-Doctor Jung acaba de llegar su paciente- me informo la enfermera por detrás de la puerta.
-Déjalo pasar- le respondí recargándome en mi silla todo lo que se podía a la vez que cubría mis ojos con mi mano en un gesto de cansancio.
Había terminado la operación de un paciente hace tan solo 15 minutos y todo el día había estado recibiendo pacientes en el consultorio por lo que me sentía exhausto pero como siempre he dicho “los pacientes son primero” por lo que cuando oí que la puerta se abría, me enderece y quite mi mano de mis ojos, por lo menos me quedaba el consuelo de que sería el último pensé dirigiendo mi vista hacia el paciente, y lo que vi me congelo completamente.
-¿Disculpe me permite pasar doctor?- me pregunto un chico aproximadamente de mi edad, de estatura más baja que la mía seguramente, de complexión delgada, tez blanca, y con cabello y ojos negros.
Era el.
Definitivamente era él, siempre reconocería y recordaría aquel rostro donde sea.
-…Si pasa y siéntate- le respondí saliendo de mi shock momentáneo y observándole fijamente, tenía que comprobar que estaba en lo correcto, que no me había equivocado, que realmente fuera él.
-Eh … esto…mmm … aquí están mis papeles doctor- me dijo de manera nerviosa debido a que lo miraba fijamente.
Agarre los papeles que me tendía y lo primero que busque en ellos fue su nombre, si definitivamente era él.
Kim Jaejoong.
Mi primer amor, aquel chico que siempre ame desde distancia.
Recuerdo que en ese tiempo yo era el típico chico debilucho y nerd de la clase por lo que jamás tuve el coraje de acercarme a él, tenia tanto miedo al rechazo debido a mi apariencia en aquel entonces, además que él era como un ángel para mi, hermoso, puro, inalcanzable…pero ya no mas, yo había cambiado ya era aquel chico débil del cual los brabucones se mofaban. Había crecido, ahora era mucho más alto que en ese tiempo, tenía una complexión delgada pero fuerte, fruto de mis visitas constantes al gimnasio, y ya no usaba mas aquellos horribles anteojos de fondo de botella, ahora solo usaba debes en cuando unos ligeros lentes de lectura, y mi rostro adopto rasgos maduros y varoniles.
Por lo que sin llegar a la vanidad sabía que era un hombre atractivo a la vista de los demás, además de que no solo cambie de manera física si no también en mi forma de ser, acepto que antes permitía que la gente me tratara como quisiera pero había aprendido a hacerme respetar, había madurado mentalmente, había adquirido una actitud fuerte y seria, y la malicia natural de un adulto había suplido por completo mi infantil inocencia.
-¿Algo anda mal doctor?- me pregunto nervioso sacándome de mis pensamientos.
-Ah? … Si no se preocupe Kim Jaejoong-shi , al parecer usted ha venido por un chequeo médico, no? ¿Se puede saber para que lo solicita?- si ya no era el mismo y esta vez tenia realmente una oportunidad de atrapar aquel hermoso chico enfrente mío.
Era un demonio que estaba a punto de corromper a aquel hermoso ángel.
-Eh? Es solo algo de rutina en el trabajo- me respondió ya sin nerviosismo.
-Bueno pase por aquí por favor- le dije abriendo una puerta detrás mi escritorio.
Una vez entrando le pedí que se sentara sobre la camilla mientras cerraba la puerta y discretamente le colocaba seguro a esta para después dirigirme hacia él.
-¿Qué es lo que tengo que hacer doctor.. mmm… esto…?- me miro confuso y caí en la cuenta de que no me había presentado pero…si le digo mi nombre completo ¿Podrá reconocerme? No, no lo creo he cambiado demasiado como para acordarse de mí pero…
-Jung, Doctor Jung, Jaejoong-shi- le respondí con una sonrisa coqueta y ocultando mi nombre de pila.
-Yo..¿Q-Que…tengo que hacer Doctor Jung??- me volvió a preguntar visiblemente sonrojado y con la mirada agachada, se veía adorable de aquella manera.
Le di la espalda dirigiéndome a un pequeño lavamanos con un espejo colgado arriba de el.
