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True Love por Shinigamysan999

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Notas del capitulo:

Bueno, segundo capítulo espero que os guste.

 

A la mañana siguiente, Roronoa Zoro se encontraba en la cubierta, levantando una de sus gigantescas pesas. Esta vez lograría llegar a las 10000 repeticiones. Debía hacerlo, si quería ser el mejor espadachín del mundo tenía que aumentar su resistencia muscular. Y mientras él se encontraba sumido en su entrenamiento una sombra se acercó.

Zoro levantó la mirada y allí estaba Sanji, su eterno rival de duelos. Como siempre,  le saludó con un “¿Qué haces aquí, maldito cocinero?” una costumbre que si bien no recordaba cómo había empezado, no parecía tener intención de acabar. El apelado ni se inmutó, ni contestó, ni desvió su rumbo. Siguió caminando solemnemente hacia el espadachín, con la mirada fija en sus ojos negros. Lentamente, pero sin pausa.

Zoro no retrocedió cuando las manos del cocinero se posaron delicadamente sobre su cuello, y comenzó a acercar su rostro con la boca entreabierta hacia él. Ya casi podía sentir el aliento del rubio sobre sus labios, estaban tan cerca…

-¡¡¡SANJIIIIIIII!!! ¡¡¡¡¡¡¡EL DESAYUNO!!!!!!!-Se oyó por todo el barco.

Zoro despertó en su hamaca de siempre, con su mano derecha sobre sus propios labios. Miró a ambos lados, Usopp y Chopper aun dormían. Aun confuso, se dispuso a darse una ducha.

Ya en el baño se desprendió de la ropa que usaba a modo de pijama, y entró en la tina. Mientras las gotas de agua fría recorrían sus bien formados músculos su mente no podía dejar de darle vueltas a su último recuerdo onírico.

Ya había experimentado sueños subidos de tono en otras ocasiones, aunque este en particular no es que fuera altamente censurable. Lo extraño y alarmante era que está madrugada había soñado con nada más y nada menos que con un hombre, y con Sanji además. Zoro siempre había pensado que las peleas, tanto físicas como verbales, que mantenían entre los dos era una forma sana de liberar tensión sexual, pero de eso a que pensara en el cocinero como algo más que un buen compañero…había un tramo bastante largo. A todos estos pensamientos se le añadían la actuación del rubio del día anterior y la curiosa forma de curarle. El pobre marimo estaba hecho un lio.

-Reconozco que…puede que…me atraiga…un poco…quizás- Pensaba para sus adentros.

Los tripulantes de los Mugiwara a medida de que se iban levantando, fueron entrando en la cocina. Algunos más dormidos que otros y otros más hambrientos que algunos. En pocos minutos el desayuno estaba listo, para satisfacción de Luffy. Zoro intentó no mirar demasiado a Sanji, pero fue imposible, el recuerdo de sus labios acercándose aun permanecía fresco en su memoria.

-Nos estamos acercando a Nádena, deberíamos parar a comprar provisiones y ya de paso, arreglar el Merry.-Dijo Nami, cuando ya todos habían acabado de desayunar.

-Estupendo pelirroja mía, lo que tú digas….-canturreaba Sanji, de un lado a otro de la cocina.

-¡Decidido! ¡Nos vamos a Nádena!-Concluyó Luffy.

Cuando llegaron, Zoro decidió quedarse en el barco a entrenar, mientras Ussop apañaba algún arreglo para el barco. Sanji se fue a por provisiones, Luffy se perdió entre la gente, Chopper fue a comprar medicinas y las chicas del grupo fueron a buscar información acerca del misterioso “Vleu”.

Pasados diez minutos apareció un bulto gigante por el horizonte, una misteriosa sombra se dejó ver desde la carabela. Un enorme saco se acercaba lentamente hacia el barco.

-¡Eh! ¡Marimo! Deja las pesas y ayúdame a subir esto.-Gritó Sanji, apareciendo detrás de la gigantesca bolsa.

-No sabía que las provisiones dieran órdenes.-Dijo el excazarrecompensas mientras ponía en marcha la polea para subir la mercancía.

Zoro le pasó el gancho al cocinero y este lo encadenó al cargamento, poniéndose el también encima. El espadachín empezó a tirar, no era difícil teniendo en cuenta su fuerza, pero aquello pesaba más de lo normal. A medida que la carga ascendía por la pared de la nave una cabellera rubia quedaba expuesta.

-Gracias por el paseo marimo-dijo el cocinero saltando hacia la cubierta y dándole una palmadita en la espalda al peliverde.

-Serás….-los rasgos de Zoro se empezaron a tensar, se sentía engañado.

