Detiene su auto por la luz roja, estira su cuello al instante en que mira a los peatones cruzar la calle, era un día soleado y llevaba todos sus vidrios abajo, una estrepitosa risa llama su atención. Le era muy conocida y casi irritante.
Se sorprende notoriamente al verla, dos chicas… una muy conocida para ella, más la otra no tanto. Ambas iban de la mano, aquella que conocía estaba muy cambiada de la última vez que la vio, llevaba sus cabellos negro muy cortos, su ropa le daba una apariencia muy andrógina, mas no se veía mal. La otra joven llevaba el cabello largo y su flequillo tapaba parte de las gafas negras que llevaba, era delgada, casi sin gracia. Se sorprende a verlas tomada de la mano, como si de una pareja se tratase. Abre sus ojos aún más al verla besarse al llegar al otro lado de la calle y separarse cada una por distintos caminos.
Los autos detrás de ella comienzan a hacer sonar las bocinas, y apresura en partir, aún estaba sorprendida, estaba más que segura que Selene, aquella chica que conocía y había visto besar a la otra joven desconocida, era la pareja de su amiga, Nefer.
Caminando por la calle, vi a tu hombre por casualidad (sí lo vi)
Mi corazonada resultó ser cierta. (Te lo dije)
Sin el anillo que le obsequiaste, abrazándola a ella...
Mejor dejaré de hablar (no quiero herirte).
Sube a su departamento al tiempo en que aquella imagen seguía en su cabeza, sabía muy bien que ambas estaban juntas, por lo mismo había dejado de luchar por aquella rubia que robo su corazón desde la primera vez que la vio. Las horas pasaban y no podía concentrarse en sus estudios, Nefer no podía ser engañada de aquella forma. Era verdad, la rubia había elegido a la otra joven, más era su amiga, no podía dejarle de aquella forma.
Decide darse un baño y relajarse, tratar de encontrar las palabras aptas para poder decirle aquella noticia, no deseaba dañarle, pero tampoco ocultarlo y después verle sufrir, lo mejor era acabar con todo de inmediato, no? Cierra sus ojos mientras el agua limpiaba su cuerpo, debía tomarse el valor y llamarle.
Luego de vestirse con su ropa de dormir, decide llamar a su amiga, quien normalmente estaba conectada conversando por alguna red social o simplemente escribiendo algunas historias para publicarlas en algún foro o sitio web.
- Anthy… como estas?- detiene su respiración al oir la suave voz de su amiga, se notaba animada.
- Nefer, necesito decirte algo importante…- calla unos segundos y toma aire… debía decírselo.
Pero estás molesta conmigo. (¿Por qué?)
Dijiste: "Él definitivamente no es ese tipo de persona" (Claro, tienes razón)
Miré a tus ojos y te dije: "Sí, me equivoqué"
Sí, estoy mintiendo por ti. (Lo siento)
La reacción de su amiga era la que esperaba, le había cortado el teléfono sin oportunidad de haberse disculpado por haberle dicho aquello. Por más que le dijese la verdad aquella rubia no le creería.
Se acuesta y cierra los ojos, aún recuerda como fue aquella conversación…
“- por supuesto, dime que sucede?- sonríe levemente. Sabía que había preocupado a la rubia, no era que lo disfrutase, más le gustaba saber que se preocupaba por ella, que a pesar de ser solo amigas, Nefer siempre le daba cariño.
- hoy vi a Selene- murmura comenzando a dudar si era lo correcto el decirle. Se le oía muy feliz- junto a otra chica…- termina la frase escuchando una leve sonrisa por parte de la risa
- Hoy tenía trabajo, debiste verle con su compañera de trabajo…- Anthy suspira algo frustrada- acaso Selene te vio y te dijo algo malo?- calla unos segundos, para nadie era desconocido el odio que existía entre ambas.
