Se había levantado más animoso que incluso días anteriores.. ¿El motivo? Cumplía un año más de vida. Puede que el ser un tanto más ‘viejo’ sea para algunas personas motivo de sufrimiento y/o tristeza, más para el histriónico baterista de vistlip era igual o mejor que un live. Entonando una de las canciones favoritas de su banda se dirigió a la ducha, no demoró mucho ya que lo que más anhelaba en ese momento era llegar a la compañía y ver por fin a sus amigos, por ende, a la velocidad de un rayo se puso algo de ropa, tomó sus llaves, y partió rumbo al tan ansiado encuentro.
En cuanto se vio frente a aquel edificio y se fue internando en éste, su corazón comenzó a acelerarse más y más, estaba ansioso, lo admitía, ya quería sentir los abrazos y felicitaciones de quien él consideraba su familia. Posó la mano sobre la manilla de la puerta y se abrió paso hacia la sala de ensayos.
-¡Konishiwa! – Saludó tan animoso como siempre.
-Hi~ - recibió como respuesta unísona por parte de Tomo y Rui.
-Hmm.. – masculló Umi concentrado en unas tablaturas.
-Buen día. – Sonrió Yuh.
Bien.. esto no era precisamente lo que se esperaba, es más, ya debería estar sintiendo la ola de abrazos y felicitaciones pero.. ¿En dónde estaba todo eso? Cerró la puerta tras de sí y se encaminó hacia la batería.. ¿Lo habían olvidado? No, definitivamente no podría haber sido eso, la indiferencia fue sólo por el hecho de que todos estaban muy sumidos en su trabajo, nada más.
Así pasó el día, entre ensayos, recesos, y alguno que otro tema de conversación, entonces, pasó algo que el baterista no esperaba . . .
-Gracias por acompañarme pandita, nos vemos mañana. – Y ahí se iba el último de la banda.
Eran las siete de la tarde y Tohya amablemente se había ofrecido a acompañar a Rui hasta el taxi, los demás ya habían volado a sus respectivos hogares y el baterista se hallaba luego de eso completamente solo.
-Vaya.. parece que después de todo sí lo olvidaron.. – murmuró con un notable deje de tristeza y sin más retomó el rumbo hacia su hogar, no quiso coger un taxi a pesar de que a esas horas comenzaba a hacer frío, necesitaba pensar y a la vez no, y es que la decepción que sentía en ese momento era demasiada. -..Que tonto eres Tohya.. –
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Diez de la noche y la melodía de –Ozone- se escuchaba en el departamento, el baterista yacía tumbado sobre el sillón mientras miraba una película que por casualidad encontró entre sus cosas; se estiró un poco para poder tomar aquel aparato, más al mirar la pantalla frunció el ceño un tanto confundido, era su manager.
-¿Moshi moshi?
-Tohya-san.. Lamento molestarle a esta hora pero necesito que venga a la compañía de inmediato.
-¿Qué? Pero.. ¿No cree que es un poco tarde?
-Hai, lo sé, pero la junta directiva ha programado una reunión y es necesaria su presencia.
-¿Los demás ya lo saben?
-Hai, ya me he encargado de avisarles.
-Hmm..bien, voy para allá.
Era lo único que le faltaba, terminar su día con una reunión que de seguro duraría más de una hora.
-Definitivamente hoy no es mi día. -
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Era un tanto extraño estar caminando por los pasillos de la compañía a esas hora, y es que todo estaba tan tranquilo que hasta causaba escalofríos. Se aprontó a tomar el ascensor ya que la sala de juntas quedaba en el quinto piso y, por su mente más de alguna escena escalofriante digna de una película de terror se había cruzado.
-Tohya, recuerda que estás en la compañía, no porque esté de noche y todo con una luz muy tenue saldrá un asesino en serie y te interceptará. – Negó murmurando aquello de forma que se convenciera de la realidad.
Planta número cinco y el ascensor se detuvo, las puertas metálicas se abrieron y el baterista descendió para comenzar su andar por el pasillo que daba hacia la sala en donde se suponían estaban los demás. Tomó la manilla de la puerta y se abrió paso de forma rápida, llevaba unos minutos de atraso.
-Perdón por la.. –
-¡¡SORPRESA!! –
-¡¡AAAAH!!! – Gritó asustado causando las carcajadas de todos, y sí todos, desde los directivos hasta los estilistas, se encontraban en la sala de reuniones, más en vez de carpetas sobre la mesa habían diferentes tipos de platos, bebidas, jugos, de igual forma los cuadros habían sido reemplazados por globos y serpentinas entre otras cosas.
-¡Feliz cumpleaños Tohya! – Tomo se acercó a él y le acomodó un gorrito sobre el cabello –el mismo que cada uno de los presentes utilizaba- para posteriormente abrazarlo, luego le siguieron los demás haciendo que poco a poco asimilara lo que estaba pasando, y es que al parecer sus suposiciones habían sido erróneas, nadie se había olvidado de su cumpleaños.
-Y-Yo pensé.. –
-..que lo habíamos olvidado. – Finalizó Umi mientras se cruzaba de brazos manteniendo una sonrisa en los labios. El baterista asintió.
-Hai.. –
-Lo sentimos pandita, pero es que si te decíamos algo nuestro plan no iba a resultar.. – Explicó Rui mientras pasaba uno de sus brazos por sobre los hombros del más bajo.
-Arigato.. Minna. – Sonrió feliz.
Luego de eso llegó Yuh con la torta, cantaron el ‘Cumpleaños feliz’ y tras pedir un deseo apagó las velas, aun le quedaba una larga noche por delante.
…Deseo poder estar para siempre junto a ellos.
+-+-+-+-+-+-+-+-+ ~Fin~ +-+-+-+-+-+-+-+-+