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De celos, arañas y pelusas por pandita_chan

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Notas del fanfic:

Y otro (^-^)/ 

Notas del capitulo:

Shizuuu~ ¡Gracias! Te adoro *--* (Tu mujer lee esto y me odiará más de lo que ya xD) 

 

Bueno aquí un fic más (*--*)/ ¡Wii~! 

 

Y la dedicatoría de siempre:

 

Mi amor, éste fic es para ti :3 ¡Te amo! *--* 

Ese día no era de total suerte para Kai, esa tarde su marido había tenía tenido una molesta e inesperada visita de un amigo y ex, la cual se prolongó más de lo que él hubiera querido. A Kai le desagradaba tanto ese hombre, que prefería ni verlo y como lamentablemente fue él quién le abrió la puerta no le quedó otra que reprimir sus ganas de ahorcarlo, porque estaban sus hijos presentes…

 

-         Yuh – dijo al abrir la puerta

-         Señor Yutaka, ¿Cómo está? – contestó

-         Estaba bien, ¿Qué se te ofrece? – preguntó

-         Vine a ver a… - No alcanzó a terminar la frese, sintió un calido y conocido abrazo en su pierna

-         Tío Yuh – lo saludó Seba

-         Sebita – contestó él

-         Ok – Yuh, entró como Pedro por su casa. Cerró la puerta, la visita ya estaba dentro jugando con sus hijos

 

Ni siquiera se molestó en ir a buscar a su esposo, se encerró en la cocina intentando seguir el almuerzo, pero las risas de sus hijos y de ese sujeto retumbaban en su cabeza y no lo dejaban concentrarse. A los pocos minutos apareció el objeto de la visita de Yuh en la sala con guitarra en mano, saludó a la visita y se sentó con él en el sofá a conversar. Si ese hombre no hubiese llegado, él lo habría acompañado en la cocina tocando guitarra mientras cantaba, como lo hacía siempre cuando cocinaba, pero no, ahí estaba su marido riéndose con su amigo, y él estaba solo en la cocina intentando ignorarlo todo…

 

-         Le alegaré a tu marido, te tiene muy delgado – comentó

-         No mientas, estoy normal, y Kai me alimenta bien – alegó él

-         Yo te encuentro flaquito – insistió tocando su pierna

-         Tú lo que quieres es hacer enojar a Kai – lo reprendió

-         Mentira – dijo

-         Te conozco, no quiero tocar siempre el tema, Yuh, pasémoslo por alto – concilió él

 

No era sorpresa para él que Yuh aun le siguiera diciendo que lo amaba, se lo decía incluso frente a Kai, y no le gustaba tocar el tema ya que siempre le causaba problemas. Desgraciadamente su esposo había escuchado los comentarios de Yuh desde la cocina y luego de seguir conversando un minuto más vio a Kai pasar hecho un rayo hacía el pasillo que conducía a las habitaciones, no había que ser genio para saber que se había enojado…

 

-         Mi amor – le dijo él abriendo al puerta de la habitación 

-         No dejes solo a tu visita – lo regañó

-         Yuh puede esperar, tú eres más importante – contestó sentándose al lado suyo

-         Quiero que se vaya pronto – dijo

-         No puedo echarlo – respondió acariciándole la mejilla

-         Lo sé -  comentó haciendo un puchero

-         Pero puedo inventar una sutil excusa para que se vaya – concedió

 

Ese había sido el compromiso de él al ver a su marido fastidiado con la presencia de su amigo, lo que siguió fue intentar hacer que se fuera, pero para su desgracia Yuh lo conocía tan bien que era capaz de sobrellevar todas y cada una de sus persuasiones, alargando su estancia en la casa e ignorando el hecho de que su presencia molestaba en demasía a Kai…

 

Entre ellos dos siempre había tema de conversación independiente del pasado que los unió siempre habían sido buenos amigos por lo que tenían muchas anécdotas que revivir, pero algo en particular los hizo reír por sobre manera llegando al extremo de no poder seguir conversando a causa de las carcajadas…

 

-         ¡Papi! – le dijo Yuh

-         No me digas así, ya basta, me duele – contestó el sujetándose el estomago

