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Promesa y secreto II por SublimeNightmare88

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Notas del fanfic:

Decidi hacer la segunda parte aparte (no como la tenia junto con la otra) por que basicamente ya es podria decirse otra trama :3

Notas del capitulo:

Por que ustedes lo pidieron, apartir de este capitulo comienza xD la secuela... aunque lo estoy actualizando aqui mismo... xD asi que seria mas correcto decir, continuare con el fic... 
Apartir de este capitulo el protagonismo sera compartido.

xD aqui vamos denuevo regalenme reviews para que suba rapido lo que ya tengo escrito.

Capitulo 06:

 

 

Desde la perspectiva de Helen

 

Un fuerte dolor de cabeza me hizo recuperar la conciencia. Pero al abrir los ojos me tope con una completa oscuridad, intente mover mi cuerpo pero no lo conseguí. Comencé a sentir punzadas en varias partes de mi cuerpo. Empecé a hacer memoria para recordar como había terminado en aquel lugar. Recordé que mi hermana volvió a casa con un enorme pastel para celebrar el primer año de Melissa y Renee con nosotras, también que después de celebrar las 4 juntas Darian y Melissa se pusieron muy cariñosas. Renee me lanzaba una mirada que me ponía un poco incomodad. Por lo que decidí “huir” a la biblioteca personal que era de mi padre. Y de ahí, no podía recordar nada.

 

–¡Helen! –esa era la voz de Renee. Se escuchaba cerca, pero seguía sin ver nada.

–¿Renee? –pronuncie de nombre para ver si ella me encontraba.

–¡Hey!

 

La oscuridad en la que estaba atrapada fue removida y me tope con el rostro preocupado de Renee. Observe bien lo que no me dejaba mover mi cuerpo y vi que tenia un montón de libros encima. Entonces recordé que había intentado sacar un libro que estaba mal acomodado y todo el estante se me había venido encima. Comencé a reírme por lo que mi torpeza había provocado.

 

–¿Estas bien? –me pregunto Renee, preocupada mientras retiraba mas libros que estaban sobre mi.

–Un poco adolorida, pero viviré. –le sonreí. Ella se puso roja.

–¿Q-que es lo que estabas haciendo? –sonaba realmente nerviosa. Había cumplido mi misión del día.

–Tenia ganas de leer algo.

–Con lo mucho que te gusta leer creí que ya habrías leído todo lo que hay en casa. –ya sonaba menos nerviosa.

–De hecho ya he leído cada libro que hay al menos 3 veces. Pero Darian no me ha comprado nuevos, así que voy a empezar la cuarta vuelta.

–Yo creo que con leerlos una sola vez es suficiente, hay mas cosas que puedes hacer para pasar el tiempo.

 

Ya me estaba hablando con normalidad y eso me hacia sentir un poco decepcionada, a mi me gustaba que Renee tuviera sus mejillas rojas por la pena y su voz nerviosa. Me gustaba por que era una faceta de ella que solamente yo conocía. En la escuela ella se la pasaba sola. Era muy fría y cortante con quien se atreviera a hablarle, cuando la conocí recuerdo que lo primero que pensé de ella es que era muy aburrida, hasta llegue a creer que no tenia emociones. Yo soy del tipo de persona que le gusta molestar a los demás y provocarles cambios de humor de manera espontanea. Para poder lograr eso, era muy observadora. A cada uno de mis compañeros de clase los había observado y detectado sus puntos débiles los primeros 2 meses de clases. Cuando era más pequeña mi hermana decía que yo era una sádica. Ya que me aprovechaba de las debilidades de los demás para obtener solo algo de “diversión”. Pero yo no me consideraba sádica, solo me gustaba ver a la gente en situaciones comprometedoras, complicadas, delicadas, vergonzosas, etc. Por alguna razón esa forma de ser nunca me impidió tener amigos, inclusive había quienes eran atraídos hacia mi por esa misma razón.

