A Tragic Happy End
No podía creer lo que pasaba, no podía creer que me habías dejado luego de haberme salvado. Cuando tiempo había pasado desde entonces? 4…no 5 años, habían pasado 5 años, desde que me habías salvado. Habías aparecido un día como cualquier otro, con una elegante postura y una elegante sonrisa, habías venido para el trabajo. Pero ese día no te habías llevado solamente el trabajo sino que también, te habías llevado mi corazón.
Los días habían pasado y como trabajas muy bien terminaste por ser uno de mis compañeros de trabajo. Yo estaba feliz de poder trabajar contigo, pero un día viniste a verme y me dijiste que no podías seguir trabajando conmigo. Mi corazón se detuvo en ese instante, te pregunté por qué. Y me contestaste, que no podías trabajar al lado de la persona que amabas; al principio no comprendí que te referías a mí, hasta que me invitaste a salir. Desde ese momento todo iba bien, comenzamos a salir regularmente y nos volvimos novios, a poco tiempo te mudaste a mi casa, pues era más cómoda que tu departamento.
Todo estaba genial, éramos felices, claro algunas veces peleábamos pero no pasaba nada grave, siempre volvíamos a pegarnos el uno al otro. Éramos muy felices juntos, al cabo de dos años decidimos adoptar una pequeña niña, a la cual llamamos Kioshi. Los años pasaron y los tres éramos felices… Hasta ese día…ese día en el que me abandonaste, en el que ambos me abandonaron.
Era un día como cualquier otro, yo había llevado a Kioshi a la escuela, aunque por una extraña razón ella no quería ir, esa tarde te tocaba recogerla. Como siempre llegaste temprano, para así llegar bien a casa… Pero por una vez, hubiera preferido que llegaras tarde a recogerla, hubiera querido escuchar a mi hija y no mandarla a la escuela. Porque ese día, ese maldito día…cuando venías a casa un camión de gas se revolcó y se incendió al instante, llevando consigo los carros y a las personas a su alrededor en una gran explosión. En ese mismo instante sentí como si mi corazón hubiera dejado de latir, sabía que algo te había pasado, a ti y a Kiochi… Salí a llamarte, pero no contestaste…jamás volviste a contestar.
Mi pecho me dolía, sentía un enorme dolor, pero no entendía porque, solo sabía que algo había ocurrido. Y mis dudas fueron confirmadas, cuando un compañero, me informó de lo que había pasado, me desplomé, las lágrimas no paraban de brotar de mis ojos, en unos instantes había perdido a las dos personas que más amaba, a mi hijita y a ti…mi único amor.
Días después del trágico incidente, luego de todos los malditos papeleos y demás, se hizo el funeral, pedí el lugar más hermoso del cementerio para que fueran enterrados. Había sido un hermoso funeral, en el cual nuestros amigos asistieron, pues ni tu ni yo teníamos familias… Ya había comprendido que no podía vivir sin ustedes, no podía vivir sin ti…eso lo tenía más que claro.
Pasaron unos días, en los cuales doné todo nuestro dinero al orfanato donde habíamos adoptado a Kiochi…Cuando terminé con los últimos papeles compré un pez piedra, recuerdas el del veneno… Lo traje a vuestras tumbas, donde ahora estoy acostado. Ya me mordió, solo espero dormirme y jamás volver a despertar. Pero eso está bien, pues volveré a estar contigo y con nuestra hija, volveré a ser feliz.
Ya lo siento, no veo nada…todo es borroso, no puedo respirar, cierro los ojos. Ya soy feliz, ya los puedo ver…
…THE END…