La luz brillando en mi ventana, como un parpadeo sombrío El olor nostálgico dulce del incienso…. Estaría soñando todos los días, ahora distante
En la oscuridad de su cuerto, se encontraba sentado en una de las esquinas de su habitacion, abrazando sus piernas y ocultando su rostro entre ellas, los ojos rojos del chico sumando sus mejillas algo humedas, decian con seguridad que abria estado llorando por varias horas.
Era un joven de aspecto bastante delicado, gran belleza que muchas mujeres podrian llegar a envidiar, cosa que hacia que fuera objetivo de burlas, todos lo molestaban tanto fisica como psicologicamente, solo una persona lo protegia y por esa persona, dejaron de molestarlo, pero el igualmente, aunque ya no le causaran problemas, estaban hundido en una profunda tristeza
Un ingeniado lirio Por que su tiempo predestinado tuvo que ser tan corto?
Sentia su cuerpo totalmente pesado debido a todo lo que estaba sintiendo en esos momentos, por lo que decidio recostarse en su cama, la que tantas veces habia sido testigo de sus llandos, risas, alegrias y tristezas
-Kami-chan...¿Porque te fuiste tan pronto? ¿Porque me dejaste?... -
Sin poder evitarlo, las lagrimas volvieron a fluir libremente por sus mejillas, cerrando los ojos fuertemente abrazo la almohada que habia entre sus manos, sus largos cabellos negros caian sobre ella quedando como una hermosa y brillante cascada.
Aun no podia olvidar todo lo que habia pasado, hace 3 años lo habia conocido, entablo gran amistad con él, pero nunca creyo que caeria presa del amor, nunca creyo que seria tan feliz, que alguien lo protejeria; poco a poco, cerrando nuevamente los ojos, fue quedandose dormido profundamente, volviendo a soñar con el día en que tubo la dicha de conocerlo
Ah…. La blanca flor floreció en mis sueños estuvo en mi cara En el néctar de las flores en capullo, suavemente Durmiendo de nuevo
-¡Hola! Mucho gusto, me llamo Kamimura Ukyo, pero puedes decirme Kami si lo deceas-
-Mu-Mucho gusto...S-Soy M-Manabu Sa-Satou...Pero p-puedes decirme M-Mana...- No pudo hacer mas que bajar la mirada algo apenado al ver la mirada de ese chico sobre él, y no pudo evitar mirarlo de reojo, intentando ver sus facsiones igual de finas que las de él, pero no tanto.
Era un joven un poco mas alto que él, con un cuerpo mas fornido mostrando algunos musculos en los brazos, su cabello largo por casi por la baja espalda de un singular color rojizo; el cual lo tenia completamente lacio, una gran sonrisa que hizo que su corazon diera un vuelco, y unos ojos que lo dejaron completamente hechizados por la profundidad de ellos; sin poder evitarlo sus mejillas se tiñeron de un suave color carmin, captando la atencion de Kami.
-¿Eh? ¿Pasa algo pequeño? -Sin darse cuenta de que él era el causante de ese sonrojo, se acerco al joven de negros cabellos, tomando una de sus manos, y apoyando su propia mano libre en la frente, cerrando los ojos algo concentrado, sin darse cuenta de que eso hizo que el menor se sonrojara mucho mas, causando las risas de los 3 jovenes que estaban atras de ellos, los cuales los habian presentado ''sin ningun fin aparente'', luego de unos momentos, el mayor de los 2 abrio nuevamente los ojos- Mmmh Al parecer tienes un poco de fiebre, deberias ir a descanzar niño
-E-Ehh yo... -El menor intentaba articular palabras, pero sintio la garganta completamente seca y no pudo hacer mas que bajar la mirada murmurando cosas que nadie llegaba a escuchar, pero de golpe levanto la mirada volviendose a encontrar con los ojos del otro- M-Me encuentro bi-bien, solo m-me he puesto al-algo nervioso... - Uno de los jovenes que estaban atras se acerco a ambos y los tomo por los hombros, sacudiendolos levemente- Eeehh Kö-Közi, ¡no hagas eso!
El joven que se hacia responder por el sobre nombre de Közi sonrio de lado, tenia una estatura normal llegando a ser considerado alto, pero lo que mas llamaba la atencion de él, era su largo cabello hasta la altura de sus hombros de un brillante color rojo teniendolo levemente en punta, dandole un aspecto algo revelde-
-No te pongas asi Mana, igual solo queria decirles que yo, Yu~Ki y Gackt nos vamos, al parecer tenemos que arreglar unos asuntos...Kami, ¿Podrias cuidar de Mana mientras tanto?