- no, no es eso…- siente como la rubia calla esperando una respuesta, debía hacerlo, no dilatar más aquella noticia- la vi de la mano junto a la otra chica, como si fuesen pareja
- debió ser su amiga, son muy cercanas- aprieta sus puños al sentir la respuesta tan relajada por parte de aquella joven
- Nefer, las vi besándose…- siente como la rubia contiene la respiración, casi podía imaginar su rostro, sus ojos verdes complemente abiertos, dejando en claro su sorpresa
- Anthy… debiste confundirte- la voz de Nefer era gélida, podía notar su molestia
- yo de verdad les vi, por eso me extrañe y decidí llamarte- corta su relato al sentir como su amiga tosía- puede que tengas razón Nefer…- siente la respiración de su amiga, sabía que no el diría nada por unos minutos, aun sentía su molestia- puede que yo…- calla abruptamente al sentir como la línea era cortada, al parecer la rubia se había molestado por aquel comentario. Mas no le había mentido, le llamo porque estaba preocupada, no quería que jugaran con ella.”
Te odio por no entender lo que estoy diciendo. Odio esta espera.
Termina con él
Cuando estás triste, siento que me estoy muriendo...
Abre nuevamente sus ojos negros y observa hacia un costado, su teléfono como brillaban con luces moradas y el ringtone que tenía para Nefer comenzaba a sonar. Nota que era un mensaje, luego de leerlo suspira con frustración. Amaba a esa rubia, pero su terquedad le colmaba la paciencia.
Al día siguiente se juntarían todo el grupo de amigas y le vería, tan solo esperaba que no llevase a Selene, el ambiente siempre era tenso por aquel motivo.
¿Qué he hecho menos que ese hijo de puta?
¿Por qué no puedo tenerte?
Ese hijo de puta no te quiere
¿Cuánto tiempo más vas a llorar tontamente?
Decide dormir, más un mensaje muy antiguo le trae unos recuerdo. Era mensaje de años atrás, mas podía leer en él, el dolor que sintió la rubia en aquel momento.
“Estoy llorando al pensar en esta separación” aquel mensaje le fue enviado cuando Selene termino la relación por unos motivos que nunca tuvo interés en conocer, pero aquel dolor que le fue provocado a la rubia si lo podía sentir, pero Selene volvió y pidió perdón por la separación y fue perdonada por la rubia. Aquello le molestaba.
Luces feliz cuando estás hablando con él (Luces feliz)
Te ves bien porque estás sonriendo. (Soy feliz)
Tú de verdad lo amas, quieres estar con él para siempre,
Confías en él completamente. (No sé qué más decir).
Estaciona su auto en el departamento en donde seria aquella junta, da solo unos pasos y ve como la rubia se baja de un auto completamente negro y bastante elegante, quien abría la puerta de la rubia era Selene, podía verla vestida completamente de negro, destacando su nívea piel, tan blanca como la de Nefer, quien vestía un jeans azul oscuro y una blusa blanca. La ve sonreír abiertamente ante un comentario dicho por aquella chica, mientras se acercan y se besan dulcemente.- Aprieta sus puños, el día anterior había besado a otra de la misma manera, no quería seguir presenciando como su amiga era engañada por lo que decide interrumpir. Camina decididamente y tose disimuladamente ante de hablar.
- Nefer…- la rubia se separa y nota como se sonroja al verle- que bueno que has venido…- se acerca sonriendo y la besa en la mejilla.
- no me perdería el verlas…- comenta la rubia mirando a Selene de reojo, sus ojos verdes brillaban, su sonrisa era amplia e iluminaba su rostro. Se veía tan feliz, tan tontamente enamorada y feliz. Definitivamente no quería acabar con esa sonrisa.
- lástima que tengas que estar tu presente- Anthy mira a los ojos a Selene, de quien había salido aquel comentario- Si tu no estuvieras, hasta yo podría quedarme- nota como Nefer acaricia el rostro de la chica y la besa nuevamente
- ustedes no pueden llevarse bien, ni siquiera una vez?- murmura quitando importancia a aquel comentario. Anthy solo suspira, cuantas veces Nefer había interpuesta su relación antes que sus amigas.
