- Nao -
Mis días pasaban sin pena ni gloria, la rutina se había apoderado de mí y el temita de “formar una banda” ya había sido completamente eliminado de mi mente; me había frustrado tanto el hecho de mis intentos en vano que al final terminé por rendirme, a todo esto mis padres reaccionaron abalando mi decisión ya que ellos NUNCA me apoyaron, siempre decían pesadeces y cosas que por más que intentaba pasar por alto y fingir no me afectaban en realidad volvían a mi mente todas las noches y me hacían sentir realmente estúpido.
Las cosas con ellos no cambiaron sino hasta que me marché de casa, ya que no daba más soportando sus peleas y como cada uno terminaba por “desquitarse” conmigo, culpándome de su mediocridad y quien sabe que cosas más.
Fue así, como me embarqué en la travesía de encontrar un lugar para dormir.. ¿Mi familia?.. no era una opción salir en busca de su ayuda, definitivamente no.. ¿amigos?..mm... era una opción más flexible pero que recuerde solo tuve un amigo y ese ya no se encontraba en la ciudad, entonces, la pregunta recurrente en mi mente era: “¿Qué demonios voy a hacer ahora?”, tan sólo había salido con una pequeña mochila, algunas pertenencias y mis ahorros.. –unos cuantos pesos que alcanzaban con suerte para algo de comer- ..suspiré pesadamente y me senté en una de las bancas aledañas, me quité la mochila y la dejé a un lado para luego apoyar los codos sobre mis piernas y esconder el rostro entre mis manos..
-Eres un completo imbécil. - mascullé restregándome el rostro con frustración.
-Ja! mis padres me lo decían con frecuencia, es algo que ya asumí.. – Me exalté al escuchar esa voz a mi lado, rápidamente volví mi rostro hacia el portador y reí nerviosamente al notar su expresión de indiferencia mientras expulsaba el humo del cigarrillo que consumía con parsimonia.
-Jeje.. gomenasai.. demo.. no lo decía por ti.. – Buda-Sama.. jamás había visto a alguien tan…diferente.. parecía una de esas estrellas de rock con las que tanto había soñado desde pequeño, vestía unos jeans entubados negros, unas botas del mismo color, una camiseta blanca con algún diseño en ella y una chaqueta de cuero que parecía hecha para él. Volvió su vista hacia mí y me sonrió de manera leve para luego dirigirla de nuevo hacia el frente. –T-tú.. ¿eres músico? – pregunté tímidamente, tenía que sacarme esa duda.
-Ha ~ – soltó como si nada.. ¡Demonios!¡Con razón tan buena pinta! Aclaré un poco mi garganta para que no se hiciera tan evidente mi emoción al efectuar la siguiente pregunta:
-ooh.. y.. ¿estás en alguna banda? – me miró un tanto extrañado por lo que me apronté a agregar..-l-lo digo por tu apariencia.. es que.. te ves genial.. –solté eso último un tanto avergonzado escondiendo un poco la mirada bajo mi flequillo, lo siguiente que sentí fue una leve risa proveniente de él.
-Ha.. algo así.. – ¡¡wow!! ¡Esto tenía que ser una señal del destino!
-Oh.. entiendo.. – sonreí apenado aun, mantuvimos nuestras miradas por un momento más yo no pude retenerla por mucho.
-¿Hmm..es mi idea, o escapaste de tu casa? – preguntó señalando mi mochila, fruncí el seño al recordar lo que por un momento olvidé y me crucé de brazos recargándome en el respaldo de la banca.
-Sí.. ya no tenía nada que hacer en ese lugar.– contesté con un deje de molestia.
-Entiendo.. y ahora no sabes a dónde ir ¿Verdad? - ¿Eh? ¿Cómo demonios supo? Le miré un tanto sorprendido y rió de manera suave. -..se nota por la urgencia que traías al llegar a sentarte hace un rato. – agregó como si nada.
