Pov. Choi Minho
Me encontraba nuevamente vigilando los pasillos de la escuela, odiaba más que nada en el mundo el desorden, las multitudes y el exceso de ruido, siempre me ha gustado estar solo, sin la molesta compañía de alguien. Caminaba tranquilamente, todos en la escuela me tenían respeto, como presidente del consejo estudiantil yo era la máxima ley de la escuela, porque hasta donde sé, el estúpido director me admiraba, me respetaba y todas mis órdenes eran cumplidas.
Comencé a mirar a los pasillos y las personas mediocres se hacían a un lado para dejarme pasar, todos no decían palabra alguna, no después de lo que le pasó al último que se atrevió a desafiarme, no después de lo que le pasó a quien osó por hablar mientras yo pasaba y mucho menos al único que se atrevió a enfrentarme.
Entré a la oficina del consejo y me dispuse a revisar algunas propuestas de los estudiantes para el próximo viaje escolar que se hará en la escuela, me dirigí a mi sillón y cómodamente me puse a trabajar.
El tiempo fuer pasando y ya casi terminaba de revisar los trabajos que debía de aprobar poniéndole mi firma, o estaban los rechazados que simplemente los tiraba a la basura.
Cuando me levanté para disponer a irme directamente a mi casa el sonido de la puerta llamó mi atención, así que, nuevamente me senté detrás de aquel escritorio y con voz seria contesté.
─ Adelante.-
─ Disculpe…- mis ojos vieron entrar a un chico de cabello castaño, de piel blanca, con rasgos muy femeninos. El chico no entraba y se había quedado en la puerta, le miré por un momento y nuestras miradas se cruzaron.-
─ ¿Vas a pasar o no?- dije ya irritado, algo que realmente odio es que se queden sin decir nada haciéndome perder mi tiempo.-
─ Esto… yo… bueno…- aquel chico parecía no quererse mover así que me levanté de mi asiento y pasé de largo. Era algo obvio que no diría nada y debo de llegar a mi departamento.-
─ Cuando quieras hablar estaré desde la hora de entrada en el salón de 3°A, de ahí en la oficina hasta las seis de la tarde.- fue lo que le dije después de comenzar a caminar directo a la salida.
Una vez que llegué a mi departamento le di de comer a mi conejo Saki. Fue un regalo de mis padres antes de su accidente que tuvieron en la carretera yendo al aeropuerto, pero eso ya no es de mi importancia. Ahora soy yo quien dirige a la compañía de mi familia, esa empresa algún día iba a ser mía, tarde o temprano. Para este entonces el temprano fue el ganador, antes de entrar a casa me quité los zapatos, una pequeña tradición que tengo de mi antigua época Otaku. Comencé a revisar algunas cosas de la empresa que heredé hace un poco más de un año, sí soy menor de edad, pero que se jodan todos, no le iba a dar a un estúpido la administración de la empresa de mis padres por lo que yo ahora soy la cabeza oculta de todo, claro hasta que cumpla la mayoría de edad que será el siguiente año.
Ya cuando había terminado todo eran aproximadamente las once de la noche, con toda la tranquilidad del mundo me dirigí a bañarme, cuando terminé de asear mi cuerpo fui directamente a la cama, en donde Saki ya me esperaba en la cama, como todo perfeccionista que soy le enseñé a no cagar en la cama, le dejo dormir todas las noches conmigo ya que Saki prefiere llenar toda su caja de caca, a ensuciar un milímetro de mi piso, es inteligente el jodido conejo.
Antes de dormir como todos los días me dispuse a revisar mis mensajes de voz, eran esta vez tres, y todos eran de mi mejor amigo Jonghyun.
─ Minho mañana será mejor que no hagas planes porque… pip, pip, pip- sonó el sonido de que el mensaje se había terminado y rápidamente pasó al siguiente.- jodida contestadora de mierda ya se terminó… pip… ¡Ahhh! A lo que voy, no hagas planes porque mañana vamos al cumpleaños de Onew pasaré por ti…- y ahí fue cuando se había acabado todo Saki se acomodó a mi lado y yo simplemente apagué las luces disponiéndome a descansar.
Hoy era viernes y creo que me dejé llevar por el sueño sino hubiese sido por Saki no hubiera despertado. Ya una vez listo salí con mis cosas directo a la escuela.-
─ ¡Hey rana! Será mejor que hoy salgas más temprano del consejo, más te vale, sabes que las fiestas de Onew son las mejores después de las de Kibum.
