Welcome to my romance
Llevaba mucho tiempo al lado de Yuu, años, años que parecían apenas unos meses a su lado, ya que Yuu era un loco, que hacía como si cada día tuviera que conocerlo de nuevo. Hoy preparábamos el recinto donde daríamos nuestro próximo concierto y de él no había visto ni un solo cabello desde que llegamos juntos esta mañana, era tan hiperactivo que pensar en tenerlo conmigo practicando o aunque fuese afinando su guitarra era un sueño.
- Bien chichos es todo por hoy –dice por fin Kai, anunciando que ya podíamos retirarnos-
- ¡Qué bueno! –exclamó Ruki, ya listo para irse- hoy he trabajado mucho
- No mientas Takanori –lo molestó Reita-
- Yuu –lo llamé acercándome de él después de no haberlo visto desde la mañana- ¿Dónde estuviste todo el día?
- Hay Shima ni te imaginas, ayude a poner las luminarias, los chicos del staff están un poco pasados de peso y temían caerse, lo peor de todo es que ni siquiera pude almorzar –comenzó a darse pequeños golpecitos en los hombros a modo de relajación- ¿Cocinas hoy para mí?
- ¿No tengo otra opción verdad? –le respondí mientras guardaba nuestras cosas, porque ¡sí!, tenía que guardar las suyas también-
- Nooo –me abrazó por la espalda entorpeciendo mi labor- Quiero la especialidad de la casa
- Ay Yuu –pero nos vimos interrumpidos por una tercera persona-
- Disculpe Takashima-san –me habló un chico del staff- tenemos un problema con una conexión en su audio ¿podría quedarse un momento por favor? –Aoi bufó y se alejó de mi, él odiaba que sus planes no funcionaran-
- Te espero en casa.
Tuve que quedarme alrededor de una hora más y para empeorar las cosas el tráfico tampoco me favorecía, cuando por fin llegué a casa casi anochecía. Introduje la llave en la cerradura y tratando de no hacer mucho ruido entré, las tenues luces dejaron a mi vista un Aoi recostado en el sofá, que “inocentemente” comía unas fresas con crema, los colores se me fueron a la cara, pero un calor comenzó a inundarme al verlo en tanga, una de mis tangas que usaba para “jugar” con él, una tanga que tenía diseño de fresas al igual de las que se estaba comiendo, su mirada se posó en mi y unas palabras salieron de su boca:
- Baby, let’s get together –extendiéndome una de las fresas con la que había estaba jugueteando en sus labios-
¿Es acaso esto un sueño? Sentí algo correr a través de mi nariz y tuve que ir corriendo al baño, la sangre fluía a través de mis fosas nasales y sentía como mi miembro hacía presión en mis pantalones ¿Cómo podía estarme pasando esto a mi?, ya no era un adolescente que fuese tan fácil de tentar, pero la respuesta era muy simple, Shiroyama Yuu sabía cómo volverme loco.
Salí del baño, la luz del pasillo me invitaba a reunirme con mi amante y no dejé pasar ni un segundo más para volver a encontrarme con su figura, la que me esperaba tal cual lo había encontrado, una sonrisa se curvó en sus labios y volvió a ofrecerme una fresa, la que esta vez acepté y saqué con mis dientes desde su mano mientras me deshacía de mi chaqueta. Me acerqué a sus labios y los besé al instante en que quedaba sobre él, mi piel se sentía arder a cada contacto, me separé de él para poder sacarme mi camiseta a lo que Yuu bruscamente dio un fuerte agarre a esta y me susurró al oído:
- Let’s make love
Sentí la sangre hervir y por un momento pensé que volvería a sangrar por la nariz, pero no me detendría, saqué mi camiseta y volví a sus labios, besándolo con una pasión bestial, al momento en que con desespero desabrochaba mi pantalón, sacándolo de golpe junto a mi ropa interior, ahora solo faltaba esa pequeña tanga. Llevé ambas manos a esa pequeña prenda con la intención de arrancarla de ahí, pero sus manos me detuvieron
- Que pasa Shima ¿Quieres tocar?
