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Twins por RiSaNa_Ho

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Notas del capitulo:

Hola!!! sip, aqui yo de nuevo y antes de lo pensado XD

No sin antes decir que espero que les guste n.n

III. Naked

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By RiSaNa_Ho

                                                                         .           

…oooO*Oooo…

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"Las manos de varios hombres recorrían su cuerpo desnudo, provocándole retorcerse de placer a causa de la droga que -minutos antes- introdujeron en su interior. Le hacía sentir caliente, jadeante y sensible a cualquier toque. Por muy desagradable que fuera. ¿Cómo había llegado a esa habitación de sujetos depravados? No lo recordaba. Su mente sólo gritaba que se detuvieran, que cesara aquella agonía denigrante; pero su piel parecía contradecirle al ansiar sentir las asquerosas caricias por todo su ser. Apretó los dientes contra la pequeña bola dentro de su boca, provocando que su saliva escurriera por las comisuras abiertas de sus labios. Lágrimas de frustración e ira derramaban sus ojos azules, siendo capturadas por la tela negra que los cubría. Su orgullo estaba siendo pisoteado, pero no soltaría ni un gemido. Conservaría un poco de su dignidad.

—Uchiha-sama fue muy generoso.

Escuchó una voz rasposa cubierta en deseo. Segundos después, arqueó su espalda al sentir un líquido viscoso derramándose sobre su torso, y la incómoda intromisión de algo grueso en su virginal entrada. Intentó gritar de dolor, siéndole imposible.

Y las lágrimas antes retenidas, se convirtieron en tantas que el delgado trozo de tela no fue capaz de detenerlas. Menos, al profesar la tortura de ser penetrado y ultrajado. La venda cedió de su sitio ante el forcejeo, dejando al descubierto el aspecto vacio y sin brillo de aquellos orbes que alguna vez -a pesar de todas las dificultades- resplandecían con luz. La luminosidad de Naruto había sido destruida. Sólo una muda pregunta impregnaba esos irises opacos: ¿Por qué a él?"

El sudor corrió por su frente y abrió los ojos de golpe, con la imagen de los agonizantes orbes de Naruto en su mente.

—¡Demonios! —bufó, levantándose del futón—. Otra vez esa maldita pesadilla.

Menma apretó sus cabellos negros con ambas manos. Aún después de dos días, continuaba su tormento. Desde el instante que supo del secuestro de su hermano, imágenes como esas no dejaban de mortificar su mente. Al conocer sobre los negocios de Uchiha, no necesitaba ser un genio para imaginar que Naruto terminaría en una situación similar. Después de todo, el Black Angel's representaba un desahogo para los hombres ricos con doble cara ante la sociedad conservadora y puritana.

Volvió a recostarse, tapando sus irises rojos con uno de sus brazos. Recordó dos días antes, la misma noche que entró a casa y la encontró por fin vacía.

"Llegar al departamento comenzaba a parecerle inútil. Nunca estaba ahí, prefería salir todo el día sin ver el rostro de Naruto, ni dar respuesta a sus curiosas cuestiones. Sin embargo no poseía otro lugar para dormir. Además, esa sería la última noche que pasarían juntos. Si todo salía bien, el día siguiente su hermanito estaría con Uchiha.

—¿Naruto? —preguntó al entrar al cuarto y notar las luces apagadas—. Te he dicho que no me gusta que estés a oscuras, idiota.

Al prender las luces de la habitación, ésta estaba vacía. Entró por completo, buscándolo por la pequeña cocina y el baño. Frunció el ceño al no encontrarlo. ¿En dónde demonios se había metido? Estuvo a punto de volver a salir, pero al abrir la puerta se encontró con la visita de una joven castaña.

—¿Qué deseas, Ayame? Estoy por salir.

Ella asintió algo nerviosa.

