My last weekend with my monster
Les contare lo que me paso este fin de semana pasado.
El viernes por la tarde, salí de la preparatoria con toda la ilusión de pasar un gran fin de semana.
Saldría con mis amigos por la noche a una gran fiesta, la mas esperada de todo el año, la fiesta de le diva de la escuela y uno de mis mejores amigos Kibum.
Pero no todos mis planes se fueron a la basura cuando llego esa tarde a casa y me encuentro con que mi mamá me tenía una gran sorpresa.
- Minho, por favor ve a preparar tu habitación, tus primos se quedaran este fin de semana en la casa o tal vez un poco más- me dijo mi madre cuando termine de comer.
- ¿Cuales primos?, Jonghyun no me dijo nada al respecto- no era que me molestara que alguien durmiera conmigo sino más bien quien era ese alguien.
- No cariño, los Lee, mi hermana será sometida una operación…- mi cara mostró un gran gesto de fastidio y enojo, el cual no paso desapercibido a mi madre y comenzó a regañarme- Minho más vale que te comportes, siempre es lo mismo contigo, esos dos no te han echo nada. Onew y Taemin son muy buenas personas...
- de Onew te creo que sea una buena persona, pero del chiquillo no, siempre anda por hay con su cara de no romper un plato y es mas malo que la carne de puerco.- porque mi madre no se daba cuenta que ese moustro la manipulaba con su linda cara y sus pucheros, ese podía engañar a todos, pero no a mí.
- basta Minho, no te estoy preguntando si quieres que se queden o no, se quedan, ahora ve a arreglar tu habitación- ahora si mi madre se había molestado.
-esta bien, pero ni creas que voy a incluir al enano en mis planes de fin de semana- le rebatí antes de subir las escaleras.
- no te estoy pidiendo que lo lleves a la fiesta, pero si te portas mal con él, créeme Choi Minho, ni siquiera tu polvo ira a la fiesta.- me gritó desde abajo.
Ahora lo único que había ganado, era que mi permiso de ir a la fiesta de Key peligrara y que aquella cosa con patas se quedara en mi habitación.
Mis cosas peligraban en manos del pequeño moustro.
* flashback*
Un niño pequeño jugaba en el piso de una sala con un cochecito.
-ruummm, rummm- el niño estaba totalmente absorto en su juego.
-¿puedo jugar con tu cochecito?- un niño más pequeño que el otro de una boca rosada y cabellos dorados, le regala una hermosa sonrisa a su primo.
- claro Tae- el pequeño de ojos grandes y cabellos castaños, le corresponde al pequeño con una sonrisa igual de hermosa.
El niño le entrega aquel cochecito a su primo.
-ahorita regreso, iré por otro carrito, para jugar juntos- le pequeño se levanta del suelo y corre a su habitación para buscar otro carrito igual de especial como el que le había dado el tío Jong.
Pero como no lo tenía, solo escogió el más bonito.
Al bajar el pequeño se encuentra con una escena que jamás olvidaría.
El pequeño Taemin estaba frustrado por que no podía hacer aquel ruido con su pequeña boquita.
- lum, lummm...
- Taemin mira tengo otro... - Minho bajaba las escaleras.
- ¡este calo no silve!- el pequeño levanto el choque y lo azoto contra el suelo, provocando que el pequeño automóvil se partiera en muchos pedazos
- mi carrito- susurro, el castaño, sus ojos se comenzaron a llenar de lagrimas.
El pequeño comenzó a llorar lo más fuerte que le permitían sus pulmones.
-lo rompiste, te odio Tae, te odio- decía entre el llanto.
* Fin del flashback *
Recogí el cuarto a regañadientes, cuando termine, encendí mi laptop y me recosté en la cama esperando que la tortura llegara.
Sonó el timbre de la casa, ni me moleste mi mamá les abriría la puerta.
- Minho baja tus primos ya llegaron.- gritó mi madre.
Cuando baje efectivamente hay estaban los dos.
- Hyung- grite al ver a Onew.
Si al único que odiaba era al pequeño moustro.
-Minho- me abrazo y me regalo una de sus sonrisas.
-¿como has estado? - y la platica comenzó a fluir entre nosotros.
Ignore al otro solo lo salude con un pequeño, casi inaudible y lleno de rencor- hola-
El me contesto de la misma manera.
Después de que todo el mundo se saludara, los lleve a mi habitación para que acomodaran sus cosas.
Con Onew siempre me había llevado de maravilla, por lo cual el resto de la tarde me la pase platicando con él, enterándome de todo lo que había echo desde la última vez que nos vimos.
El sol ya comenzaba a ocultarse, cuando mi madre llamo Onew para que bajara.
