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Comunicación.... por Anttara

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Notas del fanfic:

Junjou Romantica no me pertenece... (Snif Snif -.-) Tiene su autora correspondiente, y mi ardillita y yo solo nos distraemos jugando con sus personajes y creando lemons jajaja

Notas del capitulo:

Hi a todos, pues si ya me habia tardado en aparecer en esta página... Jejeje.

Pero bueno, aprovechando que ya estoy a final de semestre y que ya ninguno de mis maestros quiere hacer nada, pero aún asi tengo que ir a la escuela.  Me he puesto a escribir y les dejó un nuevo fan fic wiiiiiiiiii

Si ya lo sé, deberia mejor actualizar el fic de "Contrólate...." o de "Amor  en el Magisterio Escolar" pero soy debil buahhhhh y no me aguante el escribir otra nueva histora.

Bueno ya me arrepentire después les dejo leer.... ^^

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Notas del Fic

Letras en cursiva: Trama de la Historia

LETRAS EN MAYUSCULA SE CONSIDERAN COMO GRITOS

-Palabras entre guiones- Son los argumentos de los personajes

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Cierto día en la editorial Marukawa se encontraba  felizmente trabajando un joven de veintiún  años llamado Misaki Takahashi.

Últimamente había mucha correspondencia, gracias a las vacaciones de verano y las excesivas campañas de publicidad que se había  creado, donde el objetivo era que los lectores pudieran interactuar más de cerca con los autores mediante cartas y paquetes. 

No obstante, no era el único que tenía trabajo en la editorial, pues también Usagi-san por ser uno de los autores más solicitados de  esa campaña publicitaria, tenía que  estar en su oficina firmando postales para enviárselas  a sus seguidores, afín de recompensar su preferencia.

O por lo menos eso era lo que en teoría se tenía que hacer. Sin embargo,  con el carácter del escritor, esto se quedaba en solo una indicación  y él se dedicaba a renegar de su tarea impuesta. Ya que  si no hubiera sido por que  Misaki había conseguido un trabajo de tiempo parcial ahí, él ya se hubiera escapado de esa cárcel de cuatro paredes.

Desde hacía dos meses el novelista había visto muy poco tiempo a su inquilino por culpa de la universidad y de los proyectos finales de esta; Más cuando por fin el peli-plata pensó que podría estar más con su niño, Misaki consiguió un trabajo temporal en la editorial haciendo que la posibilidad de estar con él fuera mínima por la excesiva carga de trabajo que tenía y el cansancio que reflejaba a la hora de llegar a su casa. En más de una ocasión se había quedado dormido  al momento de cenar juntos.

Así que sabiendo que el castaño no renunciaría a su trabajo y pensando  que la única forma de verlo era estar en la editorial; Akihiko aceptó (con la influencia de su editora) participar en la publicidad y firmar las estúpidas postales que el Director Ejecutivo le había pedido; siempre y cuando el menor fuera quien recogiera los paquetes de su oficina.

Sin embargo,  como buen empresario y sabiendo que el peli-plata era muy susceptible a distraerse con la presencia del universitario, Isaka-san ordenó que por ninguna cuestión se le diera al castaño la mensajería de afamado escritor para que este trabajara.

Dos días le basto al novelista darse cuenta del la  trampa que su jefe le había puesto, y para que sus  esperanzas de estar a solas con su adoración en la editorial desaparecieran.

-Vamos sensei, no son demasiadas… Recuerde que son para sus seguidoras-

-No me importa… ¡No firmaré! - Sentencio el oji-violeta, sentado en su escritorio y mirando con desprecio el montón de cartas que había sobre la mesa.

-¡¡No sea así sensei y  póngase a trabajar antes de que lleguen más!!- Gritó Aikawa al ver como el novelista se rehusaba  a sus indicaciones.

-Lo haré hasta que Misaki venga a entregar las cartas-

-¡¡¿Crees que soy nueva sensei?!!  ¡¡Si Misaki-kun viniera usted no trabajaría!!

Con esta respuesta el peli-plata se aferro más a su idea. Si no tenía a su niño, el no haría lo que pidiera Aikawa. No obstante, algún gracioso había anticipado sus ideas y había enviado  al universitario a repartir cajas a todos los autores menos a él.

De repente el mayor suspiro…

Con cada día se hacía más difícil estar con su amado; y no solo por el trabajo o por la escuela.  Hacia algunos meses que habían cumplido años de haberse conocido, y por la agenda de los dos ya muy pocas veces se veían; Así mismo, parecía que su relación se había quedado estancada.

Ya no tenían citas, ni mucho menos compartían  tiempo para quererse, con suerte el mayor podía tener intimidad con su niño una o dos veces al mes, pero no como amantes, sino quizás como una especie de costumbre y sobre los besos robados ya eran muy poco comunes.

A lo mejor solo era su mente, pero por alguna extraña razón Akihiko pensó que tal vez su vida romántica se estaba haciendo… monótona.

No es que  ya no quisiera a Misaki, por que el juraba con su alma que su mundo era el menor y tampoco era que el oji-verde no lo quisiera; porque aún seguía a su lado y él no era una de las personas que hiciera eso por conveniencia… era algo más que eso, quizás la rutina estaba haciendo estragos en los dos.

Necesitaba ponerle algo de emoción en sus vidas…  Jugar  nuevamente a ser amantes, quererse con lujuria y pasión hasta que sus cuerpos cayeran  agotados en la madrugada  y amarse como si fuera prohibido; Sin embargo,  por el cansancio del trabajo, era muy posible que no pudiera hacer algo cuando llegaran a casa y en ese momento, Akihiko no podía hacer algo que fuera excitante. Tenía a la fiera de su editora cuidándolo como si se tratara de un criminal y Misaki se encontraba lejos de él para intentar escapar de ahí.

