Shun:
Nunca fui de muchos amores, a pesar de que muchos a mi alrededor me decían lo atractivo que era no me lo tomaba muy en serio, siempre bromeaban conmigo pero después en mis años de preparatoria me di cuenta de que atraía las miradas incluso más de lo que me hubiera gustado, miradas que se convirtieron en saludos, saludos en conversaciones y después en invitaciones a salir, nunca aceptaba, de hecho comenzaba a molestarme que ya nadie me hablara de la misma manera, ahora parecía que todos siempre buscaban conseguir algo más de mi, incluso mis amigos más cercanos me trataban diferente, nunca dije nada porque no quería perderlos pero comenzaba a sentirme incómodo con ellos y toda la atención que recibía, parecía que ya no podíamos solamente salir a dar un paseo y platicar de cualquier cosa como antes, peleaban por mi atención e incluso algunos de ellos se distanciaron entre sí por rivalidades que ni siquiera sabía cuando habían surgido. Así poco a poco me separé también de ellos, perdí a aquellos amigos que me consolaban en mis peores momentos y que ahora solo buscaban mis momentos más débiles para intentar conseguir algo de mí.
Sabía bien por qué había pasado todo eso, pero no lo comprendía muy bien. Me sentía solo, y fue por eso que comencé a hacer caso a aquellos que me llamaban solo por mi apariencia, claro que sin la intención de llegar a nada, acepté citas y comencé a salir con chicos que hasta hace poco ni siquiera sabían mi nombre, era divertido, pero fue como tratar de cruzar un laberinto sin haberlo explorado antes, me confundí y antes de saberlo estaba perdido.
Amor, nunca había sentido algo tan maravilloso, me sentía en las nubes y sonreía todo el tiempo. Debo admitir que primero me fijé en él por aquello que me molestaba que los demás vieran de mi, la apariencia, él era tan hermoso, su largo cabello rubio lo diferenciaba de los demás y caí en el embrujo de esos hermosos ojos azules a los que no pude negarme cuando me invitaron a una cena solo 2 días después de habernos conocido. La primera vez fue como la escena de una película, en medio de tanta gente en el baile de graduación de la escuela eran nuestras siluetas las que resaltaban, me miró y yo no pude evitar mirarlo también, quedando hipnotizado por su presencia, caminó hacia mí y algo me hizo acercarme también.
-hola- saludé primero, algo que normalmente no hacía.
-hola- respondió y sonrió por mi expresión, estaba sonrojado y sin saber cómo actuar, ni siquiera recuerdo por qué me animé a hablar con él esa vez, como dije estaba por completo en el hechizo de aquellos ojos azules. Era tan perfecto, pero él si había cruzado ese laberinto mil veces antes.
‘’A mi primer amor lo conocí al nacer, Luz era su nombre. Su poder
enorme siempre me hizo ver la vida tan lúcida y tan bella. Ella me
enseñó a crecer jugando a contar estrellas cada anochecer.’’
Nunca fui de muchos amores, nunca aprendí a andar en el camino de una relación hasta ese día y fácilmente me ilusioné, pero claro, cualquier adolecente creé estar enamorado. Completamente ajeno a todo lo que una relación de ese tipo me podía conducir seguí sus pasos dispuesto a todo, era maravilloso, sus palabras, sus caricias, sus besos, aquellos que terminaron de enamorarme pues eran sus labios los primeros que probaba y dejé que enseñaran.
-te amo Shun- no importa cuántas veces lo escuchara, siempre me hacía temblar y sentirme amado, pensé que era muy afortunado, había conocido a mi otra mitad a la primera, si equivocarme primero, sin distracciones…
-también te amo Shaka, demasiado-
‘’Creí enmudecer cuando Ilusión tocó mi corazón de adolescente, me
enamoré perdidamente. Era tan bonita, mi flor favorita, mi otra
mitad. Me dijo que los sueños también se hacen realidad. ‘’
Así pasaron los días, semanas y meses, cada uno espléndido, tal vez demasiado, porque ya no soportaba estar lejos de él ni un minuto, estaba tan acostumbrado a sus brazos que me daba cuenta como cada vez sus abrazos eran más cortos, seguía conmigo pero estaba muy distraído, los ‘te amo’ no llegaban a menos que yo lo dijera primero y comenzaba a creer que ya no quería decirlo, que había dejado de sentirlos y lo decía solo como una respuesta obligada.
