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Without You por lMisaki

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Notas del fanfic:

Segundo oneshot que escribo con tanto sentimiento. 

Espero que les guste, ya que es algo que sinceramente, me tocó el corazón y eso, que soy la escritora.

Lloré escribiendolo, por que realmente me parece hermoso.

 

Notas del capitulo:

N/A: Soy tan noob que no sé poner los personajes x3

Sentado en mi cama me encontraba mirando una foto tuya, recordaba esos tiempos cuando eramos felices, esos momentos donde solo eramos tú y yo.

Recuerdo ese día cuando te conocí, teníamos diciseis años, tu vestías un gran camisón blanco, unos jeans desgastados y unas tenís deportivas blancas. Tu cabello color azabache estaba revuelto. Tus hermosos ojos negros como el carbón estaban apagados, tu cabeza estaba baja, tu postura estaba algo jorobada, tus finos brazos buscaban apoyo en un gran poste.

Yo me acerqué a ti para ver que te pasaba, me preocupabas aunque yo no te conocía. Al verte de cerca vi que de tus ojos salían unas pequeñas gotas, gotas muy famosas, gotas que pueden simbolizar felicidad, igual simbolizan la tristeza. Me agaché para poder algún contacto visual, al lograrlo te miré fijamente y tu dejaste de mirar al suelo para mirarme a los ojos.

Te sonreí timidamente mientras que tu solo me analizabas con la mirada. Rompí el silencio con un ''Hola'' , tu tragaste fuerte y abriste tu boca, esa boca de finos labios, suaves como la seda, labios hechos por los dioses.
Al abrir tu boca pensé que dirias algo, pero no fue así, volviste a cerrar tu boca y agachaste la mirada nuevamente. Me sentí frustrado ya que no podía hacerte cambiar de actitud, no podía hacerte hablar.
''Soy Light'' te dije en voz baja, casi en un susurro. Tu me miraste fijamente nuevamente, y sonreíste a medias, pero no recibí respuesta algúna, de hecho, de ti volvieron a brotar las lágrimas.

Fue un acto inconsciente, mis manos llegaron a tus mejillas y limpié tus lagrimas. Tu cerraste los ojos al contacto. Tus ojos no dejaban de derramar esas lágrimas que tanto me frustraban.

''¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?'' te pregunté acercandome unos centimetros más a ti. Tu solo respiraste profundamente y tragaste saliba rapidamente. Volviste a abrir tu boca y de ella salió la voz más hermosa que jamás había escuchado, tu voz entró por mis oídos, recorrió todo mi sistema para luego hacerme cosquillas en los huesos. ''No quiero morir... aún no'' fue lo que dijiste.

En mi interior algo se rompió, sentí como las partes de mi se separaban con lentitud. Te volví a mirar y estabas llorando nuevamente. Yo te abracé con un cariño inimaginable, quería transmitirte mi calor, quería que sintieras el cariño que te comencé a tener desde que tus ojos color azabaches adornados con unas hermosas ojeras, miraran mis avellanas.

Tus largos brazos rodearon mi cintura, tu cabeza se hundió en el hueco de mi cuello, tu nariz tocaba mi cuello, yo solo sentía un escalofrio subiendome por los pies y terminaba en el ultimo cabello de mi cabeza, sentía que me pertenecías, sentía que eras mío y que yo tenía que protegerte no importaba el por que.

Comencé a acariciarte tu alocado cabello mientras tu respiración se tranquilizaba con el acto. Me decidí y bese tu cabeza, y tu suspirasté en mi cuello. Aún con mis labios tocando tu cabello azabache, te hablé. ''No vas a morir, yo cuidaré de ti... aunque no te conozca, te cuidaré.'' Tu levantasté la cabeza y me miraste fijamente, parecía como si mirarme fuera lo único que sabías hacer. En tu cara se formó una tierna sonrisa, sonrisa que recordaría por siempre, sonrisa que atesoro más que a nada, sonrisa que hoy en día sigo apreciando. Era una sonrísa sincera, una sonrisa que hablaba por si sola, una sonrisa que simplemente mostraba felicidad, agradecimiento, con esa sonrisa leí quien eras, leí tu historia, te amé.