El chiquillo, que para mi sorpresa ya no estaba tan chico, ya casi me alcanzaba en estatura y no solo eso si no que llevaba el cabello mas largo, ya no era lindo ahora era guapo
¿Guapo?, pero que tonteras estoy pensando.
Bueno el caso es que el moustro, hace rato que nos había dejado solos en la habitación.
Creo que se canso de que lo ignoráramos, bueno más bien yo lo ignoraba.
Trataba de captar toda la atención de Onew, para que no le prestara atención al moustro, así que como siempre que estábamos los tres juntos, el terminaba relegado a un rincón.
Me quedaba poco tiempo, si que prepare la ropa con la que saldría y me metí a bañar.
- Minho puedes bajar un momento- grito mi madre.
Me apure a vestirme y baje.
La cara de mi madre era de total preocupación, al igual que la de mí padre, que acababa de llegar del trabajo.
- tenemos que salir, hay complicaciones en la operación de tu tía, Onew irá con nosotros,- mirada se volvió suplicante- cuídate y cuida de Taemin, no se a que horas volvamos.
- ¿es algo grave? ¿Por qué tienen que irse así de repente?- por que tengo que quedarme con el moustro.
La ultima pregunta me la guarde para mi, mi mamá odiaba que le dijera de esa forma a Taemin, aparte se notaba que no era buen momento para hacerla enojar.
- no tesoro, es solo por precaución- escondía algo en su mirada, pero si no me quería decir es por algo.- La cena esta en el refrigerador, cuídense
Mis padres y Onew salieron de forma apresurada.
Apenas se dejó de oír el motor del coche de mi padre, voltee a ver al chiquillo.
- tengo planes para esta noche, pero ni creas que te llevare conmigo, así que te quedaras solo, - le dije de forma golpeada.
- como si me interesara que me incluyas en tus planes, - ni siquiera me miro cuando lo dijo.
Simplemente siguió ahí echado en el sillón mirando televisión.
No le conteste, simplemente subí a mi habitación a terminar de arreglarme.
Cuando baje hay seguía en la misma posición en la que estaba, antes de que yo subiera, incluso antes de que mis padre se fueran, la única diferencia era que una lagrima resbalaba por su rostro.
Lo ignore, los moustros no lloran
Tome las llaves de mi auto, pero antes de salir tenía una ultima advertencia que hacerle al moustro.
- ya me voy, no se a que horas regrese, NO QUIERO QUE TOQUES MIS COSAS- sin mas salí de la casa.
Cuando llegue a casa de Key, la fiesta ya estaba en pleno apogeo.
- creí que ya no vendrías - me ataco Key apenas entre a la casa.
- lo siento, pero ya estoy aquí listo para celebrar.- dije abrazando a Key.
- así se habla- Jong apareció de entre la multitud con unas chicas una de cada lado.- ven, te estábamos esperando.
La fiesta estaba genial, pero por alguna razón no podía sacarme la cara de Taemin de mi mente, ver esa lagrima correr por su mejilla.
Trate de concentrarme en la conversación de Key pero no podía, al final como siempre me ganaba el arrepentimiento.
- Lo siento chicos, me tengo que ir- dije cuando ya no pude más con mi conciencia.
- pero por que tan pronto, apenas es media noche- protesto Jong.
Key me miro un momento.
- lo siento de verdad me tengo que ir.
Después de una larga despedida y de varios intentos fallidos para que me quedara, pude salir de la casa de Key.
La luna en todo su esplendor, las calles desiertas.
Todo parecía estar en calma, excepto mi conciencia, como lo pude dejar solo cuando su madre esta en el hospital.
Cuando llegue a casa el auto de mis padres no estaba y la casa se encontraba a oscuras.
De seguro el moustro ya estaba dormido.
Entre sin hacer mucho ruido, subí a mi recamara,
Pero la luz que se colaba por debajo de la puerta quería decir que el chiquillo no estaba dormido.
Abrí la puerta muy despacio y lo atrape en infraganti.
Hay estaba el muy cómodo, usando MI computadora, sobre MI cama, cuando específicamente le dije que no toque MIS cosas.
- así te quería a garrar, te dije que no toques mis cosas- le grite cuando ya estaba dentro de la habitación.
El moustro se asusto, pego un brinco de la cama cuando estuve apunto de caerle encima.
Caí sobre la cama, mientras el trataba de salir del cuarto, pero no pudo, yo lo había cerrado con llave.
Esta vez me pagaría todas las que me debía, todas las veces que me regañaron por sus travesuras, por romper mi coche favorito, por convencer a la gente con su cara de ángel cuando era un moustro.
- ahora si no te escapas- corrí tras de él,
El solo me esquivaba.
En una de esas donde me esquivo cayó sobre el escritorio, trayéndose no solo el mueble encima del si no todos mis libros de la escuela, y esos si que eran señores libros.