-Oh.. e-etto.. -
-Vamos.. – se levantó mientras yo le seguía con la mirada sin entender, quizá mi rostro estaba convertido en un signo de interrogación ya que rodó los ojos y extendió una mano hacia mí (que no dudé en tomar) para que me levantara. – Vendrás conmigo. –
-P-Pero si ni siquiera te conozco, no sé quién eres, yo.. –
-Mi nombre es Amano Shinji pero puedes llamarme Tora, es todo lo que tienes que saber de mí por ahora. –soltó un tanto cortante interrumpiéndome de una.-..y tú verás si lo tomas o lo dejas.. - entonces pasé un poco de saliva al notar que ya había comenzado a caminar.. ¿Era lo correcto irme con un extraño? Pero si lo pensaba bien.. no era tan malo.. ¿o sí? ¡Ah! ¡Demonios! sería solo por esa noche, dependiendo de cómo resultase todo me iría a la mañana siguiente, sí, eso haría. Me apronté a tomar la mochila y correr hasta alcanzarlo.
-E-Espero no ser una molestia.. – dije un tanto jadeante por la carrera.
-Descuida, no lo serás. – así comenzó la aventura que ni yo sabía me esperaba, estaba fascinado escuchando a Tora tal como si estuviese entablando una conversación con mi mayor ídolo musical, me contó que al lugar al que íbamos era un departamento amplio que comparte con los demás integrantes de su banda, y que por esos azares del destino su baterista había dejado la banda hace unas semanas. Debo decir que se me iluminó el rostro al escuchar eso, tanto así que no podía creer lo que escuchaba.
-¡¿E-En serio?! – exclamé, provocando que me mirase un tanto confundido.
-Ah..sí.. es una desgracia para nosotros, con los chicos no sabemos de dónde sacar un baterista que se nos quiera unir. – aay! Moría por gritar las ganas que tenia de ser parte de una banda! Esto era demasiada coincidencia, primero; encontrarme con él justo cuando me fui de casa, segundo; que me albergue en su departamento, y tercero; que haya un cupo disponible en su banda, y más aun, ¡En el instrumento que sé tocar! Buda-Sama, ayúdame que debo tomarme esto con calma y parecer maduro, no creo que me tome mucho en cuenta si me comporto como un chiquillo.
-Hmm.. ya verás que encontrarás a alguien realmente bueno. – Bien, así se empieza Naoyuki.
-Sí, por lo mismo ya preparamos una audición para mañana, espero que tengamos suerte.. – ¿Eh?!
-¿M-Mañana? –
-Hai.. y mira, llegamos. – ¿Ya va a hacer una audición? Demonios.. de seguro mañana van a llegar muchos chicos y cada uno mejor que el anterior, definitivamente tendré que quedarme con las ganas de formar parte de ellos y tan solo ser del staff cuando lleguen a ser grandes. -.. ¿Te vas a quedar ahí parado? – su voz me sacó del trance en el cual me encontraba y retomé la marcha hacia el interior del lugar, subimos por las escaleras hasta el quinto piso ya que el elevador estaba descompuesto así que no había de otra. –Por cierto, ¿Cómo te llamas? – preguntó mientras buscaba algo entre sus bolsillos.
-Ah.. Murai Naoyuki, pero me puedes decir Nao. – sonreí.
-Muy bien Nao, bienvenido a tu nuevo hogar. – abrió la puerta del departamento y se adentró en éste para luego darme el pase a mí, en cosa de segundos todos los presentes dejaron de hacer lo que hacían y voltearon a verme.
-Amano.. ¿Quién es él? – inquirió uno de los que se hallaban en el interior.
-Él chicos, es Nao, nuestro nuevo inquilino. -
-¿Eh?! -
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- Tora -
Si hay algo que detesto es cuando hacen ese tipo de exclamaciones innecesarias, mas como era de esperarse las preguntas no tardaron en llegar y con ellas algunas quejas..
-Pero ¿Por qué Amano? ¿No te das cuenta de que andamos al tres y al cuatro con lo poco y nada que ganamos en nuestros trabajos? y ahora será mucho peor ya que no tenemos siquiera las ganancias que nos dejaba el tocar en algún bar o algo así.. –
-Vamos Hiro, ni que fuera tan grave.. – Gracias Takashi, tu siempre apoyándome.
-¿Cómo que no?! ¡Por Dios Amano! Hasta tu mismo te quejas a veces de que no hay nada para comer, no quieras dártelas de buen samaritano por traer a un tipejo que en mi vida había visto y estoy seguro de que tú tampoco! –
-¿Y eso qué?! ¡Cuida tus palabras Kohara! mira que desde hace días tú y tu puta actitud me tienen más que sobrepasado. – Quería hacerlo de buena forma pero con el carácter de mierda que tiene a veces se me hizo todo más complicado, ni decir que el rostro de Nao reflejaba preocupación y culpabilidad.