Tomé tu mano y comenzamos a caminar hacia un pequeño parque que quedaba de paso. En el habian unas bancas, nos sentamos en una de ellas y tu quedaste mirando a la nada. Yo decidido a no dejarte caer en ese agujero tan negro, comencé a hablarte sobre mi. Te conté todo sobre mi, te conté mis secretos, mis miedos, lo que me gustaba, lo que me desagradaba, simplemente me abrí a ti.

Tu me pagaste con la misma moneda y te abristé a mi. Me contaste todo sobre ti, me contaste tu infancia, tu vida de pre adolescente, y tu actual vida. Me contaste tus fobias, las cosas que te agradan, las que odias, tus colores favoritos, tu sabor de helado favorito... me contaste todo.
Cuando terminaste, te sonreí enternecido, y tu me sonreíste de vuelta, y tomaste mis manos y las juntastes con las mias, nuestras manos eran como moldes, así que encajaron a perfección, de la nada me dijisté algo que me rompió el corazón en mil pedazos.

''Tengo cáncer... avanzado... el doctor me dijo que ya no puede hacer nada, por que lo tengo regado en todo el cuerpo... solo me dijo que disfrutara mi vida lo poco que me queda.'' Al confesarme eso, tragué toda la saliba que pude, respiré profundamente varias veces, cerré mis ojos y comencé a reclamarle a Dios en silencio.
Entrelacé nuestros dedos y lleve nuestras manos a mi pecho, tu con cierta confución me mirasté y te pregunté que si sentías mis latidos, a lo que respondisté que sí.

''Tu moriras cuando este corazón deje de latir.'' Te dije, y tu sonreíste tiernamente.

Recuerdo que por varios meces así fue nuestra rutina. Nos hicimos amigos, nos pasabamos juntos para todo, si ibas a un lugar, yo iba tras de ti. No nos gustaba dejarnos solos el uno al otro.
Con el tiempo no sé si tu sentias lo mismo, lo más seguro es que si ya que cuando te besé por primera vez, tu correspondiste con timidez, y recuerdo que tus mejillas eran puro fuego.

Ese primer beso fue mágico para mi. Recuedo que estabamos en el parque, caminabamos tranquilamente cuando me dijisté que te sentías cansado. Yo disminuí el paso, y te llevé hasta debajo de un árbol de cerezo. Ahí nos sentamos y te obligué a que recostaras tu cabeza en mis piernas. Tú con timidez, recostaste tu melenuda cabeza en mis piernas, ahí comencé a acariciarte el cabello y tu cerrasté los ojos. Fue algo inevitable, bajé lentamente hasta poder tocar tus labios con los míos. Mis labios estaban sedientos, sendientos de ti. Quería beber del nectar que soltaban tus labios, ese nectar que era como una posión que daba vida.
Tus labios acetaron los míos, y seguiste mi beso con timidez. Nuestro primer beso marcó mi vida y se que la tuya también la marcó.

Pasaron los meses y cada día que pasaba te veías más decaído, más cansado, más débil. Yo no quería aceptarlo por que en poco tiempo tu te convertiste en el sol de mi vida. Tu en tan poco tiempo te volvisté mi todo.

Ese día estabamos en la clase de ciencias. Haciamos un experimento, tu ese día te veías radiante. Tu cabello estaba más despeinado que de costumbre, ese día llevabas una camiseta color naranja, pero no era un naranja que lastimaba a la vista, era un naranja que parecía un atardecer, era así de bonito. Llevabas unos jeans que se ajustaban perfectamente a tu cuerpo, y unas tenís que iban a juego con tu vestimenta. Ese día más que cualquier otro, tu sonrisa se veía más linda... ese día te veía más vivo, más alegre.