Solo se podría resignar a pasar el día entero junto con la bruja de Aikawa e imaginar cómo  le haría el amor a su niño. Quizás de tal forma que en una semana no se pudiera levantar; Más esto no convenció al mayor. Tenía que haber algo más, algo nuevo, algo que hiciera que su niño se sintiera atraído por él…

Por unos minutos el escritor se quedo viendo a su alrededor, buscando algo que pudiera hacer para romper la rutina; Más lo único que observo fue a su editora jugando con su celular…

-¿Qué haces Aikawa?- Mencionó el escritor intrigado por las acciones de aquella mujer.

- Envío un mensaje a un amigo, sensei…  en un momento término- Reacciono Aikawa, sin poner atención a los gestos del oji-violeta, el cual al momento de escucharla tuvo una idea para estar más cerca de su pequeño.

-Listo sensei… ¿Necesita algo?-

-No, también yo utilizare mi teléfono-

Acto seguido tomo su celular y empezó a escribir un mensaje de texto para enviárselo al causante de sus anéelos…

Mientras tanto al otro lado del edificio, Misaki se encontraba repartiendo correspondencia.

De verdad, que había sido una locura hacer tanta propaganda. Los paquetes no paraban de llegar y toda la recepción estaba colapsada por tantas cartas. No obstante, no podía quejarse, no había tiempo para hacerlo; así que suspirando fuertemente el oji-verde tomo una caja y leyó la tarjeta de indicaciones… “Paquete para Souchiro Takamura departamento de literatura”

Sin embargo, antes de que pudiera dar tres pasos, su celular le indico que había recibido un mensaje.

Con detenimiento el menor tomó el aparato y viendo que el remitente era “Usagi-san” se dispuso a leerlo…

Más de inmediato los colores al universitario se le subieron a la cara ¡¿Qué demonios era eso?!  ¡Su casero era un pervertido para escribirle eso de repente y mediante un mensaje de texto!

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Misaki, te quiero hacer el amor en este momento… ven a mi oficina

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Enojado por ese tipo de bromas rápidamente el menor le escribió lo siguiente…

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¡¡USAGI BAKA!! >_<  ¡¡¿CÓMO DEMONIOS TE ATREVES A ESCRIBIR ESE TIPO DE COSAS?!! ¡¡PERVERTIDO!!

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No pasaron ni 5 minutos para que el mayor recibiera su contestación y por ende una sonrisa apareciera en su rostro…

“¿Así que  tan pronto ya era un pervertido?"  Aún Misaki no se había enfrentado a todo lo planeado y ya empezaba con los adjetivos.

Dispuesto el mayor estaba a contestarle, pero al observar como su editora lo veía intrigado por su cambio de actitud, dejó a un lado su celular y empezó a ponerse a firmar postales para sus seguidoras de tal manera que la peli-roja no sospechara… Ya habría tiempo para seguir con su pequeño juego.

Por su parte, el castaño se dirigió a su destino para entregar la correspondencia; No obstante mientras lo hacía, pensaba en lo que su casero le había escrito…

¡¿Quién rayos se creía para escribirle semejantes cosas mientras laboraba?!  ¡Ahora si el mayor había exagerado con sus perversiones!… Ya no solo se conformaba con tomar su cuerpo cada vez que le daba la gana ¡¿Ahora quería  ensuciar su teléfono con esos mensajes?!

Rápidamente el oji-verde llegó a su objetivo, saludo al dueño de la correspondencia y sin perder tiempo se dirigió a la recepción para tomar otro paquete y cumplir su trabajo; Sin embargo, nuevamente su celular sonó indicándole un mensaje.

Al ver que  el que lo había enviado era su casero Misaki abrió el mensaje pensando que el escritor se disculparía por su imprudencia; Más al leer lo siguiente, de nuevo la vergüenza se apodero de él.

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¿Pervertido? Si tú eres el culpable de que este tan excitado. Misaki te estoy imaginado en una pose muy erótica sobre de mi. Ven a mi oficina, quiero desnudarte y poseerte toda la tarde…

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Instantaneamente Akihiko recibió un nuevo mensaje de su inquilino…

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O\\O ¡¡DEGENERADO!! ¡¡No digas esas cosas y mejor concéntrate en tu trabajo Usagi-Baka!!

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De verdad que Misaki era muy ingenuo para saber lo que planeaba el mayor, y la gran mirada de lujuria que tenía Akihiko confirmaba sus planes. 

Aprovechando que Aikawa se había descuidado con su celular, de nuevo el peli-plata se puso a escribir…

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Si no tengo inspiración, no puedo hacerlo. Necesito masturbarte mientras veo tus provocadores ojos. Tocarte una y otra vez hasta que no haya ningún lugar inexplorado de tu cuerpo y besar cada espacio de ti hasta enloquecer de placer.

Misaki de verdad ya no aguanto, mi cuerpo pide a gritos el tuyo…. Yo sé que también tú me deseas.

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Esta vez el mensaje tomo por sorpresa al menor que se diría a entregar dos paquetes al Departamento de Mangas Yuri; No obstante, por el contenido que tenia, apenas Misaki pudo disimular el sonrojo… Si alguno de los editores de ahí se daba cuenta de lo que su sucio casero le escribía sería horrible.

Apenas lo leyó y se puso a escribir una respuesta…

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:O ¡¡Claro que no idiota!! ¬¬ ¡¡Estoy trabajando!!  ¡Deja de escribir esas cosas raras…!

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Poco a poco el castaño estaba cayendo en el juego de su casero y a pesar de las contestaciones que le daba el novelista, este sabía que su pequeño le gustaba que lo sedujera así a la hora de tener intimidad. Después haber estado tanto tiempo, aun Misaki no se permitía aceptar lo que para él ya era muy evidente. Aunque se lo recriminaba, el castaño no podía ignorar que se sentía  atraído por las “raras” palabras de su seme y su cuerpo empezaba  a calentarse.

Aprovechando esto Akihiko volvió a escribir….