—Lo siento, Menma-kun, es sobre Naruto-kun —el moreno no dijo nada, incitándola a continuar. Ayame tomó valor. Cuando lo vio llegar no dudó en contarle lo sucedido—. En la tarde venía a dejarle un poco de comida, pero al ver a unos sujetos vestidos de negro parados frente a la puerta, me quedé en las escaleras y…

—¿Y?

—Uno de ellos hizo que se desmayara, y se lo llevaron.

Menma pareció sorprendido. Acto seguido, sujetó a Ayame por los hombros, causándole daño.

—¡¿Quiénes?! ¡Habla, Ayame!

La joven soltó un pequeño quejido. Notando más fuerte el apretón, intentó contestar la pregunta.

—¡No lo sé! Me escondí y no me vieron. Lo siento, sólo logré distinguir un pequeño símbolo en una manga… me pareció un pequeño paipái.

Uzumaki soltó a la castaña, procesando la información. Perdido en sus pensamientos, decidió cerrar la puerta y dejarla fuera. ¿Un paipái? Frunció su rostro. ¡Mierda! Uchiha se le había adelantado. Nunca pensó que iría hasta su casa. Su plan era engañar a Naruto con una historia falsa, y enviarlo al callejón, esperando que se tragara el anzuelo, pero Sasuke había movido sus influencias. Pensándolo a detalle, todo parecía de su parte. Sus labios dibujaron una sonrisa sarcástica y comenzó a carcajearse por su buena suerte; él quedaba libre. Naruto por fin servía de algo.

—De ahora en adelante, Naruto ya no es mi problema.

Lo que Sasuke Uchiha hiciera con su hermano no tenía nada que ver con él. Repitió una y otra vez, tratando de convencerse de ello."

Apretó los puños con frustración. Se suponía que no debía importarle.

«Siempre tendrás mi apoyo, Menma» Recordó lo que una vez le dijo Naruto, haciéndole sentir peor. Esos sentimentalismos no servían de nada. Palabras cursis no salvarían su patética existencia. Pero entonces… ¿Por qué seguía pensando en él?

.

S&N

.

Una punzada dolorosa golpeó su cabeza y azotó su cuerpo. Procuró moverse despacio tanteando el lugar donde permanecía recostado. Parpadeó un par de veces distinguiendo su alrededor, sintiéndose desubicado al encontrar el lugar en penumbras. Abrió más los ojos tratando de acostumbrarse a la oscuridad. La textura bajo sus dedos le dejó sentir la suavidad de la tela y el confort del colchón. Permaneció recostado, intentando encontrar lógica a su condición. Su último recuerdo fue abrir la puerta y ser "secuestrado" por un par de tipos raros. Negó ligeramente. ¿Por qué secuestrarían a alguien como él? Ni siquiera tenía dinero o algo de valor. Aunque en ese momento el porqué le daba igual, necesitaba salir de ahí. Se incorporó con dificultad, buscando el suelo con los pies. Sin embargo toda acción quedó truncada por otro sonido.

—¿Pensaste que escaparías de mi, pequeña rata?

La repentina pregunta hizo que Naruto diera un brinco sobre el colchón. Giró su cabeza hacia el lugar de la voz, encontrándose con más oscuridad. De repente una pequeña lámpara se encendió, dejando ver a un hombre de cabellos negros y atractivas facciones, sentando en un cómodo sillón enfrente a la cama. Éste se levantó ante la mirada confundida del rubio. Por instinto, Naruto también se levantó, frunciendo el ceño asiéndole frente.

—¡¿Quién rayos eres tú-ttebayo?! —exigió saber. No le gustaba la sensación de sentirse acorralado.

Uchiha alzó una ceja, un poco confundido por el timbre de voz más chillón. No le dio importancia, debía ser efecto de la droga utilizada para llevarlo hasta ese lugar. No obstante, cuando sus orbes negros escudriñaron los irises añiles del menor, una sensación confusa recorrió su subconsciente. ¿Por qué esos ojos azules se veían iguales a la primera vez, y diferentes a la última? Debía estar alucinando. Prefirió dejar eso de lado, concentrándose en el presente. Sin indagar demasiado en sus cuestiones, sus labios dibujaron una sonrisa burlona. Ese mocoso tenía agallas al enfrentarlo, aún sabiendo su situación. No lo tendría fácil.

