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Contigo todo es mejor por pandita_chan

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Notas del fanfic:

No estaba segura de subir esto, pero al final... Aquí terminó  .__. 

Notas del capitulo:

El fic no está beteado :C 

Hasta ese día iba todo bien aun en la distancia, conversaban de vez en cuando ya sea vía cibernética o telefónica. Kai tenía claro que si su marido no estaba allí con él y sus hijos por temas de trabajo, así como Takashi lo esperaba a él cuando se iba de gira esa vez le había tocado esperar, pero la comprensión no quitaba el hecho de que lo extrañara mucho y sus hijos también, porque él siempre jugaba con ellos y los entretenía la mayoría del tiempo con cualquier cosa…

Pero ese día en particular le había parecido raro, porque si bien tenía conocimiento de que empezaba temprano su jornada laboral en la distancia, donde fuera que estuviera Takashi siempre lo llamaba, aunque haya sido para decir “Te extraño”, sin embargo esa mañana se despertó con el sonido de sus hijos revoloteando en la habitación y no con el llamado de su esposo. Más tarde tampoco ni una sola llamada, aun cuando no se despegó del celular ni para ir la baño…

—Papito, ¿Cuándo vuelve papi Takashi?— le preguntó Hikaru
—No lo sé, amorcito, pero ya pronto ¿Aguantas un poquito más?— le preguntó
—El niño asintió—
—Ese es mi bebé —sonrió y el niño igual—. Ahora vamos a dormir~— canturreó y lo tomó en brazos

Era el único de sus tres hijos que estaba despierto, Sebastián y Shizune habían caído a dormir hace rato. Lo llevó hasta su habitación y lo arrulló como cuando era un bebé de meses viendo como de a poquito Hikaru cedía al suave movimiento e iba cerrando los ojitos, hasta que ya no los abrió y solo se escuchó su respiración pesada. Lo cambió con el pijama, lo arropó en su camita y luego se fue a su habitación…

Se tendió en su cama mirando el techo, se dio vueltas y vueltas pareciéndole tan grande ese espacio para él solito, sin duda todo era mejor cuando Takashi estaba con él, apegado a su cuerpo riéndose y besando sus mejillas como siempre. Suspiró y tomó el celular para ver la hora, luego llamó. Necesitaba saber de él, aunque fuera escucharlo respirar…

—Kai— dijo alguien al otro lado de la línea
—Hola— respondió
—Hola~— le respondieron
—Quiero hablar con mi marido— informó haciendo un puchero involuntario
—Lo sé —rió un poco—, pero no se va a poder— le dijeron
—¿Por qué?— preguntó en tono sospechoso
—Es que tuvimos un percance y tuvo que volver a Tokio— respondieron
—Y dejó el celular olvidado— dijo pesadamente
—Ajá— dijo la otra persona
—Creo que mis costumbres se le están pegando— comentó
—Eso parece— le respondieron
—Bueno, no importa, no se si aparezca por la casa. De todos modos le dices que lo llamé— pidió
—Claro, Kai, no te preocupes— contestó
—Gracias, adiós y éxito con lo que les queda de gira— deseó
—Muchas gracias. Saludos a tus bebés— dijo

No era la primera vez que a Takashi se le olvidaba el celular, pero al menos se había sacado la espinita de no saber de él durante todo el día. Luego de eso se acostó, desnudo cómo solía hacerlo cuando estaba solito, aun cuando estaban sus niños porque tenía la puerta con seguro. Cayó dormido casi al instante luego de acurrucarse abrazando la almohada que le pertenecía a su esposo…

Lejos de allí arribaba su Takashi tras un viaje de improviso por un papeleo importante que les estaba imposibilitando la continuidad de su trabajo. Durante el trayecto maldijo mil veces el haber olvidado el celular, pero al menos podía ir a casa y tenía dos días para volver antes de dar el siguiente concierto, eso sería suficiente como para reponer un poco de energías…

Fuera de todo protocolo le exigió a chofer de la van que lo fuera a dejar hasta su casa, se rehusaba a hospedarse en un hotel teniendo una cama y un cuerpo tibiecito a su disposición en su hogar. El chofer no opuso resistencia alguna, siguió sus indicaciones y lo dejó fuera de su casa, luego se marchó. Takashi entró ansioso a casa, pero con cautela, sabía que era tarde y no quería despertar a sus hijos por arrebatado…