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¡No mientas! Sé que deseas que te haga mío  una y otra vez.  Tu cuerpo también pide a gritos que te desabroche tu camisa y bese todo tu abdomen hasta detenerme en tus pequeños botones. Quieres que los acaricie varias veces, saboreándolos con mis labios como si se tratará de un suculento manjar... Mi Misaki te voy a estimular hasta que vengas hacia mí y me entregues tu cuerpo.

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“¡¿QUÉ DEMONIOS ES ESTO?!” Pensó el menor al ver el nuevo mensaje del escritor “¿Entregar su cuerpo?” ¡De verdad que Usagi era un engreído!

Hacía mucho que el peli-plata no le decía esas palabras y ¿Ahora se había dado a la labor de escribírselas cada 5 minutos? ¡Era un enfermo!

Dispuesto estaba el oji-verde a decirle a su casero hasta de lo que se iba a morir; Más al comenzar a escribir algunas maldiciones. El cerebro de Misaki pensó en la posible intensión del escritor por escribirle esos mensajes… Akihiko esperaba que le contestará para seguir el juego. 

Así que con algo de vergüenza y tratando de disimular un poquito la verdad, el universitario escribió lo siguiente…

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Puedes escribir lo que quieras… No me importan tus mensajes :)

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Ante esto el novelista se sorprendió. ¡¿Cómo era posible que su niño  con cada momento  se volviera más lindo?! 

A pesar que aunque estuviera lejos de él y que lo negara, el mayor sabía perfectamente que Misaki mentía. Incluso podría firmar que su carita ya se encontraba sonrojada por sus mensajes y que ya se empezaba a excitar. Quizás su miembro ya estaba empezando a despertar...

Con estas deducciones de nuevo el escritor tomó su celular y se puso a escribir la contestación; No obstante, esta vez lo hizo al puro estilo de Akikawa Yayoi, haciéndole saber  su adoración que el hecho de que lo negara, no iba a hacer que él se detuviera.

 

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Misaki de verdad  eres muy adictivo ¿lo sabes? 

Mis labios no pueden parar de probarte. Una y otra vez mi lengua recorre tus pezones; se están empezando a calentar y eso me complace, pero no puedo dejarte así, aún no están listos.

Con fuerte lujuria  los muerdos, me gritas por haberlo hecho de esa manera tan brusca y me exiges que te trate de manera más delicada. No puedo hacerlo Misaki ¡estoy totalmente loco de lujuria! Verte frente de mí, con solo una camisa cubriendo tú pura y sensual figura, hace que mi cuerpo desee ya tomarte.

Mientras lubrico tus  sensibles puntos con mi boca, bajo una mano hacia mi miembro… Ahhh ¡Misaki estoy tan duro! Muevo mi mano para tratar de estimularme… deberías sentirme no puedo aguantar mucho, y  tú eres el único culpable de eso.

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“¡Maldito Usagi-san!” Fue lo único que pudo pensar el menor al ver su nuevo mensaje y es que durante lo leía, su mente no pudo evitar imaginar el contenido de este. ¡¿Por qué demonios Usagi tenía que ser tan explicito a la hora de escribir?!

Pero tenía que aceptarlo. Su cuerpo poco a poco empezaba ceder a la idea de tener intimidad con el mayor. Prontamente un fuerte calor invadió al castaño, sobre todo al imaginar a  su seme en la posición antes relatada.

Ya el oji-violeta no se conformaba con acosarlo a cada momento o con incluirlo en sus Novelas Boy´s love ¿Ahora pretendía tener sexo en medio de la editorial? …¡¡MALDITO PERVERTIDO!!

-Disculpa ¿Estás bien?- Preguntó un editor  del departamento de Shojo al sentir la aura de odio que tenía el menor.

-¿Eh? Si… Yo estoy bien Jejeje.- Mintió el castaño; Sin embargo, algo era un hecho apenas viera al escritor ¡¡LO MATARIA!!

Por su parte el escritor ya preparaba su nuevo mensaje el cual en menos de tres minutos le llego a su destinatario;  No obstante, el mayor no contaba que  su editora empezaba a notar mucho la insistencia que tenía el oji-verde con su teléfono….

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Mientras lleno de besitos tu hermoso cuerpo, me estoy estimulando. Toco mi hombría otra vez; Ahhh ¡ya estoy listo para hacerte gritar de placer!... pero quiero prepararte para que nuestro encuentro de amor sea más intenso.

De repente siento como mi miembro se va lubricando, al tiempo que mi mano sube y baja ansiosa  adentro de mi pantalón. Estoy algo deseoso por poseerte, e imaginarte con las piernas abiertas, permitiendo que te penetre sin obstáculo alguno, hace que me excite más

Mi legua baja hasta tu vientre. Me detengo a observarte… ¡Mi Misaki te vez demasiado provocativo,  más que cuando  me entregaste por primera vez tu cuerpo en la sala de mi casa!

No obstante, algo me aparta la atención de tu hermoso rostro. Tú miembro ya también está ansioso de que lo acaricie...

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-Sensei ¿Qué está haciendo? ¿Ya terminó con todas las postales?- Preguntó la pelirroja al ver como el mayor, se había concentrado más en sus mensajes de texto que en su  trabajo.

Algo raro estaba pasando ya que Akihiko no era de esas personas que se concentraran mucho en escribir mensajes. Es más, si no fuera por el hecho de que tenía un compañero en su casa, ella había jurado que el novelista no tenía contacto alguno con la gente; No obstante, antes de que pudiera saber que era lo que tramaba y arruinarle sus planes, Usagi le pronuncio lo siguiente para despistarla.

-Aikawa tengo sed, ¡Quiero un café!-

-¿Eh? Pero sensei ¡Estamos a 30° Centígrados! No creo que sea buena idea tomar un café.- Contesto la editora intrigada por los extraños gustos del novelista.

-Tu labor es brindarme lo necesario para hacer mi trabajo, Ve por un café…  ¿O acaso no quieres que termine mi trabajo por sufrir deshidratación?-

-¡No sea chantajista sensei! Además ¿Cómo un café caliente le va quitar la sed?

-Si no tengo café en este momento, yo no trabajo y será tu culpa el retraso.