—Aunque estuviste durmiendo por dos días, fingir demencia no te ayudará —hizo una pausa, quedando delante de Uzumaki y colocando su mano pálida sobre la mejilla del menor—. Hace una semana tú me buscaste… y dijiste que harías lo que sea por dinero, dobe.

Naruto alejó la caricia de un manotazo, apretando los puños un segundo después. Jamás diría algo como eso. Nunca caería tan bajo sólo por dinero, no después del sufrimiento de su madre. Sin embargo, dicha acción desafiante no molestó al moreno, quien continuó sonriendo de medio lado. La mayoría de las personas siempre tenían miedo a enfrentarlo, pero la determinación en esos ojos cielo lo desafiaba. Pero negocios eran negocios y reclamaría lo que le pertenecía.

—Me debes 300 millones de yenes —negó—. No, mejor dicho —volvió a sujetar su barbilla con fuerza, mirándolo directo a los ojos—, te compré por 300 millones de yenes.

La doble mención de la exuberante cantidad de dinero provocó que su cuerpo temblara de ira. No le importó que el hombre burlón siguiera sujetando su rostro, porque sus ojos fueron nublados con un imperceptible velo negro, envolviéndolo en desesperación e incredulidad. No se movía, ni siquiera le importó que Uchiha pasara su dedo índice por el contorno de sus labios y delineara las marcas en sus mejillas. Su cerebro intentaba -por todos los medios- darle lógica a la simple oración. ¿Comprado?

—Tú me perteneces, y debo sacarle provecho a eso. Dime qué prefieres, ¿ser cómo un perro obediente o ser tatuado por todo el cuerpo? —Sasuke no le dio tiempo de procesar la nueva pregunta, las puertas corredizas se abrieron, dejando ver a un hombre con varios instrumentos para tatuar—. Tengo un Club y pienso usarte de "atracción principal".

—¡Maldito bastardo! —gritó Naruto, saliendo del shock inicial.

Sasuke ignoró el insulto, indicando cerrar la puerta.

—No importa, ya tendrás tiempo de pensar cuál prefieres, mañana regresamos a Japón.

¿Japón? Fue entonces que las defensas de supervivencia de Naruto despertaron, lanzándole un puñetazo al moreno. Sasuke lo sujetó, tirando su cuerpo sobre la cama. Con agilidad felina llevó ambos brazos a la espalda, dejándolo recostado con el rostro pegado a las sabanas. Uchiha subió sobre él, guiando su boca hasta topar con el oído del menor. Uzumaki trató zafarse, empleando toda su fuerza, pero el peso del azabache parecía mayor.

—Eres una fiera bastante difícil de domar, estoy seguro que esto le gustará a los clientes.

El aliento caliente de Uchiha golpeó sobre su cuello, provocando un escalofrió por toda su piel, incitándolo a removerse con mayor insistencia a liberarse. No dejaría que nadie lo sometiera de semejante manera. Su orgullo estaba siendo pisoteado.

—Me alegra que la golpiza que te dieron la semana pasada no dejara marcas en tu cara.

Y como si un balde de agua helada callera sobre su cuerpo, Naruto quedó inmóvil y rígido, mientras la última oración resonaba una y otra vez dentro de su cabeza. ¿Golpiza? Su cerebro comenzó a trabajar atando cabos. Podría ser un ingenuo y despistado, pero era obvio que ese hombre hablaba de Menma y no de él. Su bizarra situación y el misticismo de Menma empezaban a tener sentido. ¿Su hermano mayor lo había vendido y traicionado? ¿Por qué?

—Creo que hice un buen negocio contigo, dobe —susurró nuevamente en su oído. Naruto dejó de forcejear.