Llegó hasta su habitación, abrió con la llave y luego volvió a asegurarla, se desvistió y se acomodó en la cama abrazando a Kai. Bendito sea su sueño pesado, porque ni se percato de su presencia, al menos no en ese instante. Más tarde cuando el batero quiso darse vuelta sintió un par de brazos rodeando su cuerpo y se asustó, pero cuando se dio cuenta que se trataba de Takashi se acomodó despertándolo sin querer en el proceso…

—Mi amorcito— susurró Takashi con los ojos cerrados
—Mi vida, hace tuto— él solo asintió
—Te amo— dijo él y lo abrazó más fuerte
—Yo también, amor— se dejó abrazar y volvió a dormir

Ya a la mañana siguiente el primero en despertar fue el llegado a media noche, Aun en contra de su voluntad fue a hacer lo que debía y luego volvió a casa encontrándose con que Kai aun dormía, entonces aprovechándose de su sueño pesado se le ocurrió un idea…

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Esa mañana al abrir los ojos no se vio solo y por un momento maldijo su sueño pesado; estaba atado de muñecas al cabecero de la cama y allí al lado suyo estaba a quien tanto echó de menos: su marido, lo veía atento mientras él intentaba soltarse de las amarras. Lo que había pasado la noche anterior no había sido un sueño ¡Estaba allí!…

—Buenos días, amor— lo saludó
—Suéltame— respondió
—No— dijo y salió de la habitación

Lo único que tenía libre eran los pies y más encima estaba sin ropa. Él y su costumbre de dormir desnudo cuando estaba solo. Se suponía que nada de eso tendría que estar pasando, ¿Por qué lo había amarrado? Esa pregunta no dejaba de formularse en su mente; Takashi no solía tener eso tipo de fetiches ¿O sí?. Ya le estaba dando miedo todo eso y siguió intentando soltar sus muñecas…

—Si no vas a soltarme, mínimo tápame allí abajo— alegó

Sin mediar palabra Takashi se acercó y lo tapó de cintura para abajo con sólo la sabana de la cama, luego se sentó al lado suyo mientras comía nutella a cucharadas, mirándolo de vez en vez. Él si andaba vestido, bueno en realidad ni tanto; sólo andaba en bóxer, pero al menos una prenda cubría su desnudez…

Kai sólo lo miraba con infinita paciencia mientras comía y él intentaba seguir tironeando sus brazos para soltarse, pero el dolor le estaba ganando, sus muñecas dolían por el vano esfuerzo…

—Amor— lo llamó
—lo miró con la cuchara en la boca—
—Dame nutella— pidió
—llenó la cuchara y la acercó a su boca— Abre— dijo y le dio de comer

A pesar de tenerlo atado no lo trataba mal, seguía siendo cariñoso y gentil como siempre, lo consentía en todo lo que pedía, menos en soltarlo. La idea era que solito se diera cuenta de cual era la condición para su libertad, pero Kai podía ser TAAAN lento a veces. Aunque igual, luego de tantas semanas lejos el uno del otro Takashi dudaba seriamente de su paciencia…

—Tengo frío— se quejó de pronto
—¿Te quito el frío?— le preguntó
—Asintió—
—¿Qué quieras que haga para quitarte el frío?— consultó
—No sé, lo que tú quieras— respondió

Así no funcionaba la cosa, pero bueno; Takashi sólo suspiró y lo arropó dejando su cara descubierta, mientras seguía a su lado sentado jugando con su celular, ignorando la mala cara que había puesto Kai cuando lo tapó con los cobertores…

No pasaron ni cinco minutos y Kai comenzó a patalear para quitarse los cobertores de encima, bajo la atenta mirada de su esposo…

—¡Ah mierda, me ahogo!— alegó
—¿Ya se te quitó el frío?— le preguntó
—Ajá— dijo y suspiró

Tanto tiempo separados y ¿Así lo trataba?. No era eso lo que quería, deseaba más que nada que fuera como antes. Cerró los ojos y pensó en otra circunstancia en donde le haya dicho que tenía frío y no había sido esa su reacción, en el pasado lo había abrazado y besado hasta que se le quitara el frío; ¡eso quería! Que le quite el frío con su cuerpo, no que lo ahogara con los cobertores…