Desconcertada por la  rara petición del novelista y sabiendo que contra él no se podía jugar mucho, Aikawa decidió cumplir su gusto ¿Qué tan malo era darle un café al mayor?

De inmediato tomó su celular, se levanto del asiento en donde estaba y salió en busca del café del sensei. Mientras tanto este se dispuso a escribir otro mensaje erótico a su pequeño...

 

Pasaron 4 minutos para que de nuevo el teléfono de Misaki le anunciara que había llegado un mensaje; Sin embargo sabiendo de quien era, el oji-verde se puso a temblar. Y es que con el último,  su  cuerpo se había empezado a calentar, si leía este de seguro que se estremecería pensando en el contacto que su seme le proporcionaría…

“Quizás si lo ignoraba Usagi no lo molestaría ya” Pensó el universitario al escuchar como varias veces su teléfono le indicaba la presencia del mensaje.

-¡¿De quién es ese teléfono?! ¡Contéstenlo!- Gritó fuertemente la Jefa de editoras del departamento dedicado  mangas yaoi, exasperada por el sonido; Sin embargo, al ser descubierto Misaki se paralizo de la vergüenza…  No se había dado cuenta pero estaba rodeado de puras mujeres, si alguna de ella se daba cuenta de lo que Usagi-san le escribía…

-Ahhhhhhhhh ¡¡¡ NO PUEDE SER!!!- Desesperado por pensar en lo anterior, Misaki salió corriendo del departamento a penas después de haber entregado el paquete a una  autora; Sin embargo, por la acción no sé dio cuenta de que su teléfono había caído en medio del pasillo...

Mientras tanto en la oficina de Usagi, el escritor se encontraba más que inspirado escribiendo su relato erótico; Sin duda era una obra de arte, digna de él... Tal vez un día la publicaría como un capítulo especial de Junai Romántica.

Pero en medio de su momento de creatividad erótica, dedicada únicamente al causante de todas sus fantasías sexuales, Akihiko jamás se imaginó que su pequeño hubiera perdido su celular, ni que este hubiera caído en manos intrusas.

Él seguía enviando su mensaje con el único motivo de preparar a su amante para la noche de placer que tendría apenas llegaran a casa.

   -¡¿De quién es ese maldito celular?!- Volvió a repetir la Jefa del Departamento Yaoi pero nadie de sus editoras respondió su llamado.

Con mucho detenimiento la mujer miro a todos lados hasta  que encontró un celular tirado en el suelo, el cual era el mismo que emitía el sonido. De inmediato fue hasta él, lo tomo entre sus manos, lo alzo y pregunto su dueño; pero nadie lo reclamo.

Pensando que la única forma de encontrar al dueño, la mujer empezó a buscar  en el interior de este para regresarle el aparato extraviado; Más lo primero que vio fue una pantalla que decía “Haz recibido 2 mensajes de: Usagi-san”

-¿”Usagi-san”? Extraño nombre… ¿Alguien conoce a un “Usagi-san”?- Preguntó la Jefa pensando que sin duda se trataba de alguna mujer por el raro nombre de uno de sus contactos o tal vez era del departamento de shojo, los editores de ahí eran algo raros con tantos juguetes rosas alrededor de su escritorio y su mascota llamada “Twinkle”

Más, al ver el contenido del mensaje quedo paralizada…

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Con una sonrisa no me resisto a ti. Tomo con mi mano derecha tu hombría, la masajeo lentamente mientras lleno de besitos tus muslos.  Gimes por sentirme en esa parte tan sensible, pero me permites que te siga estimulando; Más, en la posición que estamos me es imposible.

Te recuesto en el suelo y abro delicadamente tus finas piernas.  Beso cada rastro de piel, tus muslos y tus caderas son las dueñas de mis labios.

Escucho como gimes eróticamente mi nombre… “Usagi-san… mmm.. Usagi-san” ¿Tanto te gusta que te seduzca antes de penetrarte?  Siento tus pequeñas manos sobre mi cabello, diciendo que ya quieres que te devore.

Prontamente termino mi recorrido, humedezco mis labios y desesperadamente empiezo a saborear  tu entrepierna.

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¡Estás muy erecto Misaki! Tanto tiempo has aguantado sin que te toque, y el movimiento de caderas que haces, cuando meto y saco tu miembro de mi boca me lo confirma.

Te mueves sensualmente hacia adéntrate y hacia atrás. Ahhhh gritas de nuevo  mi nombre y muerdes tus labios tratando de controlar tu voz, pero los fuertes escalofríos que siente al  sentir mi lengua no te lo permiten.

Yo no puedo dejar de observarte mientras brindo atención a tu firme miembro. Estas muy entregado a mí y  ya no te importa que estemos en un lugar público, que  ni que tus gemidos ya sean gritos.

Tu mente está en blanco, disfrutas de qué te toque de esa forma; te vuelve loco que yo meta y saque tu miembro de mi boca, bese la punta de tu erección y la succione esperando que me regales tu esencia.

 

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-Minako-sempai ¿Se encuentra bien?- Preguntó extrañada una mujer, al ver como su Jefa se había quedado muda al leer el mensaje; Más la única respuesta que recibió después de unos segundo fue que trajera  a  la más cercana mangaka de yaoi.

Corriendo la mujer fue por su pedido y en pocos segundos encontró a una que estaba firmando postales en agradecimiento a sus lectoras. Al verla de inmediato la jefa le dijo que se acercara y contemplara  el celular encontrado.

Después de unos minutos ella pronuncio...

- ¡No puede ser! ¿De quién es?-

-No lo sé, estaba tirado en el pasillo ¿Cree que pueda hacer una historia con este material sensei?-

-Si… es magnífico, será un éxito-

- ¡Alguien traiga un blog de papel y un lápiz! Tú lee en voz alta los esto… las demás escuchen atentamente-

De un momento a otro, todo el departamento se movilizó mientras escuchaban atentamente el relato erótico de un tal “Misaki” y un “Usagi-san”

Por su parte Akihiko, ya estaba excitado escribiendo e imaginando aquel relato. En un instante notó que se encontraba su erección muy avanzada y al tocar superficialmente arriba del pantalón su hombría, no puedo evitar pronunciar el nombre de su adoración.

