Habían pasado muchos meses desde que la tragedia ocurrió…Desde que ese chico, el que yo amaba, el único que había tenido mi corazón, se había ido. Me había abandonado, me dejó solo en este mundo que no comprendía mis sentimientos.
Yo solo lo quería a él. Mi mejor amigo Kibum intentó presentarme otros chicos. Conocí a muchos, la mayoría eran agradables, pero no me enamoré de ninguno. A pesar de que muchos me llamaron yo los ignoraba. ¿Por qué ellos no podían entender que yo amaba a un solo hombre? ¿Era tan difícil de comprender?
Mi amigo Kibum nunca se rendía, incluso planeaba citas dobles, el con su novio Jonghyun y yo con otro, era extenuante. Había mucha tensión en el ambiente, siempre, nunca me sentí cómodo…
-Hey Taemin- Me decía Kibum a través de mi celular un miércoles en la mañana. A decir verdad su llamada me despertó de mi sueño profundo. Ese sueño que no quería que terminara, quería seguir durmiendo, quería dormir para siempre, quería morir.
-Sí, ¿Eres tú, Key?- Le pregunté un poco dormido aún. Dijo que mi voz sonaba seria. ¿Y cómo no estar serio? Estaba solo, estaba vacío. El hombre que me acompañaba en todas mis noches se alejó, el destino me lo arrebató. Dormía solo en las noches, abrazaba su almohada que aún olía un poco a él, era lo único que me quedaba.
-Si Minnie, soy yo, ¿Qué te parece salir conmigo hoy? Después del almuerzo- Me preguntó muy emocionado, intentando subir mis ánimos.
Le respondí que no tenía ganas, pero insistió como siempre, ese estúpido chico, ese que si era feliz a diferencia de mi. ¿Por qué ese necio chico rubio no podía entender y dejar de molestarme?
¡Quería dormir! Quería estar solo. No quería estar con nadie que no fuese mi único amor. Pero estaba claro que el no volvería. Se había ido, y se había ido para siempre. Empecé a llorar pero aún no había colgado la llamada que mantenía con Kibum.
-Oye Taemin, ¿Estás bien? Acepta por favor- Hizo otra pregunta, esta vez con un tono de preocupación, se había dado cuenta que algo no estaba bien conmigo. Solo lo ignoré no respondí, pero él sabía que yo seguía ahí, podía oír aún mi respiración a través del teléfono celular
-Se que estás ahí- Insistió de nuevo, yo seguía llorando -No me ignores, ¿Qué te pasa? Si no me dices, iré yo mismo a tu casa, sabes que soy capaz, puedes preguntarle a mi puppy- Me dijo muy decidido.
Sequé mis lágrimas con las sábanas de mi cama -Estoy bien- Dije bajo. -¡Rayos niño! Me habías asustado- Dijo el replicando el susto que le había hecho pasar. No me importaba así que le dije que no saldría con el ese día y simplemente colgué el celular y lo dejé hablando solo.
Me volteé mirando hacia el lado de la cama donde siempre dormía él, lo imaginé ahí, cerca de mí de nuevo, mi expresión era neutral. Lo imaginaba acostado, vestido con un pantalón de tela fina y una camiseta, tan simple y encantador como siempre.
Caí en mi propio cuento, seguía llorando, pero esta vez las lagrimas eran peores, se formó un nido en mi garganta y mi pecho se encogió, acerqué un poco mi mano, lentamente, hacia donde, según mi imaginación, estaba el. Dudé, me detuve. No era cierto, era yo mismo.
-Despierta Taemin- Me dije a mí mismo, pero seguido de eso callé, y él seguía ahí, podía verlo, seguí y acerqué más mi mano, intenté tocar su hombro para sentir su suave piel de nuevo. Desapareció.
De tanto llorar conseguí quedarme dormido nuevamente. En sueños recordé una escena que sucedió antes de que él se fuera, antes de que me dejara…
*Flashback*
-¡No corras tan rápido! Alejate Minho feo- Sonrió radiante Taemin, mientras que corría para alejarse de Minho ya que jugaban a “policías y ladrones”
-Oh inocente Minnie ¿Crees que te haré caso? El caso del juego es atraparte, ladronsillo- Le dijo al menor y corrió rápido hacia él.
Taemin se detuvo disimuladamente dejándose atrapar, sonreía, era feliz. Minho cayó encima de él y rodaron los dos juntos abrazados, por el suave y verde césped
-Ajá niño, te atrapé- Dijo Minho con una sonrisa en el rostro, cuando al fin pudieron parar de rodar, y al final, quedó encima de Taemin, rodeándolo con sus brazos.
