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Algo más que un compañero por marixuli89

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Notas del fanfic:

One-shot con lemmon100% SasoDei con un invitado sorpresa al final :D

Espero que os guste, puesto a que es mi primer one-shot aquí ^^

Por supuesto, los personajes no me pertenecen. Son propiedad de Mashashi Kishimoto, pero la historia es de mi propiedad

Notas del capitulo:

Bueno, aquí voy con mi primer one-shot en estos barrios ^^ Espero que lo disfrutéis =)

Sasori.

 

¿Por qué sólo pienso en él?

 

Sasori.

 

No se sale de mis pensamientos.

 

Sasori.

 

Mi sentimiento por él cada vez es más grande.

 

Desperté. Me encontraba en aquella cueva donde yo y Sasori habíamos pasado la noche. Estábamos algo cansados aún por la última pelea con un Ninja de la Hoja, de cuyo nombre no quiero acordarme.

Me sorprendí al ser yo el primero que despertaba, puesto a que Sasori siempre había sido muy madrugador y he perdido la cuenta de las veces que me estrangulaba para despertarme.

Pero esta vez, era totalmente distinta a las tantas veces que me he despertado junto a Sasori No Danna, y la verdad no me disgustaba.

 

Ambos estábamos dentro de la cueva en la que nos resguardamos después de la batalla, y además porque hacía frío.

 

*Flashback*

 

-S-sasori…-Dije, sin fuerza en mi voz totalmente quebrada por el frío y las heridas que tenía.

-Deidara…nos quedaremos aquí esta noche…estás muy débil y no pienso dejar que te ocurra nada ¿vale?-Dijo Sasori con un tono tierno, con su cara de niño angelical, aunque en verdad tiene 35 años. Nunca me cansaba de verlo así, aunque sólo fuera una marioneta de madera.

-V-vale S-sasori No D-danna…-Intenté decir, mientras sentía que poco a poco, mi cuerpo se iba congelando.

-Odio que estés así…-Susurró a mi oído, con su cálido pero a la vez frío aliento.-Tan débil…tan indefenso…

No podía creer las palabras de Sasori…pero estaba demasiado congelado como para tener uso de razón.

De repente, sentía en mi cuerpo una calidez muy placentera, se estaba cómodo. Aún no podía usar mucho mi cerebro, debido a que estaría congelado, pero aún así, dormí un poco.

 

*Fin flashback*

 

Aún sentía aquel calor en mis músculos. Era tan acogedor y agradable…no sé por qué sería.

Decidí echar un vistazo a lo que me rodeaba mientras dormía. Me llevé una mano a la boca para no gritar. ¿Así que esa era la razón de ese agradable calor?

 

Estaba solamente con mi ropa que estaba bajo mi capa de Akatsuki. Es decir, sólo llevaba mi camiseta negra con redecilla en la clavícula y mis pantalones negros con una venda un poco más arriba de la rodilla.

Pero no llevaba mi capa de Akatsuki.

En su lugar, estaba tapado por otra capa (sí, sé que todas son iguales, pero he aprendido a distinguir unas de las otras), la cual deducía que era la de… ¿Sasori?

A lo mejor se había tomado la molestia de resguardarme del frío, pero seguramente porque era su compañero. Su compañero de 19 años. Sólo eso. Y nada más.

Pero ahora que recordaba mejor…

 

*Flashback*

 

-Túmbate aquí. Te quitaré esa capa mojada de la lluvia, te pondrá peor y es lo último que quiero.-Dijo Sasori, ayudando a quitarme mi capa, al tener mis músculos entumecidos por el frío.

-Va-vale…-Accedí. No estaba en muchas condiciones de saber lo que sí o no hacía. No sentía nada en esos momentos. Sólo frío y dolor.

-Te resguardaré con la mía, Deidara.

-No…tendrás frío…-Intenté negarme. No iba a dejar que pasara frío.

Soltó una carcajada melodiosa.

-No seas así, Deidara. Como bien sabes, estoy hecho de madera, así que no siento el mismo frío que tú, sino que algo menos. Además si me da frío, no te preocupes por mí, lo importante aquí eres tú.

No pude evitar sonrojarme un poco en ese momento. ¿Sasori No Danna sabía lo que decía?

-Pero…-Sasori me interrumpió poniéndome uno de sus suaves dedos en las frías comisuras de mis labios. Aparté la vista por pura vergüenza. Aquello no estaba bien…

-Te he dicho que no te preocupes por mí. Aquí lo importante eres TÚ y nadie más ¿entiendes?-Volvió a repetir lentamente.

Yo me limité a asentir como perrito obediente. Era imposible resistirse a esa mirada…

Apartó finalmente el dedo de las comisuras de mis labios.

 

Pero lo que iba a hacer ahora no me lo esperaba.

 

Después de retirar su dedo, se acercó lentamente a mi rostro helado.

-¿Alguna vez te han dicho que eres adorable cuando sientes vergüenza?-Susurró sensualmente.

 

Boom. Me muero.