Tal vez había empezado como un juego, pero como pasaban los minutos su cuerpo pedía estar con Misaki y poseerlo una y otra vez, pero tenía que seguir incitando a su niño. Era de suponerse que su amado se encontrara en la misma situación que él y dejarlo así era casi un crimen.

Aunque sus cuerpos no se juntaran le brindaría  placer a su niño por medio de la imaginación….

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“¡Usagi-san…! ¡Usagi-san!  Ahhh ¡Sigue!” Te escucho decir mientras te masturbo con mi boca; pronto me dejaras saborearte.

Yo acelero mis movimientos pero no te dejo libre, presiono tu miembro de tal manera que te obligue a que  ya termines.  No pasa mucho tiempo y así lo haces; te retuerces en el piso, cierras tus bellos ojos  y gritas por el orgasmo.

Mientras tanto yo no puedo dejar de probarte.  Varias veces limpio tu hombría manchada de semen al tiempo que te sigo estimulando.  ¡Me enloquece tu sabor  Misaki!

Cuando veo que poco a poco estas recuperando tu conciencia, separo mi boca de tu entrepierna y con la ayuda de un poco de mi saliva  introduzco un dedo en tu entrada para dilatarte.

Al parecer tu cuerpo aún no siente mi presencia. Eso me da la oportunidad de moverlo con libertad, prontamente meto el segundo y veo como el dolor empieza a aparecer en tu rosto…

¿Te es incomodo mi Misaki?  Susurro roncamente en uno de tus oídos mientras  los muevo una y otra vez,  buscado que puedas permitir mi ansioso miembro que suplica entrar en ti mi amado. Pero eres muy estrecho y dos de mis dedos no son suficientes para tu cuerpo, meto el tercero y gritas por la molestia.

¡No puedo resistirme a ti! y mientras busco estimularte, mis labios salvajemente se acercan a los tuyos para robarte un hambriento beso.  Tú me correspondes enredando tus brazos en mi cuello y permitiendo que te devore  varias veces al paso que te preparo. Pasan unos minutos y me doy cuenta de que ya estás listo, tú pequeño trasero ya permite la entrada de mi desesperado miembro…

¡Misaki te hare mío una y otra vez  durante horas, hasta que pierdas la cordura en mis brazos!

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No había terminado de leer el mensaje la editora, cuando todo el departamento  de Yaoi ya tenía sangrado nasal imaginando el relato…

Era la versión apasionada de un seme entregándose a su amado, la cual,  de seguro, era la pura verdad proveniente de la experiencia de las intensas noches de placer que los protagonistas habían vivido.

Todas las mujeres de ahí, mejor dicho todas las fujoshi´s de la Editorial Marukawa, presenciaban tan excitante momento. Y es que a pesar de que las palabras describían muy bien los hechos,  el imaginar el lemon era casi imposible de no hacer y más con la pasión que lo escribía el que aparentemente parecía ser el seme de la situación; Sin embargo, la emoción llego al límite cuando al departamento llegó un nuevo mensaje…

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Misaki  ya no aguanto. Estoy en mi limite... ¡Necesito hacerte mío! 

Ven a mi oficina y te prometo que nadie en la editorial escuchara tus hermosos gemidos de placer.

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Al leer lo último más de una editora sufrió una hemorragia nasal incontrolable…  ¿En Marukawa? ¡¿Ellos iban  a tener sexo en la editorial?!

Era imposible, sumamente increíble que un seme se arriesgara a proponer algo así cuando estaba llena de gente por la publicidad.

¡Alguien podría escucharlos! Descubrirlos en pleno momento amoroso  y si eran trabajadores de ahí podrían ser despedidos por  Isaka-san, el dueño.

No obstante; y a pesar de que más de una, veía  a la proposición de “Usagi-san” como algo atrevido, seductor y muy romántico, la Jefa del Departamento de Yaoi  pensó en algo que podría ser posible. Se trataba de una broma.

Si  bien muchas de las presentes  eran las creadoras de inventar historias románticas, era algo muy perfecto que un hombre se pusiera a escribirle a su amante ese tipo de mansajes en un lugar público.

Generalmente eran muy discretos y el hacer algo así era casi un suicidio si no se tenía mucha confianza con su pareja. Así mismo el relato estaba muy bien redactado, no cualquier persona podría haber escrito eso. Tenía que ser un experto en la materia.

Algo raro había en esa historia que habían leído.

 

Por su parte Akihiko estaba ya muy entusiasmado imaginando el cuerpo de Misaki sobre él teniendo sexo, pero a pesar de eso y de más de una vez le había insinuado a su pequeño  tener intimidad en su oficina, era casi ley que el castaño no viniera a verlo.

Simplemente el oji-verde no cumpliría su petición.  Así que el escritor se tenía que distraer con algo para no salir a buscar a su niño desesperadamente y poseer su cuerpo.

-…Misaki- Suspiro fuertemente el novelista, tomó su teléfono para guardarlo en su pantalón y, pensando en cómo distraer su mente, salió de su oficina aprovechando que la peli-roja no había llegado.

Más cuando salió lo primero que vio  fue al causante de sus suspiros, sonriéndole  despreocupadamente a uno de los autores del departamento  de literatura.

De inmediato un fuerte sentimiento de celos junto con una fuerte oleada de lujuria se apodero del escritor. El estaba sufriendo por estar con su niño ¿Y este sonreía tranquilamente?

Con paso firme el novelista camino hacia su inquilino y sin tener ningún cuidado tomo de la muñeca al castaño y de un solo golpe lo encamino hacia su oficina.

-¡Usagi-san! ¿Qué pasa?- Quiso preguntar el menor ante la abrupta intromisión del peli-plata; No obstante, este  le respondió besándolo fuertemente y abrazándolo posesivamente.

