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¿Ahora qué? por ImSoCursi

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Notas del capitulo:

Dedicado a Nic que ama el MinHae pero yo no... Por que Shinee me confunde siempre

Di una vuelta más por la habitación que compartía con Donghae, preguntándome donde estaría y por que tardaba tanto. De cierto modo me sentía molesto por el hecho que prefiriera compartir su tiempo libre con él a que lo quisiera pasar conmigo. Sabía que me había acostumbrado a tenerlo a mi lado y también que comenzaba a asumir que así como yo quería pasar cada segundo de mi día con él, Donghae también lo quería tal vez hubiera dado por hecho que él sentía lo mismo por mí.

Últimamente Donghae pasaba demasiado tiempo fuera de casa, con él, los veía inclusive cuando íbamos a la compañía al llegar lo buscaba y cuando lo encontraba se marchaba con él. Había intentado acercarme a ellos cuando hablaban pero podía notar que cambiaban de tema tan pronto como me aproximaba. A veces miraba de reojo y me encontraba con los enormes ojos de Minho escrutándome y ni siquiera trataba de ocultarlo, simplemente sonreía y continuaba con lo que estuviera haciendo.

Suspiré y miré el reloj de nuevo, había pasado una hora y media desde la hora que había prometido estar de vuelta. ¿Debería llamarlo? ¿Estará bien? ¿La estará pasando demasiado bien como para recordar que prometió volver a tiempo para ver la serie que le había agarrado gusto y que yo veía solo porque a él le gustaba?

Me tumbé sobre la cama que últimamente compartíamos todas las noches, era la mía y sin embargo toda la ropa de cama olía a él, tenía su colonia impregnada en cada hilo. Gire la cabeza hacia su cama que hacía mucho tiempo nadie usaba y comenzaba a convertirse en un estante lleno de ropa y cosas, reí quedamente y suspire de nuevo, comenzaba a extrañarlo en demasía.

¿Qué estaría haciendo? Ante esta pregunta miles de escenarios se formaban en mi cabeza, algunos buenos otros no tanto, la mayoría preocupantes y algunos absurdos. Volví a reír y me di vuelta, enterrando la cara en una almohada. Sin darme cuenta me sumergí en los escenarios que al convertirse en sueños se volvieron más realistas.

Donghae estaba acostado en el pecho de Minho mirando la serie tonta que le gustaba, ambos reían y comían golosinas,  las mismas golosinas que yo usualmente compraba para él. La Rana tomaba un caramelo y lo ponía en la boca de Hae, de mi Hae, y le pasaba uno de sus anormalmente largos brazos por los hombros.

Me gire sobre mí mismo y volví a dormirme.

Minho había traído a Donghae a los dormitorios, venían riendo y bromeando como buenos amigos, hablaban de… Algún deporte. Al llegar a la puerta un silencio incomodo los envolvía y levantando el mentón de Donghae con sus dedos los labios del más alto forzaban, en un principio, un beso. Los brazos de mi compañero de habitación se movían, para golpearlo deseo mi fuero interno mas sin embargo no fue así, se apoyaron en su pecho sin romper el beso.

Empuje las almohadas hasta que todas cayeron al piso y volví a cerrar los ojos molesto.

Donghae estaba apoyado contra una de las paredes blancas con los ojos cerrados. Se mordía el labio inferior y soltó un jadeo que sonó como “Minho”

Abrí los ojos y note que respiraba con dificultad, intente regularizar mi respiración pero los latidos acelerados de mi corazón y las lagrimas que comenzaban a resbalar por mi rostro lo dificultaron. Mis pulmones recibieron una bocanada de aire mezclado de su esencia, comencé a respirar con normalidad al poco tiempo pero las lágrimas no cedieron.

Me quede acostado mirando el techo en la oscuridad, contando las estrellas fosforescentes de plástico que habíamos puesto juntos hacia unos meses, recordando ese día. Juraba que podía escuchar su risa y sus reclamos al decirme que estaba colocándolas mal.

Vi un rectángulo de luz sobre el techo y casi tan rápido como se formo se volvió a oscurecer todo.

—¿Quién puso esta silla aquí?— Murmuro Donghae al chocar contra ella.

—Tu — Respondí intentando que mi voz no sonara temblorosa.

—Lo lamento —Susurro—  ¿Te desperté?

—No importa —Murmure y ninguno de los dos volvió a hablar. En la habitación lo único que podía escuchar eran las ropas de Donghae cayendo a la pila de cosas sobre su cama.

Entro a la cama y busco a tientas mis brazos, que lo rodearon inherentemente. Quería recorrer todo su cuerpo con mis manos, asegurarme que no tenía ninguna marca, quería besar cada recoveco de su cuerpo para marcarlo como mío, por que Donghae era mío, todo y solamente mío. Pero no podía hacerlo, lo único que tenía permitido era rodear su delgado cuerpo con mis brazos. Suspire por milésima vez.

