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True Love por Shinigamysan999

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Notas del capitulo:

¡Buenas! Hacia tanto tiempo que no subía un fick que estaba nerviosa.(Solo un poquito)La verdad es que este fick ya lo tenía en marcha desde que escribí mi anterior historia de One Piece. “En una accidentada huida” Yo como siempre haciéndome publicidad y eso. El caso es que a mi querido ordenador se le ocurrió morir y perder su memoria con TODAS mis cosas. Y tuve que reescribir bastante, lo que me dio bastante pereza, pero me propuse hacerlo para antes del verano, y aquí está.

La historia, como ya habéis leído en el resumen es una aventura más de los Mugiwara, se situaría antes de Water 7, ya que Merry aun está y faltan super Franky y Brook. Y no quiero decir nada más porque prefiero que seáis vosotros los que lo descubrais. Así que voy a dejar de hablar ya. Un saludo a ti, si a ti, que me estás leyendo y muchas gracias por darle una oportunidad.

Bueno, antes que nada debo aclarar que One Piece le pertenece a Eichiro Oda (Este tío es la leche, no deja de impresionarme) y yo tan solo escribo con los personajes que él ha creado para pasar un buen rato y darles un poco de mambo. Sin ningún ánimo de lucro ni nada. =)

 Amanecía una tranquila y agradable mañana en el barco de los Mugiwara, sol reluciente  y l mar en calma, ¿Quién podría pedir más? Los tripulantes de los  “sombrero de paja” disfrutaban de aquel maravilloso día;  Sanji preparaba un excelente plato mientras le echaba un ojo a Robin, quien estaba leyendo un libro dejando que el sol bronceara su piel. Cerca de ella, Usopp contaba una de sus historias a un sorprendido Chopper, que miraba al muchacho con la boca abierta. Apoyado en la barandilla, Zoro no hacía otra cosa que dormir. En el interior del barco Nami  dibujaba un nuevo mapa y en la proa, Luffy miraba el horizonte desde su lugar preferido de la carabela, la cabeza del Merry.

Reinaba la paz,  hasta que…

 -¡Tierra a la vista! ¡Por fin! ¡Hemos llegado!-Gritó Usopp.

 -¿Ya, tan pronto?-Preguntó Chopper, tanto sorprendido como emocionado, dando pequeños saltitos.

-Imposible…-Susurró Robin.

Luffy  gritaba y saltaba de un lado a otro, aunque nadie le prestó demasiada atención, ya que acostumbrados a este tipo de reacciones, no  sabían con exactitud si el júbilo de su capitán se debía a la llegada de la nueva isla, al aroma de nuevas aventuras o simplemente  estaba feliz, era un misterio que ya habían desistido en averiguar.

-¡Jajajaja! ¡Os he engañado a todos! Al igual que engañe a Harloke el salvaje y a sus 129’5 hombres del país de Belartelandia ¡Jajaja! Nadie puede con el capitán Usopp, rendiros todos ante mí. ¡Jajaja!

 

¿Eh?

Usopp se dio la vuelta sintiendo una demoníaca presencia tras él. A sus espaldas  Zoro le esperaba con Yubashiri desenvainada y dispuesta a atacar.

 

-¿Me has despertado…por… esto?-Gruñó el espadachín con los ojos llenos de furia.

 

Al mentiroso se le pusieron los ojos en blanco, y cayó al suelo, inconsciente.

El filo de la espada del ex caza-recompensas se acercaba con fuerza hacia el moreno, pero una fuerte pierna negra se interpuso entre las dos figuras.

-¡Pero qué haces marimo! ¿A caso quieres acabar con él?-Gritó Sanji, con su característica ceja encorvada, mientras mantenía el equilibrio sobre una sola pierna.

-¡No te metas cocinero de mierda! ¡A empezado él!- Contestó el espadachín, enfrentando al rubio.

-¿Se puede saber que pasa aquí? ¡Con este alboroto es imposible concentrarse!

 

Se acabó la calma.

 

Nami se iba abriendo paso hasta el núcleo de la disputa, con los ojos como fieras, mientras apretujaba un papiro lleno de tinta con su mano derecha, uno de sus mapas.

-¡Malditos bastardos! ¿No podéis estar ni un momento en silencio?-Gritó con rabia, dando a entender que no estaba para bromas.

-Nami-swaaaaaan! Sería un gran infortunio que malinterpretaras mis nobles intenciones- comenzó a hablar Sanji- Yo jamás interrumpiría tu concentración, mi bellísima pelirroja, yo solo quería evitar-colocó una mano sobre su frente, mientras que con la otra agarraba la muñeca de la pelirroja,  dramáticamente.- una catástrofe.

-Chs…como si pudieras-murmuró Zoro.

-Quita-Nami retiró la mano de Sanji- Zoro, ¿Has sido tú?-dijo, volviendo su mirada hacia el excazarrecompensas.

-¿Es una amenaza?-contestó el peliverde.

-Namiiiiiiii…sálvame-murmuraba Usopp mientras se abrazaba a la pierna de la navegante.