-Tora-san.. es mejor que yo me vaya, muchas gracias por la oferta pero no quiero causarles problemas, así que con su permi.. –
-¡NO! – solté tajante -..tú no te vas Nao, las reglas aquí las pongo yo y eso bien lo saben, así que a quien le guste pues muy bien, y a quién no.. – mi mirada fue directamente a Kohara, quien mantenía una parada desafiante. -..sabe que la puerta es lo suficientemente ancha. – fin del tema, nadie más dijo nada y mi adorado vocalista se levantó del sofá, tomó su chaqueta, y partió quien sabe a dónde, mas no sin antes azotar la puerta al salir.
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-Descuida Nao-kun, él siempre reacciona así cuando de cambios se trata. – El bajista se había levantado en dirección a quienes aun se encontraban en la entrada, extendió su mano para saludar a Nao haciendo que éste último la estrechase de inmediato esbozando una tímida sonrisa. -..mi nombre es Takashi pero si gustas puedes llamarme Saga, soy bajista. –
-H-Hai! ¡Mucho gusto! –
-¡Y yo soy Hiroto! – el más pequeño alzaba ambas manos en el aire para captar la atención de los presentes. – Soy el guitarrista en primera, puedes decirme..Hiroto, o.. Hiro.. o..como gustes. – sonrió encogiéndose de hombros haciendo que todos rieran un poco ante su comentario.
-Bueno, a mí me conoces, soy Tora y toco la guitarra, el ogro que salió hace un rato es Shou o Kohara y él es nuestro vocal. – sonrió el peli-negro.
-Vaya.. esto es emocionante.. – Nao no pudo evitar sentirse sobrepasado por la dicha después de todo, haciendo que de las palabras recién dichas surgiera la duda en la cabeza del bajista.
-¿Por qué lo dices Nao-kun? –
-Pues.. porque siempre me he sentido atraído por la música, siempre me ha gustado el ambiente, los aplausos.. – contaba fascinado sintiéndose “aceptado” después de mucho tiempo.
-Pero ¿cantas o tocas algún instrumento? –
-B-Bueno yo.. –
-¡Chicos! Ya es hora de comer.. mi estómago hace “Grrrr~” – y ahí estaba el lado infantil de la banda, Hiroto haciendo de las suyas al llamar la atención de la manera que sólo él sabe, todos rieron nuevamente y dejaron la conversación hasta ahí, eso había causado cierto desaire en Nao ya que aquella podría haber sido la ocasión perfecta para decirles que él era baterista y que moría por probarse para el puesto en la banda, pero no, al parecer no era el momento de hacerlo.
Lo siguiente que hicieron fue enseñarle a Nao la que sería su habitación desde ahora en adelante, ordenaron un poco el lugar y luego entre todos se dispusieron a hacer la cena, todo bajo risas y bromas entre otras cosas.
Pasadas unas horas, cuando ya hubieron cenado y se encontraban tranquilamente viendo una película, sienten como la puerta de entrada se abre una vez para luego ser cerrada nuevamente, la figura del vocalista apareció en el lugar dedicándoles una mirada fugaz a cada uno para luego desaparecer tras la puerta de la que Nao imaginaba era su habitación. Un sentimiento extraño invadió al chico en ese momento, se haya sentado en el suelo abrazando sus rodillas, más al sentir esa sensación no dudó en apretar un poco más el agarre de sus extremidades y hundir la cabeza entre ellas.
-¿Sucede algo Nao-kun? – preguntó Saga al notar la última acción de quien estaba sentado a su lado.
-iie.. estoy un poco cansado, es todo.. creo que me iré a dormir. – sonrió leve viendo como el bajista asentía; acto seguido, se levantó del suelo y caminó hacia la habitación que le correspondía, se adentró en ella y sin más se quitó la ropa para poder meterse a dormir.
Habían sido demasiadas cosas para un solo día, demasiadas sensaciones experimentadas.. fácilmente, en ese mismo momento podría haber estado durmiendo debajo de un puente o en algún lugar que hubiese encontrado, más no fue así, gracias a Tora no fue así. Sonrió sintiéndose afortunado, más sus parpados le pesaban dando a entender que su cuerpo pedía descansar, y él no se iba a esforzar en llevar la contra, entonces cerró los ojos y calló en un profundo sueño.