Me alegre un momento, pero cuando vi que no se levantaba me asuste.
Si le tenía algo de rencor, pero era divertido pelear con el y le llamaba moustro, por costumbre mas que nada.
- Taemin ¿estas bien?- pregunte asustado.
El seguía sin moverse.
Me acerque con cuidado, cuando estuve lo suficientemente cerca de él.
Solo sentí algo estamparse contra mi cara produciéndome una gran dolor.
- que te pasa- le grite, sus puños no dejaban de estrellarse contra cualquier parte de mi cuerpo que se pusiera en su camino.
Me enoje y también comencé a golpearlo.
Rodamos sobre el suelo, enterrándonos los libros, plumas y demás que estaba sobre el escritorio sobre nuestras espaldas.
Ninguno de los dos supo cuando ni como, Pero nuestros labios ya estaban devorándose.
No era un beso tierno, si no uno salvaje, lleno de coraje.
Nos separamos para tomar aire y nos miramos confundidos.
Jamás había besado a un hombre, jamás se me había cruzado esa idea por mi cabeza.
Pero hay estaba besándolo de nuevo, no tan salvaje como antes, sino con ese sentimiento de estar descubriendo algo nuevo, algo que extrañamente me gustaba.
Sus labios eran suaves, su sabor exquisito.
Introduje mi lengua a su cavidad, sin resistencia alguna, explore su interior a mi gusto, encontré su lengua y comenzamos una batalla, que no quería que terminara.
Sentí como sus brazos rodearon mi cuello y sus piernas mis caderas.
Sin soltarnos ni dejar de besarnos, subimos a la cama.
Pasee mis manos por su pecho, por encima de su playera y después por debajo.
Acaricie sus pezones, provocándole pequeños gemidos que fueron ahogados en mi boca.
Le saque la camisa, para poder disfrutar de el sin interrupciones, deje un camino húmedo por su cuello, baje por su abdomen y hay me detuve.
No era virgen, pero jamás había estado con un hombre.
Taemin vio mi indecisión y tomo la iniciativa.
Repitió lo mismo que y había echo con el, pero a diferencia de mi, el no se detuvo en mis caderas.
Quito mi pantalón y ropa interior.
Comenzó a masturbarme con sus manos, mientras me besaba.
Volvió a bajar ahora su cabeza se dirigía a mi hombría.
Me quede hipnotizado, viendo como me devoraba, sin duda la escena más erótica que había visto en mi vida.
Ver su rosada lengua pasarse por mi pene, sus ojos en momentos me miraban llenos de lujuria y pasión, simplemente hermoso.
Ver como sus mejillas se inflan al introducir todo mi pene en su boca.
Todo era un afrodisíaco, jamás había estado tan duro.
- Taemin, ya... - le avise que estaba apunto de venirme.
Muy tarde, me vine dentro de su boca.
Para mi sorpresa él lo trago todo, relamió sus labios y la punta de mi erección.
Provocándome, incitándola a despertar de nuevo.
Se sentó ahorcadas sobre mí, restregando su hombría con la mía.
Ni siquiera supe a que horas se quito sus pantalones, solo disfrutaba de dulce psicofonía que salía de su boca.
Sus gemidos, más que música para mis oídos.
Metió tres de sus dedos en mi boca, los humedecí.
Lo siguiente que paso, no tengo palabras para describirlo,
Ante mí sorprendido yo, se comenzó a preparar frente a mí, estaba idiotizado viéndolo, llenándome con la imagen que tenía enfrente.
Cambiamos de posiciones, el abajo y yo de nuevo arriba.
Lo bese, mientras me introducía en su interior.
- ahh!- soltó un gemido de dolor.
Trate de salir de el pero sus manos sujetaron mi cintura.
- no, - gimió, movió sus caderas, terminándose de penetrar.
-aah- sote un gemido, al sentirme por completo dentro de él- estrecho.
Su cara de dolor no desaparecía, tenía miedo de lastimarle, pero también una ganas locas de comenzar a moverme.
- ¡ya!, ¡muévete!- me ordenó.
Comencé despacio, lo miraba a los ojos, me fascino como su cara de dolor, cambio a una de inminente placer.
No resistí mucho el ritmo lento, aumente la velocidad de las estocadas.
La cama comenzó a rechinar, pero el ruido se veía apagado por nuestros gemidos.
Tome el olvidado pene de Taemin y lo masturbaba al mismo rito de mis estocadas.
Sus dulces gemidos eran más sonoros.
Sus manos se volvieron a enroscar en mi cuello y sus piernas en mis caderas, asiendo mas profunda la penetración.
Nos besamos.
-Minho, ya- sentí como apretó su trasero.
Nos venimos juntos.
Seguro, el grito se escucho en toda la cuadra, pero ninguno de los vecinos se quejo con mi madre.
