Se miraban a los ojos mutuamente, en ese parque alejado, con el sol ocultándose en el horizonte y tiñéndolo todo de un color anaranjado bastante relajante, aunque la mirada entre los dos no era precisamente relajante. El primero en hablar fue el rubio, con una leve sonrisa.
- Hibari-san... ¿no le parece esto un poco excesivo?
- Cállate Cavallone, dije que esto era un desafio oficial asi que no te vayas a echar atrás ahora.
- No, no, si yo no digo que no pero, es que esto parece una película mala del oeste solo que sin pistolas... por que... ¿no llevas pistolas no?
Dijo riendo nerviosamente, Hibari dejo caer tras él su chaqueta escolar negra y casi hizo rechinar los dientes.
- Cavallone, me estas tocando la moral, esto es serio, deja de reírte de mí.
- Si yo no me rio pero...
Suspiro y se apoyo contra uno de las farolas mientras metía las manos en los bolsillos de su cazadora.
- ¿En serio fue tan serio Hibari-san?
- ¿¡Serio?! ¡Me tiraste encima el agua de la pecera de Enzo, olía fatal y estaba asquerosa!
- ¡Nadie te mando estar debajo de “esa” ventana!
Dijo Dino para tratar de defenderse, pero Hibari estaba cabreado y no iba a escucharlo, asi que suspiro y se acerco a él mientras ponía las manos delante de su cuerpo para protegerse por si el otro quería atacarle.
- Oye ¿Por qué no vamos a otro lugar y lo hablamos? Puedo pagarte la tintorería.
Hibari le dio la espalda para recoger su chaqueta y chistó sonoramente comenzando a caminar, Dino le sigió tratando de mantener las distancias aunque algo contento porque no quesera batirse a muerte con él.
Dino sigió a Hibari hasta su casa, donde este se paro en la puerta y le miro, hablando severamente como siempre.
- Como toques algo, o hagas algo, te juro que te mato... ¡ni respires si hace falta!
- Vale, vale, tranquilo.
Dijo el otro sonriente, pero algo nervioso por esas declaraciones, los dos entraron, en la casa no parecía haber nadie, Hibari camino por las escaleras hacia su habitación seguido del rubio que lo miraba todo curioso y luchaba por no tocar nada.
Cuando Hibari entro en su cuarto y se sentó en la cama le señalo al rubio un cojín, donde por su puesto Dino se sentó, Hibari casi rubio.
- Y ahora comienza a disculparte...
- Mmmm, ¿Lo siento mucho Hibari-san?
- ¡¿Qué clase de disculpa mierda es esa!?
Dijo el otro levantándose de pronto, Dino se encogió pensando que iba a matarlo o a golpearlo hasta dejarlo casi muerto, pero Hibari solo camino hasta su armario, realmente aun seguía algo húmedo y las ropas empezaban a oler un poco mal.
Hibari se quito de nuevo la chaqueta y la comenzó a quitarse los botones de la camisa. Dino se giro a mirarle y mientras le observaba suspiro y bajo la mirada comenzando a hablar.
- Hibari-san... realmente es difícil atraer tu atención... y a veces uno hace cosas tontas para atraerla, aunque el resultado no sea el mejo.
Hibari se quito la camisa, pero se giro a mirarle algo asombrado por sus palabras
- ¿Qué?
- Bueno.- se rasco la nuca.- es que siempre estas gruñéndome o pegándome, yo solo quería llamar un poco tu atención.
- Esa no es la mejor manera de hacerlo ¿sabes?
- Pero es la única manera para que me prestes atención solo a mi.- dijo Dino mirándole a los ojos.- nunca te fijas en mi.
- ¿Que estás diciendo?
Dijo Hibari algo descolocado en la conversación, Dino se levanto del cojín y se le acercó, Hibari retrocedió un paso dándose contra el armario, pero Dino lo acorralo en este mirándole a los ojos, de pronto se puso serio y su voz cambio a una más penetrante y firme.
- Hibari-san, ¿es que nunca te fijarías en mí como hombre?
- ¡¿Q-qué dices?!
Dino se acerco un poco más a su rostro y suspiro observando sus ojos, luego bajo la mirada por su cuello y pecho.
- Deberías darte una ducha... hueles mal...