-Por favor quítate la camisa-le dije mientras me observaba en el espejo acomodando mi cabello, entrelazando mis dedos en el.
-C-co..Co…Como?- dijo volteándome a ver con sorpresa pintada en su rostro y un notable sonrojo, decidido me fui acercando a él y no exactamente con castas intenciones.
-Si quítate la camisa, es mas deja te ayudo- le conteste mientras desabotonaba su camisa de manera lenta y pausada dejando al pobre completamente petrificado y tenso.
-¿Q-Que hace?!!!- me grito tratando de detener mi mano.
-¿Quién es el doctor aquí Jaejoong-shi, acaso usted sabe realizar un chequeo médico??- le pregunte con un tono socarrón terminando de desabotonar su camisa.- Si no es así el caso porque no me ayuda y coopera?
-Pe…pe..pero-
-Nada, se un buen chico y deja que te revise completamente-termine besándolo para acallar cualquier queja y tomándolo de las muñecas lo recosté en la camilla mientras me posesionaba sobre él.
-Basta!- logro decir al romper el beso pero aproveche ese desliz para adentrar mi lengua a esa cálida cavidad y recorrerla completamente.
Forcejeo durante unos minutos hasta que termino cediendo y se quedo inmóvil, baje mis labios a su cuello.
-Jaejoongnie-susurre perdiéndome en su cuello y pecho.
-Ah! – gimió bajito por lo que me acerque a su rostro lentamente, el solo me miro confundido y pude observar que durante unos segundos su mirada fue a parar a mis labios para volver la mirada a mi ojos en una expresión extraña.
Me acerque más a sus labios, de manera lenta, dándole la oportunidad de voltear el rostro y rechazar el beso…pero nada de eso paso, posee mis labios sobre los suyos en una suave y superficial caricia, poco a poco empecé a mover mis labios y a profundizar el beso, siendo correspondido.
Quite mi agarre sobre sus muñecas para pasar los brazos a su cintura y Jaejoong entrelazo sus brazos en mi cuello atrayéndome hacia él, profundizando aun más el beso.
Subí mi mano derecha hacia su pecho, tomando entre mis dedos uno de esos rosados pezones estimulándolo hasta dejarlo duro, deslice mi mano hacia su abdomen acariciándolo, rompí el beso y baje nuevamente a besar su cuello, volví a deslizar mi mano a su cintura y la izquierda la baje a su muslo, acariciándolo para después dirigirla a la cremallera desabrochando el botón y bajando el zipper.
-Ah…ah…n-no!- gemía suavemente tratando de detener mis manos con las suyas en un intento sin fuerzas.
-Relájate aun no termino de examinarte-le susurre al oído lascivamente y tomando su miembro entre mis manos empecé a masturbarlo, provocando que se retorciera de placer, subía y bajaba mi mano por toda la longitud, dándole pequeños apretones a su miembro, causando que emitiera gemidos más fuertes.
Baje por su pecho repartiendo besos mientras descendía hasta llegar a su vientre, juguete con su ombligo causando un jadeo de su parte, para después meter su miembro a mi boca y recibir un gemido de sorpresa de su parte.
Empecé a mover mi boca de arriba abajo, mordiendo suavemente la punta, lamiendo aquel pedazo de carne con destreza mientras le abría las piernas evitando que las cerrara.
-Ah…ah..no…ah…no…ba-basta-gemía totalmente entregado al placer-Me..me..v-voy…ah..ah!!!- grito viniéndose en mi boca haciendo que tragara su esencia, si bien mi intención principal no era terminar haciéndole el amor de manera forzada al chico del que he estado enamorado desde la secundaria en la camilla de mi consultorio, pero ahora no podía detenerme, no quería y no lo haría.
-Dígame, ¿Cómo se siente Jaejoong-shi?- le pregunte malicioso al ver el estado en que se encontraba después del orgasmo.-Lo noto algo fatigado, dígame ha tenido actividades de fuerza física últimamente?
- I-idiota - susurro sin fuerza, respiraba agitadamente y tenía la mirada perdida por lo que aprovechando aquello termine de quitarle los pantalones, sus zapatos y los calcetines dejándolo solamente con la camisa abierta como única prenda. Me deshice de mi propia camisa y me baje el zipper del pantalón, una vez listo volví a colocarme sobre él y le di a lamer tres dedos.