 

–¿Me estas escuchando Helen?

–No. Disculpa, ¿Qué dijiste?

–Que tu hermana y mi mamá salieron a no se donde, y que si querías ver una película conmigo. –una vez mas sus mejillas volvían a tomar un lindo color rojizo.

–¡Oh! Es “Nieve de primavera” de Yukio Mishima, el primero de la serie de “El mar de la fertilidad”. –tome el libro del suelo y se lo enseñe. –Tenía rato que no lo leía. –yo le tenia mucho aprecio a Renee, por esa razón no podía ilusionarla.

–Bueno… yo estaré en la sala. –tras decir eso se retiro.

 

Me sentía mal por ella, pero, tampoco podía corresponderla solo por lastima. No se no se ni siquiera como es que se había fijado en mi. La primera vez que hablamos bien fue por que nos había juntado una maestra para hacer una exposición improvisada. Hablamos únicamente sobre el tema, y no me comporte o dije nada que pudiera hacer que yo le empezara a gustar. Tampoco mostré ningún tipo de interés hacia ella, ya que para mi era una “muñeca” sin emociones y eso no me traía para nada. Pero fue a partir de aquel momento que note que ella tenía cierto interés en mí, por que cuando nuestras miradas se encontraban en clase, el pasillo, el patio, donde fuera ella desviaba la mirada y se sonrojaba. Cuando alguien se portaba cariñoso conmigo ella se mostraba molesta. Aun que seguía estando distancia de mi, ella se veía realmente interesada en mi persona. Y esa demostración de sentimientos fue lo que logro que yo comenzara a llevarme un poco más con ella, solo para poder molestarla y ver sus expresiones de pena y nervios.

 

Pero desde que su mamá y ella comenzaron a vivir con mi hermana y conmigo decidí mantener un poco la distancia. No quería que la relación de Darian con Melissa se viera afectada por algún malentendido, discusión o problema que llegáramos a tener nosotras por mis “juegos” con Renee.

 

Mi hermana lo era y es todo para mí, ya que mis padres habían muerto algunos años atrás dejándonos solas, pudimos irnos a vivir con los abuelos, pero Darian no quería ser una carga para ellos. Ambos ya estaban grandes como para lidiar con una niña y una adolescente. Así que mi hermana y yo nos quedamos en casa y ella se hizo cargo de mí como pudo. Así que su felicidad es algo muy importante para mí. Por eso no quiero tener problemas con Renee.

 

–Tengo que arreglar este revoltijo. –dije para mi misma mientras observaba el montón de libros que estaban dispersados por el piso de madera.

 

Mi hermana se molestaría si llegara y viera los libros de papá en el suelo, y yo seria la directa culpable de eso, ya que Melissa y Renee rara vez entran aquí. Este año que llevábamos viviendo juntas había sido un poco pesado, más para Darian que para mí. Le a costado mucho trabajo llevarse bien con Renee, no le deja las cosas muy fáciles y en mas de una ocasión han terminado discutiendo. Pero al parecer a Melissa eso no le molesta, una vez le pregunte sobre eso y ella me contesto que “Pelearse también era una manera de empezar a conocerse y llevarse mejor”, sinceramente no entiendo mucho la manera de pensar de Melissa. Creo que la peor parte del año que paso fue cuando los abuelos de Renee vinieron de visita sorpresa y vaya que se llevaron una enorme sorpresa cuando conocieron a mi hermana.

 

–¿Tu eres Darian? –le pregunto aquel hombre de avanzada edad y cabello canoso a mi hermana.

–Pues… si… –fue lo único que logro decir mi hermana.

–Creímos que Meli estaba viviendo con su pareja. –dijo la señora un poco mas joven que su esposo, aun conservaba el tono rojo de su cabello o quizás era tinte.

–¡Y así es! –Mel por fin aparecía en aquella incomoda escena. Había estado en la plata alta revisando un trabajo que le habían mandado por e-mail.

