CAPITULO 2
-Qué dice?- Debió haber escuchado mal…
-Le repito Señor Uchiha, la señorita Haruno no ha asistido a ninguna ecografía… - Respondio de forma pausada el doctor asegurándose de que el morocho entendiese.
-Está seguro? Delgada, ojos verdes, cabello rosado… - Describía a su esposa
-No señor, se lo aseguro- Repitió.
-Ya veo…- No tan convencido Sasuke se despide con una apretón de mano con el doctor y se retira del consultorio- Gracias- Dijo antes de cerrar la puerta tras de sí
“Que extraño…” pensó el Uchiha, si no recordaba mal, Sakura le había dicho que se iba a hacer una ecografía, y que hoy mismo las recogería.
Y como estaba pasando justo por el hospital, decidió buscarlas él directamente.
Decidió olvidarlo, y dirigirse a su hogar para buscar alguna explicación de su esposa.
Colocó ambas manos en sus bolsillos y comenzó a caminar, iba perdido en sus pensamientos, en todo lo que había pasado en estos últimos 3 meses…
Dobló hacia la derecha y frenó de golpe al ver que casi se choca con otra persona, el otro repitió su acto, quedándose duros uno en frente del otro.
“No, por que tengo que encontrarme justo con él?”
Luego de la inesperada noticia de que sería padre, Sasuke evitaba a Naruto de todas las formas, no atendía a sus llamadas, cuando se encontraban casualmente por las calles de Konoha, éste simplemente lo ignoraba, cada vez que el rubio iba hasta la casa del morocho, era Sakura la que se encargaba de echarlo. Y así estuvo un mes, hasta que se dio por vencido y no lo buscó más.
“El tomó su decisión”
Era el pensamiento del rubio, cada vez que recordaba a su ex amante.
-Disculpa, no te vi…- Dijo Naruto en un susurro apenas audible.
-….- Sasuke no respondió nada, pasó de él sin mirarle a los ojos, y siguió su camino.
El oji-azul dolido, dio media vuelta, y mirando al amor de su vida partir, tomó una decisión que debió tomar hace mucho tiempo. Giró nuevamente y partió a su hogar, esa sería la última vez que vería a Sasuke.
El azabache al darse cuenta que ya no era observado por Naruto, comenzó a correr desesperado mientras su flequillo tapaba alguna que otra lágrima que se le escapaban de sus ojos ónix.
Llegó rápidamente a su hogar, y abriendo con dificultad la puerta, logró entrar, lo primero que vio fue a Sakura charlando con Ino en el sofá.
-Hola amor!- Saludo con efusividad la pelirosada a su esposo.
-Hola… - Respondió seco como de costumbre. – Hola …- repitió el saludo esta vez mirando a la rubia.
-Ah… hola Sasuke- Respondió sin dirigirle la mirada, era extraño, conocía bastante a Ino, Sakura y ella fueron desde siempre muy unidas, y por ello él también tenía una relación bastante cercana con la oji-lila, y la conocía bien, algo le pasaba.
Sakura vió como Sasuke miraba a su amiga serio, y le dio un empujón a Ino, ésta la miro a la cara, y pudo ver la mirada de advertencia que la pelirosada le dirigía.
-Disculpen, me retiro, adiós-
Caminó hasta la puerta sin decir nada más, solo miró con lastima a cierto azabache, al cual no le pasó de largo tampoco ese gesto.
-Donde has estado? – Preguntó la oji-verde con una sonrisa.
-Por ahí…- Contestó con simpleza- Pos cierto, Sakura, las ecografías…-
-AH! Las tengo yo, mira…- Respondió rápidamente entregándole un sobre, con esas famosas ecografías.
Sasuke lo abrió algo ansioso, miró detenidamente cada una, no entendía nada, pero era su hijo…
En un impulso de felicidad, abrazó a Sakura y quiso acariciar su estómago, en donde se encontraba su deseo más preciado, pero en cuanto iba a posar una de sus manos allí escucharon un ruido detrás de ellos.
“Mierda”
-Yo… l-lo siento…no quise interrumpir así pero… la puerta, la puerta… estaba abierta…-
“Naruto…”
Sakura sonrió con sorna, y avanzó un paso quedando al frente de Naruto.
La mirada del rubio quedó fijamente puesta en ese aquel bultito que sobresalía del estómago de su amiga…
“Sakura… está…”
-Ya has interrumpido, no ves que estabamos ocupados?- Dijo cruzándose de brazos y haciéndole frente a ese estúpido adicto al Ramen.
-Lo lamento… yo quería hablar con Sasuke un momento…- Susurró bajando la vista dolido y apenado.
-Oh vaya… interrumpes en mi casa, y ahora quieres hablar a solas con MI esposo- Recalcó esa palabra, la cual fue una punzada para el corazón de el pequeño rubio.
-Sakura no seas inmadura, solo será un momento- Se metió en la charla Sasuke - De que quieres hablar Naruto?- Siguió, saliendo de la casa y quedarse a solas con el otro en la vereda
NARRA NARUTO*
“oh, por lo menos recuerda mi nombre”- Pensé con ironía
-Me voy Sasuke- Solté de una señalando una maleta que estaba al lado de mis pies.
No entendí bien el rostro de Sasuke, ¿sorpresa? ¿miedo?
-A… donde?- Me preguntó volviendo a su habitual rostro inmutable.
-A Londres, visitaré a Ero-Senin-
-… y cuando te vas?-
“¿Por qué me preguntaba todas estas cosas? Creí que ya no le importaba, desde esa noche, nunca más volvimos a hablar…”
-Hoy mismo, mi vuelo sale en dos horas- Contesté.
-Bien…- Dijo Sasuke sin más, ví que estaba volviendo a caminar hacia la puerta de su casa. Me entró el pánico, sería la ultima vez que vería a el amor de mi vida, y a éste le era igual.
-Yo, siempre te amé sabes?- Comenzé a decirle de espaldas, oí como sus pasos cesaron- Y te sigo amando, Sasuke…- Me di media vuelta y observe su espalda… me acerqué y lo abracé por atrás.. –Te amo-
“El solo me empujó y entró a su hogar, dejando en claro…
que él a mi no me amaba…”
Continuara*