LA CURIOSIDAD MATO AL GATO…O ¿ERA AL MAOU?
Y pensar que todo había comenzado con una simple conversación de chicos.
Como algo tan simple, como hablar de chicas había terminado en algo tan retorcido como aquello, era lo que cierto moreno se cuestionaba al recordar la plática de sus compañeros.
-Es cierto, lo escuche de un chico de otra escuela- decía un castaño a sus compañeros que reunidos a su alrededor miraban desde su hombro una revista 3X.
-O vamos, eso no puede ser- le respondia algo asqueado un moreno de ojos azules.
-Si lo es, yo también escuche lo mismo- decía emocionado un peli azul mientras sus compañeros le miraban asombrados-¡No es lo que imaginan, no, no es eso!- respondia nervioso el joven ante las miradas serias de los muchachos.
-Y como es que estas tan seguro- cuestiono otro joven.
-Ya se los dije, lo escuche por ahí- se defendía el muchacho.
-No importa lo que digan, no hay como hacerlo con una bella chica- decía otro siendo secundado por otros compañeros de clase.
-Si, no hay como unos buenos pechos y una linda cinturita, además de jejejeje- susurraba en voz baja un chico regordete ya ruborizado por su propio comentario.
-¡Oye tu!, Shibuya que opinas- le pregunto el castaño a un moreno que escuchaba atento sin dar crédito a lo que sus oídos escuchaba.
-Pues, bueno…yo…- tartamudeaba algo nervioso cierto Heika de un reino lejano, pensando en los comentarios espeluznantes de sus compañeros.
-¡De seguro prefiere lo segundo, jajajaja!-grito muerto de risa su compañero ante nula contestación del otro provocando por esto su respuesta inmediata.
-¡No, eso nunca!, a mi me gustan las chicas-dijo indignado el moreno levantándose en el acto de su lugar.
-Vaya mangas de cobardes- alegaba el castaño algo decepcionado por la actitud un tanto arisca de sus compañeros con respecto al tema.
-O vamos como si tu te atrevieras a hacerlo- le recrimino el joven de ojos azules.
-No lo se, debería pensarlo- contesto el joven escuchando un giak en respuesta por su aseveración-Eso si tendría que ser un chico hermoso- agrego al comentario con media sonrisa en el rostro.
-¡No, mas que hermoso, lindo!- dijo otro.
-¡Debería parecerse a una chica, así si!- decía otro que apenas hacia unos segundo había puesto cara de asco por los comentarios del chico.
-¡Acaso están locos, en serio lo harían con un hombre!- gritaba molesto otro muchacho con cara de asco.
-Piénsalo bien, a diferencia de una chica no tendrías que preocuparte por embarazarlo, además de que dicen que se siente 100 veces mejor que hacerlo con una mujer- contestaba el castaño sumido en sus pensamientos nada de santos por la cara que tenia en esos momentos.
Todos se quedaron pensativos, un joven Heika los observaba incrédulos sin creerlo lo que pensaban.
-¡Están locos!, ¡Uno solo puede hacerlo con la persona que ama!, ¡es decir una chica!- recrimino entonces Yuri bastante molesto como si se tratara de cierto rubio con quien estuviera discutiendo.
-Vamos Shibuya esto no se trata de amor, solo de necesidad- le inquirió otro joven.
-Si necesidad del cuerpo, jejeje- dijo el muchacho regordete que antes reclamara que sin mujeres nunca lo haría.
-Además, que pasa si te enamoras de un hombre- dijo el castaño mirándolo con cara de complicidad lo cual molesto al moreno con creces.
-¡Que dices eso es anormal!- gritaba Yuri fuera de sus casillas.
-Vamos no te molestes Shibuya solo es una broma- decía otro de sus compañeros a lo que otro agregaba –Si, además si llegáramos a hacerlo solo seria para saber si es cierto-
-¿Eso no nos convertiría en Homos?- pregunto con una ceja en alto un chico que hasta ese momento no había dicho una sola palabra.
-No, ya que solo seria para probar, no es que nos gusten los hombres, ni nada de eso- dijo otro algo nervioso como dudando de sus propias palabras.
-Lo único que se, es que ya tengo ganas de una buena paja- agrego otro algo desesperado.
Yuri no daba más y por primera vez en su vida de estudiante dio gracias a que el timbre sonara para dar paso a la nueva hora de clases.