-¡Claro! no hay problema! -Ninguno de todos los presentes le pregunto su opinion al moreno, el cual miraba todo algo nervioso y a la ves indignado, ya que nunca le preguntaban su opinion, suspiro algo derrotado cuando sintio como alguien rodeaba sus hombros en un especie de ''abrazo'', dandose cuenta de que el responsable de eso era nada mas ni nada menos que el joven de cabello largo y rojizo, sacandole un muy violento sonrojo- Oye, Mana, ¿Quieres ir a comer conmigo?
Esa pregunta y la afirmacion que le dio, fue el detonante de todo lo que iba a ocurrir en su vida desde ese momento...Porque como antes se habia dicho...nunca imagino lo que le sucederia
Sentí sus días, el destino los traía pronto
13/3
Ya hace 2 meses que Mana y Kamimura, o mejor dicho Kami-chan como le decia el moreno, salian constantemente, ambos habian encontrado en el otro y gran amigo en el cual podrian confiar lo que sea.
Ese día era el cumpleaños numero 15 de Mana, por lo cual Kamimura le habia propuesto ir al shopping para asi comprarle un regalo.
Sin darse cuenta, camino al shopping pasaron por la escuela del menor, el cual al darse cuenta, miro aterrado como 4 chicos mayores a él se le acercaban con una sonrisa burlona, y haciando a un lado a Kami lo sujetaron de la camisa que traia puesta
-Valla valla, miren nada mas, ¡el marica de Mana! Ahora que lo pienso...¡Hoy es su cumpleaños! Chicos...demosle un gran regalo de nuestra parte -Todos los jovenes con sonrisas en sus rostros, se pusieron al rededor de él, y cuando el que parecia el lider se disponia a dar el primer golpe, mira como este era arrastrado hacia atras, mirando como el de cabellos rojos comenzaba a darle certeros golpes con una notoria mueca de furia.
Todos se lanzaron contra el otro, provocando los gritos aterrados de Mana, quien estaba asustado por lo que le llegara a pasar a su acompañante, mas no conto con que este sabia esquivar y devolver golpes, dejando a uno de los 4 desmayados, y a los otros bastante adoloridos. Cuando esos 4 jovenes lo miraron, sintieron miedo por la fria e indiferente mirada que les dio, y con voz autoritaria exclamo
-No se vuelvan a acercar a Mana...porque si lo lastiman...¡Los matare! -El nombrado vio incredulo como esos chicos que siempre lo molestaban se iban corriendo, y solo recupero el habla cuando noto los brazos del mayor abrazandolo fuertemente, temblando un poco por el contacto- Mana yo...Yo quiero protejerte...No dejare que nadie te haga daño... Te quiero -cuando esas palabras fueron susurradas cerca de su oido, no pudo mas que separarse un poco y de un impulso...lo beso; un beso dulce y calido que transmitia un sin fin de emociones.
Todo era simplemente perfecto, ya nadie lo molestaba, y se habia ganado cierto respeto al ganar confianza en si mismo, confianza y paz que le daba al estar con su ahora pareja.
Pero nadie imagino, que esa hermosa flor de color rojo...marchitaria antes de lo previsto
Ofrecí encima de las palabras del jugador que desapareció en los cielos Aun que tu no lo entiendas, sonríes inocentemente
17/11
El día estaba muy aburrido, no habia nada importante que llamara su atencion, nada importante pasaria ese día, o esos eran los pensamientos de Manabu, el cual se encontraba en el aula de clases mirando la ventana en busca de algo con que entretenerse.
Las horas pasaban y pasaban, y el día seguia igual solo que ahora, poco a poco se estaba quedando dormido sobre su mesa, cuando de pronto con todo el poder, su celular comenzo a sonar llamando la atencion de toda la clase, algo que le extraño ya que siempre tenia su celular en silencioso. Cuando vio de quien era la llamaba se llego a sorprender, era Közi el que lo llamaba, cosa que le sorprendida demasiado ya que el mencionado casi nunca lo llamaba, por lo cual contesto ignorando a la profesora que estaba delante de él.
La profesora, retrocedio unos pasos preocupada al ver como al poco tiempo de que el de negros cabellos habia atendido, lagrimas comenzaban a formarse en sus ojos, levantandose y saliendo corriendo de la escuela con rumbo al hospital, el hospital en el que se contraba su amado.
