Prólogo
Hola. Mi nombre es Choi Min Ho y tú me gustas. Sí, podía haber sido así de fácil, pero en las circunstancias en las que me encuentro es casi imposible que pueda decirle eso al castaño que está frente a mí. No, no piensen cosas extrañas como que me está mirando románticamente como en las películas, esperando a que yo de el primer paso; no, de hecho es todo lo contrario. Lo único que hizo fue decirme “¿Puedes moverte? Bloqueas mi casillero” con un tonito por demás condescendiente, típico de una diva. Espera impaciente a que yo me corra, mientras tanto yo quedo embelesado con sus finas facciones y sus ojos hermosos, él es Kim Ki Bum el todopoderoso, y de hecho no le queda mal el apodo, simplemente él pude hacer de TODO, y no miento. Baila como los dioses, canta hermoso, creo que sabe un poco de costura y hasta cocina. Cómo me gustaría poder dejar de tener esta cara de bobo, reaccionar y decirle lo que hace mucho tiempo tengo planeado confesarle. Pero su cara, sus muecas, su todo me hacen desistir, porque para él… yo no soy más que el chico del casillero de al lado, el chico menor, que va en otra clase.
Tiene un único amigo, o eso es lo que creo, que es con el que más se le ve, y es otro con aires de grandeza mal infundada, un altanero sin igual. Se cree la gran cosa porque es del prestigioso club de canto: él es el mejor, el favorito del maestro. Sé, de muy buena fuente, que está enamorado, o gusta, de Key (es como le dice ese tipo, él es el único con el derecho. Suertudo) y se lo hace notar. Lo cruel de todo este asunto es que la diva le sigue el juego y lo seduce, frente a mis ojos y yo no puedo hacer nada porque estoy seguro que ni sabe de mi existencia. Bueno, del tipo del que les hablaba… su nombre es Kim Jong Hyun y todas las chicas de su grado, grados superiores e inferiores andan tras sus pasos de niño coqueto. Claro, es un buen cantante (el mejor de la generación, según todos los maestros vocales del instituto), buen bailarín y aparte es tremendamente apuesto, tengo que reconocerlo, tampoco soy tan amargado. Pero, digo yo, teniendo tantas pretendientes ¿Por qué se tenía que fijar en un hombre, que justamente era su mejor amigo? Creo que es simple de responder: Key es irresistible, y además no se comporta tan antipático con él, de hecho cada vez que puede se le insinúa. ¡¿Pero por qué?! Es lo que yo me pregunto, siendo que yo soy un excelente cantante, al igual que él, bailo bien, soy modelo y aparte no soy un presumido, seré algo celoso pero eso no cuenta, soy mucho más guapo que Jong. Tengo un apodo tierno, puede decirme Keroro y no me enojaré.
- ¿Eres sordo? Bloqueas mi casillero, vamos que no tengo toda la vida para esperarte – sus comentarios siempre terminan hiriendo mi autoestima, tirándola al basurero, lo que más me enfada es que él no se da cuenta de que tiene un excelente partido frente a él y que podría hasta enamorarse perdidamente de mí (vamos, que tengo que levantarme un poco el ego también). Y yo aún no logro encontrar las palabras justas para entablar una conversación decente con él. Me pone nervioso, todo de él me pone nervioso.
- Me llamo Choi Min Ho.
- ¿Y eso me interesa? – me contestó. Con ese tono se bloqueó mi cerebro y ya no pude decir nada más, me corrí de la puerta de su casillero y abrí el mío simulando buscar algún material olvidado entre mis pertenencias. Encontré mi celular, eso es algo. …l se desenvolvía, irradiando esa sensualidad que le pertenece solamente a él, me había quedado mirando con cierta prepotencia, me examinaba de pies a cabeza y eso me ponía nervioso, finalmente sacó un cuaderno Calipso de su cubículo, cerrando la puerta de metal y mirándome fijamente. Se apoyó en la pared de casilleros, hacia mí, y yo quedé helado, nunca antes me había mirado tanto y tan detenidamente. – A propósito, Choi Min Ho ¿Te he visto en algún otro lado? – me preguntó, un poco más simpático, pero sin dejar de lado esa altanería que lo caracterizaba.
- Pues, a menos que hayas ido a algún partido de la selección, no creo. – confieso que esperaba con ansias su respuesta, si me había visto jugar significaba que por lo menos se habría fijado en mí, que soy el goleador estrella del equipo, si no… pues no se interesa siquiera en los deportes o más importante, en mí.
- Ah, tu eres ese chico. – asintió, como recordando el suceso – tú eres el chico que anotó al último minuto de un partido a beneficio, Jjong me obligó a ir, pero finalmente estuvo entretenido. – asentí a causa de que había quedado completamente embobado con la dulce voz que había utilizado, soy yo o ¿es amable conmigo? Por Dios, esto debe ser un golpe de suerte. – Me tengo que ir, que pases buena tarde Choi Min Ho, debo buscar a Bling que me espera. Adiós.
- A-Adiós – levanté la mano, aunque él no lo vio, se fue con la indiferencia con la que había llegado. Estaba completamente perplejo, ¡Kim Ki Bum me había hablado! Y por demás muy simpática y dulcemente. Aah, su cara, su sonrisa y esos ojitos pequeños y curiosos, tales como los de un gatito. Todo de él me encanta, salvo el hecho de que prefiera a ese Jong Hyun que a mí.
Flaming Charisma.