Tus amigos, todos sabemos de él. (Sí, ellos saben)
Todo el mundo lo puede ver, pero ¿por qué tu no?
Por favor, te estoy rogando termina con él.
Dicen que el amor es ciego, oh nena, tú estás tan ciega
Realmente espero que tú seas parte de él.
- Así que estás pensando en publicar un libro?- Nefer asiente mientras bebe un refresco, la visita estaba totalmente amena, todas habían llegado a la hora y estaban aprovechando de colocarse al día en todo tipo de noticias. Siente una mano en su espalda y voltea y se topa con la seria mirada de Ryoko, le toma del brazo y la saca de la habitación, en donde Nefer conversaba con más chicas.
- que sucede?- Anthy se suelta del agarre de Ryoko y mira hacia la otra habitación, en donde se podía escuchar las risas de todas por algo comentado por la rubia
- ayer vi a Selene con otra chica- Anthy se sorprende- fueron a la cafetería en donde entre a trabajar hace solo una semana- podía sentir la preocupación en la voz de Ryoko, mezclada con rabia
- estas segura de que era Selene?- Anthy mira disimuladamente hacia la puerta y se acerca a su amiga, bajando el tono de su voz- ella te vio? Te reconoció?
-no…- calla unos segundos- la verdad quien compro los cafés era su acompañante
- que te hace pensar que era otra chica, podrían ser amiga, no crees?- pregunta defendiendo a quien odiaba, pero podría haber sido todo un error.
- a una amiga no le digo “mi amor”, no crees?- pregunta frunciendo el ceño- debemos decirle a Nefer…- Anthy niega con la cabeza
- no debemos decirle nada a Nefer…- nota como Ryoko se sorprendía y palidecía poco a poco, lentamente voltea y mira a la rubia, la cual se acercaba hacia ellas
- Que no pueden decirme?- pregunta la rubia sonriendo- acaso es una sorpresa?- Anthy sonríe disimuladamente y mira de reojo a Ryoko
- Si, es que deseamos hacer algo más tarde- miente descaradamente ante la sorpresa de Ryoko- pero es una sorpresa Nefer, vuelve con las demás- la rubia sonríe
- ok!- toma su móvil- llamare a Selene para decirle que estaré mas con ustedes.- Anthy se sorprende al ver como Ryoko tomaba el móvil de la rubia dejándola sorprendida
- no!- dice muy molesta, Anthy le toma del hombro más se suelta- debo decirte algo, Nefer…- la rubia la mira muy seria, le había molestado aquella acción tan violeta de quitarle el celular, si lo necesitaba, tan solo debía haberlo pedido.
- ok, pero entrégame mi celular, por favor Ryoko- la rubia recibe el celular y espera que su amiga hablase, mas Anthy trata de impedirlo sin resultado.
- Ayer vi a Selene junto a otra chica…- el rostro de la rubia mostro al instante clara señal de enojo, sus ojos verdes estaba opacos, se había cruzado de brazos.
- es una broma?- la rubia mira a Anthy quien baja la mirada- no te basta con llamarme anoche para esto, si no que convences a las chica de que me digan aquello?- voltea y marca un número, ambas escuchan como le pide a Selene que la venga a buscar inmediatamente, que deseaba irse.
- Nefer…- la rubia voltea ante el llamado de Ryoko- yo llame a Anthy para contarle, nunca supe que ella ya te había dicho la verdad- la rubia se acerca a ambas chicas, sus pasos eran fuerte y su mirada intimidante
- ella no me engaña, ella me ama- mira a Anthy- basta de esto, ok?- se dirige a la sala en donde se despide de todos y toma su cartera. Tanto Ryoko como Anthy deciden seguirla y hacerle entender que no era una broma. Bueno, solo Ryoko lo hacía, ya que Anthy solo siguió a su amiga porque deseaba aclararle que ella no había dicho nada.