–¿Y donde esta? –pregunto su padre aun no creyendo que mi hermana pudiera ser a quien se estaba refiriendo su hija.

–Abuelo… es obvio que se trata de Darian, ¿o mi madre en algún momento dijo que estábamos viviendo con un hombre? –Renee había decidido por fin ser participe de aquella conversación.

 

Un silencio incomodo se formo luego de la pregunta de Renee, que se había quedado resonando por toda la casa, o esa impresión es la que daba. Nadie dijo nada por un largo rato y comenzaba a sentirse la tensión en la ambiente, mi hermana tenia una cara digna de una victima apunto de ser destazada por un asesino, me resistí a salir corriendo para tomarle una foto. No podía perderme de ningún detalle de lo que estaba pasando. La que se atrevió a romper el silencio fue Melissa.

 

–¿Quieren pasar? –sus padres no se habían movido ni un centímetro del umbral de la puerta desde que se habían topado con mi hermana en la puerta.

 

Unos segundos más de aquel incomodo silencio. Los padres de Melissa la veían como si no hubieran comprendido la pregunta que les habían hecho. Y mi hermana no quitaba aquella expresión de pánico, al parecer no había escuchado lo que Mel había dicho ya que no se movía de la puerta. Yo tuve que ir a quitarla del medio.

 

–Sera en otra ocasión hija, tu padre y yo tenemos que… hablar de algo muy importante hoy. –dijo la mamá de Melissa tomando del brazo a su esposo.

–Entiendo. Nos vemos pronto entonces. –le contesto Mel a su madre con un sonrisa.

 

No fue hasta que se fueron que mi hermana logro salir del su trance. Quizás aquello había sido lo mejor, ya que no parecía que el señor se estuviera tomando muy bien la noticia. Días más tarde ellos volvieron con una actitud más agradable y todo parecía ir bien. Salvo por el detalle que el papá de Mel tiene exactamente el mismo carácter de Renee, por lo que el y mi hermana no lograron llevarse muy bien. Después de eso casi no han venido de visita, mi hermana esta preocupada por que tendrá que verlos en navidad o año nuevo y no será solo convivir con ellos, si no convivir con toda la familia de Melissa. Por nuestra parte nuestros únicos parientes vivos son nuestros abuelos paternos, y Mel no tuvo ningún problema para ganárselos. Ellos rara vez viven a la ciudad, nosotras somos quienes vamos a visitarlos cada 2 semanas.

 

–¿Helen? –me llamo mi hermana desde la puerta.

–Creí que habías salido con Melissa. –dije recogiendo el ultimo libro del piso.

–Solo fuimos a comprar la cena. –camino hacia mi. –¿Retrato de un asesino? –leyó el titulo del libro que tenia en mi mano. –¿No acabas de leerlo?

–Si, de hecho el que voy a leer ahora es Nieve de primavera.

–El mar de la fertilidad, eran los favoritos de papá…

–Si…

–¿Crees que les hubiera gustado Mel? –me pregunto con un evidente tono de tristeza.

–Los abuelos la adoran, ¿crees que ellos no?

–Tienes razón. Ellos la hubieran adorado.

–¿Qué trajeron de cenar?

–Arrachera. –dijo sonriendo.

–Tu favorita…

 

Puse el libro junto con los demás y tome Nieve de primavera. Salimos de la biblioteca de papá, deje el libro en mi habitación y alcance a mi hermana, Melissa y Renee en el comedor. Me senté y me tome con aquella mirada de la que había estado huyendo toda la tarde, le sonreí y ella se puso roja. En serio me gustaba provocarle eso, por desgracia para ella no tenia ningún sentimiento que pudiera decir que era “amor” hacia ella, ni hacia nadie, lo más parecido a eso era lo que sentía por Darian. Pero eso era algo normal, después de todo era mi hermana…  

 

Notas finales:

Gracias por leer...


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