Hibari se puso rojo como un tomate y en menos de dos décimas de segundo ya tenía al rubio con la cabeza golpeada mientras caminaba hacia el baño con sus tonfas en ristre.
- ¡Te odio Cavallone!
Dino se levanto del suelo sobándose la cabeza y riéndose, le encantaba la actitud agresivo/pasiva de Hibari, juraría que antes de decirle eso, se había puesto rojo y algo nervioso.
Hibari entro al baño típico japonés, todo azulejado, un taburete de plástico en el suelo junto al desagüe, y la bañera a parte, este comenzó a desnudarse mientras comenzaba a llenar la bañera, una vez sin ropa se sentó en el taburete mientras se mojaba la piel y se frotaba esta con jabón, maldiciendo al rubio y al agua sucia de la pecera de su tortuga.
Dino por su parte se quito la ropa en el cuarto de Hibari y entro en silencio al servicio, lo vio de espaldas a él completamente desnudo y sonrió de medio lado, se acerco y se arrodillo detrás de él comenzando a enjabonar su espalda.
- Ya que no puedo hacer nada más, te ayudare a asearte como es debido...
Hibari se quedo congelado y abrió mucho los ojos sin atreverse a volver la mirada, pero si que se tapo sus partes como acto reflejo.
- Vamos Hibari-san, somos hombres tenemos lo mismo ahí...
Dino se rio y paso las manos por su pecho, cosa que casi hizo temblar al moreno, que removiéndose un poco trato de soltarse de su tacto, pero Dino le agarro fuerte de los hombros y lo volteo tirándolo contra el suelo entre este y su cuerpo, se le quedo mirando, y el moreno también le miro a él.
El agua de la bañera se desbordó en ese mismo instante, empapando el suelo aunque todo se iba después por el desagüe. Dino suspiro y comenzó a hablar.
- Hibari-san... por favor, mírame.- dijo eso porque el moreno había desviado la mirada.
Hibari le miro de reojo primero y luego giro el rostro, estaba serio y parecía enfadado, como siempre. Dino sonrió, asi era él y por eso le gustaba tanto.
- Ni mil golpes harán que deje de quererte asi que empieza a buscar otro método... Kyôya.
Dino sonrió y el otro apretó la mandíbula fuertemente mascullando.
- Te odio....
Después de eso alzo los brazos agarrando algo fuerte el cabello rubio del otro para empujarlo contra sus labios, los que beso ferozmente mientras Dino correspondía de forma apasionada también.
Se separaron poco después para coger aire los dos, algo agitados, Dino aprovecho eso para colarse entre las piernas el otro y pegar sus cuerpos, Hibari suspiro encantado por el contacto de los dos y cerró los ojos echando un poco la cabeza hacia atrás.
Dijo aprovecho eso para besar su cuello sensualmente, mientras hablaba contra su piel.
- Kyôya, hoy estas especialmente complaciente... ¿Sera que has comenzando a quererme un poquito?
- N-nunca.
Dijo el otro de manera semi cortante. Dino sonrió y sigió mordiendo y besando su cuello mientras bajaba por su pecho y estómago, después de eso alzo la mirada descubriendo que Hibari le seguía con la mirada, cada movimiento, eso le hizo sonreír y se arrodillo entre sus piernas agarrando con su mano su miembro semi erecto.
- Bueno, supongo que tendré que seguir practicando y trabajando en ello.
Se metió en la boca su miembro, cosa que hizo que el moreno cerrara fuerte los ojos y se mordiera los labios tratando de controlar el placer y no gemir por supuesto, era parte de su orgullo.
Dino comenzó a moverse de arriba debajo de su erección sintiendo que se ponía mas y mas dura, aprovechando sus manos enjabonabas acaricio la entrada del moreno que simplemente abrió un poco mas sus piernas, cosas que complació al rubio, al menos estaba participativo.
Comenzó a empujar un dedo en su interior mientras succionaba la punta del miembro del otro, Hibari dejo salir entonces su voz en forma de gemido sensual y callado. Dijo se separo de si miembro pero sigió masturbándolo con la mano y le miro sonriente, el ya estaba más que duro desde el beso del otro.