-Fue gracias a mi, si no, tardarías meses Keroro- Dijo con un puchero, lo que hizo que Minho sonriera aún más. Besó su mejilla. Estaban los dos abrazados muy cómodos en el césped. Todos los veían pero a ellos no les importaba ser el centro de atención. Solo estaban concentrados en estar ahí el uno para el otro.
Minho se separó un poco de Taemin y lo besó en la frente, seguido de eso lo miró a los ojos, con una mirada cálida y tierna y con su mano quitó el fleco del rostro de Taemin.
-Te amaré siempre Taemin, te amaré y cuidaré siempre, en la vida o en la muerte- Dijo esto último muy convencido de sí mismo, sin saber lo que el destino estaba preparando para el
Taemin movió su cabeza de arriba abajo diciendo que si, con una sonrisa leve, admirando el rostro de ese chico tierno que también amaba, el que le daba calor y compañía, el único ser que llenaba su alma completamente.
Lo abrazó un poco más fuerte, sonrió mucho mas, se acercó al rostro de su amor verdadero y cerró los ojos, respiró encima de sus labios y luego los besó dulcemente. Taemin y Minho realmente se amaban.
*End Flashback*
Desperté de mi sueño, con mi rostro seco, a diferencia de cuando me dormí, vi la hora, eran las 8 de la noche. De nuevo, no quería despertar, ese dulce sueño de mi pasado, quería que fuera para siempre, quería pensar en ello hasta ver la luz que me quitaría el último aliento. Pero por mala suerte no fue así.
-¿Qué es esto?- Me sorprendí al ver 3 llamadas perdidas de Key, ese chico estaba desesperado, incluso me dejó dos mensajes de texto y uno de voz. Escribía lentamente. “Estoy bien, solo me dormí, quiero estar solo un rato Kibum” terminé de escribir y lo envié sin muchas ganas.
Me levanté y me dirigí al servicio, abrí la brocha del lavabo y tomé un poco de agua con mis manos, con la que mojé mi rostro junto a mi fleco. Levanté la mirada, me vi en el espejo…Era un fracaso, mi rostro, mis ojos, mis mejillas, mis labios, me veía fatal, me veía acabado
Me entristeció y asustó mi propio rostro, ¿Cómo era posible que llegara a verme de este modo? Las sonrisas ya no se pronunciaban en la forma de mis labios. Solo tenía un rostro triste, el cabello ondulado, maltratado, naranja un poco desteñido, ya no me importaba verme bien, ni por mí ni por nadie.
Volví a mi habitación, quería dormir porque ya era tarde pero no tenía sueño debido a la siesta que había tenido hace poco ese mismo día. Me senté en mi lado de la cama de dos personas y tomé un botecito de pastillas que estaba en la mesa de noche al lado de la cama.
Tomé el bote y lo abrí, tome una pastilla y la tomé a lo seco, sin agua, no me importaba, después de todo, mi garganta dejó de cantar bien desde que él se fue de mi vida.
Me recosté de nuevo en la cama, tomé mi celular y vi que tenía un mensaje de vuelta, de Kibum como era de esperarse. Lo abrí.
-Eres un chico terco y tonto, te dejaré hacer lo que quieras entonces, pero solo por hoy- Eso decía su mensaje, lo leí sin importancia. Dejé mi celular de nuevo donde estaba, me cubrí hasta el estómago con las sábanas que estaban un poco frías y miré al techo para distraerme. Ya habían pasado unos minutos, me dormí de nuevo.
-Baby i’m so lonely lonely lonely- Sonó nuevamente mi celular. Esta vez eran las 11 de la mañana. Me desperté lentamente por lo que perdí la llamada. Así que como siempre, no me importó. Sonó de nuevo. ¡Ah! Quería destruir mi propio teléfono celular.
-Si ¿Bueno?- Respondí un poco frustrado del ruido que invadía mi tranquilidad.
-Minnie~- Dijo con una voz radiante, que a juzgar por el tono, se podía notar que lo decía con una sonrisa. – ¿Estás mejor bebé? Es temprano y hace un poco de calor, vamos a tomar helados- Dijo el radiante Kibum nuevamente, molestándome, sin entenderme.
-Estoy con Puppy y Onew hyung, ¿No es genial? ¡Vamos! Iré ahora mismo a tu casa- Antes de que pudiera negarme, colgó el teléfono, yo estaba muy molesto. Todos los días era igual. El insistía, todo el tiempo, parecía ser parte de su rutina. Lo detestaba, pero tampoco era su culpa, como mi mejor amigo, solo quería hacerme feliz, sin embargo era muy complejo.
Lo perdoné en silencio. –Solo quiere verme sonreír de nuevo- Me dije a mi mismo para justificarme todo lo que Key había hecho aún sin éxito.
El camino desde donde él estaba hasta mi casa era muy largo, era como viajar de una ciudad a otra, pero aún así se dispuso a venir, está bien, terminaré con esto. Estaba harto, los actos de Key no eran para mal, pero estaba empezando a cansarme.