-         Ya ok, pararé, pero era chistoso, me reí tanto o más que hoy cuando me dijiste que te decían así – le dijo

-         Lo sé, pero yo no tengo la culpa de que mis amigos me pongan esa clase de apodos – se defendió

-         Que decirte “Papi Chulo” – siguió riendo la visita

-         Ya basta, basta – lo secundó en la risa él

-         Hay una canción que dice así ¿No?. “Papi papi, papi Chulo” – cantó Yuh

 

Hasta la habitación llegaban las risas de esos dos y eso más que nada hizo salir de sus casillas a Kai, él no podía decirle “Papi” a su marido porque se lo tenía prohibido, pero venía Yuh y hasta se lo cantaba y a él le causaba gracia. ¡Es injusto! Repetía Kai en su mente, y lo era, pero se desquitaría eso era seguro…

 

Aun sabiendo que Yuh se había ido a su casa ya hacía un par de horas, Kai siguió en su cuarto estirado sobre la cama con los ojos cerrados, sabía que su marido se había echo cargo de los niños y que ellos estaban durmiendo ya, también sabía que él estaba en la sala tocando melodías suaves con su guitarra, pero no quería salir de allí aun cuando se sentía solo, tenía rabia todavía y no le gustaba estar así en frente a su marido, menos si él no era el culpable de su malestar, al menos no del todo…

 

En tanto él se limitó a hacerse cargo de su casa como solía hacer Kai la mayoría de las veces, estaba en conocimiento de su estado anímico, lo conocía bien, por lo que se quedó en la sala un momento más después de haber acostado a los niños, ya que quería dejarlo en paz hasta que se le haya pasado un poco la mezcla se sentimientos que le provocaba Yuh…

 

Sin embargo, en una falla a los planes de ambos, a la paz de Kai y a la tranquilidad de él, se escuchó un portazo y la carrera acelerada de un par de pies que fueron a parar a su espalda…

 

-         Papi, hay una araña en la habitación – informó Kai con la voz agitada por el susto

-         La iré a matar – resolvió él haciendo amago de pararse en el sofá

-         Noo~ no me dejes solito – pidió Kai sentándose en su piernas

-         Pero, amor, voy y vuelvo – insistió su esposo dejando la guitarra que tenía entre una de sus manos a un lado, recostada en el respaldo del sofá

-         No, papi, no me deje solo – repitió la suplica aferrándose a su cuello

-         No me digas papi, Kai – pidió

-         ¿Por qué yo no puedo y Yuh si? – preguntó cruzándose de brazos

-         Es diferente – le respondió

-         ¿En qué? – se estaba molestando

-         Porque Yuh era mi amigo, él me conoció en los tiempos que me decían así – contestó

-         Sigo sin ver la diferencia, yo también te conocí en esos tiempos – insistió

 

Ya se lo había dicho, ¿No? No le gustaba que le dijera papi por la única y sencilla razón de que le recordaba la traumática agonía de sus días de enamoramiento en las penumbras, momentos en que el fatalismo se apoderaba de su mente haciéndole creer que Kai jamás se enamoraría de él. Pero pasados los años se dio cuenta de que era sólo una mala jugada de su pesimismo y su falta de autoestima…

 

-         Si no me dejas decirte papi, te dejaré en abstinencia – amenazó

-         Pero, Kai… - iba a debatir, pero su esposo se había levantado de sus piernas y se iba a la habitación – Allá hay una araña~ - canturreó

-         ¡Mierda! – retrocedió corriendo los pocos pasos que había avanzado

-         ¿Tanto miedo les tienes? – preguntó tomándolo de la cintura haciendo que volviera a sentarse en sus piernas

-         Shii~ - contestó haciendo un puchero

-         Pero es una arañita, son inofensivas – debatió él

-         Eres imposible – dijo haciendo el amago de volver a pararse

-         Perdón, mi amor – respondió sentándolo en sus piernas antes de que volviera a irse

 

Ahí se quedaron en el sofá entre pequeñas discusiones, besos y pucheros por parte de ambos tratando de resolver el tema de la araña en la habitación y también los celos que le provocaba a Kai el que Yuh le dijera “Papi” a su esposo, hasta que el jueguito empezó a irse más allá en el momento en que Kai ataco su cuello con mordidas…

