— ¡Apúrate, hyung! Vamos a llegar tarde —el bailarín principal de EXO-K estaba ansioso, por no decir desesperado, Baekhyun llevaba más de veinte minutos arreglándose el cabello y en esos veinte minutos Jongin ya estaba listo.
—Ya voy, ya voy —el mayor tomó sus llaves y caminó hacia la puerta— listo, vámonos.
—Mierda, no entiendo cómo es que tardas tanto. Pareces una mujer, hyung.
—Ya déjame —se quejó el mayor ante la burla del otro mientras salían del edificio. Ambos subieron a la camioneta que les llevaría a la cita y en media hora habían llegado al edificio de la chica, se supone que ellos le iban a llevar a donde quisiera. Jongin se sentía emocionado por conocer a alguna de sus fans, pero a la vez se sentía asustado. Según las personas, el fandom EXOtic era muy troll y en cualquier momento les saldría con alguna payasada.
Entraron al edificio en el que se les citó, el mánager les había llevado y dijo que volvería por ellos al final del día, estarían a solas con la chica y pagarían lo que ella pidiera. Irían a donde ella quisiera, bailarían o cantarían si ella así lo deseaba. Era la "dueña por un día" y eso le ponía los pelos de punta a Jongin.
—Listo, está… treinta y tres, treinta y cuatro… aquí es. El treinta y cinco. —Baekhyun buscaba el departamento de la chica mientras murmuraba los números para sí mismo, el edificio era nuevo y no mucha gente vivía ahí.
—Sólo espero que ya esté levantada, son las ocho de la mañana.
—Jongin —el mayor le miró con desaprobación— no todos son como tú, para ti las ocho es todavía de madrugada —el menor sólo sonrió dándole la razón a Baekhyun. El más bajo se encargó de tocar el timbre, ambos pusieron su mejor cara para la afortunada ganadora para cuando abriera la puerta.
No tardó muchos segundos en que se abrió la puerta. La muchacha rondaba los veinte años y su rostro era muy agradable a la vista, ella era pálida y delgada, no muy alta, el perfecto estereotipo coreano de mujer.
—Wow, hola —saludó el menor, había que ser tonto para darse cuenta que la chica era muy bonita, y ni Jongin ni Baekhyun eran tontos—. No esperaba a una chica tan guapa —la chica rió sonrojada y les hizo pasar.
—Mi nombre es Yeonhee, por favor pasen —ambos entraron y apreciaron el interior del departamento. Estaba pintado de blanco con algunos decorados en las esquinas de color pastel, no había mucho ornamento más que algunas fotografías y cuadros de pintores desconocidos—. De verdad me gusta mucho EXO, y ustedes son de mis favoritos —Yeonhee estaba sonrojada de nuevo. Ambos ídolos agradecían que ella no se pusiera histérica.
— ¿A dónde quieres ir, Yeonhee? —Preguntó Baekhyun, la joven pareció meditarlo un rato y ellos se sentaron en el sofá de la sala mientras ella pensaba de pie.
—Bueno, mientras lo pienso ¿les gustaría tomar algo? —Ambos se miraron y asintieron —traeré un poco de té.
Los dos esperaron sentados en un silencio incómodo. Jongin resoplaba y chocaba sus dedos con las rodillas mientras que Baekhyun prestaba demasiado interés por el techo. En un rato regresó la chica y les dio ambas tazas a los chicos. Sabía raro. Era té de manzanilla, pero sabía un poco más amargo de lo normal, incluso si no tuviese azúcar.
—Disculpa ¿puedo ponerle más azúcar? —Preguntó el bailarín.
—Oh sí, claro. Lo siento, lo olvidé. Estoy demasiado nerviosa con ustedes dos aquí —los tres rieron y ella fue a la cocina, después regresó con un frasco. Jongin le puso dos terrones a su té y Baekhyun prefirió tomarlo amargo, aún así, el más alto todavía tenía ese sabor amargo en la boca de la garganta. Platicaron de cosas triviales y cuando ambos terminaron con el té, pareciera que la temperatura subió, Yeonhee se retiró a lavar las tazas y de nuevo ambos ídolos se quedaron a solas.
