La música invadía todo el lugar, las luces lo llenaban todo la gente se enloquecía danzando al son de la música, en grupo, solos o en pareja, era tan individual y al mismo tiempo tan colectivo mientras levantaban sus copas de licor con gritos eufóricos en honor al anfitrión de dicha celebración.
Entre la multitud un joven rubio, bien vestido con traje italiano al gusto, abría camino para llegar hasta donde su amado, el anfitrión de la fiesta. En sus manos resguardaba un pequeño paquete mientras abría su camino, pudo salir de la multitud llegando a unas escaleras que dirigían hacia el segundo piso de la casa, suspiro profundamente se arreglo la corbata y tomo con firmeza el paquete mientras subía los escalones embozo una satisfactoria sonrisa de felicidad al saber que su novio cumplía ya la mayoría de edad. Al llegar al segundo piso se encontró con sus verdaderos amigos.
Un joven peli negro con pecas en su rostro lo saludo amablemente junto con otro tipo rubio también como el y contextura musculosa junto con mirada seria, pero esta no evitaba que no diera esa sensación apacibilidad. El rubio correspondió gustosamente con una enorme sonrisa y decidió seguir su camino entre la multitud, escucho como el pecoso le silbaba este volteo a míralo y solo observo como el pecoso le hacia una seña indicándole la dirección a cual ir sonrió un poco avergonzado y siguió su camino, caminaba por el pasillo lleno de gente con un poco de dificultad pero al final lo consiguió llego al bar.
Suspiro profundamente y sonrió mirando al frente su sonrisa fue disminuyendo a ver lo que presenciaba haciendo que el paquete cayera totalmente al suelo, lo único que pudo pronunciar antes de salir corriendo fue
- Kidd..
Al parecer el chico peli rojo que minutos antes se encontraba enfrente de la mirada del rubio no se percato de su presencia, pues parecía más interesado en el chico sentado sobre sus caderas que buscaba sus labios enloquecedoramente.
El joven rubio ahora lo único que deseaba era salir de aquel lugar limpio las lagrimas que empezaban a salir de su rostro, pasando cerca de sus amigos que se dieron cuenta de su estado se aproximaron a el para preguntarle lo sucedido pero solo recibieron un empujón por parte del rubio antes de salir corriendo, los dos chicos miraron desconcertados y no tardaron de entender lo que ocurría al escuchar la risa del peli rojo a unos metros atrás de ellos.
El rubio finalmente pudo salir de la casa, pudo suspirar profundamente antes de romper en llanto ahora desaceleraba sus pasos mientras prendía un cigarrillo y se dirigía a la playa en frente de sus ojos, era luna nueva el cielo estaba un poco oscuro siguió sin detenerse, llegando hasta unas escasas escaleras de madera que le comunicaban con la arena de la playa, se quito los zapatos y los tomo en manos, bajo los escalones y pudo sentir como la tierra se enterraba en los dedos de sus pies, miro al cielo parecía que fuera a llover el cigarrillo cayo de su boca en ese instante se escucho un trueno, antes de que las lagrimas fueran a caer de sus ojos una gota de lluvia roso su pálida mejilla y después sientas cayeron por su cuerpo empapándolo, sus lagrimas se fundían con la lluvia poco le importaba lo mojado que pudiera estar, solo sentía ese dolor en su pecho, deseaba deshacerse de el, cayó de rodillas cubriendo su rostro con ambas manos.
No se percato de que habían quienes lo observaban con mala intensión entre los gruesos soportes del muelle, esas sonrisas solo se perdían en la oscuridad.
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La lluvia cayó sobre el parabrisas del carro, un chico peli verde asomo su rostro por la ventana del carro sonriendo mientras el otro un poco mayor conducía preocupadamente, se escucharon sirenas de dos carros detrás de ellos con luces azules y rojas. La adrenalina aumentaba para aquel muchacho que no pudo evitar hacer burla a los autos atrás señalando su dedo índice mientras le sonreía burlonamente.
El otro se encontraba maldiciendo mientras veía a los otros por medio del reto visor con nervios, aumentaba la velocidad del auto con desesperación. Sin esperárselo la lluvia se hizo mas fuerte, las ruedas del carro tambalearon siendo incontrolable el manejo del móvil, sin esperarlo ante sus ojos vieron como chocaron con un poste por un momento su vida paso por sus ojos. Para fortuna de ambos el sistema de seguridad del auto no permitió que se hicieran daño alguno.
El sonido de las sirenas los despertaron de su trance apresurados salieron del vehículo hecho añicos, el humo que salía del motor del auto los hizo a ambos toser, el golpe los había confundido un poco, el mayor miro al menor y sin tardar empezó a reír, el otro ante su desconcierto hizo lo mismo al ver a su hermano.
