-Miren… antes que nada quiero que me prometan algo- Pedí
-Que es hijo?- Preguntó cursiosa mi madre.
-Nunca dejarán de amarme.- Solté serio
Sasuke me miró a los ojos, tratando de transmitirme apoyo y seguridad.
-LO PROMETEMOS- Dijeron ambos al mismo tiempo.
/FNN/
-…..- Ambos jóvenes guardaron silencio.
-Y bien? Que esperan?- Apuró un impaciente Minato.
Naruto tragó saliva sonoramente y observó de reojo a Sasuke que miraba para todos lados buscando con su mirada alguna posible salida si es que a Minato se le ocurría atacarlo. Eso le causó un poco de risa, y logró relajarse un poco, Sasuke estaba a su lado, eso le transmitía confianza, nada malo iba a pasar… Eso esperaba.
Naruto miró a los ojos a sus padres decidido. Tomó la mano de Sasuke y las elevó un poco, dando a entender casi todo.
-Mamá… Papá…- Respiró hondo. – Sasuke y yo, somos pareja.- Soltó por fin.
La cara de ambos adultos era un poema, iniciando por la sorpresa, luego por el shock, y finalmente por el enojo.
-¿Que mierda estas diciendo Naruto?- Dijo Minato acercándose a ambos.
Sasuke retrocedió , y el rubio se puso delante de él haciéndole frente a su padre.
-Lo que escuchaste papá- Respondió seguro de si mismo.
El Kamikaze tomo entre sus manos sus cabellos, incrédulo y pegó un grito de aquellos.
-KUSHINA! LO PUEDES CREER!?.... MALDICION! MALDICIOOON!- Gritaba fuera de sí. – TU HIJO ES UN MALDITO MARICA!!-
La pelirroja miraba a Sasuke con odio. – MI HIJO!? ES TÚ HIJO TAMBIEN!- Respondió furiosa.
-Vete de mi casa…- Volteó a verlo a el moreno.
-PAPA!?- Trató de defenderlo Naruto
-VETE DE MI CASA UCHIHA!- Gritó escandalizado Minato acercándose al azabache y tomándolo de el cuello.
-Minato… escúcheme…- Decía dificultosamente el ojinegro.
-HIJO DE PUTA! QUE HAS HECHO CON NARUTO!?- La cosa empezaba a ponerse mal. –NO QUIERO QUE LO VUELVAS A VER ME ESCUCHASTE UCHIHA!? ME DAS ASCO…- Dijo soltándolo bruscamente.
-MAMA! DI ALGO!- Gritó ahora el rubio menor.
-QUE ESTAS DICIENDO NARUTO? REALMENTE PREFIERES A ÉSTE ANTES QUE A TU FAMILIA!?- Kushina estaba perdiendo la pasiencia también.
-Yo… - Miró a Sasuke con los ojos llorosos, esto se había puesto realmente feo, muy feo…- Yo lo amo mamá…- Dijo el ojiazul mientras las primeras lagrimas ya bajaban por sus mejillas.
-LE AMAS… Realmente crees amarlo Naruto!!? NO ME JODAS! ES UN HOMBRE!- Ahora Minato tomaba de el cuello de la camisa a su hijo zamarreándolo fuertemente para que entre en razón.
-Ya lo hemos hecho- Soltó Sasuke de repente.
Ambos adultos abrieron sus ojos en demasía, su hijo ya no era virgen, y para rematar su primera vez fue con un hombre…
-Naruto, eso es cierto?- Preguntó una incrédula Kushina.
El nombrado respiró hondo– Si… nosotros vamos enserio, hace un año estamos juntos-
La gota que derramó el vaso, fue esa.
-Un año… - Kushina colocó su mano en su boca por el asombro. Minato ya alucinaba.
-ME CAGO EN LA MIERDA! PORQUE A MI! MALDITA SEA! - Respiró dispuesto a tranquilizarse para no hacer ninguna locura y tomó una decisión.