El oji-violeta ya se encontraba en su límite; a pesar de ser un escritor experimentado de novelas boy´s love, no podía negar que cada vez que se imaginaba a su niño teniendo sexo, su cuerpo se estremecían y su libido se encendía a no más poder.  Ya habían pasado varios años de estar juntos y aún Misaki  le provocaba ese encanto y esa necesidad al mayor de quererlo tener entre sus brazos.

Ni siquiera había terminado el beso, cuando de repente el menor sintió como su acompañante lo aventó de espaldas hacia la puerta principal y presionó el seguro de esta, para qué no hubiera interrupciones. Después de esto, introdujo una de sus manos por debajo de su camisa para empezarlo a acariciar

Al sentir como su casero intentaba esto, Misaki intento zafarse de contacto; Sin embargo, con las ansias que tenía Akihiko poco le importo la resistencia de su niño. El mayor solo buscaba saciar sus deseos que tenia sobre el castaño.

Era un hecho de que el universitario buscaba  quitarse al escritor de encima y los forcejeos que hacia entre sus brazos era prueba de ellos; No obstante, también  el peso y la fuerza de Akihiko era mucho más que las de Misaki y este tenía muy pocas probabilidades de salir con toda su ropa puesta.

Prontamente el castaño empezó a  sentir como en medio de sus esfuerzos por librase, el novelista le empezaba a besar las mejillas; Sin embargo, en un momento de habilidad  el mayor logro meter una mano por debajo del pantalón del oji-verde para acariciarlo; Más noto algo raro.

-Misaki ¿Porqué no estás duro?- Preguntó sorprendido el escritor al sentir como la hombría de su amante estaba normal.

-¡¡IDIOTA!!! ¡¡ ¿POR QUÉ HACES ESE TIPOS DE PREGUNTAS?!! N-NO ES NORMAL ¡¡PERVERTIDO!!- Respondió totalmente sonrojado el universitario… ¡¿Por qué solamente a él le pasaban ese tipo de cosas?!  Su casero era un degenerado ¿y él tenía que sufrir por eso?

-Misaki se supone que ya debería “eso” estar levantado… ¿Acaso no leíste mis mensajes?-

-¡C-claro que no! ¡PERVERTIDO!-

Dispuesto estaba el menor a salir corriendo de ese lugar con la poca dignidad que le quedaba, antes de que el escritor intentara aprovecharse de la situación; Pero el mayor tomo una de sus manos y sin imaginarse lo que iba  a suceder  la introdujo a dentro de su pantalón para que el castaño pudiera tocar su prominente erección.

-¡Ah! ¡Misaki! - Gimió roncamente Akihiko al sentir como la mano de su adoración rosaba lentamente su hombría; No obstante, al darse cuenta lo que estaba tocando Misaki  la apartó de tan intimó lugar.

-¡¡USAGI-BAKA!! ¿QUÉ CREES QUE ESTAS…?-

-Yo estoy así desde hace media hora… ¿Por qué tú no estás igual?- Volvió a preguntar al oji-verde, sospechando sobre las posibles respuestas. Y es que no era normal que el castaño estuviera de esa forma. Misaki era muy sensible y era de suponerse que con leer el relato  estuviera más que excitado.

Quizás había su toque a la hora de escribir relatos eróticos o tal vez, Misaki ya se había acostumbrado a su forma de escribir…

Sin embargo; para el momento que se encontraba el oji-violeta no era cuestión de ponerse a preguntar. Con poco cuidado Akihiko principio a tocar cualquier rastro de piel de su pequeño; más al llegar a sus pezones y acariciarlos, se dio cuenta de que  se encontraban semi-duros y algo rojos.

Rápidamente acomodó al menor sobre una pared de la oficina y poniendo gran parte de su peso para que Misaki no se pudiera mover, el escritor comenzó a saborear su botón derecho.

Primero el mayor  delimito  con la puntita  de su lengua el  sensible pezón,  moviéndola de adentro hacia a fuera, para después frotar muy suavemente sus labios. Acto seguido succionó fuertemente el interior de este, hasta que Misaki se retorciera en sus brazos por la sensación. El menor tenía que aceptarlo, por una extraña razón el peli-plata era muy bueno con su boca en esa sensible parte.

Si bien Akihiko era algo posesivo con el universitario, a la hora de tener intimidad sabía perfectamente como darse cuenta de las acciones que enloquecían a su adoración. Simplemente la práctica y la temperatura corporal del oji-verde se los daban a entender.

Después de acariciar por un largo rato el abdomen del castaño, el peli-plata no pudo aguantar más. A pesar de que su adoración no hubiera leído su magistral trabajo, el deseo de poseerlo lo estaba consumiendo.

Aún sin lograr que el universitario  se viniera por las caricias, el escritor tomó a su acompañante de la cintura, y sin escuchar las protestas de su amado, lo cargo hasta llevarlo hacia su escritorio.

Ahí, entre forcejeos se asentó y mientras que con una mano  se desabrochaba su pantalón, empezó a acariciar al castaño intentando prepararlo para adentrarse en su cuerpo; No obstante, al sentir como lentamente Usagi lo despojaba de su ropa, el oji-verde trató de evitarlo mencionándole  que se encontraban en un lugar público  y que alguien  podría descubrirlos; Sin embargo, esto no logró que lo dejara de acariciar ni que desistiera de sus pensamientos de prepararlo.

Unos segundos después Misaki sintió como a la par que el escritor le besaba su cuello un dedo de él entraba en su cuerpo.

-Ahh ¡Usagi-san! Ahh-

Con mucha fuerza de voluntad el novelista trató de prepararlo. Nunca había penetrado a Misaki sin que este se viniera antes, pero su cuerpo ya le pedía a gritos que  lo hiciera suyo una y otra vez.

Moviendo con mucha delicadeza, al compas de los jadeos del castaño, Usagi fue dilatando a su pequeño hasta que el mismo castañoque con un agudo y profundo  gemido, le hizo saber que su cuerpo estaba listo para recibirlo.