Las sirenas de los patrulleros se escuchaban cada vez mas cerca, el chico peli verdoso se tensiono y vio al mayor un poco mas alto que el con su cabello del mismo tono, salvo que era mas arreglado y llevaba una cicatriz en uno de sus ojos, el mayor se puso un poco inquieto
- Creo que lo mejor es correr tu zoro ve hacia la playa yo tomare este camino
El menor asintió y ambos salieron corriendo hacia direcciones contrarias. El menor llego hasta el muelle y salto hacia la playa, estaba lloviendo y la marea parecía un poco enfurecida, siguió corriendo en la arena a toda prisa para prevenir ser capturado, la lluvia hacia un poco difícil su recorrido pero no paro de correr hasta estar completamente seguro de que nadie le seguía, baja sus manos a sus rodillas intentando de regular su respiración mira alrededor esta oscuro, nota que al parecer corrió hasta un barrio ostentoso, suspira pesadamente de repente escucha gritos de una persona pidiendo ayuda mira un poco desconcertado tratando de buscar el lugar de aquel llamado y apresura su paso de nuevo.
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El rubio aun se encontraba arrodillado en la arena con su rostro cubierto por sus manos, tres tipos se acercan a el sigilosamente no se percata de ellos hasta que siente como lo toma uno por sus piernas otro de las manos y como el ultimo lo mira amenazante con una navaja, lo llevan de esta forma hasta cerca de unas rocas, lo sienta bruscamente, uno de los tipos se acerca a el pasando la navaja por su cuello y le lame la mejilla, llegando hasta su odio
- Estas delicioso justo lo que buscábamos
Los otros hombre solo ríen y se acercan empezando a tocar sus piernas y partes intimas, el rubio cierra los ojos, esta temblando de miedo no sabe cómo reaccionar, teme por su vida, siente asco al ser tocado de esa manera, sus pensamientos lo invaden diciéndose a si mismo que se lo merece pues ese miedo no se compara con lo que alcanzo a sentir minutos antes, pero su mente parece reaccionar defensivamente sin proponérselo empieza a gritar a pedir ayuda aunque otro pensamiento lo llena de mas temor, nadie esta cerca todos están en la fiesta no lo pueden escuchar, se encuentra totalmente solo, esto lo lleva a gritar a todo pulmón. El tipo que lleva la navaja y empieza a molestarse por la actitud del rubio, lo voltea bruscamente quedando a espaldas de ellos y con el filo de la navaja aprovecha y rompe el pantalón, uno de los tipos al verlo en el suelo lo patea
- Cállate puta!
- Deberías de hacerle caso a mi amigo no vez que solo queremos divertirnos
El de la navaja empieza a tocar su pene, el rubio solo cierra los ojos aunque no le agrade lo que le esta sucediendo no puede evitar que su cuerpo reaccione, el de la navaja hace burla al percatarse
- Si te comportas como debes solo lo disfrutaremos todos verdad? Eso es lo que queremos asi que no nos enfurezcas zorrita
- Oh pero que vemos aquí
Los tres tipos se sorprenden al escuchar la voz que no pertenece a ninguno de ellos, se sobresaltan dejando al rubio de lado para atacar al contrario, este solo esquiva los golpes de los dos primeros y los tira al suelo, el de la navaja lo ve retándole, trata de apuñalarlo pero el chico lo esquiva placenteramente, aprovecha y le da una patada en el estomago dejándolo sin aire en el suelo, pasa a mirarlos con una mirada asesina que los toco infundiéndoles temor a los tres.
- Si no se largan los mato
Solo basto escuchar las palabras de aquel chico para que los tres tipos salieran corriendo con el rabo entre las piernas.
- Cobardes – mascullo el peli verde aproximándose al rubio que se encontraba temblando y su rostro oculto entre las rodillas
- Estas bien?- el peli verde paso una mano en uno de sus hombros logrando que el rubio se sobre saltase, le tendió la mano el rubio la tomo dudoso y le ayudo a levantarse
- Gracias – le dijo el rubio al estar totalmente en pie, el peli verde le paso una chaqueta para que se cubriera, la lluvia ceso entonces
- No tienes por que – el rubio le miro con ojos llorosos y empezó a llorar tomando su mano fuertemente
- Claro que si gracias muchas gracias – el peli verde supo que lo mejor era calmarlo asi que lo abrazo dejando que llorara en su pecho.
El tiempo paso hasta que el rubio logro tranquilizarse, busco los ojos de su rescatador, realmente era un tipo atractivo, fuerte ojos azabaches profundos, tez morena y tres pendientes en uno de sus orejas
- Ya esta mejor
- Um – afirmo con su cabeza luego se percato de que permanecía abrazado a aquel sujeto por ello se retiro rápidamente con un poco de nerviosismo y sonrojo
- Gracias – susurra
- Ya te lo dije no hay de que era unos cobardes, me alegra haber estado cerca ahora me tengo que ir
- Espera
El chico se voltea a verlo con curiosidad a lo que el rubio reacciona
- Tu chaqueta
- Ah eso toma – saca un papel de la chaqueta y escribe un numero telefónico se lo vuelve a extender el rubio lo toma
- Me puedes llamar y regresármela ahora si ten cuidado es mejor que vayas a la civilización o a tu casa quieres que te acompañe – el rubio niega con la cabeza
- Asi esta bien
- Bueno pero me llamas apenas llegues a tu casa para saber que estas bien – le sonríe
- Esta bien gracias
- Ahora si me voy – el rubio lo detiene
- Quieres que te acompañe? Lo mira con ternura el rubio se sonroja
- No no es eso no se tu nombre – mira la arena
- Me llamo roronoa zoro un placer y tu
- kuroashi Sanji
le sonrie y se aleja ante la mirada del contrario a la alejania le grita
- no olvides de llamarme sanji