—Lamento haberme tardado más de la cuenta —Se disculpó y luego silencio.

—¿Estuviste esperando mucho tiempo?— Pregunto a lo que respondí un “No” seco.

—Vi la serie con Minho, a él también le gusta mucho así que de ahora en adelante la veré con él.

—Que bien— Murmure sintiendo la sangre hervir.

—Si quieres puedes venir, no creo que le moleste a Minho— Añadió mencionándolo nuevamente, deshice el abrazo y cruce los brazos sobre el pecho.

—Si no quieres no importa— Murmuro. Me puse un brazo sobre la cara sintiendo los celos y los deseos de salir y golpear a Minho.

—¿Estas molesto? —Preguntó, pude escuchar la preocupación en su voz— ¿Hice algo que te molestara?

¿Cómo se suponía que debía de responder esa pregunta? “Si, me molesta que pases tiempo con él, que él te mire y que compartas lo que te gusta con la rana. Porque me muero de celos cuando pienso que alguien más te toca, cuando se que miras a alguien más”

—Hyuk-Jae —Dijo y a tientas busco mi cara— ¿Está todo bien?

—Si —Respondí y sujete su cara también, me sentía increíblemente triste al saber que no era la persona con la quien Hae quería estar.

—No mientas —Murmuro, mis ojos se habían acostumbrado ya a la oscuridad y podía ver sus facciones, sus ojos y como comenzaban a aguarse. Limpie sus lágrimas en cuanto resbalaron por sus mejillas y me sentí la peor persona del mundo.

—Por favor no llores —Pedí y lo abrace— Lamento estar bravo contigo —Me disculpe— Estos últimos días me he portado grosero contigo y lo lamento.

Pude ver que se mordía el labio inferior como hacia siempre que se sentía dudoso.

—Se que odias a Minho —Soltó de golpe— No quiero que mi mejor amigo odie a mi otro mejor amigo.

¿Así que ambos éramos los mejores amigos de Donghae? Yo no quería ser su mejor amigo y no quería que sus sentimientos por mi fueran los mismos por Minho.

—No lo odio.

—Pues eso parece— Dijo cortantemente.

—Pues no es así y no quiero ser tu mejor amigo si él lo es también— No me di cuenta de lo dura que había sonado mi voz hasta que Donghae golpeo mis manos para que lo soltara y salió de la habitación.

Me quede como tonto yo solo en la oscuridad pensando en lo que acababa de decir, repasando las palabras y odiándome por decirlo así. Me levante y salí en búsqueda de mi Fishy. Mire todas las puertas cerradas y me pregunte si estaría en el dormitorio de alguno de los miembros. Abrí cada una de las puertas arriesgándome a interrumpir alguna de las posibles couples, el YeWook dormía tiernamente abrazados, como solíamos hacer nosotros Minnie abrazaba a Kyuhyun por la espalda, se veían muy graciosos, salte la habitación del líder ahora que Kangin había vuelto estaba seguro que lo último que hacían era dormir. Conforme abría puertas me daba cuenta que no lo iba a encontrar en compañía de otro miembro mi estomago se hizo un nudo al imaginarlo andando por la calle en dirección de la Rana.

La  última opción era la pequeña terraza, casi jurando que no lo iba a encontrar allí y solo por no dejar abrí la puerta corrediza de cristal y lo vi. Estaba sentado en el piso mirando hacia el frente, me senté a su lado y tome sus manos. Al principio se sorprendió y se resistió un poco pero al ver que no me rendiría dejo de luchar.

—Se que últimamente paso mucho tiempo con el —Comenzó a explicar sin mirarme— lamento ignorarte pero tenía que distraerme.

—¿Distraerte?

—Si —Murmuro apenado— De ti. Lo único que pienso eres tú, lo único que quiero hacer es estar contigo y la única persona con la que quiero hablar es contigo. Creí que te estaba aburriendo y de aburrirte y que me dejes a sufrir un poco sin ti pero que no te aburras de mi…

—Eres un tonto —Reí— Creí que tú te habías aburrido de mi.

—Nunca —Dijo sonriente y me beso en la mejilla, dejando la marca de sus labios hormigueando en mi cara. Lo abrace, sentí como las palabras se amontonaban en mi mente presionando por salir, era ahora o nunca

1… 2… 3

—Te amo— Dije o el dijo, ambos lo dijimos al mismo tiempo. Nos miramos, él sonrojado y yo hecho un manojo de nervios, lo habíamos dicho y… ¿Ahora qué?

Notas finales:

Lo sé... lo sé.. Bueno en realidad no se como llegamos a eso... En fin, gracias por leer!


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