Resignado a que sería prisionero de su marido quizá hasta cuando prefirió intentar dormir, se removió en la cama hasta que consiguió quedar boca abajo y así se mantuvo aun cuando se estaba ahogando, pero al menos de esa forma no se notaría el bulto en cierta parte de su cuerpo. Le dolía, pero ni siquiera estaba libre para aliviarse solito…

Al poco rato de cerrar los ojos sintió los dedos de Takashi recorrer su cuerpo suavemente. No estaba durmiendo, con la excitación que se cargaba no podía y su esposo no le estaba haciendo las cosas fáciles…

A sus dedos le sumó sus labios que besaban diferentes zonas de su espalda mientras sus dedos recorrían lentamente su columna a todo lo largo en forma descendiente. Soltó un suspiro sin querer y el contacto se desvaneció…

—Estás despierto— dijo
—No puedo dormir— admitió
—Ya veo— contestó

Hubo un momento de incómodo silencio y cómo pudo, Kai volvió a quedar de espalda al colchón; la risita de Takashi no pasó desapercibida a sus oídos y frunció el ceño avergonzado ante la situación…

—También está despierto— dijo aguantando la risa al apuntar su miembro
—No es gracioso— respondió enojado
—Uy, que mal genio— comentó
—La falta de sexo— contestó
—¿Y con quién tiene sexo?— le preguntó
—Se quedó callado—

Ellos siempre habían dicho que lo suyo no era sexo, de todos modos la expresión se entendió, solo que le gustaba molestarlo, porque pocas veces se comportaba de ese modo. Pero ya con todo eso la paciencia ya no tenía cabida en la situación…

—Yo le quito el mal genio, mi amor—dijo

Y sin darle tiempo de replica se posicionó sobre su cuerpo para besarlo a la vez que tomaba su erección con una de sus manos y lo masturbó rápidamente. El beso no duró mucho, pero no distanciaron mucho sus labios…

—Te extrañé, mi vida— susurró Kai sobre sus labios
—Y yo a ti, corazón— respondió de igual forma

Volvieron a besarse con más calma dentro de lo que los gemidos de Kai permitían, debido al placer que lo abordaba teniendo la mano de su esposo frotando su erección constantemente…

—le mordió el labio inferior— Takashi, quiero tocarte, desátame— pidió
—lamió su labio, le dolió la mordida— No, amor, aun no— respondió
—Entonces déjame morderte— condicionó
—Bueno, pero con cuidado— concedió

Le dejó el cuello a disposición, mientras seguía concentrándose en masturbarlo. A penas sentir el primer mordisco disminuyó el ritmo de su mano, le había dolido, pero aun así se complacía escuchando sus gemidos entre mordida y mordida que le daba…

—Amor, mírame— pidió Kai
—lo miró—

Se acercó cómo pudo a sus labios y le dio un profundo beso sintiendo cómo poco a poco estaba llegando a su límite…

—Mueve tu mano más rápido— ordenó

Sin protestar lo obedeció y volvió a sentir los labios de Kai apoderarse de los suyos en un beso asfixiante, mientras se retorcía bajo suyo. Correspondió cómo pudo, dejándolo llevar el control del beso hasta que luego de unos instantes sintió un nuevo fuerte mordisco en su labio inferior al mismo tiempo que eyaculaba en su mano…

—le lamió el labio— Lo siento, amor, te hice doler— se disculpó
—No importa— sonrió y luego lamió su propio labio

Ocupó el mismo semen de Kai para lubricar sus dedos e introducirlos en su entrada con sumo cuidado. Fue su turno de besar y morder su cuello, pero aun cuando deseaba hacerlo fuerte como Kai lo había hecho con él, se contuvo y lo mordió con la suficiente fuerza para dejarle marcas sin que se quejara. Mientras él seguía introduciendo y sacando los dedos de su interior, haciendo que él mismo moviera sus caderas gimiendo en busca de más profundidad…