─ Saldré a las cinco.- respondí.-
─ ¡Cuatro!- me gritó Jonghyun impidiéndome seguir caminando.-
─ Mira animal, yo decido las horas que trabajaré, aparte no vamos a llegar a barrer la casa, sabes que detesto las fiestas y mucho más llegar cuando apenas todo mundo va a llegar.
─ Entonces te voy a seguir y saldré contigo hasta tu casa y te llevaré a la hora que quieras pero vamos a ir, aparte Onew dijo que tenía algo que decirte.-
─ Como sea simplemente no me sigas o te golpearé hasta dejarte inconsciente.- le dije ya entrando al aula, el profesor me miró y comenzó a sudar, seguramente porque no sabía que decir, yo jamás llego tarde y la primera y última vez que un profesor me llamó la atención, luego de tres días fue despedido.-
─ Señor Choi, señor Kim entren al aula que la clase ya dará comienzo.- iba a ir directo a mi asiento pero cuando di el primer paso el profesor me detuvo. Señor Choi disculpe que le pida esto pero acaba de llagar un alumno transferido. Y bueno… no hay asientos disponibles, así que bueno… usted…
─ ¿Quiere que el mocoso se siente conmigo?- le pregunté mirándolo a los ojos.-
─ ¡Por favor!- junto las manos en forma de ruego y sólo asentí.-
─ Pero si no lo soporto no dudaré en cambiarlo de salón.- ahora sí, y sin ningún problema fui a sentarme, mis ojos se cruzaron con los de mi nuevo compañero, él me sonrió nervioso.-
─ Mucho gusto… emmm… yo soy Lee Taemin… espero y nos llevemos bien.- era el chico de ayer.-
─ Choi Minho.- fue lo único que le dije y giré mi vista a la clase luego de haberme sentado, el profesor de vez en cuando nos miraba de reojo para ver si aquel chico con problemas en los nervios, no me provocaba malestar.
Las clases fueron pasando, y en cada una de ellas notaba que este chico que tengo al lado me miraba y a los pocos segundos quitaba su mirada de mí. Comenzaba a ser enfadoso.
─ Sunbae…- aquel chico me habló cuando todos ya se habían retirado.- me dijeron que… usted… bueno…
─ Lee, si me quieres hablar por lo menos que sea fluidamente. No te entiendo.- le dije serio mientras le miraba, noté que se tensó y se había sonrojado.-
─ Si lo siento… emmm- le miré fijamente para que continuara de hablar.- que usted me daría mi credencial estudiantil.- bajó el rostro y mi portafolio lo tomé con mi mano derecha.-
─ Sígueme, te tomaré primeramente la fotografía.- el muchacho me sonrió y fue de mi lado, algunas personas nos miraban. Ya que aquellos saben que no me gusta tener personas al lado, claro al menos que sea Jonghyun o mi otro amigo Onew.-
─ Hyung… ¿No le molesta que me siente a su lado? Porque yo podría hablar con el director y…
─ Sólo no me molestes durante las clases. Con eso me basta para no correrte, aparte no me gusta que me hablen con palabras incompletas.- abrí la puerta y observé que ahí estaba Jonghyun que no dejaba de ver al enano de a mi lado.-
─ Rana y yo que pensaba que te gustaban las tetas grandes y las curvas, y te presentas con un niño muy adorable.- Jonghyun corrió hasta quedar en frente del chico este, sonrió pícaramente y le jaló las mejillas. Esto está en contra de mis principios, por lo cual patee a Jonghyun hasta que diera con la pared.-
─ Él sólo viene por su credencial estudiantil perro estúpido.- con pesadez me senté buscando mi cámara, con el dedo le apunté al chico que se sentara en un espacio donde estaba una silla con fondo blanco, él pareció no entendió y se me quedó viendo.- que te sientes por allá.- le dije irritado, rápidamente el chico se fue al lugar donde le marqué y se sentó, algo torpe porque terminó cayéndose, para ese entonces el perro de mi amigo con cara de dinosaurio extinto se estaba muriendo de risa.-
─ Jajaja y yo que pensé que en esta sala el más distraído era yo.- Jonghyun siguió riéndose y fue ahí cuando le tomé de la camisa y lo saqué de la sala del consejo estudiantil. Le cerré la puerta con llave, y miré al chico, que ahora que lo pienso no me ha quitado la vista de encima.-
─ Deja de mirarme tanto, ¿Qué, acaso te gusto?
─ ¡Sí!