-¿Por qué te molesta tanto marimo, no eres tan fuerte?, lo siento. ¿Por mi culpa te has lesionado?-Preguntó Mr. Prince de forma burlesca.

-Más te gustaría cocinero de mierda, ya veremos quién se lesiona…-Contestó el peliverde.

-¿Quieres probar maldita alga?-Dijo Sanji, provocando a su rival.

Estaban a punto de empezar otra de sus múltiples peleas, no obstante, allí estaba Usopp para arreglar las cosas. Alarmado por el griterío, se giró bruscamente con una larga tabla de madera en las manos, con tan mala suerte que empujó a Zoro por la espalda, quien perdió el equilibrio y cayó al suelo, arrastrando a Sanji consigo mismo.

 Sanji abrió los ojos tras haber recibido el golpe, encontrándose con la fija mirada del espadachín sobre sus ojos. Y los labios de este a escasos tres centímetros.

El espadachín no podía apartar la mirada de los eléctricos ojos del rubio, perdió la noción del tiempo, de lo que hacía y de lo que pasaba, nada importaba. Las respiraciones de ambos eran ondas, mas acompasadas.

Sanji comenzaba a sonrojarse por la fijación de la mirada de su nakama y por la cercanía de sus cuerpos entre sí. Se sentía algo incómodo debajo de él, pero no por ello lo apartó.

-¡Oh! Lo siento chicos, no os había visto.-Se disculpó Ussop, apartándose de la escena, temiendo que a Zoro se le cruzara el cable de nuevo.

-¡Maldito espadachín! ¿Quieres quitarte de encima?-Gritó el rubio, volviendo en sí.

-¿Te rindes ya, cocinero?-Preguntó Zoro, agarrando de las muñecas al rubio, impidiendo cualquier movimiento.

Sanji empezó a forcejear, intentando dar la vuelta a la tortilla, sin éxito alguno. Sentía calor, mucho calor y la velocidad con la que su sangre brotaba había ascendido considerablemente.

-¿Quieres jugar sucio, marimo?, juguemos sucio.-Dijo desafiante al tiempo en el que levantaba una de sus rodillas rozando la entrepierna del excazarrecompensas. Zoro abrió los ojos, totalmente sorprendido y descolocado, hecho que el rubio aprovecho para girar sobre sí mismo y quedar el arriba a horcajadas. Miró con superioridad a su oponente y apunto estaba de decir algo, cuando Usopp volvió a aparecer en la escena.

-Oye chicos, dejar de pelear ya, no puedo arreglar esto yo solo, ¿sabéis?- Dijo, con un poco de cautela.

-El marimo tiene ganas de ayudar, yo iré a preparar la comida.-Dijo Sanji  mientras se levantaba con majestuosidad, no sin antes hacer un poco de presión contra el cuerpo del espadachín y puso  rumbo a la cocina.

Zoro comenzó a ayudar al mentiroso, un poco de trabajo le vendría bien para despejar la mente, o eso pensó…

-Maldito cocinero… ¿Qué coño ha sido eso?... ¿Desde cuando usa ese tipo de “ataques”?...maldita sea, esto está mal, se está saliendo de lo habitual…

 

A medida que pasaba el rato, los tripulantes de los Mugiwara iban llegando al barco. Sanji anunció que la comida estaba lista, dando comienzo así a una nueva y entretenida comida de los Mugiwara. Durante en la cual Zoro había cazado a Sanji mirándole, y el excazarrecompensas se había dejado cazar por los ojos del rubio, aunque no precisamente a posta. Más tarde, Nami aprovechó que la tripulación degustaba el nuevo postre de Sanji para informar de una importante noticia a sus compañeros.

-Esta mañana he estado informándome en el pueblo y he encontrado una nueva pista hacia nuestro misterioso Vleu.- Dijo, mientras sacaba un nuevo pergamino de su bolsillo y lo mostraba encima de la mesa.

                            e   o                 rt

                        .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .   

                           .                          .                  7´9

                              .                    .                  L  9 ' 3

                 .................................................

                                    .         .

                                         .

                                                                                                                                                                           

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-¿Eort?- Preguntó Usopp,- Eort y Vleu… ¿Qué diablos serán?

-¿¡Se podrá comer!?-Gritó Luffy alzando el cuchillo y el tenedor, recibiendo un buen golpe de parte de Nami.

-El mercader al que se lo compre no me dijo nada más, así que le conseguí sacar un buen precio…se parece bastante al otro papel…-Contaba la pelirroja.-Robin, ¿Has encontrado algo?-Preguntó, dirigiéndose a la arqueóloga.

-En efecto, Navegante-san, me he estado informando y he descubierto que antiguamente, las mentes más astutas recurrían a este tipo de mapas para guardar sus tesoros más especiales.-Comenzó a narrar Robin.