—Hyung, hace mucho calor.
—Debe ser por el té caliente.
—Pero sabía raro.
—Ya Jongin, no seas paranoico. Debes estar nervioso, después de todo te gustó Yeonhee ¿no? —el menor dejó de protestar a regañadientes, pero percibió un ligero temblor en la voz de Baekhyun, aún así decidió ignorarlo. Estaba más preocupado de su bochorno interior. De repente una sensación incómoda en el bajo vientre comenzó a aparecer. Baekhyun sentía algo parecido a un escozor en la garganta, se sentía nervioso. Yeonhee regresó a la sala con ellos y se sentó en un sillón para mirarlos de frente y el más alto trató de ocultar su calor.
— ¿Saben? Hay algo que realmente quiero que hagan por mí —el rostro amable de la chica cambió por algo más sombrío, algo que hizo que Baekhyun desconfiara de las nuevas intenciones de Yeonhee—. Soy fan del KaiHyun, y quiero un fanservice privado.
— ¿Q-qué? —Jongin sentía demasiada desesperación por tocarse, pero no podía hacerlo ahí, apretó los dientes y clavó sus uñas en las palmas de sus manos. Si ella quería fanservice, mala suerte para ella, no lo iba a hacer por más que su cuerpo se lo pidiera. Si tocaba a su hyung no iba a contenerse, de seguro el té contenía algo más que sólo manzanilla.
—Descuiden, sólo eso les pediré y les aseguro que nadie se enterará de ello. Pero quiero que sea especial. Ustedes dos van a tener sexo mientras yo les observo.
—Jongin, vámonos —el mayor se levantó pero el otro se quedó sentado apretándose el estómago con las gotas de sudor resbalando por su rostro. Baekhyun miró a Jongin y le jaló la mano, el menor no pudo evitar soltar un gemido, fue entonces cuando Baekhyun se percató de una erección en los pantalones de Kai. Eso bastó para que la excitación de Baekhyun se hiciera presente.
—Ustedes dos no pueden salir, apenas y pueden moverse y pueden sufrir algo grave en la calle. No creo que el mánager esté cerca de aquí como para volver —Yeonhee se levantó del sillón y empujó suavemente a Baekhyun haciendo que éste se sentara. De inmediato se dejó caer en el sofá por la debilidad en sus piernas— además, tienen que cumplirle a la ganadora del premio.
— ¿Qué quieres? —Jongin estaba enojado, quería tocarse, masturbarse, pero el poco pudor y fuerza de voluntad que le quedaban le obligaba a no hacerlo— ¿Quieres que te cojamos o qué? —La muchacha sonrió con algo parecido al cinismo y acarició las mejillas de Kai, de nuevo éste soltó un gemido por el suave contacto.
—No, quiero que lo hagan entre ustedes dos.
Jongin no quería hacerlo, él respetaba a su hyung, pero la excitación pudo más que la cordura. De un momento a otro Jongin tocaba sin pudor a Baekhyun y le despojaba poco a poco de la ropa. El más alto estaba sobre él en el sofá y frotaba su erección en su abdomen mientras la chica les observaba a una distancia prudente.
—Lo lamento hyung —el menor se sentía culpable de lo que estaba a punto de hacer, podía ver el miedo en los ojos del castaño y eso le hacía sentir como un violador de mierda, pero si no lo hacía sentía que iba a morir.
Cuando Baekhyun estuvo desnudo, Jongin tuvo un ligero alivio al ver una erección adornando la entrepierna del mayor, se sentó a un lado de él y se quitó los pantalones. El menor se recostó con la espalda encorvada y obligó al vocalista a sentarse y dirigió su rostro hacia su propio miembro.
—Me encanta tu voz, hyung.
