Prólogo
Había una reunión de sabios dentro de una de las casas principales de la ciudad. Tenían un problema entre manos, ya que tenían que tomar una decisión difícil y para nada humanitaria, pero era la tradición así que no tenían más remedio aunque a algunos no les gustara la idea. Los sabios más viejos no tenían ninguna objeción porque decían que era lo normal, lo que se había hecho siempre, por lo que era normal y necesario, pero para los más jóvenes, era una aberración. Sobretodo uno de ellos, que tenía el pelo grisáceo tirando a blanco a pesar de su joven edad, solo tenía treinta años, lo que le hacía el sabio más joven de todos.
r13;Pero es mi hijo no puedo permitir que lo elijáis a él r13;dijo enfadado por la decisión acabada de sacar.
r13;Es lo que dicen los dioses –replicó el portavoz de la asamblea.
r13;Igualmente, él no se lo merece, no ha hecho nada.
r13;Es un uke y es virgen, por lo que vale igual que los demás de su condición.
Él hombre de pelo grisáceo no tuvo más remedio que sentarse y dejar de discutir ya que sabía que el consejo tenía razón y que aunque no le gustara era lo que tocaba y no podía decir nada al respeto. Así que no podía rechistar pero no estaba de acuerdo en absoluto y no le gustaba la idea porque, aunque su hijo era frío a más no poder era buen chico y siempre se había portado bien.
Al acabar la junta el hombre de pelo grisáceo se fue para su casa donde encontró a su hijo, un chico de pelo albino, piel un poco tostada y ojos azules, ayudando a un hombre, con su cara seria como siempre, pero bastante feliz. Le daba pena decirle el resultado de las votaciones pero se lo tenía que decir lo antes posible. Porque si lo demoraba mucho la cosa podía ir a peor.
Continuó mirando a su hijo mientras este paraba la mesa para poder cenar todos juntos como una familia feliz, que en breve no serían. Suspiró. Era el momento, ya que si no se lo decía en este momento estaba seguro de que no se lo diría nunca.
r13;Fuusuke r13;lo llamó el hombre al chico.
r13;Dime padre r13;respondió con su voz seria y fría de siempre.
r13;Tengo que hablar contigo de un tema muy importante.
r13;¿Qué pasa cariño? r13;preguntó el hombre de ojos azules.
r13;Hoy en las votaciones…
Le explicó a su hijo la decisión del consejo, lo que le sorprendió pero no pareció triste. Su marido si lo estaba. Normal era una decisión difícil de digerir, así que la cena no transcurrió tan animada como siempre. Tanto él como su pareja parecían tristes pero Fuusuke, que era el más implicado, solo estaba serio como siempre. No parecía afectarle para nada. Él hombre de pelo grisáceo se lo quedó viendo.
r13;Hijo, ¿estás bien?
r13;Claro que estoy bien ¿Por qué no debería estarlo?
El hombre se sorprendió de la respuesta ya que el joven estaba tan seguro de todo como siempre. Y no entendía el porqué de su comportamiento.