Közi lo habia llamado para informarle que Kami habia tenido un accidente automovilistico bastante grave, que los medicos dijeron que solo llegaria a sobrevivir esta noche ya que habia perdido bastante sangre y se encontraba en coma. Cuando llego al hospital ya sus pulmones no oxigenaban lo suficiente por la larga carrera que tubo que hacer, las lagrimas corrian por sus mejillas sin intencion de detenerse y cuando divizo a Közi, Yu~Ki y Gackt se lanzo sobre el primero llorando desconsoladamente
-Mana yo...no se que decirte...yo no..no podria soportar esto si fuera tu...eres...bastante fuerte -El menor se abrazo aun mas a los ropajes del mayor, intentando buscar consuelo en esos brazos que lo rodeaban, pero no podia...solo su amante era capas de hacerlo, el cual no sabia si viviria o no, asi que acosta de los reclamos de todos y de las mismas enfermeras, entro al cuarto numero 304 y quedo completamente paralizado al ver a Kami con innumerables artefactos que se conectaban a él atraves de tubos de respiracion y tansfuciones. Luego de que pudiera lograr calmarse un poco agarro una silla y se sento al lado de la cama, agarrandole la mano con suavidad y miedo a la ves, no queria dejarlo ir, no queria estar nuevamente solo.
Ah…. La blanca flor floreció en mis sueños estuvo en mi cara En el néctar de las flores en capullo, Suavemente una ventisca de un lejano dormir
De repente abrio sus ojos los cuales se encontraban llorosos a causa de que algo, o mejor dicho alguien, habia abierto la perciana haciendo que todo el sol diera en su rostro; cuando se pudo incorporar un poco vio esa ahora algo larga cabellera rojo brillante y sonrio interiormente, pero luego suspiro al ver como era abrazado por el dueño de esos cabellos
-Has vuelto a soñar con él ¿Verdad?...
- ..... -sin decir ninguna palabra solo se limito a asentir, y sintio como sus labios eran apresados por los de otro mientras le limpiaba las lagrimas con una de sus manos, y con la otra solo lo abrazaba por la cintura, separandose finalmente- Yo...lo extraño demaciado...Közi...no puedo olvidarlo -al oir como el mayor suspiraba intento mirarlo, encontrandose con una pequeña sonrisa-
-Se que lo extrañas, yo tambien lo extraño, eramos amigos despues de todo, te recuerdo, que yo quise verlos juntos, aunque no pense que me enamoraria yo de ti -ambos se volvieron a recostar en la cama abrazandose, ya habian pasado 4 largos años de la muerte de Kamimura, pero para Cere el tiempo no habia transcurrido ya que sentia el mismo dolor con la misma intensidad. Luego de pedirle al mayor que se retirara de su cuarto para poder cambiarse, se sumio en sus pensamientos, recordando una y otra ves todo lo ocurrido en esos 4 años
Envuelto en una floreciente flor blanca
Se acerco a la ventana, sintiendo como una brisa rodeaba su cuerpo, casi como abrazandolo, respiro profundamente y sintio como caia algo en su mano, viendo una delicada flor roja posarse en ella; al instante levanto la vista hacia el cielo sonriendo ampliamente, y recordo esas palabras
-''Oye bebé, sabes, mi flor favorita es el lirio, los lirios blancos son realmente hermosos...pero mis favoritos son los lirios rojos, lastima que por estos lados no crescan'' -
Sabia que eso debia ser una señal, sabia que este donde este, nunca estaria solo; y tambien recordo ese día en el que Közi le dijo las mismas palabras que le habia dicho Kami el día de su cumpleaños, amaba a su ahora pareja, pero no tanto como habia amado y seguia amando a su pequeño lirio rojo, el mayor tambien lo sabia, y no tenia problemas en ganarse su propio lugar en el corazon del menor
En mi ventana, centellante lirio Suavemente recordando tu cara
Cerrando la venta debido a que el viento comenzaba a levantar, corrio escaleras abajo para encontrarse con el de cabellos rojos, sin notar...como poco a poco atraves de su ventana, podia verse cientos y cientos petalos blancos volar por ahi, y si se fijan bien, los petalos formaban una figura joven y sonriente.
Porque él, Kami, nunca dejaria solo a su pequeño, y lo seguiria aun atraves de las flores.
Los petalos se dispersaron al momento en que la pareja salio y el mayor de ellos giro su vista hacia ellos, dando una leve sonrisa y murmurando con suavidad
-Lo cuidare por ti, hermano...