Sasuke no comprendió el repentino mutismo de la fierecilla. Aprovechando la calma se levantó de él y caminó a la salida sin decir nada, dejando a Uzumaki solo dentro de esas cuatro paredes. Tendrían mucho tiempo al llegar a Tokio.

Naruto continuó sin creer su situación. Una revoltura de sentimientos embargó su consciencia. Muchas preguntas acribillaban su mente, pero ni una respuesta saciaba su desesperación. Cerró con fuerza ambos puños, golpeando la superficie del colchón, sin poder evitar acompañarlos de un líquido salado resbalando por sus mejillas.

—¡Maldición! —gritó intentando sacar su frustración.

¿Qué haría? Aún sabiendo que Menma era el responsable, tenía las manos atadas. Si le decía al moreno que él no era Menma, seguramente iría por su hermano y los mataría a los dos por engañarle y verle la cara de idiota. La única solución viable sería escapar. Aunque ese sabor amargo en su garganta, le dejaba sin ganas de pensar, pero no se derrumbaría ni caería en un oscuro vacio. Él era fuerte y buscaría cualquier forma de huir.

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S&N

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A Sasuke no le sorprendió ver la figura femenina de Sakura esperándolo fuera de la habitación. Pasó de ella, sabiendo que eso no la detendría. Haruno le siguió el paso hasta llegar al elevador.

—¿En verdad piensas llevarlo a Japón, Sasuke-kun? —preguntó, entrando con él y viendo las puertas metálicas del cubículo cerrarse.

Uchiha la miró de reojo, cruzando sus brazos a la altura del pecho.

—Me pertenece, puedo hacer con él lo que yo quiera. Soy un hombre de negocios.

Sakura intentó sonreír, observando los botones del ascensor con fascinación, perdiéndose en sus pensamientos.

—Es bastante raro —admitió un minuto después—, es la primera vez que te veo tan interesado en otra persona que no sea tu familia…

Uchiha no respondió, el sonido de indicación y el abrir de las puertas dejaron a Sakura con la intención de continuar. Sasuke salió, terminando la conversación.

Ella sólo lo vio alejarse.

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S&N

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«Tokio, Japón»

En el aeropuerto de Narita, el avión personal de Uchiha aterrizó en el andén privado. Sasuke fue el primero en bajar, dejándole instrucciones a Haruno. Al salir su Ferrari lo esperaba. Dio un último vistazo al avión antes de partir a la mansión.

Dentro del aeronave el personal de servicio esperaba el descenso de los últimos dos pasajeros.  

Naruto parpadeó confundido. La noche pasada había entrado el mismo tipo de cabellos blancos, quien volvió a desvanecerlo. ¿Cuánto tiempo pensaban mantenerlo drogado? Miró a todos lados, percatándose del interior del avión. Nunca había estado en uno, pero los conocía de películas y revistas. Sus sentidos le alarmaron. Sin embargo, al enfocar la silueta de una mujer de largos cabellos rosa -unos asientos adelante-, perdió la noción del tiempo. La figura atrayente de la joven lo cautivó. Vestía un traje ejecutivo; de saco de botones y falda corta en negro con detalles rosas. Ella pareció sentir su escaneo, y volteó a mirarlo. Naruto contuvo el aire al observar el bonito color esmeralda de sus ojos: una mujer hermosa. La joven sonrió, yendo a su lugar.

—Al fin despertaste, Naruto —él pareció sorprendido al escuchar su nombre salir de esos finos labios cereza. Ella se presentó—. Soy Haruno Sakura, la asistente personal de Sasuke-kun.

Uzumaki salió del trance al escuchar aquel nombre desconocido.

—¿Sasuke?

Ella frunció el ceño.

—¿Ni siquiera recuerdas el nombre de la persona que te dio tanto dinero?

Y la realidad golpeó a Naruto en la cara con una fuerte bofetada al rememorar al idiota embustero que lo trató como un cualquiera.