- Nefer entiéndelo…- la rubia se baja del ascensor, habían llegado al subterráneo, en donde Selene ya debía estar llegando a recogerla.
- Ryoko no hay nada que entender!- grita muy molesta- Selene no me engaña, por favor tenlo claro!
- ok, es tu problema el ser tan ciega!- Anthy nota como Ryoko se devolvía al ascensor para subir al departamento, mientras que la rubia se alejaba. Opa por seguirla y aclararle todo.
- Nefer!- la rubia se detiene y mira a su amiga
- Anthy por que hacerme esto?- nota que su amiga, aquella chica que le había robado el corazón le miraba con resentimiento.
- yo no le dije nada a Ryoko- aclara tomando la mano de la rubia entre las suyas- te juro Nefer, yo no dije nada, ella dice haberlas visto- la rubia frunce el ceño
- aun sigues con la convicción de que la viste besando a otra?!- se suelta del agarre de las manos. Anthy cierra sus ojos y suspira, no quería que aquella joven sufriera, pero prefería que sufriera por la verdad rápidamente a sufrir más adelante.
- Nefer, de verdad se besaron, actuaban como pareja, era ella… Era Selene, porque no lo asumes!?- exclama dejando de escapar todo la rabia reprimida- Por qué no asumes que Selene te engaña!? Que debes dejarla! Hay más gente que ella Nefer…- se acerca y le acaricia la mejilla- Selene no es la única en este mundo…- una fuerte bocina hace que la rubia se aleje. Anthy aprieta sus puños al ver como Selene se baja del auto muy molesta y tomaba a Nefer del brazo.
- Vine por ti mi amor…- le toca la mejilla y la besa en los labios- vámonos…- la rubia se marcha sin mirar a Anthy, estaba molesta… estaba muy molesta.
Coche costoso, ropa bonita y un restaurante de lujo
Todo eso encaja bien contigo, pero ese bastardo no encaja contigo.
Sonriendo con mentiras y tocando tus mejillas
Piensa en otra chica de seguro. ¿Cómo se atreve?
La cantidad de lágrimas que has llorado
Es la cantidad que quiero hacerte feliz, baby.
Por favor, comparte tu dolor,
Debes sentirte sola baby, por favor mírame...
¿Por qué no sabes que tu amor es mío?
¿Por qué solo tú no sabes...?
Anthy nota como su amor no correspondido se marchaba dejándola completamente sola en subterráneo. Se aleja unos pasos al ver como Selene pasaba junto a ella en el auto, casi atropellándole.
- No la vuelvas a tocar…- murmura partiendo el auto rápidamente, sin darle una oportunidad de responder a aquella advertencia. Sentía su sangre arder, como era posible que la rubia siguiese tan ciegamente enamorada de alguien como Selene. Tan fría y apática. Podía imaginarse como trataba a Nefer y como trataba a aquella otra chica, la amante. Como era posible engañar a alguien que daba todo como Nefer, como esa chica no podía aprovechar aquel amor que tanto deseaba. Suspira, por mucho que lo deseara no podía hacer nada para separarlas, la amaba. Amaba demasiado a Nefer como para dañarla, como para romper su corazón. Sabía que en cualquier momento la rubia descubriría que estaba siendo engañada y a decir verdad prefería que se diese cuenta por sí misma, no quería romperle el corazón. Más no entendía, como podía confiar en alguien que le engaño en tantas ocasiones en el pasado, que le hizo llorar no una, no dos, si no muchas veces. Y no confiaba en ella, quién siempre le apoyo, le brindo una mano de ayuda, brindándole un soporte para colocarse de pie. Al parecer aquella no era de importancia para su querida amiga.
Se detiene frente al ascensor y presiona el botón para poder llegar al departamento a buscar sus cosas, lo más seguro es que Ryoko le haya contado a todas sobre lo sucedido, suspira.
¿Qué he hecho menos que ese hijo de puta?
¿Por qué no puedo tenerte?
Ese hijo de puta no te quiere
¿Cuánto tiempo más vas a llorar tontamente?
continue...