Aquella platica le daba vueltas en la cabeza desde aquel dia y aunque intentaba de sacarlo de su sistema era imposible, mas ahora que se encontraba de vuelta en su reino y para colmo siendo acosado como siempre por un hermoso rubio que desde que lo descubriera viéndolo en la ducha no había parado de molestarlo con que no le importaba, ya que el era su prometido.
Los comentarios y conclusiones que dieran sus compañeros no le dejaban en paz, sobre todo en las noches que era el peor momento del dia, ya que lo tenia a su lado, con aquel aroma que lo embriagaba y por algún extraño motivo lo llenaba de des…..¡No!, se gritaba mentalmente, solo estaba siendo sugestionado por las palabras de esos idiotas, solo eso….pero…y si era verdad…y si era tan bueno como habían dicho…además estaba el hecho que siendo un hombre no habrían riesgos…y si lo intentaba, ¿acaso Wólfram se negaría?…no claro que no…pero y luego que…el lo amaba, mientras él solo quería una noche de prueba, una noche para saciar su curiosidad, no deseaba hacerle daño después de todo era su amigo, entonces que debía hacer con aquel sentimiento, no…que debio hacer con aquella necesidad inherente que crecía dia con dia desde aquella maldita conversación de salón. Y entonces lo decidió, roso la pierna de su amigo como quien no quiere la cosa, “un accidente, un accidente”, se gritaba así mismo rogando porque el bishounen pensara lo mismo pero que luego de unos segundo sintió la gran necesidad de volver a tocar un poco mas aquella tersa piel que se sentía tan bien bajo sus dedos. Entonces escucho un gemido de espereza, cierto rubio se estaba despertando y para su horror percatándose de hasta donde había ido a parar su mano sin que ni el mismo se diera cuenta de ello.
-Que…-y aun siendo de noche esas orbes verdes eran como faros en la noche hipnotizándolo por completo y volviéndolo loco por apoderarse de esa boca entre abierta que se sorprendía por el ataque sorpresivo de la suya.
Su mano libre se apodero de la nuca rubia metiendo cada vez mas dentro de aquella cavidad su lengua intentando de sacarle mas gemidos como aquel que le saliera por casualidad. El demonio de fuego mientras tanto solo acariciaba desde su pose la mano que se encontraba sobando su miembro sin importarle que su cuello estuviera a punto de romperse. Por fin el moreno le soltó para su desasosiego pero no por mucho tiempo porque si se había sorprendido hasta ese punto por su extraño comportamiento lo que vino le hizo definitivamente pensar que estaba en otra dimensión una en donde el enclenque de su prometido era más desinhibido.
Levanto su camisón hasta su cuello atacando con premura sus pezones, lamiéndolos, peñiscandolos, dejándolos solo para volver atacar aquella bella boca rosa que lo recibía gustosa cada tanto que lo necesitara. Abrió sus piernas en un movimiento bastante osco, tocando su miembro por un momento corto para luego dirigirse hasta sus testículos y toquetearlo con algo de duda en busca de algo que ni el mismo estaba seguro y cuando estaba en aquella extraña tarea que el mismo se había auto infringido sintió una extraña punzada en la retaguardia que lo hizo erizarse de pies a cabeza sacando una exclamación que muy pronto su rubio demonio hizo acallar con un beso que termino sacándole lo que le quedaba de aire y de conciencia. Si bien al principio era algo molesto la intromisión pronto dejo de serlo, sobre todo por el vaivén de caderas que su presa había comenzado a realizar bajo su cuerpo, quiso tomar un poco del control perdido tomando nuevamente su miembro, acariciándolo con un poco mas de delicadeza que juraría saco una sonrisa en aquella boca que ahora le devoraba la suya con total devoción siendo solo alejada cuando una nueva intromisión en su interior produjo desosiego en su conciencia y le alerto que algo no estaba bien pero que como antes no pudo replicar al ser atacado por aquella boca pero que esta vez a diferencia de la anterior en su clavicula provocando que exclamara por aquel simple acto que parecía llevarlo ya no al cielo, si no al mismísimo nirvana.