Recuerdo que leíamos las intrucciones del experimento cuando tus juguetones dedos tocaron mis manos. Inmediatamente miré tus ojos, y me sonreíste para luego decirme por lo bajo ''Te amo Light''.
Yo me sonrojé y apreté tu mano, y te respondí con las mismas palabras, solo que modificadas. ''Yo te amo y te amaré por siempre Ryuzaki.'' Me sonreíste y volviste a poner tus ojos en el trabajo.

Cinco minutos despues te miré de reojo y te encontré mirandome de la misma manera, sonreí y me sonreíste de vuelta para luego dejar caer tu cuerpo al suelo.
Esa escena se repite en cámara lenta a diario.
Tu liviano cuerpo caía como una pluma al suelo. Mientras caías yo caía contigo, mientras tu caías yo gritaba tu nombre, al caer... caímos juntos.
Todos nos miraban pero no hacían nada. Yo estaba sobre tu cuerpo, te tomé las manos y comencé a gritarte. Te pedía que despertaras, me sentía frustrado, era como el primer día que hablamos, no decías una palabra, y tus ojos azabaches me miraban fijamente. La única diferencia de todo esto es que la primera vez que hablamos tu respirabas... ahora no respirabas.

Yo desesperado comencé a gritar tu nombre más fuerte, mis lágrimas caían en tu blanca piel, mientras más pasaba el tiempo, más frío te volvias.
La gente reaccionó y corrió hacia nosotros. Llamaron una ambulancia, los paramedicos llegaron y me impedian ir contigo, decían que no habia nada que hacer, que tu ya habias muerto.
Igual insistí, seguía insistiendo, yo no iba a permitir que te llevaran lejos de mi, así por que sí.

Corrí tras esa ambulancia mientras te llamaba a gritos. Corría con todas mis fuerzas, quería alcanzarte.
Pero yo era muy lento, muy torpe. Caí al pavimento, mis manos fueron mis resortes.
Ya en el suelo, veía como esa ambulancia se alejaba más y más.
Me di por vencido y me quede de cuclillas en el suelo. Grité tu nombre varias veces, mis lágrimas caían más rapido, y en más cantidad.


Dos días pasaron, y nos informaron a todos que habías muerto por causa del cáncer. Nos informaron la fecha de tu velorio, y el día de tu entierro. Yo en silencio trataba de procesar la información, yo no aceptaba tu muerte, yo te dije que no ibas a morir mientras mi corazón dejara de latir... así que no estas muerto.

Ese día llego...Sentado en mi cama me encontraba mirando una foto tuya, recordaba esos tiempos cuando eramos felices, esos momentos donde solo eramos tú y yo.
El reloj soltó un sonido algo molesto que anunciaba que ya era la hora de partir.
Hoy iré por ti, hoy te demostraré a ti y a todos que tu sigues vivo, por que mi corazóm sigue latiendo.

Tomé un taxi el cual me llevo a la funeraria donde sería tu velorio. En mis manos llevaba un bouquet de rosas blancas, también llevaba una pequeña foto donde estabamos tu y yo sonrientes.
Me bajé del taxi, le pagué y caminé lentamente hacia el interior de la funeraria. Leía los nombres de los que estaban velando ese día, hasta que leí tu nombre, leí el número del cuarto y fuí lentamente hasta ella.

Al entrar vi a mucha gente mirando desde sus sillas el ataud donde descasaba el cuerpo de mi amado Ryuzaki. Caminé lentamente hasta ese ataud blanco con diseños negros.
Al llegar a ti, un nudo hizo aparicion en mi garganta.
Tu cuerpo estaba inerte, tus ojos estaban cerrados y tus manos descansaban sobre tu abdomen. Tu pelo seguía despeinado. Parecía que estabas durmiendo.

Dejé el bouquet de rosas sobre la caja, y tomé la foto de nosotros con mis manos fuertemente.

''Ryuzaki, ya estoy aqui. Despierta, te traje rosas'' Te dije. Tu no respondiste, pero los susurros a mi espalda si contestaron.

''Ryuzaki, despierta, no estoy jugando'' Volví a decirte. Alguien se paró tras de mi y tocó mi espalda.
''El esta descansando, el no volverá por que está muy cansado... dormirá eternamente.'' Me dijo un chico que parecía ser albino. Era como ver a Ryuzaki versión miniatura, versión ángelical.
Su cabello era blanco como la nieve, se veía suave como el algodón, su tez era igual que la de Ryuzaki. El era como Ryuzaki.