Tomó mi mano derecha y la posicionó en su miembro, dándome a tocar su ya abultada erección, al momento en que comenzaba un vaivén con su cadera rozando mi entrepierna, hay Yuu tú sí que quieres hacerme perder la razón. Saque mi mano de entre nuestras entrepiernas y tomé sus muñecas dejándolas sobre su cabeza, ya no permitiría más juegos y con mi izquierda arranqué aquellas fresas que cubrían su intimidad, dejando a mi vista su apetecible miembro y su pequeña entrada, que tan pocas veces había tenido la oportunidad de profanar, no perdí el tiempo y lo penetré con fuerza, mi cuerpo lo pedía a gritos, lo… exigía. Un grito se escapó de sus labios, por lo que lo fui a acallar con los míos, al tiempo que me movía provocándonos a ambos espasmos de placer, de infinito placer, gemidos escandalosos comenzaron a llenar la habitación, los que se iban intensificando al tiempo en que embestía más fuerte, tan fuerte que caímos al piso y aun así no me detuve, había perdido el control de mi mismo, estaba entregado al placer y la lujuria que ese cuerpo pecaminoso me entregaba.
Di mi última embestida y terminé corriéndome en aquellas estrechas paredes, nuestros cuerpos bañados en sudor y las respiraciones agitadas eran la prueba de nuestro acto pasional, pero al ver a Yuu bajo de mi con los brazos ligeramente flextados sobre su cabeza, sus labios entreabiertos y esa mirada y sonrisa lujuriosa me hacían volverlo a desear y tomarlo igual o aun más violentamente que antes, volví a besarlo y aun sin salir de su interior me incorporé para llevármelo a la cama, para tomarlo las veces que yo quisiera, esta noche estaba a mi completa merced.
“Welcome to my romance” fue lo que me susurró una vez lo deposité en nuestro lecho, para volver a empezar, lo que sería una pasional noche y un tentador amanecer…
¿Y creían que todo termina aquí?, pues están muy equivocados porque…
A la mañana siguiente…
El insistente sonido del teléfono me despertó, estaba tan cansado y mis párpados pesaban tanto que perezosamente levanté mi brazo y contesté
- Aló
- ¡Takashima Kouyou que diablos te has quedado haciendo que no estás en las instalaciones! –Aquel grito por parte de mi interlocutor más que despertarme, por poco y me deja sordo-
- Lo siento Kai –le dije interrumpido por un bostezo, que me daba tiempo de pensar en una excusa- es que Yuu está enfermo y me quedé hasta altas horas de la noche despierto junto a él –si, tan enfermo estaba mi pobre Yuu, enfermo de bueno, ya que me tuvo como un loco hasta la madrugada-
- ¿Qué tiene?
- Cuando llegue a casa tenía un poco de calentura –Una infecciosa calentura que me contagió- Pero creo que ya está bien –le respondía mientras acariciaba su rostro dormido-
- Espero mañana el diagnóstico médico
Colgó, dejé el teléfono en su lugar, cuando volví a mirar a Yuu, este tenía sus ojos abiertos, acaricié su rostro y deposité un beso en sus apetecibles labios
- Hoy dudo que te levantes – se incorporó un poco para volver a alcanzar mis labios, susurrando en ellos-
- Can you feel my love? –al escuchar esa frase, mi memoria se aclaró, era una canción que a Yuu le gustaba escuchar, por lo que seguí su juego-
- So, tell me what you want me too…
- So, tell me what you want me too… -me respondió con una voz tan sensual-
Ya no pude resistir más y uní mi cuerpo al suyo para volver a caer en las garras del placer, al parecer a Yuu aun no se le pasaba la “calentura”
FIN