Dino se incorporó y lo miro desde arriba mientras movía el dedo en el interior de Hibari, este le miraba con los ojos entrecerrados y la respiración revoltosa, Dino se relamió y sin apartar la vista de él, comenzó a empujar un segundo dedos en su interior, Hibari cerró los ojos y se quejo un poco.
Dijo se quedo quieto un momento y después comenzó a mover los dos dedos de nuevo ne su interior, mientras masajeaba la próstata del otro, Hibari comenzó a gemir algo mas sonoramente, era señal más que satisfactoria para el rubio que con cuidado saco los dedos de su interior y se recostó de nuevo sobre él, pero colocando su miembro en la entrada del otro, le miro a los ojos y le acaricio el cabello.
- ¿Estás preparado?
El otro no dijo nada, solo lo miro agitado y serio a la vez, eso fue todo lo que el necesitaba y comenzó a empujarse en su interior, Hibari de nuevo cerró los ojos se oculto en el cuelo del otro, mientras mordía suavemente el hombro de este.
Dino se apoyo en el otro también mientras gemía sórdidamente tratando de entrar en el por completo, una vez hecho suspiro y se apoyo en el otro por completo, la sensación era genial, peor de sobra sabía que si se movía en ese momento podía hacer daño al otro.
Hibari respiraba agitadamente mientras se volvía a tumbar sobre el suelo mojado, miro al rubio que estaba agitado también con algunas gotas de sudor perlando su frente, Dino le sonrió y el otro solo aparto la mirada levemente, el rubio le giro el rostro para que lo mirara de nuevo y lo beso suavemente mientras comenzaba a moverse, cosa que hizo a Hibari gemir en sus labios.
Dino alzo una de las piernas de Hibari sobre su cadera para poder tener mejor acceso y no se separó de sus labios mientras también gemía contra estos. Poco después Hibari empezó a gemir mas sonoramente al sentir el incremento en los movimientos del otro, asi que se abrazo a su espalda tratando de no armar mucho escándalo.
Dino se incorporo y con ello incorporo al moreno, sentándolo en sus piernas y agarrándole de las caderas empezó a moverse sobre el mirándole a los ojos, Hibari se agarro a sus hombros y también se ayudo de ellos para moverse a su ritmo.
Dino agarro la erección de otro y comenzó a masturbarlo, cosa que hizo al otro estremecerse y gemir algo mas alto aun mientras se movía mas y mas rápido, Dino cerró los ojos gimiendo roncamente también y apoyo la cara sobre el pecho del otro, Hibari le abrazo por el cuello mientras gemía mas y mas alto.
- Kyôya... ya no aguanto más...
Este no contesto pero obviamente estaba en las mismas condiciones que el rubio, asi que los dos se movieron por unos instantes más rápidamente y entonces el primero en llegar al orgasmo fue el moreno mientras gemía levemente el nombre del otro, solo eso y la estrechez repentina del otro, hizo venirse también a Dino, gimiendo fuerte y claro el nombre de Hibari.
Los dos agitados y abrazados el uno al otro se quedaron asi un momento, después Dino miro al otro al rostro, estaba algo rojo y agitado.
- ¿Estás bien Hibari-san?
Este solo asintió cerrando los ojos y apoyándose en su hombro, Dino sonrió y le acaricio la espalda.
- Deberías ser más honesto en el futuro.
- No contigo...- contesto Hibari.
- ¿Por qué no conmigo?
- Entonces se acabaría el juego.- dijo en tono apenado.
Dino se rio y se separo un poco de él para mirarle a la cara, aunque el otro luchaba por apartar la mirada de él. Dino le cogió el rostro y le hizo mirarle.
- Hibari-san... yo nunca me cansaría de tratar de llamar tu atención, porque te quiero, y lo sabes.
Este le miro serio y asintió casi imperceptiblemente, después suspiro.
- Y-ya sabes que yo también... siento haberte pegado.
Dijo entonces casi como un niño pequeño, Dino sonrió y lo abrazo nuevamente.
- Ya sabes que eso me pone a tono, asique olvídalo.
- Pervertido.-le murmuro el otro al oído abrazándole y cerrando los ojos.
Dino se rio y entonces salió del otro suavemente pero sin separarse del abrazo, luego comenzó a frotarle de nuevo la espalda, Hibari se dejo aun con los ojos cerrados y a espaldas del otro sonrió tiernamente.
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