 

-         No, amor, el cuellito no – pidió él

-         Hago lo que me venga en gana – respondió y siguió mordiendo su cuello

-         Pero, Kaicito~ - intentó alegar

-         Cállate – medio ladró y siguió mordisqueando

-         Castígame – accedió, era la única forma de apaciguarlo de sus celos

 

Kai siguió mordiéndole el cuello y haciendo presión con el trasero en su entrepierna, y él se entregó al placer apretándole el trasero mientras mordía sus propios labios, escuchándolo gemir ante su acción. A Kai le calentaban las manos de su marido sobre su trasero, por lo que gimió ahogadamente haciendo más presión sobre la entre pierna contraria inconscientemente…

 

-         Mghhh~ no sé porqué tengo el presentimiento de que me dejaras con las ganas – comentó moviendo y levantando las caderas

-         En eso te equivocas, no te dejaré con las ganas – le contestó Kai haciendo más presión

 

Él introdujo las manos bajo la ropa de Kai y acarició su espalda sintiendo el vaivén que ambos llevaban por sobre la ropa, hasta que su labios se unieron en un necesitado beso que los dejó sin aire de inmediato, sin embargo volvieron a besarse, mientras poco a poco las prendas iban saliendo de sus cuerpos; primero las prendas superiores del cuerpo de Kai salieron volando a alguna parte de la estancia, y aprovechó ese momento de libertad para volver a atacar y morder el labio inferior de su esposo mientras le acariciaba la espalda por sobre la tela de la ropa, siendo recompensado con un lametón en sus labios mientras le desabrochaban el pantalón. Luego fue el turno de Kai de despojar a su marido de sus prendas; la polera que llevaba él salio volando, y su lengua fue atacada con un pequeño mordisco travieso una vez que se oyó caer la prenda sobre el suelo…

 

Él tendió a Kai sobre el sofá mientras lo besaba y le quito desesperadamente el pantalón junto con el bóxer, empezando a sentir como Kai jugaba con su lengua a la par que desabrochaba su pantalón. Queriéndole hacer la tarea difícil, llevó una de sus manos al miembro de su esposo comenzando a masturbarlo lentamente, recibiendo un gemido de protesta sobre sus labios sintiendo como Kai lograba torpemente su tarea de despojarlo del pantalón, consiguiendo bajarlo sólo un poco aún estando distraído por el placer que esa mano provocaba en su miembro. Él aprovecho la separación de esos labios al emitir pequeños gemidos y los mordió con hambre mientras seguía masturbándolo, separándose unos centímetros para dejarlo libre de gemir una vez más. Kai le regalo una lamida a sus labios mientras le terminaba de bajar ansioso el pantalón junto con el bóxer…

 

-         Amor, ¿Quieres que te prepare antes? – le preguntó él masturbándolo más rápido

-         Ahh~ n-no, esta vez no – contestó Kai mordiendo su labio inferior

-         Bueno, entonces ¿Puedo entrar ya? – le consulto dejando su miembro tranquilo, separando sus piernas y acomodándose entre ellas

-         Si, ya puedes entrar – respondió con la voz agitada y acariciándole una mejilla

 

Acomodó su miembro en la entrada de Kai e ingresó lentamente escuchando un leve gemido salir de su boca, mientras instintivamente sus caderas eran apresadas por las piernas de su esposo. Afirmó las caderas de Kai y terminó de ingresar lo que quedaba de su miembro en una sola embestida…

 

-         Mmgh~ muévete, amor – susurró Kai y lo besó

 

Le correspondió el beso y comenzó a embestirlo suavemente sin soltar sus caderas, acariciándolas un poco. A los pocos minutos Kai se separó y gimió sobre sus labios mientras le acariciaba la espalda, a lo que él respondió bajando las manos hasta sus piernas para acariciarlas comenzando a embestirlo más fuerte…

 

-         ¡Ahh!... P-papi... ¡Maaas~! – Kai gimió fuerte y contrajo un poco su entrada

-         No contestó con palabras, simplemente rasguñó un poco sus piernas y lo penetró más fuerte –

-         ¡Aah, ahh~! ¡Sih, así! – le arañó un poco la espalda y lamió sus propios labios

 

Él lo siguió embistiendo rápidamente mientras gemía fuerte sin poder evitarlo, sintiendo como las piernas de Kai apretaban su cadera al arquear la espalda. Al ver su cuello desprotegido lo mordió y apretó su agarre en las piernas de Kai aprovechando de aumentar un poco más el ritmo de sus penetraciones…

 

-         ¡Aaaah~! ¡Papi rómpeme! – pidió Kai gimiendo aun mas fuerte de lo normal y le enterró sus uñas en la espalda.