Hizo caso omiso a sus suplicas, no sacó los dedos de su interior, aun cuando su propio miembro dolía por la falta de atención. Bajó los labios hasta su pecho donde mordió y lamió sus pezones, mientras sus dedos se separaban en su interior haciéndolo gemir más audiblemente. Siguió bajando sus labios hasta llegar a su nuevamente erguido miembro el cual tomó con su mano libre y sin pensarlo mucho lo introdujo en su boca, succionando fuerte y constantemente de buenas y a primeras…

Un par de minutos después Kai le anunció que ya no aguantaría más, entonces Takashi sacó el miembro de su boca, volvió a tomarlo con su mano y aceleró el ritmo de sus dedos hasta que lo vio retorcerse y eyacular una vez más sobre su mano. Sacó con cuidado los dedos de su interior y lamió el semen sobre el miembro de Kai…

—Takashi, desátame— rogó
—negó mientras lamía sus labios—
—suspiró— Me aburrí. O me sueltas o grito como si me estuvieras matando. Sabes que las vecinas se meterán—advirtió

Takashi sólo lo miró y sin despegar la vista de sus ojos abrió el velador y sacó un cuchillo. Se lo mostró haciéndolo callar por la impresión…

—Te desataré con una condición— dijo
—¿Q-Qué condición?— tartamudeó
—Haga lo que haga no gemirás— indicó
—¿Y si gimo que harás?— preguntó
—jugó con el cuchillo entre sus dedos— No lo sé— dijo y él mismo se cortó para lamer su sangre

Kai se aterró con la idea de que fuera a cortarlo, ¿Ese hombre era su marido?, ¿En qué momento se había convertido en sádico? Él nunca se comportaba así. La condición que le pedía era difícil, él no era de acallar mucho sus gemidos y estaba consciente de que a Takashi le gustaba escucharlo, entonces ¿Por qué?...

Tan enfrascado estaba especulando cosas que no notó en que momento lo desató; cayó en cuenta cuando sintió los labios de su marido sobre su muñeca derecha, mientras acariciaba la izquierda con cuidado. Aun en circunstancias así no dejaba de ser tierno. Aprovechando la situación lo atrapó entre sus piernas, sobresaltándolo por su acción…

—Bésame— ordenó jalándolo hacia su cuerpo

No dudó un segundo en hacerlo, lo besó con tantas ganas sintiendo cómo Kai acariciaba su espalda y suspiraba complacido adentrando la lengua en su boca. Él se limitó a corresponder acariciando sus caderas con la yema de sus dedos…

De pronto sintió una de las manos de Kai sobre su miembro por sobre la tela del bóxer, mientras que con la otra intentaba bajar la prenda de una vez por todas…

—Amor— dijo en un susurro apretando su miembro
—él solo sonrió—
—le apretó el trasero— Takashi, penétrame— pidió terminando de desvestirlo
—Recuerda que no debes gemir— condicionó
—Lo intentaré— respondió

Él mismo cambió las posiciones y dejó a su esposo de espaldas sobre el colchón, tomó su miembro con una mano, lo acomodó en su entrada y se auto penetró de una sola vez aguantando las ganas de gemir. Comenzó a moverse lentamente de arriba hacia abajo cerrando los ojos y acariciándole el pecho con las manos…

Hasta el momento en que él llevó el control de la situación los gemidos fueron reprimibles, pero cuando Takashi tomó sus caderas y comenzó a acelerar el ritmo de las penetraciones se le empezó a hacer difícil; sólo intentaba respirar sin emitir ruido alguno…

Él simplemente se limitaba a ver cómo se montaba con maestría sobre su miembro acompañándolo en el vaivén acelerado de sus caderas. Era cierto que le encantaba escucharlo gemir, pero también tenía claro que no resistiría mucho sin hacerlo. Apretó su trasero con ambas manos y aumentó el ritmo apegándolo a su cadera de manera fuerte con cada embestida, hasta que encontró ese punto dentro de él y el gemido salió…

—¡Aahh~!— gimió y luego mordió su labio inferior

Detuvo en seco sus embestidas, lo tendió en la cama y salió de su interior arrancándole otro gemido en el proceso…