Baekhyun no entendió al principio lo que Kai quiso decir, pero lo supo enseguida cuando tuvo su miembro en su boca, los gemidos que soltaba el mayor eran bastante vibrantes justo como cuando cantaba What Is Love, y eso incrementaba la excitación del bailarín. Las vibraciones que salían de la garganta del mayor eran intensas y hacían que Jongin enterrara sus dedos en el cabello del contrario. En pocos segundos, el más alto se corrió en la boca del mayor, estaba tan excitado por el efecto del afrodisíaco que su erección y la de Baekhyun no bajaron.
Jongin descendió su mano entre las nalgas de Baekhyun, el dedo medio acarició el orificio rosado del mayor, y mientras su lengua penetraba su boca, un dedo penetraba su entrada. Estaba tan estrecho, tan suave y tan caliente como el interior de Jongin.
Baekhyun se contrajo ligeramente cuando la aspereza de las manos del menor acariciaba alrededor de su intimidad, mientras que sus lenguas se acariciaban entre sí, vacilantes. Jongin tocó su próstata con el dedo medio y Baekhyun se arqueó mientras soltaba un gemido, en ese momento no había espacio para el pudor o el miedo. El bailarín sonrió sobre los labios del vocalista.
— ¿Te gustó en donde te toqué?
—Aja —respondió con dificultad, con los ojos cerrados y su mano rodeando su propia erección— tócame más, ahí mismo. Por favor. —Jongin se sintió tan excitado con las palabras del mayor. Lo que más deseaba en ese momento, aparte de poseer a Baekhyun, era que no olvidara que lo tuvo por primera vez. Que no le odiara por tomarlo, que se enterara que para Jongin no fue un pedazo de carne que sólo sirvió para saciar su hambre sexual. Que lo amaba.
Presionando con suavidad, un dedo más entró en el orificio de Baekhyun. Aquellos dedos duros semejantes a una erección lo exploraban y hurgaban en su interior. Se sentiría sucio si fuera otra persona, pero era Jongin el que palpaba su cuerpo. Dejaron de besarse, y los suaves y acompasados suspiros de Baekhyun llenaron el cuello del más alto. Ambos desnudos, ambos deseosos y observados por la única persona que les arrebató el pudor, que les hizo dar un paso más hacia la cima.
El escozor en la suave carne de Baekhyun se hizo presente cuando el tercer dedo entró en él, y los ojos del mayor recorrían desorbitados la habitación, hasta que se encontró con la cabellera suave del bailarín. Olía a hierbas frescas y a hombre, en cambio su olor tenía un toque femenino, el olor a naranja de su piel.
La entrada del mayor encerraba los dedos del bailarín, Jongin no podía esperar más porque esa calidez encerrara su excitación y le liberara tan lenta y tortuosamente. Sacó los dedos que ahora estaban húmedos y observó la palpitante hinchazón en el trasero de Baekhyun. Como si le diera la bienvenida.
—Hyung, voy a entrar.
—Jongin, por favor… —Muchas veces le había mencionado esa frase, pero ahora se sentía y se escuchaba tan diferente. Los ojos casi llorosos del mayor suplicaban por placer—. Por favor, Jongin, por favor… hazlo.
Un placer salvaje, casi animal se apoderó de Jongin cuando la punta de su miembro entró en la cavidad húmeda de Baekhyun. Sus ojos escocían por las lágrimas provocadas por tanto placer y una corriente eléctrica recorrió su estómago. Los dedos del contrario se enterraron en el mueble mientras Yeonhee les observaba como si estuviera en trance. Baekhyun sollozó de placer y dolor cuando la mitad del miembro de Jongin estuvo dentro de él.
El menor descendió hacia los labios hinchados de Baekhyun y le besó mientras éste se aferraba con fuerza a sus hombros, tan fuertes, tan varoniles y firmes. Tan vigorosos que inspiraban protección.
