-Uff...
Sunggyu dio un largo y cansado suspiro al tiempo que entraba a su habitación, había sido un día totalmente agotador, partiendo de que la noche anterior no había logrado conciliar el sueño a causa de algunos ruidos extraños y un tanto inquietantes que venían de la habitación de al lado, por la mañana tuvo que arreglar el lio que Sungyeol había armado diciendo que alguien se había robado sus galletas de animales y por ir a comprarle más se quedo sin desayunar, durante la tarde estuvieron grabando para ‘Weekly Idol’ y... bueno, digamos que no es el mejor lugar en el que podría estar, además de tener que soportar durante todo el día un fuerte dolor de cabeza por la falta de sueño, pero, gracias a esto los managers le permitieron volver a casa antes del final de sus actividades. Eran las 19:38, aún quedaban algunas horas antes de que los demás llegaran, por lo menos ahora podría relajarse.
Estiro sus brazos y se lanzo a su cama, hundiendo su rostro en la suave almohada, hace tiempo que no se encontraba solo, siempre estaba Woohyun o alguien más del grupo. Pero esta vez no era así, esta vez solo estaba él y su dolor de cabeza... Se dio vuelta quedando ahora recostado sobre su espalda, con la vista en el techo, miró el reloj sobre la mesa de noche para descubrir que solo habían pasado dos minutos desde que había llegado, faltaban cuatro horas aproximadamente para que llegaran los demás... era tiempo suficiente... ¿No?... Cubrió su rostro con sus manos apenado de las cosas que pasaban por su mente en ese momento, aún así, ¿Quién podría saberlo?... Estaba frustrado. Kim SungGyu estaba sexualmente frustrado. Como había dicho antes rara vez se encontraba solo, pero más infrecuente que esto eran sus oportunidades para ‘Desahogarse’, solo podía hacerlo cuando enfermaba y los managers lo dejaban en casa o cuando se aseguraba que Woohyun estuviera profundamente dormido, cosa que era difícil puesto que el menor siempre se quedaba hasta altas horas de la noche haciendo quien sabe que con su celular y el pobre hámster era vencido por el sueño antes que él.
-...Que sea rápido...
Se dijo a si mismo sentándose sobre la cama, dejando su espalda apoyada en el respaldo de esta. Cerró sus ojos tragando un poco de saliva al tiempo que sus manos lentamente acariciaban con movimientos circulares sus muslos, sintiendo como poco a poco la velocidad con que latía su corazón se aceleró en anticipación. Desabrocho sus pantalones para luego bajarlos y quitárselos por completo, ahora sus manos hacían contacto directo con su piel enviando pequeñas ondas de placer por su cuerpo cada vez que rozaba su entrepierna. En verdad había pasado demasiado tiempo desde la última vez que tuvo la oportunidad de hacer esto.
Su mano izquierda subió por su abdomen, colándose bajo la playera que llevaba puesta, llegando hasta uno de sus pezones, apretándolo ligeramente al tiempo que con el dedo índice de su mano libre delineo todo el extremo de su miembro por sobre su ropa interior, provocando que su respiración se agitara. La erección en su entrepierna ya era notoria y cada vez se hacía más dolorosa oculta bajo sus bóxers, así que se deshizo de estos a lo que un pequeño gemido escapo de sus labios al sentir el aire frío sobre su delicada piel. Humedeció sus labios ya secos por el constante jadeo y firmemente sujeto la base de su miembro.
-A-aah...
Echo su cabeza hacia atrás en éxtasis y sus caderas se levantaron un poco buscando movimiento, y sin hacerse esperar más comenzó a masturbarse con la presión y velocidad qué más le acomodaba. Pero aún no era suficiente. A pesar de que solo con eso se sentía bastante bien, quería más. Dejó de jugar con sus pezones e introdujo su dedo medio en su boca, lamiéndolo y succionándolo para asegurarse de dejarlo bien lubricado, separó sus piernas y algo inseguro bajo su dedo cubierto en saliva hasta su entrada, primero rozándola ligeramente para después lentamente hacer un poco de presión, introduciendo su dedo con cuidado. Su pecho se levantaba y se hundía, pequeñas gotas de sudor aparecieron en su frente y mordía su labio inferior reprimiendo sus gemidos, su mano diestra formo un anillo con sus dedos aumentando la presión en su miembro, haciendo que su cuerpo temblara en placer. Oh, cuanto necesitaba esto.
Pero de pronto recordó algo que le hizo parar en seco.
Quito su dedo de su entrada escapando un quejido de sus labios, se levanto y busco una pequeña caja bajo su cama. Sonrió al encontrarla y quito la tapa viendo que su contenido aún seguía intacto. Un dildo y un tubo de lubricante.
Con ambos objetos en sus manos volvió a sentarse en la cama. Separo sus piernas nuevamente y abrió el lubricante, aplicando la sustancia en el dildo y un poco en su entrada.
-N-ngh...
Se quejo estremeciéndose un poco al sentir la fría temperatura que tenía el lubricante. Tomó una bocanada de aire y acercó el objeto a su entrada, comenzando a introducirlo lentamente, sintiendo como sus estrechas paredes presionaban el dildo haciendo que entrara cada vez más. El dolor era casi insoportable, por suerte tenía guardado el lubricante o hubiera sido mucho peor. Acarició sus muslos otra vez en el intento de distraerse a sí mismo de aquel punzante dolor y casi sin notarlo el objeto estaba ya por completo dentro de él.
Se acomodo ahora recostado de espalda en la cama, espero un momento para relajarse, levanto sus caderas y empezó a sacar el dildo incrustándolo dentro nuevamente, aumentando la velocidad de a poco en suaves estocadas.
-Agh...N-nh...
Su cuerpo cada vez se estremecía más, y decidió buscar su próstata moviendo el dildo hacia los lados e intentando introducirlo incluso más adentro.
-¡A-ahí!...
Exclamo cuando por fin encontró el punto que le hacía llegar totalmente al éxtasis, y sin mover el objeto del lugar en que se encontraba encendió el vibrador enviando más ondas de placer a través de su cuerpo. Tomó su miembro con su mano libre comenzando a moverla hacia arriba y abajo, sintiendo que en cualquier momento llegaría a su orgasmo
Pero, de pronto la puerta de la habitación se abrió.
-¿W-woohyun?...
Es todo lo que Sunggyu logro decir, casi sin aliento al ver al menor en la puerta observándole aún sin creer lo que estaba pasando.