—¿Qué me harás?— preguntó con un poco de pánico
—Ponte en cuatro— le ordenó

Sin chistar obedeció sin saber a que atenerse; a penas alzó su trasero sintió como la palma de la mano de Takashi se estampaba en el con fuerza, jadeó sorprendido por la acción, le había dolido, pero también lo había excitado. No alcanzó a recuperarse de la impresión cuando lo tuvo una vez más penetrándolo en esa posición…

¿Y así no quería que gima?. Lo había extrañado mucho, lo tenía sometido al placer y lo embestía de forma rápida y certera, así era imposible…

—Aahh~— volvió a gemir

Otra vez la palma de la mano de Takashi se estampó contra su trasero sin dejar de embestirlo. Ese fue su límite; a la mierda la represión, si iba a darle una nalgada por cada gemido que emitiera no pensaba callarse…

—Mgh~ ahh~— siguió gimiendo

Y así fue como a las duras embestidas se le sumó un palmazo en el trasero por cada gemido que salía de sus labios. Lejos de callarse, eso hizo que Kai gimiera con más ganas. Primera vez que hacia algo así y le gustaba la sensación, aun cuando el masoquista era él, pero Kai no mostraba signos de estar sufriendo con todo eso, al contrario…

Después de un momento dejó de golpear su trasero y se concentró en embestirlo fuerte y rápido. Sostuvo sus caderas con fuerza atrayéndolo a él para llegar más profundo en su interior, escuchando en conjunto el sonido de sus gemidos y el de su trasero sonando contra su cadera cada vez que su miembro se introducía en él…

Ya no tenía prohibición de gemir por lo que no se reprimió más; gemía fuerte y agudo con cada certera estocada que chocaba directo en su próstata, el roce en su interior y las habilidosas manos de su esposo recorriendo su cuerpo lo tenían en el límite. Le dolían las rodillas, los brazos y la garganta por la posición y los gemidos, pero aun así seguía moviéndose en sentido contrario a las caderas de Takashi para hacer que lo penetre más fuerte y profundo, mientras apretaba la almohada con sus manos e intentaba respirar más que gemir…

—Ya no aguanto— dijo con voz rasposa

Sintió cómo Takashi hacía las penetraciones cortas, fuertes y constantes llegando directo a su próstata. De un momento a otro sintió su cuerpo temblar y se corrió manchando las sabanas mientras gemía fuerte y prolongadamente. Pero las embestidas no cesaron y el cosquilleo en su cuerpo aumentó al igual que el temblor, haciéndolo contraerse involuntariamente debido al constante roce en ese punto en su interior…

en el momento en que sus brazos cedieron a su peso, debido al permanente temblor de su cuerpo, Takashi sacó el miembro de su interior, lo dio vuelta en la cama dejándolo de espaldas en el colchón, separó sus piernas, acomodó su miembro y lo penetró una vez más, haciéndolo gemir fuerte por la nueva intromisión…

Comenzó a embestirlo fuerte y rápido, estaba por terminar y mantuvo el ritmo constante moviendo las caderas de Kai a su antojo, sintiendo cómo sus paredes acorralaban su miembro estrechamente y sus uñas se clavaban en su espalda…

—Ay, amoor~— gimió en su oído
—separó sus piernas en busca de más profundidad—
—Aahh, síh, asíh~ ¡aah~!— volvió a gemir

Bastaron un par de embestidas más para que Takashi eyaculara en su interior mientras mordía su cuello fuertemente haciéndolo gemir alto una vez más al sentir su semen en su interior. Siguió embistiendo de manera más lenta pero profunda, escuchando los débiles gemidos de Kai en su oído, mientras sus manos recorrían suavemente su espalda…

—Te amo— susurró en su oído
—Yo también, amor— respondió Kai

De a poco fue aumentando el ritmo del vaivén rasguñando las caderas de Kai inconscientemente al ejercer la presión del agarre para embestirlo…

—Así, amor, no te detengas— le pidió

Otra vez las penetraciones eran rápidas fuertes y constantes. Los dos estaban cerca del orgasmo una vez más, por lo que en conjunto movieron sus caderas en sincronización en busca del roce permanente, hasta que el cosquilleo en sus ingles se hizo presente, concentrándose calidamente para después esparcirse a la hora de eyacular, haciéndolos estremecer al sentir el orgasmo…