De inmediato, el mayor aparto su mano, y sujetando a su niño fieramente de su cadera se fue adentrando al cálido cuerpo del oji-verde

-Ahhh ¡Usagi-san! Ahh Ahh ¡Lento Usagi-san! ahh-

Si bien el escritor había sido el único que gozaba tomar el cuerpo del menor a su antojo, hasta el punto de haber explorado una y otra vez cada punto sensible de su amado; en ese momento experimentaba otro tipo de sensaciones, pues Misaki se encontraba muy estrecho más que las primera veces que habían tenido intimidad. Tanto que el novelista había tardado varios minutos para entrar completamente en el universitario y no provocarle daño alguno.

-Ah Misaki… Mmmm- No pudo evitar gruñir el mayor al sentir como lentamente el cuerpo de su amado permitía su paso.

Después de unos segundos empezó a embestir suavemente a su pequeño mientras que con una mano le acariciaba su delicada espalda.

De un momento a otro  el oji-verde se había llenado de tanto calor y su mente se había quedado ven blanco mientras que Akihiko le besaba posesivamente su cuello. No sabía cómo habían terminado en medio de la  oficina del novelista, comiéndose a besos y teniendo intimidad , pero por alguna extraña razón Misaki no se encontraba en posición para preguntar y menos mientras sentía como con sus manos, el escritor, cada vez movía mas rápido sus caderas para penetrarlo más fuerte.

En un instante el mayor tomó presa la oreja del universitario y muy lentamente empezó a morderla para así estimular a su acompañante y estremecer su cuerpo; Sin embargo, mientras estaba realizando esta acción un extraño objeto empezó a vibrar en su pantalón distrayéndolo de sus planes de seguir devorando  a su amado.

¡¡RINNNNGGGGGG!!… ¡¡RINGGGGGGGG!!

Sonó el teléfono del novelista que se encontraba en su bolsillo, haciendo que tanto el cómo su pequeño se aparataran lentamente del abrazo que los unía.

-Usagi Ahhh tu teléfono Ahhh- Pronunció el castaño con un hilo de voz, mientras trataba de no perder la conciencia por la fuerte oleada de placer que su novio le estaba dando.

-Olvídalo- Respondió el mayor mientras que con una mano buscaba el ruidoso aparato para colgar y terminar la llamada.

Rápidamente tomo su celular y adentro de su bolsillo, sin siquiera observarlo, apretó varios botones hasta hacerlo callar y que su pequeño no se distrajera de su contacto.

Prontamente el peli-plata continuo con su labor de acariciar a Misaki así como de darle pequeños besitos en su cuello para que este no se apartara de sus brazos; Sin embargo, el mayor no contaba  con el hecho de que el botón apretado había contestado la llamada, y alguien al otro lado de la línea escuchaba con sumo detalle cada sonido que él y su niño emitían…

Y es que la persona que había encontrado el celular de Misaki tirado, después de leer varios mensajes de este, había decidido marcar al número de “Usagi-san” para saber de quién se trataba y, con la excusa de regresarle  el teléfono, conocer al creador de tan inusuales mensajes.

No obstante, al contestar la llamada todo el Departamento de Mangas Yaoi se entero de la situación de la historia erótica que Usagi-san le escribía a su amante, por el sonido de los gemidos del menor.

-Ahhhh Usagi-san ahhhh ¡Ve más lento! ¡Por Favor..! ahhhh-

-¿Crees que puedo controlarme cuando estas así de entregado?  Misaki me tienes rendido a tus pies –

Esto dejó  a todas las presentes con un fuerte sangrado nasal por imaginar que estaban los dos teniendo sexo después de tan comprometedores mensajes. Sin embargo, por órdenes de la Jefa de ese Departamento, nadie pudo decir algo para no distraer a los protagonistas y se dieran cuenta de su intromisión. Solo se limitaban a escuchar, e imaginar las escenas que  el tal “Misaki” y Usagi-san” estaban teniendo.

Por medio de la línea telefónica se oian cada uno de los besos que se daban, los jadeos del uke y las frases pervertidas que el “seme” le decía  a su amado para excitarlo, el cual con el tono de voz que tenia Akihiko, les hacían pensar a las editoras que estaban escuchando un excelente  CD-Drama Yaoi.

Y es que de un momento a otro el hombre de voz grave le empezó a susurrarle a su acompañante: “Que quería comérselo a  besos y se veía demasiado lindo desnudo sobre sus piernas; Así mismo, que esto solo era una probadita, apenas llegaran a su casa, el lo haría suyo una y otra vez hasta que su cuerpo quedara totalmente satisfecho de Misaki”

Con esto se notaba  que el seme era un tipo bastante pervertido, seductor y romántico, que le importaba poco el mundo. Solo quería estar con su acompañante y disfrutarlo hasta que sus cuerpos quedaran rendidos por tanto amor.  Al contrario, el uke se resistía al apasionado amor que su seme le brindaba y trataba de negarlo superficialmente con palabras. Pero más que tratara de ocultar lo esté caía a sus brazos para que hiciera con él lo que quisiera.  

Sin duda dos polos opuestos, que se atarían mutuamente:

De un momento a otro todas las mujeres interrumpieron sus labores para escuchar como “Usagi-san” devoraba lentamente a su amante entre besos y caricias; No obstante, un fuerte grito las hizo a estremecer a todas…

-Ahhhh ¡Ahhh! ¡Usagi-san! ¡Mi cuerpo… se está estremeciendo! ahhh Detente ahhh ¡¡ Ya me voy a venir!! ahhh-

Ante esto, más de una mujer colapso solo imaginando como “Misaki” estaba  sufriendo por los efectos de su inminente orgasmo. Más antes de que pudieran reaccionar, se quedaron impactadas por la contestación del seme.