Nos quedamos hay tendidos.
La conciencia que me había abandonado regreso.
Que demonios hice.
Me levante de la cama y comencé a recoger todo lo que habíamos tirado.
Me vestí y le lance la ropa a Taemin para que se vistiera.
Seguí recogiendo, no tenía el valor para mirarlo a la cara.
Me avergonzaba de mi mismo, como pude permitir que eso pasara.
Lo que hicimos estaba mal, pero eso no era lo pero sino que no sentía que lo que hicimos estaba mal, eso era lo que me carcomía por dentro.
Pero por dios éramos primos, tal vez no llevábamos la misma sangre, ya que ellos son hijos del esposo de la hermana de mi madre, pero habíamos crecido juntos.
Lo vi crecer, como de algo lindo paso a ser guapo.
Unos sollozos me sacaron de mis pensamientos.
Taemin ya se había vestido, ahora lloraba de una forma que trataba ser silenciosa.
Mi corazón se estrujo al verlo, hay echo bolita.
Me acerque con cuidado, y lo abracé.
- Minho, tengo miedo- me dijo antes de que le preguntara, lo que pasaba.
- ¿de tienes miedo? - le pregunte y lo estreche mas contra mí.
- de que mamá no regrese, no quiero que me deje como mi otra madre- la mamá de Taemin, había muerto cuando era muy pequeño, nunca supe de que, pero prácticamente mi tía los había criado, - tengo miedo de que tú me vuelvas a dejar y de volver a quedarme solo.
Levante su cara de mi pecho, ahora húmedo por su lagrimad, y lo mire fijamente a lo ojos.
Fue cuando al fin lo supe, me había enamorado de Taemin, ¿cuando? ¿En que momento?, No lose.
Simplemente me di cuenta de ese sentimiento que ya llevaba tiempo alojado en mi corazón, pero que siempre ignoraba, siempre tratando de olvidarlo, hasta que lo logre, pero el sentimiento jamás desapareció, siempre estuvo latente, esperando la emerger de nuevo.
- Taemin, jamás te dejare, siempre estaré contigo.- me acerqué y lo bese.
De forma suave, tierna, llena de ese sentimiento que había reprimido durante años.
- lo prometes- interrumpió el beso, asiendo ese puchero que tanto detestaba.
Pero no era que lo detestara sino que ahora entendía que cada vez que le veía hacer el gesto, era que ponía en riesgo mi cordura.
- lo prometo- lo volví a besar.
Abrazados, así pasamos la noche juntos.
En la mañana lo dos desayunábamos juntos en la sala mientras bromeábamos y veíamos televisión.
Le robaba besos y le hacia cosquillas.
En eso mis padres llegaron, no lo solté, lo seguí abrazando.
-¿cómo esta mi mamá?- pregunto Taemin apenas entro mi mamá a la sala.
- gracias a dios todo salió bien, solo fueron unas pequeñas complicaciones pero ya esta fuera de peligro, lo que pasa es que se quedaran unos días más, mientras tu mamá termina de recuperarse.-
- por mí esta bien mamá, no tengo problema con compartir mi habitación unos días mas-
Mi madre me volteo a ver sorprendida, pero inmediatamente su cara paso al horror.
Creo que por fin se dio cuenta de nuestras caras llenas de moretones.
- que paso con ustedes, ¿se pelearon?- mi madre ahora, estaba enojada, mi padre nos miro sorprendido.
- si tía, yo lo provoque pero...- comenzó a hablar Taemin.
- pero ya arreglamos nuestras diferencias, todo fue cuestión de sacar todo lo que triamos dentro- termine por Taemin.
- pero mira nada mas como se dejaron, que le diré a tu madre- ahora su cara era de preocupación, nos comenzó a revisar.
Hasta nos levanto la camisa.
Lo bueno es que los arañazos y chapetones, que había en mi cuerpo y en el de Tae pasaron como heridas de pelea.
- dime Taemin como le explico a tu mamá- mi padre solo nos veía divertido.
Creo que no nos miraría de la misma manera si supiera lo que en realidad paso.
- muy fácil mamá, so dile que el moustro es un busca pleitos y no me quedo otra que defenderme- dije mientras recogía los platos que utilizamos para el desayuno.
-Minho!!- gritaron mi madre y Taemin al unísono, mientras yo huía a la cocina con mi plato.
Taemin no tardo en venir tras de mi.
- no quiero que me vuelvas a decir Moustro - me reclamo apenas entro a la cocina.
No le dije nada.
Deje las cosas en lavatrastos y camine asía es que me miraba de forma acusadora.
Lo abracé y le susurre al oído.
- Te amo, Moustro- lo deje hay shockeado en la cocina.
Definitivamente ese fue el mejor fin de semana de todos.