Se quedaron quietos en esa posición: Takashi sobre Kai y entre sus piernas, ambos con los ojos cerrados, respirando agitado esperando a que el espasmo de sus cuerpos pasara un poco para moverse con normalidad…

—Te extrañé tanto, mi vida— le susurró Kai en el oído
—Se notó —rió un poco—. Yo también te extrañé mi amorcito— declaró saliendo con cuidado
—Auch, me duele el trasero— se quejó acomodándose a su lado
—Lo siento— se disculpó haciendo un puchero
—le dio un besito— No se preocupe, amor, ya pasará— dijo abrazándolo

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

No supieron cuanto tiempo estuvieron haciendo el amor, pero se quedaron un rato más en la camita abrazados simplemente acariciándose y aprovechando el tiempo juntos. Aun así no estaban solos y no pudieron seguir mucho tiempo más en cama porque el deber de padres llamó a la puerta. Cómo pudieron se vistieron, ordenaron un poco y dejaron pasar a los tres niños a la habitación quienes se lanzaron encima de Takashi a penas verlo.

Kai aprovechó el momento de reencuentro de su marido y sus hijos para asearse, escuchando las risas y los gritos de fondo a parte del agua de la ducha. Cuando se dio cuenta era bastante tarde y no tenía ganas de cocinar, solo quería aprovechar a su familia…

—Papito, quiero comer pizza— dijo Shizune
—Pide pizza— dijo Kai y le pasó el celular
—Me da vergüenza— contestó la niña
—¡Yo quiero!— gritó Hikaru. A él nunca lo dejaban hablar por celular porque gastaba todo el saldo

Le dieron el beneficio de la duda bajo compromiso y estando controlado. El mismo peque marco el número que le indicó Kai y espero ansioso a que le contestaran…

—¡buenas tardes!— saludó
—buenas tardes— lo saludaron
—queremos pizza— comunicó
—niño, ¿están tus padres allí? — le preguntaron
—¡Sí!— contestó y puso el altavoz
—Está bajo supervisión, deje que haga el pedido— dijo Kai
—Muy bien, entonces dígame— pidió
—Me llamó Hikaru— informó el niño
—Dime tu pedido Hikaru— le dijo la niña
—Takashi le indico dos— Dos pizzas— dijo
—¿Qué ingredientes?— consultó
—¡QUESO!— gritaron sus hermanos
—¿Doble?— interrogó alejando el teléfono de su oído
—¡Sí!— gritaron de nuevo
—Ya, ¿Qué más?— rió
—Carne y jamón— contestó
—¿Vacuno o pollo?— preguntó
—¿Se pueden las dos?— preguntó también
—Ajá— contestó— ¿Bebida blanca o negra?— agregó antes de que se le olvide
—Una de cada una— respondió
—¿Eso es todo? — le consultó
—Sip. Gracias — dijo
—De nada. Eh ¿Cuántos hermanos tienes? — le preguntó al niña
—Dos, Shizune y Seba— respondió
—Ok, Hikaru. Ahora dime tu dirección para que enviemos el pedido— pidió
—Eso siempre se me olvida, mi papi Kai se lo dice—respondió
—Bueno— rió de nuevo

El niño era muy sociable, le armaba conversación a cualquier persona que tuviera en frente, o a cualquier desconocido que llamara a casa aun cuando era un número equivocado. Kai desactivo el altavoz y le indicó la dirección a la niña de la pizzería. Luego se dispusieron a esperar…

—mi bebé— le dijo Takashi a Hikaru abrazándolo
—Papi, me ahogo— reclamó
—Mentira, no te aprieto fuerte— debatió
—Hikaru rió—
—Cachetón, estás grande— comentó
—Ya tengo cinco— le mostró sus dedos
—Eres un niño grande—
—el peque asintió—
—Están todos grandes— dijo estirando los brazos para—atrapar a los otros dos
—E inteligentes— dijo Shizune
—Y lindos— agregó Seba
—no se a quien saliste tan ególatra— rió
—Seba a puntó a Kai disimuladamente—
—¡Te vi!— lo increpó
—Yo no hice nada— se defendió

