Desde que era pequeño, mis padres me habían inculcado el arte de respetar a la gente. Me enseñaron que nunca debo agredir, robar, faltar el respeto, maltratar, etc. Bajo esas enseñazas me he convertido en un señorito ingles. Gracias a esto, a mi me gusta el jazz, las cosas tranquilas, me gusta leer un buen libro tanto como disfrutar una película.
Pero me pregunto por que los demás no son así. Mis padres me dijeron que siempre debo respetar a mis mayores, pero cuando veo a mis compañeros de colegio insultar a los directivos en su cara me pregunto por que lo hacen. Tampoco entiendo por que me golpean si nunca les he echo nada. También puedo ver en la televisión como la gente se lastima, roba, arremete entre si.
No entiendo por que la gente es tan mala con todos. Por ejemplo, hay unos chicos en mi clase que se la pasan insultándome y golpeándome, siempre me pregunte se les había echo algo pero nada me llegaba a le mente. Recuerdo que un día llegue a casa con un ojo morado, el labio roto y con múltiples moretones en el cuerpo; mi madre pego el grito hasta el cielo cuando me vio.
Me dijo que al día siguiente iría a hablar con mis profesores con respecto al asunto, y así fue. Pero cuando se los dijo, lo recuerdo bien por que yo me encontraba presente, llamaron a los chicos y los obligaron a disculparse. Tan simple como decir "Hola" el problema se soluciono, bueno, es solo una forma de decir, ya que siguieron molestándome.
Por suerte hace ya dos semanas me cambiaron de escuela por el abuso de mis compañeros para conmigo. Llegué a casa lleno de sangre, o eso es lo que dijo mi madre, la verdad es que estaba muy mareado y los oídos me zumbaban así que apenas logre escucharla.
Pero ahora estoy bien y muy aliviado por alejarme de esos bravucones. Recuerdo que el primer día de clases mi madre me dijo "No me importa quien sea, no dejes que nadie pase por encima tuyo." Pero ¿Realmente puedo hacer eso? quiero decir ¿Si alguien me insulta, debo responderle con la misma moneda? y ni hablar de golpear a alguien, ni siquiera puedo imaginármelo.
Por eso pensé, que si no hablaba con nadie, nadie me odiaría. También me corte el cabello, ahora lo tengo muy corto, pero no al ras de la cabeza y cambie mis lentes gruesos por unos turquesas, extrañare verme como Harry Potter, pero mi mama dice que es lo mejor para mi.
Y así parece por que hasta ahora, que no he hablado con nadie, nadie ah intentado agredirme de ninguna forma, aunque a veces escucho a las chicas hablando de mi. No es que realmente las escuche, es solo que a veces dicen mi nombre demasiado alto.
¿Estarán planeando algo en contra mío?
Tal vez las molesto de alguna forma, creo que tratare de ser más evasivo con ellas.
No estoy muy seguro, pero por lo menos estoy adaptándome al estilo de enseñaza de esta escuela. En mi otra escuela yo era el único que prestaba atención en clase, y aquí la mayoría lo hace, aunque cuando este no esta hay muchos gritos y a tirar objetos en el salón de clases.
Tengo miedo de decir algo que no debería y molesta a alguien y que por esto vuelvan a golpearme.
- ¡Mauro! - gritan mi nombre, me volteo a ver quien me llamo y siento un fuerte golpe en la frente y me caigo al piso.
Me duele mucho. Me siento con un poco de dificultad y me toco la frente, es extraño, siento mi mano muy caliente ¿Tendré fiebre? Quito mi mano de mi frete y me dispongo a observarla, esta completamente roja, debo estar sangrando y creo que mucho por que estoy muy mareado. Tal vez sea por el impacto de lo que me golpeo. Me giro hacia mi derecha un poco torpe y veo un libro con una punta con sangre. Seguro me golpee con eso.
- ¡Mauro! - oigo que me gritan de nuevo, pero a penas lo escucho. Otra vez me zumban los oídos y me siento cada vez más mareado. Ya no puedo sostenerme más, caigo hacia delante y me desmayo.
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Ah, siento que vuelvo en mí. Me duele mucho la cabeza. Pero mi cuerpo se siente muy a gusto, creo que estoy en una cama, tal vez en la enfermería o en mi casa. Conociendo a mi madre tal vez este en casa ya. Trato de abrir los ojos pero no puedo, se sienten muy pesados.
- Mnn - me quejo, quiero saber donde estoy.
- ¿Mauro? - esa voz no suena como la de mi madre, ¿Quien es?
Hago un nuevo intento de abrir los ojos, esta vez consiguiéndolo. Veo a un compañero de clase, creo que se llamaba David. Se ve un poco mal ¿También se golpeo?