– Naruto… él o nosotros.-
Naruto sintió morirse, le estaban dando a elegir entre las personas que mas amaba en el mundo, las que le dieron la vida, y la que le dio a su vida sentido. No le podía estar sucediendo esto, no podían pedirle esto…
-Papa…-
-Responde.-
Miró a Sasuke, luego a sus padres.
-Naruto… no tienes porque…- Pero antes de que Sasuke pudiera terminar Naruto lo interrumpió.
-Él…- Dijo mirándolo a los ojos, esos ojos negros que tantas veces lo logran hipnotizar.- Lo elijo a él- Respondió llorando aún más.
Ambos padres, quedaron en silencio observándolos a ambos abrazarse con amor, demasiado según ellos.
-No vuelvas a pisar mi casa... vete- Sentenció Minato-
Kushina solo lloraba en silencio. Mirando con repulsión a su propio hijo.
-Naruto, no tienes porque hacer esto… yo lo entiendo. No lo hagas, es tu familia- Susurro Sasuke muy cerca de su oído. Naruto solo negó con la cabeza. Su corazón le dictó lo que sentía, lo correcto.
-Te doy 5 minutos para que empaques tus cosas y te largues de mi vista- Dijo el rubio mayor. –Vámonos Kushina, salgamos-
La nombrada ni se gastó en volver a mirarlos y se fue de la casa seguida de su esposo.
Y allí fue, donde el lazo de la familia se deshizo, en donde el amor paternal y maternal murió, y en donde Naruto se dio cuenta quienes eran sus padres realmente, unas mentes cerradas.
El ojiazul lloraba en silencio, mientras empacaba todo lo que podía, estaba casi seguro que ya no podría volver allí, su hogar durante toda su niñez y toda su adolescencia, en donde Sasuke y él habian jugado juntos desde siempre.
En su habitación el ojinegro se limitaba a ayudarlo con la ropa, y a tratar de no llorar él tambien, su rubio había renunciado a su familia por él, eso no se lo esperaba, lo amaba, lo amaba como nunca podría amar a alguien en su vida, lo juraba.
Abrió un cajón, y encontró una foto.
//FLASH BACK//
-Oyeeeee no es justo Sasukeee bakaa!!- Berrinchaba un pequeño rubiesito.
-Que no es justo!?- Respondía un pelinegro muy mono.
-YO QUIERO EL TRAJE DE GOKU ESTA VEZ!- Gritaba Naruto haciendo un puchero.
-NO! TU FUISTE GOKU AYER!-
-SASUKEEE! NO ME GUSTA VEGETAAAA!-
-PORQUE!!?-
-PORQUE… PORQUE NO! SOLO DAME EL TRAJE DE GOKUU!- Gritó lanzándose sobre el azabache para quitarle el traje de la mano.
//FIN FLASH BACK//
Esa foto se la habían tomado luego de disfrazarse, al final Sasuke tuvo que quedarse con el traje de Vegeta ya que Naruto había comenzado a llorar.
Sonrió ante el recuerdo, y la guardó junto a otras cosas de su novio. Cuando terminaron con casi todo decidieron irse, no querían permanecer más en esa casa.
Salieron del lugar y comenzaron a caminar hacia el departamento de Sasuke e Itachi, tenían pensado que Naruto podría quedarse allí, ya que no tenía otro lugar, y hasta que no consiguieran trabajo no podrían tener otro, en fin, al día siguiente pensarían en un empleo digno.
Se tomaron de las manos y caminaron uno junto al otro, ya no tenía sentido ocultarse, los padres del rubio ya lo sabían, y ya lo habían echado a la calle. Las miradas y susurros no se hicieron esperar. Malditos chismosos.
-Sasuke… nos están mirando demasiado- Dijo un Naruto ya bastante incomodo.
-Ignóralos- Respondió restándole importancia.
El ojicielo trató de obedecer, pero era imposible, se sentía observado, se sentía mal juzgado. Pero ahora no era momento de pensar en ello. El verdadero problema era…
… donde viviría Naruto… Todo dependería de Itachi y su decisión.
Continuara.