 

 

Lo había llamado “papi” y él creyó desfallecer al escuchar esa palabra salida de ese modo de la boca de su esposo. Dejándose llevar por el placer que le provocó esa frase, salió lentamente del interior de Kai y lo dejó boca abajo en el sofá. Sin darle tiempo de protestar volvió a introducirse en él de una sola embestida, siendo recompensado con una contracción voluntaria por parte de Kai sobre su miembro, a la vez que se movía junto con él ayudándolo a llevar el vaivén. No perdió tiempo y tomó con firmeza esas caderas atrayéndolas hacia las suyas haciendo las penetraciones más profundas…

 

-         ¡Ahh~! ¡A-amor~! - gimió repetidas veces y arqueó la espalda sintiendo el miembro de su esposo chocando contra su próstata

-         ¡Ahhh, mi amor, te amo! – gimió él también y lo empezó a embestir más rápido

-         ¡Aah! yo también te amo, papi~! – le contestó gimiendo más fuerte y echando la cabeza hacia atrás

 

Teniéndolo sobre sus cuatro extremidades en el sofá, escuchándolo gemir repetitivamente, salió intencionalmente de su interior y apretó con ganas su trasero, logrando un sobresalto por parte de Kai con tan repentina acción, pero sin querer hacerlo esperar mucho volvió a introducirse en él, retomando las embestidas y volviendo a escuchar los gemidos saliendo de la boca de su esposo…

 

-         ¡Mmgh~!... ¡P-papi no creo poder durar mucho más! – anunció Kai arqueando la espalda y arañando el sofá

-         Aguanta un poquito más, mi amorcito, todavía me falta – pidió embistiendo suavemente mientras lamia su espalda

 

Kai lamió sus labios y contrajo su entrada recibiendo estocadas cada vez más rápidas y profundas, a la misma vez que masturbaban su miembro al ritmo con que era embestido…

 

-         ¡A-amor aah~! ¡E-en serio no creo poder durar mucho más! – anunció gimiendo fuerte y enterró las uñas al sofá

-         levantó una de sus piernas y lo penetró más fuerte impulsándose hacia tu interior – Ahh ya casi, mi amorcito, aguanta – pidió él

-         ¡Aaah! ¡p-papi~! – dio un pequeño grito y arqueó la espalda

 

Él salio una vez más de su interior y se sentó sobre el sofá. Respirando agitado por el esfuerzo, como pudo acomodó a Kai sobre su cuerpo y lo penetró una vez más sujetándolo de las caderas. Un par de segundos después tenía a su esposo participando activamente de las embestidas moviendo sus caderas en sentido contrario a las suyas, mientras se entretenía mordiendo su cuello. Se mantuvieron así unos minutos más gimiendo y disfrutando del contacto de sus cuerpos, hasta que él se levantó del sofá enredando firmemente las piernas de Kai a su cadera y lo apegó a la pared comenzando a penetrarlo rápidamente. La inesperada acción de su esposo hizo a Kai gemir más fuerte mientras le arañaba el torso con las uñas de una de sus manos. Él lejos de inmutarse por eso comenzó a sacar su miembro lentamente casi hasta el tope y volviendo a introducirse dura y profundamente apegando las caderas de Kai a las suyas repetidas veces…

 

-         ¡Aaahh! ¡Papi, p-por favor, en serio no puedo durar mucho mas~!  - protestó Kai enterrando las uñas en la espalda de su esposo y mordiendo su cuello

 

