¿Qué son las "almas vacías"?
Para mí, sólo eran un mito, historias que contaban a los niños pequeños para que pudieran dormir, o solamente criaturas de fantasía...que no existen.
Cuan equivocado estaba al saber que todo eso era mentira.
¿Existían? Sí, ¿Podían convivir contigo? Sí, ¿Puedes ser uno de ellos? Lamentablemente...sí.
¿Pero en realidad qué son ellos?
Después de haber salido de la escuela, me encaminé a la biblioteca, tenía que aprender de ellos, porque sabía, de alguna manera, que esto no iba para un fin bueno.
-Disculpe, ¿la sección de fantasía?-pregunté a la bibliotecaria. Ella me señaló el pasillo, sólo atiné a decir un "gracias" antes de desaparecer por el corredor indicado.
Nadie estaba ahí, era mi oportunidad de coger el libro que me explicara lo que tanto necesitaba ser contestado. Al hallarlo, no dudé en abrirlo y en un título en grande encontré la palabra que en mí hacía un hueco.
"Almas Vacías"
Empecé a leer, mis ojos no se detenían al seguir avanzando por cada una de las palabras que, al momento, procesaba mi mente.
Un miedo podía apoderarse de mí, comencé a entender que nada de ellos era bueno, nada de ellos era agradable...
"...pueden entender los miedos de las personas, llegan a jugar con ellos y los botan como si fueran la misma bazofia. Si lo que llego a escribir aquí llega a asustarte, lo lamento, pero es la verdad la que se cuela en mis dedos y hacen que escriba la realidad de estos seres horribles..."
Llegué al 5° capítulo, en el subtítulo se podía leer "¿Se puede ser uno de ellos?" Tragué saliva pesadamente y continué con la explicación...
"...Ellos, aparte de reproducirse entre ellos, "marcan" a la gente humana, (calcando que ellos no lo son) de una manera única y fácil de identificar.
¿Cómo lo hacen?
Cuando un alma vacía duda en convertir a un humano en uno de ellos, con su uña del dedo índice trazan una cruz en el pecho, a la altura del corazón, haciendo que sangre la herida que provocan.
En, aproximadamente, 3 meses, la víctima comenzará a convertirse en uno de ellos. Se inhiben todas y cada una de sus emociones poco a poco, el dolor es menos y sus heridas sanan más rápido de lo normal."
A altas horas de la noche salí de ese lugar, pero, ¿porque me interesaba saber tanto de ellos?
Porque yo sería, en algunas semanas, uno de ellos...
Yo tenía la dichosa marca, tenía que saber qué era lo que significaba tenerla y de esta forma es como entendí en que era en lo que me iba a convertir.
La lluvia comenzaba a mojar mi pelo, no podía volver a mi casa; no tenía amigos, siempre me fue difícil socializar con la gente; en resumen, no tenía a dónde ir. La gente ya me empezaba a odiar, porque yo era uno de "ellos", ya las personas sabían de mi marca y por eso es que me repudiaban, porque a pesar de ser un mito, también había quien creía en que los "alma vacía" existían.
Me senté en una silla y dejé que el agua me "bañase". No había gente en aquél parque, por fin podría estar solo y meditar lo que hace momentos acababa de aprender, en cierta forma, de mí.
-Si sigues aquí, terminarás por enfermarte.-dijo una voz detrás de mí, no le tomé importancia y terminé por ignorarlo.-¿Me escuchaste? Terminarás por enfermarte.-dijo de nuevo. Con la poca paciencia que me cargo, le contesté de mala manera.
-Te escuché, no hay necesidad de que me lo volvieras a repetir. Ahora, esfúmate de aquí.-pero sabía que él no lo haría. Era un hombre, su voz era masculina, era mayor que yo.
-¿No tienes a dónde ir?-habló sentándose a un lado mío.
-¿No tienes una vida de la cual encargarte?-dije mirándolo de una forma seria.
Sólo sonrió, una grande y hermosa sonrisa, la mejor que he visto en mi vida.
-Ven conmigo, mi departamento queda a unas cuantas cuadras de aquí, ahí podrás secarte y cuando acabe la tormenta, ´puedes irte.-la amabilidad se reflejaba en sus palabras, así que terminé por aceptar la oferta.
Todo lo que había en su vivienda estaba endemoniadamente ordenado, más de lo que un día estuvo mi cuarto.
Tomó una toalla y comenzó secarme, la camisa que estaba usando yo era muy holgada así que dejó ver una parte de mi pecho, con ello, la marca.
Él se quedó mirando como un idiota, al parecer, sabía qué significaba esa marca. Yo la oculté y al sentir el aire tan tenso, decidí cortarlo yo.
-¿No saldrás corriendo cómo los demás, o fue tanta la impresión que te quedaste congelado?-hablé, pero siguió con la acción de secarme.-Sabes lo qué soy, ¿verdad?-pregunté, pero no obtuve respuesta.
Después de varios minutos, él habló.
-Sí, sé que eres, o al menos te convertirás en un alma vacía. Sé que no tiene cura y que pronto dejarás de sentir algunas emociones, como felicidad, tristeza, enojo.-al parecer sabía mucho más que yo.
-¿También eres uno?-pregunté con cierto miedo.
-No, sólo que he oído y leído un poco de ellos. Si quieres, puede quedarte aquí.-ofreció amablemente.
Podría hacerlo, pues ya no debía regresar a mi casa, no quería lastimar a mis padres; pero tampoco podía lastimarlo a él.
-Por cierto, mi nombre es Lee JinKi, pero puedes decirme Onew.-me ofreció la mano y sonrió.
-Mi nombre es Lee Taemin.-tomé su mano aún dudando un poco.
¿Debería quedarme? Él es una buena compañía, pero, ¿y si lo llegara a dañar?