Just a perfect day.
Que la vida es una mierda, que el esta metido hasta el fondo y no hay quien lo saque de la bruma exquisita que esa estupida droga que se le mete en el cerebro, y por minutos que cada vez saben a segundos, siente que todo es perfecto y no hay nada mas bello que perderse en laberintos indescifrables, que su propia mente teje a su alrededor.
No hay palabras capaces de hacerlo volver, y es que se siente tan bien extraerse de la realidad. Tampoco tiene motivos para permanecer en ella por que nunca le agrado.
Cuando la mano fuerte y casi tosca que lo jala del suelo en el que se reía sin ton ni son, cual desquiciado apunto de zozobrar en su propia saliva tibia y llena de insalubridad recogida del suelo, mientras se revolcaba, no sabe de si mucho menos de su alrededor.
El tal Siwon le da palabras de aliento, de porvenires mas brillantes y el se ríe, se ríe, por que nunca ha conocido a alguien tan idiota para creer en un Dios que es tan cruel y desconsiderado con sus fieles. Se escapa en la noche, la desesperación fluyendo por sus venas, que ciertamente lucen amoratadas e hinchadas como sanguijuelas deseosas de sangre, aunque en su caso son deseos de más droga.
Casi una semana en que no sabe mucho de si mismo, en que se deja abstraer con todas la de la ley, tirado una vez mas en ese cuartucho donde miles de muchachitos idiotas le vienen a manosear sin una pizca de vergüenza. Es que dicen que es hermoso, aunque el dista mucho de tener esa imagen de su persona, solo alguien con muy mal gusto le puede gustar un chico paliducho y desgarbado como lo es él.
No pasan ni dos minutos cuando sus pupilas se ensanchan, su ritmo cardiaco se acelera y el piso cede a sus pies, absorbido por el suelo sentía que el mundo era una simple nube esponjosa que se lo devora de a poco. Incapaz de respirar correctamente, sus ojos desenfocados e imposibilitado de mover ningún músculo, podía ver, como un muñeco desvencijado, como era tratado por el mismo tipo que días atrás lo recibió con una sonrisa, ahora con el ceño fruncido lo arrastraba fuera del cartucho.
Solo, a la deriva, sin conciencia y atrapado en la cárcel de su cuerpo, sentía que la vida se le iba, y quiso aferrarse a ella, pero la fuerza se la arrebato el líquido que corría vertiginoso, por todo su sistema, infectando hasta su conciencia. Un par de ojos negros se conectaron a los suyos, luego de horas que le parecieron años mirando la azulina bóveda, que pocas veces se daba el tiempo de apreciar.
El paisaje, la gente y hasta Siwon desfilaban ante sus ojos como seres inanimados que por mas que se esforzaban en hablar, el no los podía escuchar. El brillo de la jeringuilla le aterro, no quería mas de lo que ya tenia corriendo libre por su cuerpo e intento moverse desesperado, pero su cuerpo se negó a obedecerle y solo pudo seguir por el rabillo del ojo como esa masa informe de blanco, enterraba en su violáceo brazo la jeringa.
El aire entro de lleno a sus pulmones, casi quemando cada célula de su cuerpo, fue tal la fuerza que lo recorrió que su cuerpo se curvo hasta que su espalda ya no pudo mas. Una gran suspiro de alivio salio libre por su garganta y se sintió dueño de sus acciones una vez mas.
Kyuhyun se sentó al lado de Siwon sin decir palabra alguna, no hacía falta. Los hechos eran evidentes y aunque ninguno conocía nada sobre el otro, solo el saber que se tenían a su lado les basto para crear una alianza silenciosa.
Miro de soslayo al chico que estaba a su lado dentro del auto, manejaba sin mirarlo, sin prestarle atención, quiso hablar, agradecer, o simplemente aventarse desde la puerta sin palabra alguna, pero el fuerte dolor de culpabilidad en su pecho se lo impidió, en cambio se miro una vez mas el rojo y maltratado brazo, recuerdo de sus faltas y constantes anhelos de viajes que cada vez lo satisfacían menos.
Ahora mismo solo puedo pensar y comerme la cabeza. Es increíble como las cosas que pasan de repente, sin que quieras, sin que te lo imagines, te joden y mucho. Ahora mismo, me siento una mierda. Ahora mismo, querría morirme. Ahora mismo, siento que he defraudado a mucha gente por algo que ni yo quería hacer, algo que he intentado evitar, sin suerte. Ahora mismo, me siento sucio. Ahora mismo, querría no haber salido de casa. Ahora mismo, me doy cuenta de que hay cosas que no se pueden cambiar. Y, ahora mismo, siento que todo el mundo me odia o me tiene asco.
Ahora mismo querría dejar de llorar y sonreír. Ahora mismo querría dejar de pedir perdón por algo que yo no he hecho, pero no puedo. Porque, por mucho que yo no quisiera, siento que la culpa es mía. Ahora mismo querría decirle a una persona que vale mucho más que yo, que lo siento. Pero las palabras se atascan en mi boca y solo puedo apoyar mi cabeza contra el frió vidrio del auto de un desconocido.
- Vas a mirarte en el espejo y vas a perdonarte por fin , todo el daño que te has hecho
- ¿Qué?
Siwon le arrastra hasta un espejo de cuerpo entero y por primera vez en meses se puede ver. Es tan deplorable que las lagrimas brotan como cascadas por sus ojos, se estremece ante su propio reflejo y tienes ganas de desgarrar su propia carne, por que se da asco, por que es horrible lo que ha hecho consigo mismo.
Un fuerte abrazo le aparta de su pesadilla, de la imagen sucia y demacrada que le devuelve el inocente cristal. Se deja envolver en esos fuertes brazos y llora como hace años no lo hacia, llora por su figura perdida, por los días desgastados, por la infelicidad que tejió a su alrededor y llora sobretodo por que no sabe si podrá salir alguna vez de ese pozo oscuro que lo devora insaciable.
- Vas a llorar, vas a gritar, vas a querer morirte, pero vas a aguantar, porque tú eres fuerte
- Déjame….
- No…
- Por que?
- Necesitas que alguien te quiera. Bien, pues yo te quiero…
- Mi corazón esta tan enfermo como mi cuerpo…
- Se valiente y quiéreme tu también
- Tengo miedo…
- El miedo es como el frío. Una vez que se ha sentido nunca se va del todo…
Nunca escapo, así como nunca dejo de sentir miedo, mas esta vez había alguien a su lado para contenerlo por él. Cada minuto a su lado le devolvía eso que creyó perdido, eso que pensó no volver a ser. Su cuerpo, sus acciones, todo le pertenecía, ya nada era al azar, ya no lo dominaba un sustancia ajena a su cuerpo.
- Me pregunto, si tu corazón todavía esta lastimado Kyuhyun…
- Que quieres hyung?
- Me quieres aunque sea un poco?
- Cállate, tápate los oídos fuerte, fuerte, fuerte, muy fuerte. ¿Oyes lo mucho que te quiero?