Él también estaba en su limite por lo que aceleró las embestidas, y las hizo más profundas enterrando sus uñas en las caderas de Kai, logrando que tras un largo, fuerte y agudo gemido por fin se corriera entre los vientres de ambos. Aún así a él le faltaba un poquito más por lo que penetró fuertemente un par de veces más hasta terminar en su interior. Kai lo besó mientras intentaba regular su respiración siendo correspondido en seguida mientras lo embestían suavemente apretándole el trasero…

 

-         gimió sobre sus labios – P-papi ¿Vamos a la habitación? –propuso Kai

-         ¿No importa si hay una araña en la habitación? – preguntó

-         No importa, pero después la matas – respondió

-         Aun tengo ganas – lo siguió penetrando – ¿Lo sientes? – consulto

-         gimió mas fuerte – Sí, lo siento – contestó aferrándose a su cuello

 

Entre besos y pequeños gemidos él se dirigió a la habitación sin salir del interior de Kai, llevándolo pegado a su cuerpo como si de un koala se tratase, aferrado de brazos y piernas. A penas entrar en la habitación cerró la puerta como pudo y se sentó en la cama retomando las embestidas…

 

-         Creo que mañana no podré caminar – susurró y empezó a mover sus caderas de arriba hacia abajo

-         Mghh~, parece que no – le dio la razón moviendo sus caderas más rápido

 

Habían retomado sus ganas, siguiendo sus impulsos, dejándose llevar por los gemidos y la fricción de sus cuerpos. Kai empezó a gemir fuerte, y a acelerar el movimiento de sus caderas mientras contraía su entrada…

 

-         Ahhh~, amorcito, apriétame más, se siente rico – pidió apretando su trasero y embistiéndolo más profundo

-         Volvió a contraer su entrada moviéndose aun más rápido –

-         ¡Mghh, así monito, ahh que rico~! – contestó penetrando más fuerte

-         ¡Aah~! ¡P-papi rómpeme! – pidió contrayéndose y arqueando la espalda

-         levantó las caderas para llegar más profundo – ¡Ahhh~!, mi amor, que rico y calentito se siente~ ¡Mghh~! – gimió en respuesta

-         ¡Aaah! a-amor... Más, dame más - continuó pidiendo mientras le arañaba la espalda

 

Siguió obedeciendo las ordenes de Kai embistiéndolo sin cansancio mientras apretaba firmemente sus caderas recibiendo jadeos y fuertes gemidos como recompensa, entre uno que otro rasguño en su espalda. Cansado de esa posición dejó a Kai de espalda en la cama, separó sus piernas y empezó a penetrar más fuerte y rápido…

 

-         ¡Mghh, mi amor~! ¡Te adoro! Ahh, que rico~! – gimió él sin poder controlarse

-         ¡Aah~! ¡¡Pero que rico~!! – gritó Kai sintiendo ese miembro chocando insistentemente contra su próstata

 

Los gemidos no podían controlarse, tampoco el placer ni el ritmo que llevaban en las embestidas, todo se concentraba en la calidez de sentir sus cuerpos juntos. Rendido al placer Kai arqueó la espalda, limpiando en el proceso el hilo de saliva que empezaba a escurrir de una de las comisuras de sus labios. Ante esa imagen él ensalivo su mano y tomó el miembro de Kai empezando a masturbarlo, viéndolo retorcerse bajo su cuerpo. Detuvo un poco las embestidas y se limitó a observarlo; sus ojos entrecerrados, sus labios rojizos semi abiertos y sus mejillas sonrojadas. Le dio un pequeño respiro y retomó las embestidas de forma desenfrenada, escuchando un grito placentero por parte de su esposo, sintiendo también como su miembro era apretado a la vez que las uñas de Kai se enteraban en su espalda…

 

Con el pasar de los minutos las embestidas volvieron a ser más fuertes, profundas y rápidas, ayudándose mutuamente en el vaivén moviendo sus caderas. En una manera de recompensar tanto placer que estaba recibiendo, Kai enredó los brazos en el cuello de su esposo, lamió sus labios un par de veces y comenzó un suave beso que fue correspondido de buena gana por parte de él, sin detener ni disminuir en ningún momento las penetraciones. Luego de un par de embestidas especialmente fuertes Kai se separó del beso, gimiendo sobre los labios de su esposo mientras empezaba a acariciar su espalda, recibiendo una vez más una de sus manos sobre su miembro para masturbarlo al ritmo que llevaban juntos…