-¿Este tipo de mapas? ¿A qué te refieres?- Preguntó Chopper, emocionado.

-Lo especial de estos mapas-Prosiguió la morena-Es que están incompletos. Por sí solo, un pergamino no revelará la ubicación del tesoro, hacen falta las dos partes para desvelar el misterio.

-¡Robin-san!¡Nami-san! ¡Pero que listas y que guapas sois! Gritó Sanji con corazoncitos en sus ojos.

-Intentaré resolver el acertijo lo antes posible, si es que estos son los dos partes que encajan. Por cierto navegante-san, ¿Cuánto has dicho que costó el mapa?-Preguntó la arqueóloga a su compañera de habitación.

-0 Berrys.-Contestó la navegante con una expresión de satisfacción y felicidad plena.

-Te lo encargó Robin. Muy bien chicos ¡Vamos a brindar!- Gritó Luffy orgulloso de sus tripulantes femeninas y emocionado con la búsqueda de un nuevo tesoro.

Después del brindis y un rato de animada charla, los tripulantes empezaron a abandonar la cocina para dirigirse a sus respectivas camas. Zoro debía de cumplir con su castigo así que se quedó y comenzó a recoger la mesa. Sanji se sentó en uno de los bancos y encendió un cigarrillo, apoyando las piernas en la mesa y mirando a Zoro, después le tocaba guardia.

-¿Sabes?, me viene muy bien que estés aquí.-Dijo, echando el cuello hacia atrás y soltando el humo de su pitillo por la boca.

-Cállate cocinero o romperé tu preciada vajilla-Dijo mientras se disponía a fregar los platos.

El cocinero rió.

Hubo unos minutos de silencio.

-Dime Zoro, ¿Qué crees que encontraremos en el tesoro?

-No lo sé, dinero, joyas…es lo que suelen tener los tesoros ¿no?

El rubio sonrió, era una respuesta obvia.- ¿Y si fuera algo diferente?-Preguntó haciendo pequeñas “o”s con el humo.

-¿A qué te refieres?

-¿Si pudieras tener algo que no puedes poseer por la fuerza o con dinero?, ¿Qué sería?

-No estoy interesado en ese tipo de cosas, lo que yo quiero se consigue con perseverancia y fuerza de voluntad, aunque cuando abra el cofre te podré contestar si lo que hay dentro me convence o no.

-¿Alguna vez te has enamorado?

Zoro abrió los ojos, no era la primera vez que el rubio le sorprendía hoy.- ¿A qué viene tanta pregunta?- Cuestionó, más no obtuvo respuesta. Ante el silencio, Zoro se dio la vuelta y comprendió el motivo del mismo. Sanji se había quedado dormido. Sonrió. La verdad es que de vez en cuando estaba bien charlar un rato con el cocinero sin desenvainar las katanas.

Zoro se acercó y lo cogió entre sus brazos, con cuidado de no despertarle. Se le veía tan tranquilo y relajado que no se vio capaz de despertarlo. Lo cargó entre sus brazos y lo llevó hasta su hamaca, después contempló su rostro lleno de paz, retiró los cabellos dorados de su cara con una mano, y la fue deslizando suavemente por la mandíbula del cocinero, con cuidado de no despertarle. Suavemente le dio un beso en la frente y salió de la habitación.

-¿Qué es lo que me estás haciendo, cocinero?

 

Notas finales:

Escribiendo este capítulo me he dado cuenta de lo mal que suenan algunas expresiones en español…por lo menos en comparación con el japonés o el inglés que son los idiomas ue más escucho por lo general. Por ejemplo, la frase que se dice al brindar (Kampaii!!!) en español se traduce como ¡chin-chin! o ¡salud! O en típico (mina!) para referirse a un grupo de gente se traduce como “chicos”. Y que me decís del “¡baka!” por idiota o bobo o tonto. ¡No es lo mismo!¡No suenan igual de molones! Bueno, toda esta reflexión viene de un auto-(no sé si llamarlo reto) que me propuse de dejar de recurrir a la terminología nipona a la hora de escribir ficks, no es que me parezca mal usarla, de hecho, yo hasta ahora la he usado y cuando pienso en la situación a la hora de escribir me sale en japonés. Pero no sé, creo que queda un poquito artificial. El caso es que a parte de porque me guste también escribo para mejorar un poquito mi expresión y me he propuesto esforzarme un poco más a la hora de escribir.

  Bueno y hasta aqui mi el segundo capítulo, espero que os este gustando. Os recuerdo que el reto sigue en pie y que podeís dejarme algun rewiew, os lo agradeceré profundamente. Nos vemos en el tercer capítulo!

 


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