 

No podía creer lo que Sasori decía ¿el veneno de Hiruko había acabado por afectarle al cerebro? No lo sé…

 

*Fin del flashback*

 

¿De verdad que Sasori me había dicho tal cosa? Bueno, para él era sólo su imbécil joven ompañero lo más seguro, aparte de su contraparte en cuanto a ideas del arte.

 

Sólo un compañero…Aquel pensamiento me dolía en todo mí ser pero debo saber que esa es la verdad. Posiblemente.

 

De repente, sentí una respiración en mi nuca y un brazo rodeando mi cintura. Creo que dejé de respirar por un momento, lo juro. ¿Sasori, me estaba abrazando o tal vez sea una de mis fantasías?

Para comprobar tal cosa, me pellizqué en el brazo derecho y no desperté en otro lado, era real.

Yo me acomodé entre sus brazos y me giré a ver su rostro dormido.

Era perfecto, nunca me cansaba de mirar el rostro de mi superior. Era tan aniñado, tan angelical, tan perfecto.

Aquellos ojos de una tonalidad mágica entre café y morado que siempre me hechizaban ahora se encontraban cerrados. Su pelo rojo fuego, ondulado ahora estaba algo despeinado.

Pero lo que más atraía de Sasori en ese momento, aparte de su expresión angelical mientras dormía, eran sus labios. Sí, aquellos labios entreabiertos. Tenían pinta deliciosa, estaban brillantes y eran jugosos. Deben ser una delicia…

 

Estuve un rato mirando a mi superior mientras dormía, con admiración y amor. Cuando de repente, sentí un impulso de acercarme más a él. Por eso, lentamente me fui incorporando hasta dejar mi frente junto a la suya. Seguía dormido.

-Deidara…-Suspiró, para después sonreír mientras seguía durmiendo. Era tan sexy la forma en la que pronunciaba mi nombre…

Me excité un poco, por lo que mi erección estaba empezando a cobrar vida. Verlo así era demasiado.

No pude contenerme. Besé  los labios de Sasori. Un simple roce a los calientes labios de mi superior y sonrió. Tenía que ser cuidadoso si no quería despertarlo bruscamente y que me llevara una buena hostia.

-Te quiero, Sasori no Danna…-Le susurré en el oído, ahora que no me escuchaba al estar dormido.

 

Craso error.

 

Sasori fue abriendo los ojos poco a poco y yo me retiré de él rápidamente. Sabía que me esperaba una buena hostia por parte de mi superior.

-¿Por qué te retiras, Deidara?-Preguntó con un extraño brillo de lujuria en su mirada.

-Yo…yo…-No podía decir otra cosa, estaba bloqueado ante el despertar del marionetista.

-Te escuché decirlo todo, Deidara. Estaba despierto todo el tiempo, me hacía el dormido.-Dijo Sasori, con una sonrisa de medio lado.

 

Era un cabrón. Pero era un delicioso cabrón.

 

Se acercó aún más a mí y me agarró de la cintura y me aproximó a su rostro, su perfecto rostro.

Miré hacia la salida de la cueva. Mierda ¡estaba cerrada! Ese Ninja de la Hoja…

-Sasori estamos encerrados…-Dije con temor.

Mi superior miró a la salida de la cueva e hizo un pequeño gesto de disgusto.

-Se ve que ese Ninja estaba preparado…Pero el estar encerrado contigo no me importa en absoluto.-Dijo mirándome como si yo fuera el menú del día.

-Pero…-Me ví interrumpido por un fogoso beso de Sasori.

Un simple roce de labios cálido, pasó a ser una batalla campal por ver quién dominaba el beso.

Mi lengua jugaba con la suya, nuestros dientes chocaban, nuestros labios se unían. Una exquisita sensación que no quería que acabara jamás, si fuera humanamente posible.

Cuando nos separamos del beso, Sasori decidió hablar, mientras me desvestía. Yo estaba totalmente a su merced.

-¿Es verdad lo que me dijiste que me querías, Deidara?-Preguntó mientras me sacaba la camiseta.

-S-sí…-Pude decir a duras penas, el placer de las calientes manos de Sasori sobre mi piel me estaban nublando.

Sasori rió con su risa melodiosa que tanto me gustaba.

Cuando se deshizo de mi camiseta, me acarició todo mi torso, incluida la boca de mi pecho, ahora sellada. De las manos, pasó a acariciarlo con su húmeda lengua.

No dejaba milímetro de mi piel sin acariciar tan dulcemente como sólo él sabía hacer. Me lamía los pezones, los mordía y retorcía, sacándome varios gemidos de placer. Mi erección iba creciendo más y más.

-Oh, qué descuido por mi parte. Debes perdonarme, eres demasiado exquisito ¿nunca te lo han dicho?-Dijo mientras ponía una mano en mi entrepierna. No pude evitar revolverme.-Como ya sabrás-Desabrochó el pantalón-No me gusta que me hagan esperar-Llegó al bóxer, se entretuvo jugando con mi miembro por encima de la tela-Pero tampoco…-Empezó a sacar mi necesitado miembro del bóxer-¡…Me gusta hacer esperar a la gente!-Y se metió mi erección en la boca.