 

-         ¡Ahh… A-amor, no puedo más! – anunció Kai y a penas terminar su frase contrajo su entrada y terminó una vez más entre la mano de su esposo

 

En tanto él lo embistió solo una par de veces más e hizo lo mismo en su interior. Kai lo quedó mirando fijamente mientras regulaba su respiración, sintiendo como él se acomodaba en la cama sin llegar a salir de su interior y se limitó solo a abrazarlo…

 

-         Creo...Que hoy grité más fuerte de lo normal – comentó Kai, respirando agitado aun

-         le correspondió el abrazo - Shii, demasiado diría yo – respondió

-         Oye, amor – lo llamó entre risas

-         Dígame – puso atención 

-         Aun siento que estás un poco duro – susurró contra sus labios

-         ¿Y qué podemos hacer para solucionar eso? – susurró de vuelta comenzando a besarlo suavemente

-         Mmh – se separó un poco – Yo no sé – susurró y lo abrazó más fuerte

-         le dio un pequeño beso y se movió lentamente en su interior – Yo creo que ya fue suficiente, ¿No? – preguntó

-         Sí, ya no más...Mañana no caminaré – susurró

 

Se besaron y siguieron acariciándose un momento más, solo disfrutando del momento de contacto un poco más relajado, hasta que por fin entre beso y beso él salió lentamente del interior de Kai arrancándole un pequeño gemido que rebotó contra sus labios…

 

-         Te amo, papi – susurró Kai

-         También te amo, mi amorcito lindo – respondió

 

Kai sonrió feliz al no recibir protesta por parte de su marido al ocupar la palabra “papi” en su oración. Bostezando un poco se acomodó sobre su pecho mientras él lo tapaba con las mantas de la cama…

 

-         Hagamos tutito – propuso él

-         Kai asintió y le dio un beso – Buenas noches, amor – dijo volviendo a acomodarse sobre su pecho

-         Buenas noches – respondió él acariciando su cabello, viendo como poco a poco se quedaba dormido

 

A la mañana siguiente después de haber dormido de corrido a raíz del cansancio, él abrió los ojos y ahí estaba Kai aun durmiendo sobre su pecho, lo acomodó con cuidado sobre la cama y recordando sus palabras de miedo, se propuso buscar la araña que lo había asustado. Recorrió cada rincón del cuarto sin hacer ruido, levantando cosas y removiendo ropa, pero no encontró nada, frustrado volvió a la cama tras su búsqueda y se quedó boca arriba mirando al techo, escuchando los suspiros que emitía Kai al dormir, hasta que allí vio algo, justo frente suyo, arriba en el techo…

 

-         ¡Te encontré! – gritó despertando a Kai sin querer

-         Mhm… Encontraste ¿Qué cosa? – preguntó mientras se refregaba un ojo

-         La araña – informó parándose en la cama

-         Kai solo se escondió bajo las mantas de la cama –

 

Poco a poco se estiró con una almohada entre las manos y la aplastó contra la araña… Grande fue su sorpresa al sacarla. Se dio cuenta de que la araña era solo una pelusa, comenzó a reír con ganas lanzándose a la cama como un niño chico, haciendo saltar el cuerpo de Kai al lado suyo…

 

-         ¿De que te ríes? – preguntó Kai sacando solo los ojos de debajo de las mantas

-         Mira como quedó la araña – le dijo tendiéndole la almohada

-         Kai se enderezó en la cama y vio la almohada con la pelusa – Eso no es una araña – alegó

-         ¿Dónde estaba la araña? – preguntó él

-         Ahí arriba – apuntó el techo

-         Déjeme informarle, corazón, que su temida araña era ésta inocente pelusa – comentó

 

Al final no le quedó otra que reírse, después de todo esa noche el cuarto estaba a oscuras, demás que había sido una ilusión óptica. Sin embargo haya sido pelusa o no, lo que pasó en la sala no se lo quitaba nadie…

Notas finales:

<,< >,> Y eso pues

 

Ya sé que quedó horripilante ;__:

 

¡Intenté que quede decente, lo juro! 

 

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