le saca de sus casillas. ¿por qué tenía que ser tan jodidamente tierno y tímido?.. esperen.. ¿qué estaba pensando?

- no, no, no, tú serás nuestra princesa y tú Baekho serás el príncipe y fin del tema.

- pero.. –volvió a hablar el chiquillo

- ¡que serás la princesa y ya!

Las chicas e incluyendo Ren abrieron exageradamente los ojos al ver que había sido el mismo Bae el que había gritado aquello, éste estaba con sus mejillas encendidas, el ceño fruncido en una mueca de enojo y la respiración irregular con ambos puños cerrados fuertemente.

- ¡deja de actuar de esa manera y acéptalo que a nadie le haces problemas! – y sin más se fue dando fuertes pasos y arrasando con cualquiera que se le acercara en ese momento.

- ¿pero qué?..

- ….¿quién le entiende? –dijo Suzy con la mirada perdida en el pasillo por donde se había ido Bae. Había dicho aquello, pero en su mente se hacía sospechas y una leve idea de lo que pasaba en el interior de aquel chico.

 

 

 

Se reprendía una y otra y otra vez, ¡por qué tenía que reaccionar de esa manera! Había hecho el ridículo y había gritado como un completo lunático.. pero..aquel chico pelirrubio le ponía los nervios de punta y no podía negarlo, había perdido el control.

Cada día se le hacía más difícil no mirarlo, de alguna manera lo había cautivado y todo esto parecían líneas de alguna comedía o drama romántico de los que uno lee o ve por televisión acostada en una cama con el rostro empapado en lágrimas, mocos y un bote de helado en las manos, pero no señores, esto pasaba en la mente y corazoncito de nuestro Baekho sin que él lo pudiera evitar.

Dios, que era hermoso y cada vez más se le acababan las excusas o pretextos del por qué sus ojos se le iban solos hasta aquel chiquillo, que su corazón latiese a descontrol al verlo cerca o con tal sólo escuchar su suave y tranquila voz le empezaban a sudar las manos, parecía una nena enamorada. Suspiró. No tenía remedio.

A paso lento se dirigió a su casa ya al término de la jornada en donde no había hecho más que estar echado sobre su banco en estado vegetativo.

Entró a su casa y sin miramientos se dirigió a su habitación, dejando todo regado en el suelo y echándose sin más a su cama para, por lo menos unas horas, olvidarse de todo lo que pasaba a su alrededor y aunque lo quisiese negar, olvidarse de lo que se estaba formando día a día en el interior de su corazón.


Esa mirada que tanto odiaba (mentira) clavada en sus propios ojos, sentir el sudor recorrer su frente, los latidos de su propio corazón retumbar en los oídos, sus manos sufriendo leves temblores sin poder controlarlo, sus piernas flaquear en cualquier momento, tragar saliva sonoramente sumergido en el sepulcral silencio que allí se formaba..

- y-yo.. He v-venido a..s-salvarte.. –a penas un hilo de voz temblorosa había salido de sus labios. Y es que estar en esa situación no era nada fácil tomando en cuenta que se encontraba con un ajustado y exagerado disfraz de príncipe que le estaba por asfixiar, una peligrosa “espada” un poco chueca y de cartón en sus manos y su mirada fija en el famoso pelirrubio que se encontraba en un balcón usando un gran vestido blanco de princesa.

- ¡corten! –gritó Suzy por el megáfono en mano con tono irritado mientras se levantaba de su silla.

- ¡no puedo actuar bien si me presionas todo el tiempo! –chilló histérico

- llevamos todo el jodido día actuando la misma escena.. –se sobó sus sienes estresada
- es que.. es que.. ¡es culpa de él!
¿Por qué esta escena se le hacía conocida a todos?

- L-lo siento.. –se disculpó el rubio casi con un tono inaudible desde el balcón haciendo una pequeña reverencia. El otro lo miró entre irritado y sorprendido ¿a acaso ese tipo no tenía orgullo?, ¡no tenía que reaccionar así! ¡¿que no se daba cuenta que si seguía con esa actitud lo único que sacaba era provocarlo y aumentar las ganas que tenía de saltar sobre él y llenarlo de abrazos?!....esperen.. ¡no!

- Ren tú no tienes la culpa aquí, así que no te disculpes, y ¡tú,papanatas!

- ¿papanatas?

- ¡escúchame! Te dejarás de niñadas y terminaremos esta escena de una vez por todas. –habló como si de una madre se tratara, regañando a sus pequeños con un tono firme. – bien, pero ahora mejor vamos con la escena del beso. –y dando media vuelta se volvió a sentar con una sonrisa que sólo Bae notó.. una sonrisa cómplice y llena de maldad.

 

Oh no.. su corazón se había parado y sus manos empezaban a sudar.

Llevó una mirada afligida a Ren que aún se encontraba arriba del balcón y también le miró tímidamente con un leve sonrojo en sus pálidas y suaves mejillas.

 

Si, su sentencia ya estaba escrita.


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