-Lámelos-ordene con una voz ronca debido a la excitación mientras empezaba a acariciarlo de nuevo para excitarlo.
Aun con su mirada confusa y temerosa se metió los dedos a la boca empezándolos a lubricar, dejándome como idiota perdido al ver como chupaba dedo por dedo para después metérselos de lleno a la boca y ensalivarlos de manera lasciva, deseaba que continuara con su tarea pero en otra parte de mi anatomía, el solo pensamiento de adentrarme en esa pequeña y rozada boca me ponía a mil.
Arto de ese suplicio quite mis dedos de su boca recibiendo un quejido de protesta de su parte, llevé mis dedos hasta su entrada y la acaricie lenta y superficialmente antes de meter el primer digito.
-Ah!- se quejo incomodo removiéndose un poco.
Lo inmovilice con mi cuerpo sabiendo que llegaría el momento en que desearía escapar y empecé a dilatar su entrada, movía mi dedo en círculos para después meter el segundo digito recibiendo esta vez un quejido de dolor, de manera suave realice movimientos en forma de tijeras buscando agrandar un poco aquella estrecha entrada.
-Ah! NO basta me d-duele- me exigió con la voz entrecortada y con una mirada cristalina al meter el tercer y último dedo en su interior.
Haciendo caso omiso a su queja volví a mover mis dedos suavemente en busca de su placer, cosa que no tarde en encontrar al tocar más a fondo encontrando su punto sensible y empezar a embestirlo con mis dedos.
- Dígame Jaejoong-shi le duele cuando le toco aquí?- le pregunte de manera juguetona penetrándolo con una profunda estocada, burlándome al ver lo sumergido que se encontraba en el placer… o al menos eso creía.
- Ah!..mm.. I-idiota! T-te.. matare!! – me amenazo con un furioso sonrojo en su cara y dándome un coscorrón en la cabeza, al parecer aun seguía muy lúcido para poder golpearme con tal fuerza, pero en venganza aumente el ritmo de mis dedos pasando de lentas y superficiales embestidas a rápidas y profundas al tiempo en que volvía a masturbarlo -Ah! … ah! N-no... e-eso ba-basta..no a-ahí- gemía desesperado, se iba a correr….de nuevo.
Evitando su segundo orgasmo y mi desesperación retire mis dedos para acomodarme entre sus piernas con la punta de mi miembro sobre su entrada.
-Relájate Jaejoongnie te dolerá al principio pero después pasara- le susurre mirándolo directamente a los ojos y dándole un suave roce de labios tratando de trasmitirle seguridad, lo que menos deseaba era lastimar a aquel hermoso ángel.- Estás listo?
- S-si, hazlo- respondió nervioso pero una mirada decidida y yo solo pude besarlo profundamente, enterrándome de una sola en su interior.
-E-eres.. delicioso Jaejoongnie- susurre sensualmente a su oído, me sentía morir, su entrada me apretaba de una manera deliciosa y su interior era tan cálido-..tan estrecho…tan caliente – sin duda estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para no moverme como un maldito desquiciado.
-D-duele- sollozo aferrándose a mi espalda y enterrando su cara en la curva de mi cuello, es adorable sin duda alguna.
-Tranquilo ya pasara- dije al oído y lo abrase delicadamente, su cuerpo temblaba levemente, se veía tan vulnerable, le fui dando pequeñas caricias en su espalda tratando de tranquilizarlo y que olvidara el dolor.
Lo aleje de mi cuello y le levante el rostro, seque de manera suave los rastros de lágrimas que tenía en las mejillas y tomando su cara entre mis manos lo bese de manera lenta y profunda, quería que el también disfrutara tanto como yo lo hacía, poco a poco fui aumentando el beso mientras lo acariciaba con lujuria.
Después de unos minutos empezó a mover inconscientemente sus caderas buscando un contacto más profundo por lo que empecé con las embestidas, era simplemente exquisita la sensación de salir de aquella cálida cavidad para después arremeter contra ella y sentir como sus paredes internas aprietan deliciosamente mi miembro para volver a salir, todo aquello repitiéndose en un vicioso ciclo acelerando a cada estocada el ritmo.