Un te amo rozo su oído, mientras una mano acariciaba con premura su cuello, mientras cierta intromisión en su parte posterior le abandonaba para su alivio pero solo para exigirle soltar su miembro a lo que este no dudo en hacerlo para asaltar aquellos botones rosas que dejara en el olvido y mientras realizaba la tarea mas agradable que en su vida hubiese siquiera imaginado un dolor aun mayor al anteriormente sentido por un par de dedos intrusos se apodero de su ano obligándolo a dar un grito ahogado que no paro hasta que el objeto de su dolor estuvo completamente dentro de él.
“Tranquilo amor…ya…ya pasara, todo estará bien…te lo…prometo” y con esas simples palabras, como si un drogadicto se tratara se dejo convencer por ese hermoso par de gemas que no paraban de mirarlo con adoración, mostrándole las facciones mas eróticas que en su corta vida adolecente soñó con presenciar.
Dos manos se apoderaron de sus anchas caderas impulsándolo a sentarse en cunclillas y alzándolo con algo de esfuerzo hacia arriba sacándole un nuevo grito al sentir un quemazón en su interior que luego de un par de encestadas iba menguando, sobre todo cuando cierto punto fue rosado en su interior provocando que un gemido de placer saliera no solo de su boca, sino también de su demonio que no paraba de implorarle que se moviera con mayor agilidad sobre el.
Definitivamente ya no era el, porque de serlo jamás habría obedecido aquella orden pero en esos momentos su mente ya no era la misma, su cuerpo no le obedecía y su corazón y cierta zona de su cuerpo solo le exigía que hiciera caso a la orden dada por su amante. ¿Su amante?, bueno en esos momentos si aquella intromisión en su cuerpo no le importaba mucho menos aquella palabra, ni las consecuencias que acarrearía con ello a su supuesto compromiso con el rubio, en esos momentos solo importaba aquella sensación divina que lo estaba volviendo completamente loco. Y como si aquel placer no fuera suficiente su cuerpo se sintió encender por completo, la electricidad que sintiera en ciertas partes de su cuerpo se apodero de cada centímetro de su cuerpo provocando que apretara sus nalgas alrededor de aquel suculento miembro que le propinaba placeres con los cuales nunca soñó. Una mano apreso su miembro mientras el mismo se afirmaba contra el níveo pecho de quien lo sostenía intentando de piñizcar los olvidados pezones pero por mas que intentara no podía alcanzar aun teniéndolo a escasos centímetros de sus dedos. Comenzó a impulsarse con mayor premura sin importarle aquel sentimiento de estar a punto de perder la conciencia al sentir como estaba siendo bombeado en tanto se auto penetraba. Los guturales gemidos de quien le profesara amor imparables veces eran lo único que le importaba y sin preocuparse por lo que pudiera suceder después le grito algo que le hizo abrir los ojos de par en par.
-¡Te….amooooo!-
-Yuri…Yu…Yuri…ahaaa…siii….-
-Si-
-Dilo…dilo…otra vez…amor…dilo-
-Te… amo…yo…-
El rubio sin el menor esfuerzo despego la mitad de su cuerpo de la cama para robar un beso de aquella boca que le olvidara por completo sacándole un nuevo gemido aquel moreno que ya no daba mas, su cabello mojado sobre su rostro, esos negros ojos color petróleo perdidos en la nada, aquella respiración agitada como anunciando el final de una carrera y aquel cuerpo brillante de sudor no hacían mas que desearle como el manjar que era, como el trofeo que sin duda muchos desearían en su cama pero que desde ese momento solo le pertenecería a él, a Wólfram Von Bielefeld y hay de quien se atreviera a solo tenerlo en sus fantasías lujuriosas porque sabría de que era capas un demonio de fuego enamorado.
Su espalda de un momento a otro se puso rígida, su cabeza sin siquiera desearlo se alzó hacia atrás, su trasero apretó aun mas aquel grueso miembro en su interior y fue entonces cuando un ultimo gemido lleno la habitación que presenciara su lujuria viera como aquel inocente muchacho expulsaba su esencia sobre el pecho de un rubio que estaba ciertamente disfrutando con su orgasmo y soltando el propio en el interior de su amado moreno.