-¡Zoro castigado! Ayudarás a Sanji en la cocina durante esta semana.- Dijo la muchacha, apuntándole con el dedo, no admitiendo réplicas.

-¿Y quién eres tú para darme órdenes? No recuerdo haberte aceptado como mi capitana, ni nada por el estilo. –Contestó el peliverde, con los brazos cruzados.

-Te recuerdo que aun me debes  15000 berrys.-Dijo Nami,  mientras su rostro cambió por completo, a una sonrisa forzada. Y no sabes lo caro que es este papel, ¿Verdad? Más la tinta derramada, más los intereses, más el IVA, que acaba de subir…

-Ajiajiajiaja-El capitán no dejaba de reír, Luffy  no tenía remedio.

-Grrrrrrrr maldita bruja, se cree la reina del mundo…Zoro se retiró murmurando hacia la cocina.

 

Al llegar, el espadachín se sentó  sobre uno de los bancos, apoyando los pies sobre la mesa y esperando la llegada del rubio, a regañadientes. Ya se estaba quedando medio dormido, cuando el rubio apareció por la puerta.

 

-Te parecerá bonita la que has liado, marimo. -Dijo, encendiendo un cigarrillo.

-Empezó él.-Contestó, simplemente.

-¿Para tanto ha sido?-Pregunto Sanji, por curiosidad.

Zoro le miró directamente.-Fue un buen sueño.-Esbozó una sonrisa de lado.

-Bueno, es igual, lo hecho está hecho.- Dio una calada y expulsó el humo -Ayúdame a  preparar la comida- dijo señalando las verduras sin preparar sobre la repisa.-Y tranquilo, vengo en son de paz-Añadió al observar el ceño fruncido del espadachín.

Zoro se acercó cogiendo un cuchillo afilado, apartando el primer vegetal, y comenzó a partirlo con brusquedad, dejando prácticamente toda la carne en la piel de la verdura y unas pequeñas formas irregulares sobre la encimera.

-Marimo…no puedes hacer nada bien- afirmó Sanji sonriendo divertidamente.

-¡Cállate! A mí no se me dan bien estas cosas.-contestó el espadachín, un poco avergonzado.

-No te preocupes, es muy fácil.

 

Sanji apagó el cigarro y se acercó lentamente a él, se colocó detrás del espadachín, pegando sus cuerpos y sujetando con sus propias manos las del peliverde. Así, empezó a realizar aquella tarea  tan cotidiana para un cocinero experimentado como él, pero está vez, guiando las manos del peliverde en el proceso.

Zoro, algo sonrojado por la sorpresa, desvió la mirada hacia la derecha, donde en ese momento se encontraba la cabeza del rubio, y se detuvo a contemplar la fina y blanca piel de su rostro, sus marcados rasgos y ese travieso mechón rubio que no le dejaba mirar las cejas de las que tanto se burlaba.

Sanji, por pura inercia volvió su cara hacia la del espadachín, sin detener su tarea, cercionándose de que aquella era la primera vez en la que sus rostros se encontraban tan cerca, se quedó perdido en aquellos ojos negros, tan profundos.

Zoro también se detuvo en los ojos del cocinero. Sus rostros se acercaron levemente mientras el cocinero comenzó a cerrar los ojos suavemente.

 

-Tsss, ahhh!

 

La atmósfera se rompió en añicos.

 

-¡Lo siento!-Gritó Sanji, sacando el cuchillo recién clavado de la mano del espadachín.

-Maldito cocinero, ¡Presta atención a lo que haces! ¿Acaso quieres matarme?-Contestó Zoro mirándose la nueva herida.

-Ya te he dicho que lo siento, además… ha sido culpa tuya, siéntate.-Se excusó el rubio.

-¿Cómo que culpa mía?, ¿En qué te basas para decir eso?-Preguntó Zoro, frustrado.

-Da igual, es culpa tuya y ya está. Siéntate.

 

Zoro se sentó en la silla más próxima a él. Sanji se acercó, de frente.

-Tranquilízate, ya lo arreglo.-Dijo, como justificando la acción que estaba a punto de hacer.

Sanji se arrodilló, frente a un Zoro cada vez más sonrojado, y se humedeció los labios. Agarró la muñeca herida del espadachín y comenzó a pasar suavemente su lengua sobre ella. Zoro apartó la mano, acto reflejo.

-¿Qué estás haciendo cocinero pervertido?-Preguntó, exigiendo una explicación.

-Idiota, la saliva desinfectará la herida.-Contestó Sanji.

-Idiota, tampoco me voy a morir desangrado, he tenido heridas peores.-Contestó desviando la mirada.

-No me gusta tener deudas pendientes.-Se justificó el rubio.

 

Zoro suspiró, estaban hablando en el mismo idioma, y volvió a apoyar su mano sobre la rodilla. La lengua del rubio volvió a surcar la herida del peliverde, lentamente,  mientras jugueteaba con los nudillos y se deleitaba con el sabor metálico de la sangre de Zoro.