- ¿Estas mejor? - me agarra la mano y me siento un poco incomodo al contacto.
- Si... estoy en la enfermería ¿No? - lo miro, tratando que alejar mi mano de la suya sin que lo note.
- Si, perdón yo fui el que tiro el libro, ¡Pero no es que te estuviera tirándotelo a vos! ¡No fue a propósito! ¡Fue sin queres! - empieza a gritar haciendo que mi cabeza me duela aun mas, siento que toma mi mano más fuerte y trato de alejarme. No me gusta que me toque, siempre termina lastimado.
Veo que deja de gritar de repente, tal vez tire demasiado fuerte mi mano y se molesto ¿Va a golpearme? Se ve extraño ¿Lo hará? Siento que se abalanza contra mí y me abraza ¿¡Que esta haciendo!? ¿Por que me abraza? ¿No esta molesto conmigo? Se siente extraño, siento mucho calor, pero no un calor molesto, más bien agradable.
- ¡En serio que lo siento! - grita en mi oído, creo que seré sordo de uno ahora - No fue a propósito ¡No te enojes! - me abraza más fuerte ¿Enojarme? ¿No es el quien esta molesto?
- No estoy enojado - trato de corresponderle el abrazo, pero es un poco difícil, aun no me siento muy bien y el es demasiado grande a comparación conmigo - Pero... podrías quitárseme de encima, era pesado - se levanta rápidamente y se queda apoyado en la almohada junto a mi.
- ¿No estas enojado? - me siento incomodo, esta demasiado cerca de mi, esta invadiendo mi espacio personal.
- Pensé que... tu lo estabas - lo mire un poco abochornado por ser la primera vez que hablo con uno de mis compañero tenia que ser en la enfermería y yo herido por el mismo.
- Mj - me mira con el seño fruncido ¿¡Ahora se molesto!? - No me hables de tu -
- ¿Discúlpame? - Lo miro extrañado.
- ¡Eso mismo! - Ahh, mi cabeza - ¡Tutéame! - se coloca en cima mío como hace unos minutos.
- ¿Eh? - vuelvo a sentir su peso sobre mi.
- O me tuteas o te me quedo encima así todo el día - me mira y se ríe y vuelvo a sentir bochorno por su cercanía, aun más corta que antes.
- Pe, pero -
- Nada de peros, ya sabes que hacer, decía algo como "Oh, gran señor David, dejate de joder" o "Salí de encima mío o te parto la cara o algo así - ¡No puedo hacer eso!
- No, no puedo - por favor, que se aleje un poco de mi.
- Jamás - se empieza a reír - a sabes que quiero - trago duro.
- Da... David, por favor... ya salte... de... mi - Que vergonzoso, cierro los ojos, no puedo creer que he tuteado a alguien, que acabo de conocer sobre todo... ¡En nuestra primera conversación! Que pena. Siento que el peso sobre mi desaparece un poco, pero no completamente - ¿David? - lo miro aun avergonzado.
- Mnn - Ah, esta un poco rojo ¿Tendrá fiebre? Tal vez este enfermo.
- ¿Tienes fiebre? - alzo un poco la mano y le toco la frente, parece que estuviera bien así que no entiendo la decoloración de su rostro - Estas un poco sonrojado, tal vez estés por atrapar la gripe - siento que el peso que quedaba sobre mi desaparece muy rápido.
- Tengo que volver a clases - se levanta de la cama de un salto -Tus lentes están sobre el escritorio de la enfermera - dicho eso, sale rápido de la enfermería.
¿Se habrá enojado por que lo toque? Tal vez fue muy atrevido de mi parte. Debe haberse molestado, tengo que ir y disculparme con el, no quiero que e moleste aun más, no parece una mala persona.
Me levanto lentamente de la cama, mi cuerpo aun se siente débil. Voy hacia donde dijo que estarían mis lentes y ahí estaban, me los puse y vi un espejo cerca de este, me acerco y veo que tengo una comprensa en la frente. Es gracioso.
Salgo del lugar y me dirijo al salón de clases, faltan solo unos pasos para que llegue cuando suena la campana. Veo que todos los chicos salen de las aulas con los bolsos puestos ¿Estuve en la enfermería todo el día? Que mal, he perdido las clases de hoy.
Veo a David y lo llamo. Me voltea a ver con un sonrojo, pero mucho menos notorio que el de hace unos minutos. Estaba por acercarme a el cuando se da la vuelta, como si no me hubiera visto y se va caminando. Estoy seguro que ahora esta molesto ¿Que debería hacer? Tal vez mi acto irrespetuoso le causo tal malestar que ahora no quiere siquiera verme a la cara.
Voy a buscar mi bolso al salón para irme a mi casa. Cuando llego mi madre me ve muy preocupada por la lastimadura en mi frete, pero le explico que solo fue un accidente. No quiero que se enoje con David habiendo sido tan bueno para conmigo. Debo arreglar este malentendido con el lo antes posible.
