¿Dónde quedo la frágil figura que se ofrendo ante el?
Kyuhyun aprendió a cazar, a vivir sin estar vivo y abandonar todas esas costumbres ajenas a los de su especie.
La inocencia y la bondad se habían evaporado en la nada, junto con sus miedos y temores mas recientes, dando paso a la reciente y deliciosa sensación que le proporcionaba el causar dolor a su alrededor
Su pelo rojizo cuidadosamente desarreglado, su piel tan nívea como el mismísimo nácar, sus ojos color ámbar, a veces plata, a veces violáceos, su porte arrogante y sus largos y afilados colmillos, son una y mil razones por las cuales Siwon suele quedar prendado del joven vampiro cada vez que lo ve.
La hermosa figura que se erige frente a el, su cuerpo grácil contrasta con la tosca ropa que se prende a su piel.
- Nada te sienta mejor que tu desnudez…
Kyuhyun rompe a reír, un sonido que se desgrana contra el aire, sutil melodía que se convierte en su canción favorita y no quiere parar de oír en la eternidad.
Su segunda oportunidad sabe a sangre y placer, su cuerpo siempre pide por más y la gula ya no es un pecado mortal. Siwon le da todo y nada a la vez, le da la libertad, pero a su lado no hace falta ser libre para sentirse completo. Su pasado ha quedado olvidado, no hay futuro pues tiene la inmortalidad y cada día es un par de horas más en las que puede amar, a quien le salvo la vida de un horrendo final.
No se cansa de apreciar la varonil, tenue y estoica figura de su protector, salvador, maestro y amante. Enseñanzas de vida o mas bien de un ser sin necesidad de preocuparse por el deceso que jamás llegara. Hermoso caos, reglas que puedes elegir acatar, vida en su estado puro, que solo un suave elixir puede brindar.
- Nunca dejes de brillar…Siwon…
- Ni que fuera un niñito de Crepúsculo, Kyuhyun…
- Idiota sin sentido…cállate y lárgate…
Cada vez que ve a su alrededor sus labios sin voz, sangre escurriendo por su piel, el deseo se desata insaciable en su ser. Más que hambre de sangre, convive con el constante apetito del siempre frágil cuerpo de Kyuhyun.
Disfruta de cada centímetro de piel, de cada nota que escapa de su garganta y del momento crucial en que sus sangres se unen en un baile sensual, cadena de experiencias sin ton ni son.
Ladrones de vida y a quienes las vida los ha abandonado, sumidos en un romance de tomar y dejar, de dar y jamás devolver, de placeres y desenfreno, pero con matices de un amor casi humano, que se transluce a través de sus ojos oscurecidos en el éxtasis de sentir una conexión más allá de los sentidos.
- Mi pequeña obsesión, Cho Kyuhyun…
- Mi cursi acosador, Choi Siwon!
Huyendo del tiempo de los relojes, y atesorando besos furtivos, ambos se mueven ligeros en las frías noches que esperan por los dos. Cada rastro de muerte visible tiene culpables que olvidan las victimas, y nunca dan marcha atrás.
Solo piensan en las huellas que han dejado y las que han de dejar, inhumano dicen algunos, Vampiros dicen otros pocos y ellos solo se echan a reír de la incomprensión general.
- Que planeas hacer ahora, Won?
- Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas
- Los humanos son tan frágiles…es tan fácil destruirlos. Sus huesos, no son más que cristal en mis manos.
Centinelas por vocación innata del crepúsculo, y sus recónditos enigmas, coleccionistas de conocimientos ancestrales que nunca le serán revelados a la humanidad; Imperturbables y soberbios ante los males ajenos, hechiceros capaces de frenar tus pasos y retener el organismo con una mirada, por que miran con ojos que no son de este mundo.
- ¿Sabes que?
- Hummm…
- Los humanos nunca nos van a entender…
- ¿Que esperas? Nos alimentamos de ellos, abandonamos sus cuerpos a la deriva y cada año que pasa la muerte les alcanza. En cambio aquí estamos nosotros, siempre igual, siempre juntos…
- Detalles. Al final seguimos siendo iguales. Ellos matan para vivir y al igual que nosotros eligen a quien amar.
- Eso fue la mejor manera que encontraste de decirme que me amas?
- Tal vez….
¿Llego a formular ese “te amo” en voz alta alguna vez?
Siwon no lo necesita, nunca lo hizo, desde que lo vio cruzar la puerta lo escucho, su sangre se lo confirmo y su sonrisa, siempre se lo gritan en silencio.
- El mundo se derrumba y nosotros no enamoramos…