-Ah..ah..ah..ah.ah!! mas..mas..ah ..no..no! – gemía de manera incoherente Jaejoong dándome la hermosa imagen de su rostro perdido en el placer.
-Como se siente Jaejoognie? Te gusta lo que te hago? – le pregunte lascivamente al oído mientras arremetía profundamente contra el buscando de nuevo aquel punto en su interior que lo hacía gritar de placer.
-AHH!!!- grito de placer dándome a entender que había encontrado el punto exacto para dirigir las embestidas a aquel lugar y hacerlo enloquecer de placer, era excitante oírlo gemir y suspirar de aquella manera, y aun mas sabiendo que era por causa mía.
-Ahh… mas… más rápido- me ordeno ya nublado en el placer y yo de igual manera no pude evitar hacerle caso, embestía una y otra vez, profundo y cada vez más rápido, estaba a punto de llegar al clímax.
- Ya… ya no …. no puedo más!! Ah! - dijo entre gemidos.
-Juntos… hay que hacerlo juntos- le dije con la respiración entrecortada, aumente las embestidas deseando llegar al clímax.
- Ah!!... me.. ah…voy a.. venir… ah… Yunho!!!- grito corriéndose entre nuestros vientres al tiempo en que sentía su entrada contraerse, apretando deliciosamente mi miembro causando que me corriera en su interior.
Exhausto me deje caer encima de él, tratando de recuperar la respiración y cuando sentí que estaba a punto de caer dormido me acorde de que al último Jaejoong había gritado mi nombre.
¿Cómo era eso posible?!! Nunca le había dicho mi nombre!! Confuso me levante de su pecho y recargándome sobre mis manos voltee a verlo y cuestionarlo, estaba con los ojos cerrados posiblemente a punto de entrar con Morfeo.
-Jaejoong despierta- le dije moviendo levemente sus hombros.
-Eh?- pregunto desubicado abriendo los ojos y volteando a ver a lados para orientarse- Yunho!!- dijo con sorpresa al entrar en razón y mirándome nervioso.
-¿Cómo me reconociste?- le pregunte directo y sin rodeos, tenia curiosidad de la respuesta - No te dije mi nombre y es imposible que me reconocieras he cambiado mucho desde la secundaria.
- Ah..y-yo - balbuceo bajando la mirada- mmm… por tu lunar- susurro con rostro completamente sonrojado.
- Por mi lunar?? – le pregunte confundido y divertido a la vez.
- No te burles!! - me reclamo con el seño fruncido y un furioso sonrojo en el rostro, se veía tan adorable que no pude evitar reírme.
-Perdón, no pude evitarlo, es solo que no entiendo cómo me reconociste-
- Bueno tienes razón, es cierto que has cambiado mucho, al principio no te reconocí pero cuando vi tu lunar supe que eras tú, y-yo estaba enamorado de ti… a mí siempre me gusto aquel chico inteligente y sobresaliente de mi clase, yo realmente te admiraba mucho pero siempre me dio miedo acercarme a ti, siempre parecías tan serio y distante de los demás que tenía miedo de que me rechazaras, por lo que siempre te vi de lejos y las pocas veces que te vi de cerca pude notar cosas como tu lunar.- confeso aun no la cabeza agachada y un terrible sonrojo inundando sus mejillas, aquello me dejo por completo sin palabras, esto tenía que ser un sueño el chico del que siempre estuve enamorado me correspondía pero no se me acerco por la misma razón que la mia, que par de tontos.
-Que idiota soy, no puedo creerlo!- grite con enojo dejándome caer de nuevo sobre él.
-Eh?- me miro confundido y con algo de tristeza, tal vez lo malinterpreto.
-Yo también te amo Jaejoongnie- le susurre al oído para después verlo a los ojos- y me molesta saber que siempre pude haberte tenido y no hacerlo por miedo a tu rechazo, pero ya no mas, desde ahora eres mío, solo mío- le susurre contra sus labios, besándolo de manera profunda y posesiva.
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