-Hazlo mi Misaki,  quiero sentirte-

Con esto los gemidos del joven empezaron  aumentar  hasta que “Misaki” gritó  el nombre de su acompañante por el orgasmo, lo cual el seme le correspondió diciéndole roncamente y entre voces entre cortadas… “Misaki… Mi Misaki te amo…”

De inmediato varias mujeres se dejaron llevar por el momento, y a pesar de las indicaciones de su jefa directa no pudieron evitar el gritar por la emoción. Un fuerte “¡¡¡Kyyyyyyyyaaaaaaaa!!!” acaparo a la editorial, lo cual para su suerte no fue escuchado por los protagonistas.

Por su parte Akihiko abrazaba muy posesivamente a su pequeño que temblaba por los efectos del orgasmo. Su cuerpo se había estremecido mucho al momento de venirse y aun no podía coordinar sus ideas; solo el menor se había quedado abrazado a él, suspirando agitadamente mientras sentía como el mayor le agradecía dulcemente  besándole las mejillas y susurrándole una y otra vez “Te amo Misaki… mi lindo Misaki”

Después de un tiempo el castaño, poco a poco regreso a la normalidad dando se cuenta de que acaba de tener sexo con uno de los escritores más importantes de la editorial, venerado por muchas mujeres y apreciado por medio mundo que lo trataba con mucha reverencia.

Ante esto Misaki palideció…¡¿Qué demonios habían hecho?! ¡Tanto Akihiko como él estaban arriesgando su trabajo!

De inmediato, el oji-verde trato de zafarse del contacto del novelista que seguía embelesado mimándolo y acariciándolo; Más al intentar que Usagi saliera de él, sintió como el semen de su casero se escurría de entre sus piernas machando todo a su paso.

Dispuesto estaba el menor a gritarle al peli-plata por haberse venido dentro de él, sin tener al precaución de lo que podía pasar después; No obstante, los labios de su casero lo volvieron a besar al paso que una de las frías manos del oji-violeta trataban de limpiar el rastro de su intensa actividad.

Cuando el mayor terminó de su labor, trato de persuadir a su pequeño de que se fueran a su casa para seguirse queriendo toda la noche; Más por la culpabilidad que tenía el universitario por lo que habían hecho, lo único que recibió el escritor fue un regaño de su niño diciéndole que mejor se pusiera  a trabajar. Prontamente Misaki tomo su ropa y  se vistió lo más rápidamente posible para salir de ahí.

Suspirando resignado por la respuesta de su novio, Akihiko también se limpio los rastros de la esencia de su amado y se acomodo su ropa para que nadie se diera cuenta de que su niño se le había entregado. Más al mover su pantalón, su teléfono cayó al suelo dejándole  ver estaba con una llamada en la línea proveniente del teléfono de…  “¿Misaki?”

Al ver que la llamada era  proveniente del celular de su pequeño y que la duración de esta llevaba más de una hora, Akihiko sospecho de esto, prontamente  tomó el celular y con fuerte voz pronuncio:

-¿Quién está al otro lado de la línea?-

Ante esto las editoras se paralizaron ¡Las habían descubierto! ¡Se había dado cuenta de que habían estado espiando su encuentro sexual!

De inmediato, todas las mujeres presentes empezaron a salir corriendo por el pánico y  la Jefa de Editoras solo pudo contestar avergonzada al mayor con un:

-Disculpe, número equivocado-

Después de esto colgó, dejo el teléfono en un lugar visible para qué su dueño lo encontrara y salió huyendo como el resto de sus empleadas. Solo por el día de hoy y pese a lo ocurrido, no trabajaría el departamento de Mangas Yaoi por no ser descubiertas.

Sin embargo, bien habia valido la pena. Las imagenes que cada una tenia en sus mentes nadie se las borraria, y la emoción de saber que uno de sus compañeros tenia un apasionado encuentro, seria una razon extra para ponerle empeño a su trabajo.

Por su parte Akihiko, no comprendía nada, ni siquiera había pensado en la idea de que alguien más hubiera escuchado a su amado gemir eróticamente como minutos atrás lo había hecho. Pero si alguien había presenciado eso, era una buena oportunidad para dejar claro que Misaki únicamente le pertenecía  a él y solo a él.

Así que con mucha tranquilidad regresó a su escritorio y continuó con el trabajo que Aikawa le había dado hasta que su castaño saliera de su turno y pudieran marcharse a su casa.

Pero mientras firmaba las postales, el mayor sonrío pervertidamente  pensando que  había encontrado la solución a sus problemas.

Después de esa tarde, la rutina se había acabado. Cada día encontraría una solución para poseer a su pequeño en su oficina y  aunque este protestara, el lo amaría una y otra vez hasta que aceptara el hecho de quererse en ese lugar.

Teniendo de inspiración a su adorado Misaki; Quizás él podría agarrarle gusto a venir a la editorial todos los días

Asi que sonriendo por lo que le esperaba Akihiko Usami termino su trabajo ante la incredulidad de todos y más de su editora que no daba credito a la labor del trabajo...

Sin embargo, esas vacaciones Misaki Takahashi, terminó totalmente agotado, por las excesivas demandas de trabajo que tenía que cumplir en la editorial, pero más por el acoso constante de su casero y popular escritor Akihiko Usami, que a pesar de aborrecer la editorial ningún día dejo de asistir ni  dejó de perseguir a pesar de que se encontraban trabajando.

Sin duda esa eran las consecuencias del castaño, por haber hecho sufrir a su casero durante los proyectos finales de su escuela. Pero más por ser unico causante de los suspiros y deseos del afamado escritor... Usami Akihiko

 

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Notas finales:

Estuvo un poco largo, espero que les haya gustado y no se les hubiera hecho tedioso leerlo ^^

Aprovechando que tengo muchas horas muertas en mi salón; me pondre a escribir jejeje los fic´s inconclusos.

Nos vemos bye se cuidan ok?

Wiiii ¡¡VIVA LEMON!!

Aproposito... ¡¡Plock-sama Actualiza tu fic de "¿Qué paso?...." hace mucho tiempo que no leo un buen lemon...  Por favor -.-


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