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Hoy pienso disculparme con David por mi comportamiento cueste lo que cueste y si luego de mis disculpas sigue molesto, no volveré a molestarlo.
Llego muy temprano y me quedo en la puerta del salón para así cuando lo vea pueda disculparme.
Veo que se acerca un poco distraído, así que lo llamo.
- David – me mira y parece sorprendido de verme, no entiendo por que si vamos a la misma escuela.
- M, Mauro, ¿Qué haces acá? Tendrías que estar en casa reposado – me mira con el seño fruncido, lo he hecho enojar de nuevo.
- Siento haberlo tocado ayer, no era mi intención, por favor no se enoje –
- ¿Enojarme? –ahora frunce más el seño ¡Lo moleste aun más! Que desesperante, yo solo quería disculparme y termine molestándolo más, ahora no debe quererme ver nunca más, ¿Qué haré si molesto a la primera persona que me agrado en esta escuela? – Mauro – me llama pero no quiero verlo, así que bajo la vista.
- Perdóneme, si aun lo molesto solo dejare en paz y no volveré a dirigirle la palabra – me doy la vuelta para ingresar al salón pero David me toma del brazo y no me lo permite.
- ¡No estoy enojado! – grita otra vez un poco ruborizado, esto casi seguro que esta por resfriarse.
- ¿No lo esta? – me siento un poco aliviado por eso, tanto que no puedo evitar sonreír.
- ¡Dios! – grita y me suelta golpeándose la frente con la palma de la mano.
- ¡N, no se golpee! – Trato de detenerlo tomándolo del brazo, pero lo suelto en seguido recordado su antigua reacción ante el anterior toque – L, Lo siento –
- No me molesta – me agarra de la mano – me gusta tocarte – me aprieta la mano fuerte mente y vuelvo a sentirme abochornado por tal declaración.
Se siente extraño que me toque, no es como las otras veces en las que me tocaban, ese tipo de contacto era doloroso, pero este es mucho más calido. No quiero que me suelte, tengo suerte de haber venido más temprano, no se que hubiera echo si David expresaba este tipo de comportamiento en publico. Probablemente me avergonzaría tanto que no sabría que hacer.
- Mauro – oigo que me llama y vuelvo a prestarle atención, se ve un poco ruborizado. Veo como trata de decir algo pero cierra la boca – No, nada - ¿Qué habrá querido decir?- Entremos al salón –
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Hace más de 5 meses que David y yo nos convertimos en amigos. Y es que también gracias a el empiezo a entablar amistades con el resto de mis compañeros, aunque siempre prefiero estar con David que con ellos. También es gracias a que ahora tengo personas que me estiman, estoy comenzando a ser un poco menos formal con ellos.
Escucho el timbre del almuerzo, guardo mis cosas en el espacio debajo de mi escritorio.
- Mauro – me llama David – necesito hablar con vos – es extraño, se escucha un poco alterado.
- Esta bien – Me levanto del asiento y lo sigo hasta que llegamos al gimnasio de la escuela, se siente un poco extraño estar aquí cuando no hay nadie, tal vez sea por que es demasiado grande.
Seguimos caminando hasta llegar a las gradas.
- Mauro – se detiene y se gira a verme a la cara con el seño fruncido ¿Qué ocurrirá? – Por que no me tuteas –
- ¿Eh? –
- A todos los demás les hablas de vos y a mi de tu ¿Por que? – ¿Esta enojado? Esta es la primera vez que logro ver a David enojado.
- Ah… pues – no puedo decírselo, seria muy vergonzoso.
- Mauro – me toma de los hombros y se acerca a mi – Decimelo ahora o nunca más te voy a volver a hablar –
- ¿Eh? – siento que se me secan los ojos de solo pensarlo, ¿Que David dejara de hablarme?
- ¿Y? – me mira serio. Que vergonzoso.
- Por… que, David es diferente – miro al suelo abochornado – por que… quiero cuidar mi… relación contigo que no puedo… dejar de hablarle así… por que usted es a quien más afecto le tengo - ¡Que vergonzoso! No puedo mirarlo a la cara después de decir algo tan penoso. Prácticamente he confesado mis sentimientos.
Siento que me toma del rostro y me acerca rápidamente al de él para besarme y separarse rápidamente para sonreírme.
- Yo también – Vuelve a besarme ¿Esto quiere decir que me aprecia como más que un amigo? ¿Soy correspondido? – Te quiero mucho – vuelve a besarme,
¡Que dicha! ¡Agradezco haber sigo golpeado por ese libro y sangrado hasta desmayarme si hoy puedo estar con la quien más afecto tengo!