Definitivamente el hacerlo con un hombre era diferente, mas cuando es tu primera vez y no tienes idea de como hacerlo con una chica, o al menos no en la practica, entonces se preguntaba si acaso no habría sido influenciado por sus compañeros, ¿habría tenido algo que ver Murata en aquella platica?, no imposible, él estudiaba en otra escuela, aun así no podía dejar de pensar en todas las posibilidades que lo habían llevado a perder su virginidad, mas cuando se levanto de la cama para evitar esas orbes verdes llenas de esperanza y amor hacia él que estaba acostumbrado a ver cada mañana y que si mal no se equivocaba esa mañana en particular seria todo un poema, tan frustrante que terminaría rompiéndole el corazón a su rubio acompañante cuando tuviera que reafirmarle que para él eso no significaba nada y que por favor no comentara nada de lo ocurrido la noche anterior. Pero lamentablemente la suerte otra vez estaba en su contra y apenas su pie tocara el frio piso cayo de bruces en este por un fuerte dolor que se apodero de su espalda que sentía a punto de romperse sacándole un angustioso chillido que termino por despertar a quien a toda costa deseaba evitar.
Ni las suplicas que deseo proferir le hubiesen ayudado en ese momento, pues su amigo, al menos hasta el dia anterior, se levanto de un salto para ayudarle a volver a la cama poniéndose a toda prisa una bata y corriendo como alma que llevaba el diablo en busca de ayuda sin escuchar siquiera los reclamos de un moreno que solo alzaba su mano sin esperanza alguna de detener su marcha.
Todo paso muy rápido o mejor dicho muy pero muy lento para su desgracia.
Jamás podría volver a ver a Gisela a la cara, aun recordaba su comentario sobre el precario cuidado en su primera vez y que para la próxima intentaran tener lubricante a mano para disfrutarlo plenamente.
Como Gwendall le miraba con el entre cejo fruncido profiriendo un sonoro resoplido que no dejo indiferente a nadie y como Conrad nuevamente intentaba de sacarlo de un problema con una cálida sonrisa recordándole a su hermano mayor lo que era ser joven y lleno de hormonas.
Como el muy desgraciado de Wólfram sonreía con aires de superioridad dándole la extraña sensación de estar marcando territorio no solo con sus hermanos, sino con cualquiera que se atreviera a tan solo mirarle desde ese dia. Y como un lloroso Gunter para su horror pregonaba que el rubio demonio le había violado en contra de su voluntad teniendo que desmentirlo de inmediato cuando tanto este y un muy furioso general casi lo matan no tan solo con la mirada.
Pero lo peor había sido la intromisión de Anissina que no dejaba de sonreír y reírse a sus costillas dándole a entender para su horror que había hecho bien al estar abajo si no deseaba tener familia a tan temprana edad, además de evitarse ser asesinado por un par de furiosos hermanos al haber profanado lo mas sagrado que tenían antes de llevarlo al altar. Fue cuando todo dolor existente hasta ese momento desapareció por arte de magia para ser remplazado por un horrible estupor que no desapareció ni con las múltiples explicaciones técnicas de Gunter que daba a gracias al cielo en ese momento por que aquel detalle olvidado en sus lecciones acerca de la fisonomía de los masoku no tuviera ninguna consecuencia para su amado Heika…Si, los demonios podían engendrar sin importar el sexo que estos tuvieran. Solo daba gracias a Shinou porque Cherri Sama se encontrara en uno de sus viajes en busca del verdadero amor porque si no…no quería ni imaginarse que haría ella.
Y pensar que todo había comenzado con una simple conversación de chicos, conversación que lo obligo ha agachar la cabeza ante cuanto súbdito se encontraba en su camino preguntándole como se sentía, rehuyendo de los insidiosos comentarios de cierta inventora que solo hacia enfurecer a cierto peli negro de cabellera larga, teniendo que soportar los constantes acosos de cierto rubio que si antes se creía su dueño, ahora ya nadie podría hacerlo pensar lo contrario y como si eso no fuera poco viendo como su padrino daba por hecho gracias al idiota de Murata una próxima boda real, boda, ¡Boda! ¡Pero si él todavía estaba en el bachillerato! ¿Por qué?, porque todo lo malo le pasaba a él, porque… Y fue entonces cuando frente a él vio al responsable de todas sus desgracias provocando que se abalanzara sobre el sin siquiera meditarlo.
-¡Pero que demonios te pasa Shibuya!-gritaba molesto un castaño mientras se sobaba su mejilla mal trecha.
-¡Mejor cierra la boca Fushida!-
-Esta bien, esta bien-contesto temeroso el chico desde el suelo mientras un furioso moreno se retiraba sin menor remordimiento por lo que había hecho.
Fin