No pude evitar soltar un sonoro gemido por el placer que me estaba otorgando.

 

Lamía mi miembro con ganas, de la base hasta la punta, succionando en la misma. Si seguía así, no tardaría en acabar.

Yo gemía mientras me aferraba a su roja cabellera.

-Sí…¡más, más!-Pedía entre gemidos.

Mi superior hizo caso, y aumentó la velocidad de sus lamidas. A esto se le unió que me empezó a masturbar mientras lamía.

 

No tardé en expulsar mi semilla en su boca, de la cual no dudó en beber.

-Delicioso…-Dijo, después de limpiarse la cara de lo que quedaba de mi semen.

Su visión era realmente lujuriosa y tentadora. La cara de Sasori No Danna llena de mi semen mientras se relamía los labios, hicieron que me volviera a poner duro de nuevo.

No acababa de reponerme, cuando sentí una cálida pero suave intromisión en mi trasero. Sasori había introducido uno de sus dedos.

-¡Ay!-Gemí de dolor. En verdad, no todo era dolor, era una mezcla de dolor y placer.

-¿T-te duele? Si quieres paro, no quiero hacerte daño…-Dijo. Mi corazón iba a explotar ¡Sasori se estaba preocupando por mí!

-No…sigue…-Dije.

Sasori introducía y sacaba el dedo de mi ano, dilatándolo. Yo no podía hacer más que gemir como loco pidiendo más y agarrándome a la tierra que tenía cerca.

Mi superior, introdujo dos dedos más, moviéndolos en tijera. Tocó ese punto que me hacía derretir y grité.

-Puedes gritar lo que quieras, Deidara. Estamos encerrados nadie te oirá.-Dijo, metiendo otro dedo más dentro de mí.

Movía los dedos en círculos y yo le pedía más, quería más de aquella sensación maravillosa.

-Hazlo…hazlo ahora…-Rogué entre gemidos.

-¿Estás seguro?-Preguntó con una ceja arqueada.

-Más de lo que estuve en mi vida.-Dije, abalanzándome a sus labios, para fundirme con él en un fogoso y húmedo beso.

 

Cuando nos separamos, Sasori  lamió mi ano, me elevó sobre él y me fue introduciendo poco a poco su miembro, que tenía un buen tamaño.

-Ngh…-Gruñía mientras Sasori introducía poco a poco más de él en mí.

-¿T-te duele…?-Dijo Sasori entre jadeos.

-P-para nada…sigue…-Mi superior se terminó de meter en mi interior de mí de una estocada.

-¡AH!-Grité cuando daba la primera embestida.

 

Ambos jadeábamos y gemíamos del puro placer que provocaban nuestros cuerpos al chocar, en hacerse uno. Aquello era el cielo.

Sasori no Danna me giró la cabeza hacia él mientras seguía dando embestidas, cada vez más fuertes y violentas, al igual que mis gemidos.

Me lamió y besó el cuello mientras jadeaba en mi oído. Sus labios acabaron unidos a los míos. Se separó bruscamente y habló.

-D-deidara…¿m-me repites lo…que me dijiste?-Dijo como pudo entre jadeos.

-¿Q-qué?-No sabía  a lo que se refería con eso.

-Di-me que me…amas…por favor…-Dijo mientras me volvía a besar.

-T-te quiero…-Dije entre dientes.

-¡Más fuerte!

-¡TE QUIERO, SASORI!

Dio una pequeña mordida en mi cuello, a causa de la satisfacción que sentía por ello. Una marca que mostraba que pertenecía a Sasori.

 

Cada vez iba más rápido y más fuerte, y esto se empeoró cuando su mano empezó a masturbar mi miembro. Yo no paraba de gemir su nombre.

 

Dos estocadas más y terminé corriéndome en su mano nívea. Él no tardó en acabar dentro de mí.

Caímos abrazados al suelo, tapados por la capa de Sasori. Yo tenía mi cabeza en su pecho de madera y él me acariciaba el pelo. Estábamos agotados.

-¿Sabes que eres adorable?-Me dijo Sasori, con una tierna sonrisa en el rostro.

-¿Te han dicho alguna vez que te repites?-Dije en tono irónico.

Ambos nos volvimos a mirar y más tarde, a besar.

-Te quiero, Deidara.-Esas palabras son las mejores que había escuchado en mi vida.-Eres mi chico…nunca permitiré que te hagan daño…nunca…

Una lágrima salió de uno de mis ojos, que un dedo de Sasori se encargó de limpiar.

-Te quiero, Sasori no Danna…-Dije tiernamente, mientras besaba su pecho.

Y de repente, aquella salida de la cueva se abrió y ahí se distinguía una figura que estaba dispuesta a entrar.

Le vimos la cara. Era él. Itachi.

-¿Pero qué…?-Itachi se quedó con cara de póker. Sasori y yo nos reímos y nos besamos delante de un estupefacto Uchiha.

 

Él es algo más que un compañero…Siempre lo será…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que os haya gustado y dejad vuestros reviews con la pura verdad de este fic ¿lo hice bien o debo ser mandada a la mierda?


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