—¡Ese malnacido, hijo de p…!

—No termines esa oración, sino quieres acabar con un golpe en la cara —cortó la frase, levantando su puño. Respiró profundo intentando mantenerse calmada. Continuó hablando, acomodando su pequeña maleta para bajar—. Él se ha ido primero a la mansión a ver a una persona en especial, pero me encargó llevarte hasta el Black Angel's.

Al rubio le importaba un comino lo que hiciera con su vida. Aunque le inquietaba saber a quién iría a visitar con tantas ansias, seguramente su insufrible esposa. Pobre de aquella mujer que desconocía los negocios turbios de su esposo modelo. Bufó molesto.

—Por favor, se bueno y no me causes problemas, Naruto.

Uzumaki la miró regresando de sus pensamientos. Por muy bonita que fuera, no perdería la oportunidad de escaparse durante el trayecto. No obstante, ella pareció adivinar sus intenciones. Sonrió acercándose a él, alzándose en puntas y susurrándole al oído:

—Y nada de escaparse.

Terminando la frase, levantó un lado de su saco negro mostrando un revólver calibre cuarenta y cinco. El menor tragó grueso. Bonita y peligrosa, no le convenía hacerla enojar. ¿Qué clase de personas trabajaban para el bastardo?

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S&N

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Uchiha miró distraído el pasar de los edificios de la aglomerada ciudad de Tokio. Dentro de su Ferrari, sacó una cajetilla de cigarros con una mano, y tomó uno llevándoselo a la boca. Sus pensamientos se concentraban en una persona en especial. La misma persona que había dejado a cargo de Haruno. ¿Por qué ese callejero le hacía comportarse de esa manera? Aunque no lo admitiera en voz alta, Sakura tenía razón al decir que parecía diferente. Y lo peor, ni él mismo sabía la razón de tratarlo así. Le fascinaba tenerlo acorralado.

¿Le atraía? La respuesta era afirmativa. Su cuerpo, y sobre todo sus ojos; desde la primera vez que los vio, cautivaron su atención. Tan diferentes a los suyos. A pesar de la situación, en ellos se reflejaban una determinación y una pureza natural. En una situación diferente le hubiese dado lo mismo el destino de un vago, pero con él no pudo evitar el impulso de tenerlo cerca, aún con el dinero de por medio. Una obsesión de poseer al dueño de tan expresivos orbes añiles. Descubrirlos velados de placer y desnudar su alma al corromperla. Corrompida como la suya.

Cómo la fascinación de un pequeño niño caprichoso por un juguete nuevo. Un juguete que sus manos no tenían miedo a romper, aunque al final terminaría llorando igual a cualquier mocoso malcriado. ¿Sería capaz de ser diferente ésta vez?

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Continuara…

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…oooO*Oooo…

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Notas finales:

Hola!!! Wow, creo que estoy en una buena racha de inspiración para este fic XD (Inner: o será que trabajaste mucho en esta historia que ya tenías hasta aquí??? R: Sip, tal vez sea eso XD) Cómo sea, en verdad me anima saber que les agrada la historia, que poco a poco seguirá a estos dos n.n

 

Además, quiero agradecerles por su apoyo, en verdad me anima que a alguien le guste esta historia, y por eso doble gracias a los que me regalan un comentario para saber que les parece, por eso muchas gracias a: moonrose, Sasukita15, kitsunita, lion, KiRiZari_Hotachi, liz, LuciHikari, Lawlie, Ritsu Uchiha, hanakaede85, Evan Lee y *-*

 

Y ya saben, si quieren participar en el 2do FLSN (escribiendo algo o votando por un fic que les guste), pasen a la página del festival, con su cooperación seguiremos apoyando al SasuNaru!!!, y NaruSasu también XD

 

Nos vemos en el próximo capi, y por ahora que tal un review? o.O?

 

Gracias por leer n.n

 

 


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