Vi el botecito de pastillas que había abierto la noche anterior. Pero mi mirada hacia el ya no era como antes, lo vi como la solución a mis problemas y a mi sufrimiento.
-Baby i’m so lonely lonely lonely- Sonó mi celular de nuevo, pero yo solo veía el bote de pastillas, no me importaba mas nada. Lo ignoré completamente
Revolví mi cabello, me dije a mi mismo que no podía ser posible que pensara en hacer eso. Alguien tan joven como yo, con talento según los que me conocían, que tenía tanta gente que me quería, que podía ser libre y volar hacia donde yo quisiera, ¿Realmente pensaba acabar con mi vida? ¿Dejar todo atrás sin importancia alguna?
A veces no me importaba responder esas preguntas, pero luego revoloteaban alrededor de mi cabeza, era como un círculo vicioso. Estaba confundido. Me dirigí a la cocina, abrí el refrigerador lentamente. Saqué un bote pequeño de leche de banana. Mi favorita, aunque desde hace mucho ya me daba igual, todo me daba igual, todo lo que me gustaba perdió importancia. La leche, el baile, el canto, completamente todo se fue, mi felicidad también, todo se esfumó
-Ya voy en camino, alístate niño, no me hagas esperar- Un mensaje de Kibum de nuevo en mi celular. Ya no estaba harto, ya estaba aburrido. Le respondí con un simple “Ok”. Pero no era cierto, seguía con mi ropa de dormir, mi cabello desteñido y desaliñado. Abrí el álbum de fotos de mi celular, sentado en el suelo de la cocina, apoyando mi espalda en el refrigerador.
Tomaba sorbos de la leche de banana y vi fotos…Esas fotos que me tomé con muchas personas, hasta que llegué a una con él, con Minho. Era hermosa.
*Flashback*
-Oye hyung~ ¿Puedes tomarte una foto conmigo? Tu cabello se ve hermoso hoy- Le dijo Taemin con una sonrisa al mayor.
-Está bien amor- Revolvió el cabello de Taemin -Lo que tú desees- Se tomaron una foto preciosa y cálida que emanaba amor y cautivaba a cualquiera que la viese.
*End flashback*
Seguí viendo esa foto, mis lágrimas cayeron en la pantalla de mi celular. Lloraba desconsoladamente, ya no podía soportar seguir viviendo sin el chico en el que pensaba día y noche, el que robó mi corazón.
Corrí de nuevo a mi habitación y ya no consideré a las pastillas como un juego, quería morir, quería irme de la Tierra, quería volverme a juntar con Minho, ¡lo amo! Lloraba mientras sostenía el bote de pastillas. Me las tomé todas. Me acosté en mi cama, aún sabiendo que Kibum podía llegar en cualquier momento.
Pero ¿Y qué? Ya lo había hecho, no había remedio. Cerré mis ojos y sentí que volaba, solté algunas lágrimas. Desperté y estaba en otra habitación, me veía diferente, me sentía diferente. Estaba vestido con un uniforme blanco y justo ahí delante de mi estaba el…No lo creía…
-¿Minho?- Dudé. El me sonrió -¡Minho!- Empecé a llorar, corrí hacia él para abrazarlo, aunque no estaba seguro de que fuera real, ya había imaginado cosas así antes.
El me abrazó también y solo me veía, de sus labios no salió ningún sonido, me preocupé. Alcé el rostro para ver sus ojos, ya que era más alto que yo. El me miró también, acarició mi mejilla y me dijo “Te amo” pero un “te amo” sin sonido, supe que dijo eso porque leí sus labios. Yo seguía llorando.
No resistí mas, estaba entre sus brazos así que lo besé levemente y ahí me sentí volar de nuevo.
-Taemin… ¡Taemin! ¿! Taemin!?- Kibum gritaba desesperado. Llegó a Taemin después de haber derribado la puerta de la casa junto con Jonghyun. Lo había encontrado en su cama, boca arriba con los ojos cerrados. El bote de pastillas estaba vacío en el suelo. Key empezó a llorar descontroladamente.
-Taemin no me dejes así por favor, ¡por favor!- Gritaba Kibum, como loco, moviendo a Taemin de un lado a otro. Jonghyun tomó a Key del brazo, lo alejó de Taemin y lo abrazó haciendo que su rostro pasara por encima de su hombro para que dejara de ver a su amigo que dormía eternamente.
Taemin había logrado lo que quería, dormir para siempre, y estaba al lado del único chico que le hizo sentirse vivo, y aunque físicamente no lo estaba, su amor seguía vivo, seguía intacto.
“Te amaré siempre Taemin, te amaré y cuidaré siempre, en la vida o en la muerte”