Ante aquellas atenciones el pobre Zoro no podía más que dejarse hacer, mientras, no pudo dejar de mirar hacia el rostro relajado del cocinero, y estuvo tentado, sin saber muy bien porque de acariciarle el cabello. Aunque se contuvo. Más abajo, los tres primeros botones de la camisa de Sanji, desabotonados, dejaban al espadachín vislumbrar parte del blanco pecho del cocinero.

 Poco a poco su entrepierna comenzó a reaccionar, el peliverde intentó calmarse, pidiendo al cielo que el rubio no se diera cuenta, pero en ese momento se oyó un fuerte ruido, seguido de un grito.

 

-¡Sanji!, ¡Zoro! ¡Salid ahora mismo!- La voz de Nami atravesó la puerta inundando la estancia.

 

Sanji  terminó vendando la mano de Zoro, murmuró un “listo” y guiñándole un ojo a Zoro abandonó la sala. El espadachín lo siguió.

 

Al salir a la superficie no había ni rastro de la soleada y apacible mañana, el cielo había ennegrecido y caían chuzos de punta.  Bajando la mirada se encontraron con una terrible serpiente marina de 7 cabezas que rodeaba al Merry por todos los lados. El resto de miembros intentaban hacerle frente, cada cual luchando contra cada una de las extremidades del monstruo.  Sanji no dudo en hacer frente a una de las cabezas, mientras que Zoro, simplemente se quedo quieto, mirando el vendaje que Sanji le acababa de realizar, pensativo.

 

-¡Esa parece ser la jefa!-Gritó Chopper señalando a la cabeza más grande, antes de que esta se abalanzase sobre la mesana del barco.

 

-¡Merry!-Gritó Ussop, preocupado.

 

Los gritos sacaron de su ensimismamiento al espadachín, quien haciendo honor a su título, desenvainó su trío de espadas y rebanó la cabeza de la hidra de un solo tajo, aterrizando esta en proa. Acto continuo el resto de cabezas se hundieron de nuevo entre las aguas del mar. La calma volvió a reinar en el cielo. Zoro se tumbó en el suelo y se dispuso a dormir.

 

-Bufff…ha faltado poco-Comentó Chopper.

-Parece que ya tenemos cena.-Sonrió el rubio, acercándose a la cabeza recién cortada y encendiéndose un nuevo cigarrillo.

-¡Cenaaaaaaa!¡Cena! ¡Cena!-Gritaba Luffy, de un lado a otro.

-Pobre Merry… ¡Maldito bicho!- Murmuró Ussop.

-¿Qué es eso?-Preguntó Nami, sorprendida.

 

La arqueóloga desplegó sus manos fruto de su Hana hana no mi, y arrancó uno de los colmillos de la criatura, pasándoselo a Nami. La navegante desenvolvió lo que parecía un papiro viejo y arrugado.

   

                                  v l       e u

                                        .

                                     .  .  .                  A: 1´0

                                  .     .     .                   2'1   

                               .        .        .                 

                           .            .           .

                        .   .    .   .  .  .  .  .   .  .

 


  

-Vleu…-murmuró Nami, pasando una mano por el pergamino.

-¿Vleu? Repitió Robin, acercándose.

-¡Vleeeeeeeeeeeeeeeuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!- Gritaba Luffy.

-¿Robin?, ¿Sabes lo que es?-Preguntó Nami curiosa.

-¡Vleeeeeeeeeeeeeeeeuuuuuuuuuuuuuuuuuu!-Luffy seguía con lo suyo.

Desconozco lo que pueda ser, pero tanto por el pictograma como por los números deduzco que podríamos estar ante el mapa de algún tesoro navegante-san, lo estudiaré, haber si consigo descifrarlo.-Dijo Robin, con su estoica pero amable expresión de siempre, mientras Luffy intentaba hincarle el diente a la bestia, recibiendo un capón de parte de Sanji.

Después de cenar, los mugiwara se fueron a dormir, cansados por el ataque, todos dormían plácidamente en sus habitaciones, todos, menos uno.

 Zoro daba vueltas en su hamaca, sin poder conciliar el sueño, dándole vueltas a lo que acababa de ocurrir.

-Maldito cocinero…hemos estado a punto de… ¿besarnos?

Notas finales:

Bueno, y hasta aquí el primer capítulo, espero que os haya gustado este comienzo. Me gustaría decir que uno de los motivos por los que escribo es, a parte de porque me gusta, para mejorar un poquito mi expresión. Así que si veis algún fallo me gustaría que me lo dijerais y así lo corrijo y lo mejoro. Tambien me gustaría saber lo que opinais del fick, si os ha gustado, si no… Y os reto a que intentéis descubrir el misterio del Vleu, todavía hay pocas pistas, pero prometo que a quien lo adivine le haré una mención especial en el siguiente capítulo, (Si es que lo hace antes de que lo suba) Y me pasaré por sus ficks a devolverle el comentario.

No tardaré mucho en subir el próximo capítulo ya que solo me falta revisarlo y corregirlo, pero por si alguien se ha quedado con ganas de leer más, tengo subidos, como ya he dicho antes, Una accidentada huida, un one shot de One Piece. Un crossover de Gravitation y Junjou bastante polémico y extravagante y varios ficks de Yu-gi-Oh.

 


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