''El está vivo, el no está muerto, el despertará ahora, el seguirá vivo mientras este corazón siga latiendo'' Le dije casí gritando al pequeñelo.
El pequeño de cabellos blancos negó con su pequeña cabeza y se alejó para sentarse.
Yo no aceptaba tu partida.
Dejé nuestra foto entre tus manos. Al dejarla en tus manos sentí tu fría piel... ¿De verdad te fuíste y me dejasté solo?


Tres días pasaron y aquí estoy. Tu ataud está cerrado, todos estamos de negro, todos miramos como entierran tu cuerpo. Todos lloramos a la misma vez, todos miramos la escena como si fuera lo más normal. Yo quería gritar, quería irme contigo, pero el pequeñuelo de la otra vez me tomaba de la mano, y junto a el me controlaba, por que el me traía algo de paz.

Todo terminó.
Tu cuerpo descanza en paz.
Acepté tu partida.


Cinco años han pasado desde tu muerte. Hoy me vestí de negro como visto todos los días desde que te fuiste.
En mis manos llevo un bouquet de rosas blancas, iguales a las que te llevé hace cinco años atras... incluso, estas se ven más bonitas.

Camino por un puente de madera que me da paso hasta tu tumba.
Al llegar a tu tumba, la cual está adornada por una gran estatua de un ángel y bajo el ángel hay varios bizcocos de juguete, los cuales seguramente fueron puestos por el chico de cabello blanco, me tiré al suelo.

Puse las rosas en un pequeño florero que estaba ahí. Suspire varias veces para poder decir las palabras que llevo guardadas desde hace cinco años.

''Me encantaría volver a escuchar tu voz cada mañana al llegar a la escuela, o cuando me llamabas.'' respiré profundamente y seguí hablando '' Quisiera tenerte a mi lado, para poder decirte lo mucho que te amo... te extraño... echo de menos tu calor, extraño tus manos... extraño tus caricias... tu sonrisa...'' Las lágrimas caen de mis ojos, es algo involuntario, estas lágrimas simbolizan el dolor que siento dentro de mi. '' Ryuzaki... aún te amo, te seguiré amando... y esta promesa si se va a cumplir... no pasará como la promesa que te hice años atras... Yo te amaré hasta que mi corazón deje de latir... te lo prometo Ryuzaki.''

Tras decir todo lo que sentía, me levanté y dejé atras todo.

 

 

Hoy es mi cumpleaños número cincuenta.
Hoy estoy en una misión donde mi vida está en peligro.
En todos estos años me dediqué a estudiar para ser un policia y tambien un detective, es por eso que estoy en una misión.
En tal misión tengo que atrapar a un hombre que lleva sembrando el miedo en Japón desde hace diez meses, y nadie logra atraparlo. Nosotros recivimos la información de su localización, así que aquí estoy... tras de el.

Disparos fue lo que escuché, unos golpes horribles fué lo que sentí en mi cabeza. Toqué mi cabeza y pude ver la sangre.
Escuchaba todo distante, veía todo distorcionado... no soporté más y cerré mis ojos.
Un día como hoy Light Yagami nació... y hoy un Light Yagami muere para estar junto a su amado Ryuzaki.
No puedo quejarme, despues de todo iré a verlo... por que le juré algo y quiero que el vea que mi promesa fue sincera y que no le fallé ... y puede que si le falle en algo... por que...

Hoy mi corazón dejó de latir, pero aún así sigo amandote Ryuzaki.


~FIN~

Notas finales:

Lalalala gracias por leer, espero que les gustara la historia.

No soy una persona que pida reviews, pero les pido un favor...

Dejen reviews con sus opiniones. Es que no se si volver a dedicarme a esto, o simplemente dedicarme a leer las obras maestras de los demas.

 

Bueno, cuento con sus opiniones y eso.

Será hasta la proxima C;


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