Mientras el moreno embestía al más pálido, éste tocaba con las yemas de sus dedos el rostro excitado y sudoroso de Jongin. Palpó sus sienes, sus ojos inyectados en placer, sus mejillas y sus labios entreabiertos. Todo su rostro estaba impregnado en placer y era tan hermoso verlo así. El brazo derecho de Jongin rodeaba la espalda de Baekhyun, las piernas del mayor estaban en los costados del más alto y se tambaleaban con cada penetración. Jongin tocaba la próstata de Baekhyun, Baekhyun acariciaba el rostro de Jongin mientras sus alientos chocaban. El acto era tan perfecto, tan sexual y excitante ante la vista de la presente. Era un espectáculo maravilloso sólo para ella, y el amor que percibía su imaginación en fotografías y videos, ahora lo sentía en el ambiente. Como si sólo existieran ellos dos.
—Baek… puedo sentirte latiendo alrededor de mí.
El mayor cerró los ojos inundado en el placer de la dura carne de Jongin enterrándose en su suave agujero húmedo y caliente. Echó la cabeza hacia atrás mientras gemía descontroladamente y apretaba su entrada a punto de correrse.
Le regaló su orgasmo al abdomen de Jongin y Jongin le dio el suyo en su interior.
Juntos.
Al mismo tiempo.
Ambos relajaron sus cuerpos en el sofá, la sala olía a sexo y sudor. Yeonhee estaba sonrojada y cubría sus piernas con las manos. Estaba mojada por la excitación de ambos.
—Lo prometido es deuda, yo no diré nada de esto. —Baekhyun estaba sonrojado mientras que Jongin se recuperaba de las piernas—. Será mejor que descansen y duerman un poco, deben recuperarse del afrodisíaco. No les haré nada esta vez —ambos confiaron en el semblante serio de la chica y ella les llevó a su habitación. Era muy elegante para ser de una veinteañera. Estaban todavía desnudos, pero ya no les avergonzaba su desnudez. Ella les dejó solos, se limpiaron con unos pañuelos que habían ahí y se recostaron en la cama de dos plazas con el sonido lejano de la ducha acompañándoles.
Baekhyun se acostó de un lado y se cubrió con las sábanas. A pesar de todo seguía sintiéndose avergonzado por ser tan poco pudoroso. Escuchó la cama crujir suavemente y los brazos de Jongin le jalaron hacia su cuerpo. El mayor se acomodó entre sus brazos y recostó su cabeza en su pecho, del lado izquierdo.
— ¿Sientes mi corazón latir ahora? —Baekhyun recordó las palabras anteriores de Jongin "puedo sentirte latiendo alrededor de mí", había dicho. Sólo contestó murmurando un ligero "sí"—. Tú latías por el placer mientras estaba dentro de ti, ahora mi corazón late porque estás aquí, conmigo —Baekhyun levantó la mirada y se encontró con los ojos de Jongin y una ligera sonrisa adornando su rostro— siempre ha latido por ti, hyung.
Baekhyun sintió como si fuera a explotar de algo parecido a la felicidad, una excitación no sexual. Entonces también sonrió y unió sus labios delgados con los más gruesos.
— ¿Es una confesión? —El menor sonrió ligeramente sonrojado.
—Más bien es una realidad que tú no sabías. —Ambos se sonrieron mutuamente y se besaron con ternura, sin prisas y sin miedo.
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Cuando ambos principales llegaron a casa, les recibió el sonido de los gritos de Kyungsoo acusando a Chanyeol, la risa de Sehun y Suho regañando al más alto de todos.
— ¡Ese maldito poste está mojando el pasillo!
—Lo lamento, olvidé mi toalla en la habitación. —Por la sala cruzaba Chanyeol con el rostro cabizbajo y con la ropa hecha bola apenas cubriéndole lo necesario. Jongin tomó del brazo a Baekhyun y éste le miró extrañado.
—No entres a tu habitación, no ahora.
— ¿Por qué? —El mayor no entendía la lógica del más alto.
—No quiero que veas a Chanyeol hyung desnudo. Me pondré celoso. —El más bajito se sonrojó mientras Jongin sonreía mirando a la madre del grupo quejarse con la risa estrepitosa de Sehun como fondo. Baekhyun tomó disimuladamente la mano de Jongin y le acarició con el dedo pulgar. A partir de ahora podrían inventarse cosas que hacer para estar juntos aunque sea por un rato.