Entre risas y bromas se paso el tiempo hasta que tocaron el timbre de la casa y Takashi fue a abrir. Allí se encontró con una chica de aproximadamente veinte y tantos con el pedido en mano y un bolso cruzado a la espalda…

—Allí está lo que pidieron— dijo entregando las cosas
—Gracias— respondió

Dejo las cosas en la mesa que estaba allí cerca y luego pagó lo que se le indicó

—Le pasa eso a su hijo Hikaru ¿Por favor?— preguntó pasándole una bolsa
—Claro, ¿Qué es?— consultó
—Bolsas de dulces, una para cada niño— contestó
—Gracias… —leyó el nombre en su placa— Aiko— dijo
—De nada. ¿Me da un autógrafo?— pidió
—Takashi rió—
—¿Por favor?— rogó
—¿No le interesa uno de mi marido también?— preguntó firmando la libreta que le extendió la chica
—Ya lo tengo— informó

La chica no era psicópata, pero había tenido la suerte de que la única vez anterior que había entregado una pizza tiempo atrás había sido en la misma casa y Kai le había abierto la puerta y al igual que con él, aprovecho el impulso consiguiendo un autógrafo del baterista Gazetto…

Takashi volvió a la habitación riendo y con las pizzas y lo demás en la mano, le mostró a los niños los dulces que les había dejado Aiko, pero les indicó que no se los daría si se ponían regodeones. Le contó a Kai lo que había pasado mientras comían haciéndolo reír también al recordar la reacción de la niña cuando lo vio abrir la puerta…

—No quiero más— dijo Shizu
—mañas, peque. Termina de comer— le dijo Takashi
—Hizo un puchero—
—Te pareces tanto a Kai cuando haces eso— alegó— pero aun así. Come— insistió
—OK— se resignó

Podía poner sus manos al fuego apostando que lo que quería Shizu eran sus dulces, pero sino comía algo más no se los daría, ya habían tenido problemas de salud por comer solo dulces y no comida, no iba a dejar que se enfermara de nuevo. Viendo el vano intento de su hermana, los otros dos niños comieron en silencio y pacientemente. Recién cuando vio que habían comido lo suficiente se convenció de entregarles sus dulces, pero entre conversación y risas los hizo reposar un rato antes de darles lo que querían…

Con dulces en mano los niños fueron libres de retirarse, ellos recogieron el desastre que quedó en la cama luego del almuerzo y una vez quedaron sin nada que hacer se sentaron en el sillón a seguir haciendo nada…

—Amor— lo llamó Takashi
—Dime— contestó acomodándose en su pecho
—Debo irme mañana en la noche y no quiero— dijo
—Yo menos quiero que te vayas— reconoció
—Me dan ganas de quedarme contigo siempre y no soltarte jamás— comentó dándole besitos en el cuello
—Así menos ganas me dan de dejarte ir— susurró cerrando los ojos
—Aprovechemos el tiempo entonces, mi amor— propuso
—Me parece— accedió

No sería sorpresa decir en qué terminó eso de “aprovechar el tiempo”, es obvio, pero estando en conocimiento de que no se verían en un tiempo más realmente había que aprovechar cada instancia que se les diera. Esa misma noche se previnieron del ataque mañanero de sus bebés, dejando todo ordenado y se vistieron a penas terminar…

Y tal como lo pensaron, al día siguiente los niños irrumpieron en la habitación saltando sobre la cama, los tres despeinados con sus pijamas enteritos con diseños de ositos y con cara de sueño, acción que terminó en una guerra de almohadas, incontrolables risas y muchas plumas desperdigadas por toda la estancia…

Viendo como los niños intentaban convencer a Takashi de salir de la cama para ir a comer fuera de casa, Kai sonrió sin poder contener la mezcla de emociones que tenía dentro en ese preciso momento; tenía hijos preciosos, obedientes y simpáticos, un marido lindo, atento y cariñoso, en resumen una linda familia, con ellos y el trabajo que desempeñaba no podía pedir más, era feliz. Por ellos valía la pena el esfuerzo y el sacrificio. Sabiendo que Takashi pensaba lo mismo que él, lejos de entristecerse por tener que dejarlo ir nuevamente en unas horas más, simplemente se dedicó a disfrutar los lindos momentos en familia…

Notas finales:

Gracias por leer :D


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