Se puede sentir el cálido viento correr y el sonido de las hojas de las copas de los arboles chocar entre si produciendo una grata melodía a mis oídos, hay niños jugando en las calles y puedo ver a mi madre en el pequeño patio de la casa sembrar algunos tomates y otra planta que desconozco, el sol se eleva en lo alto, aunque es verano la temperatura no es muy alta. La vida en la "ciudad perdida" no, quiero decir en "Opleven" este es el nombre que recibió la nueva cuidad que resurgió tras el caos de las abejas parásito y la unión de No.6 con el distrito oeste. Desde aquel día en que el muro callo la ciudad cambio radicalmente se llevaron a cabo elecciones para elegir a nuestro gobernante como lo hacían nuestros antepasados, algunas familias se reencontraron y con todo el desorden generado se crearon empleos para reconstruir la ciudad. Hoy en día es un lugar tranquilo, cabe destacar que se ha hecho un gran trabajo por parte de las nuevas autoridades, Inukashi y Rikiga viven a unas cuantas calles a veces Shion, es algo extraño llamar a alguien más por mi nombre, viene a visitarme. No puedo quejarme los días son mucho más divertidos, algunas veces la nostalgia llega a mi corazón y recuerdo a mi amiga Safu y los momentos que vivimos juntos, pero lo que realmente deseo es verlo de nuevo a él a.... Nezumi.
-Shion baja que ya es hora de cenar- se escucha la voz de una mujer
-Ha..Si voy enseguida mamá- contestó el chico de ojos rojos y cabello blanco que se encontraba sentado en una esquina de la azotea mirando a las personas pasar por la calle
-He escuchado que pronto será tu cumpleaños Shion- dice un hombre de mediana edad
-¿Ha? emm si, el siete de septiembre -
-En que estás pensando Shion pon un poco más de atención, creí que Nezumi te había enseñado a no ser tan confiado- lo regañaba Rikiga
La mirada del chico de ojos escarlata cambio y una sonrisa forzada se dibujó en su delicado rostro, se podía notar a leguas lo mucho que le afectaba que nombraran a ese chico, en cuanto escuchaba ese nombre su mirada reflejaba una profunda tristeza y sus ojos perdían ese encantador brillo que solían tener, mientras desviaba la mirada al piso y se encogía en hombros solo pudo asentir con la cabeza en silencio. Se pudo sentir la tensión en el aire.
Falta poco tiempo para que pasen cinco años desde que ese pequeño chico de larga cabellera y sus grises ojos encantadores entraran herido en mi habitación y cambiara toda mi vida por completo, solo quiero que regrese que entre por esa ventana de nuevo y que nunca más se alejara de mi lado; este pensamiento llenaba la mente del chico
-Bueno y ..¿Qué quieres de regalo?- dijo Inukashi tratando de aliviar el ambiente
-Eso no es importante Inukashi-san solo me gustaría pasarla con ustedes y si es posible... un tifón- contesto el chico con una sonrisa en su rostro que parecía más natural
-Eres tan raro Shion- decía la chica de cabello castaño mientras se levantaba de la mesa para sentar al pequeño Shion a un lado de su asiento, mientras la madre de Shion serbia la comida
-Ra..ro.¿Nezumi donde esas?- susurró para sí el peli blanco
La cena termino y los invitados partieron, después de ayudar a su madre a levantar la mesa, lavar los platos y recoger el desastre causado por el pequeño Shion el chico de ojos rojos subió a su habitación, ahora su hogar era más grande su madre y él tenían habitaciones separadas no eran lujosas ni nada por el estilo tenían un diseño sencillo y practico estas eran nuevas casas creadas recientemente para abastecer de vivienda a la nueva población.
-¿Que quiero de regalo para mi cumpleaños? Solamente tengo una respuesta para eso, Nezumi... quiero a Nezumi...quiero a Nezumi con un gran lazo rojo y no quiero que se aleje de nuevo de mi lado - decía el chico mientras se tiraba a la pequeña cama -Le prometí que estaría bien pero no puedo evitar llorar cuando recuerdo el tiempo que pasamos juntos aunque últimamente solo escuchar su nombre me ase añorar su compañía más que nunca, quiero besar de nuevo sus labios, ver esos hechizantes ojos grises, escucharlo cantar mientras toma una ducha, verlo actuar alguna obra para mí- decía el chico con tristeza mientras se giraba y a un lado de él pudo divisar a una pequeña figura, era Hamlet un pequeño roedor que era un recuerdo de su amado.
-Tu sabes donde esta ¿no?-
En respuesta a su pregunta solo se escuchó un pequeño chillido
-Es algo injusto...- fueron las últimas palabras del chico antes de quedarse dormido