No me ignoraba pero la distancia se hacía cada vez mayor entre nosotros, yo seguía amándolo como siempre y quería creer que él también, después de todo siempre que le preguntaba algo me respondía de una manera tan dulce que borraba de mi todas las dudas que tenía en ese momento, pero esa dulzura estaba siendo opacada por sus acciones, no entiendo por qué si dices que aun me amas y quieres estar conmigo ya no vienes a buscarme, ¿qué pasa contigo? con nosotros.
‘’Perdida en la ciudad vi a Indiferencia andando distraída, cada día,
sin saber que yo existía. Su mirada ausente entre la gente no me
seducía, demasiado fría. Algo me decía : "¡Desconfía!". ‘’
Al paso de unas semanas sus visitas se hicieron menos y menos frecuentes hasta que simplemente ya no lo veía, mis sentimientos seguían siendo fuertes, demasiado, haciendo el día a día muy doloroso mientras trato de soportar su ausencia, su indiferencia. Paso el día intentando llamarlo pero nunca contesta, son horas de estar en la cama abrazándome a mi mismo recordando tristemente aquellos días que pasábamos juntos, recordando los momentos que me hacían más feliz pero que ahora al extrañarlos me duelen demasiado.
‘’Mientras, Melancolía me quería con locura. Cada noche aparecía en mí
cama medio desnuda y me abrazaba. Hurgaba entre mis cicatrices, yo
sollozaba. ‘’
Una tarde regresó a mi lado, yo estaba enfadado, iba a reclamarle toda su indiferencia pero apenas abrí la puerta lo vi sosteniendo un ramo de rosas solo para mí, me conmovió tanto que olvidé todo lo que iba a decirle y simplemente me lancé a sus brazos sollozando por lo mucho que lo había extrañado, soy tan débil y frágil, pero es que lo amo.
Había sido demasiado de no verlo, o eso sentía yo, ese día estaba solo en casa y aun con aquellos sentimientos encontrados quise ir más allá, después de todo él era el indicado para mi, así lo pensaba. Me acerqué tímidamente y él pudo leer mis intenciones con solo mirarme, se inclinó hacia mí y me besó como nunca antes lo había hecho, yo me estremecí y ya no pude volver atrás.
-Sh.. Shaka- nos besábamos en el sofá de la sala pero yo no quería terminar ahí, tenía que ser perfecto así que lo guié hasta mi alcoba donde estaríamos más cómodos. Seguimos ese beso por un largo rato hasta que el calor se hizo insoportable, lo quería, lo necesitaba.
-no tengas miedo- removió mi ropa con cuidado sabiendo que estaría asustado, besando cada centímetro de piel que iba descubriendo y haciéndome gemir con aquellas nuevas sensaciones. Temblé al verlo despojarse de su ropa una vez que terminó con la mía, pero el sentimiento de miedo no duró mucho una vez que pude contemplar su perfecto cuerpo desnudo, quería tocarlo, sentirlo por completo, sentirlo mío.
Él comenzó colocándose entre mis piernas y besando mi cuello dulcemente para relajarme, era demasiado excitante, aproveché su cercanía para acariciar su espalda y sentir más de aquel cuerpo que me aprisionaba contra las mantas. Colocó tres de sus dedos en mi boca y supe lo que haría después, los humedecí bien sabiendo que eso ayudaría, moviendo mi lengua entre ellos como lo haría en uno de aquellos besos que tanto me gustaban. Cuando llegó el momento me sentí listo, esto era lo que quería, estar con él y hoy finalmente nos convertiríamos en uno solo. las primeras caricias fueron incomodas y cerré los ojos evitando mirarlo, aferrándome a las sábanas con más fuerza cuando sentí el primero de sus dedos irrumpir en mi virgen intimidad, gemí con dolor y él de inmediato acudió a consolarme con un beso, dejando sus labios sobre los míos mientras comenzaba con suaves movimientos en mi interior. De nuevo gemí contra sus labios cuando un segundo y un tercer dedo acompañaron al primero y comenzaron con aquellos movimientos expertos que me hacían desear más, sin duda sabía lo que hacía, me había hecho olvidar por completo el dolor que sentí al principio.
-abre los ojos, quiero mirarlos mientras hacemos el amor- no pude evitar sonrojarme por lo que él sonrió divertido por mis tiernas expresiones. Acarició su pene dejándome observarlo por un momento, me mordí los labios cuando lo acercó a mi entrada y comenzó a hacer presión, tomó mi mano para tranquilizarme y siguió empujando hasta que estuvo completamente adentro, sin poder evitarlo cerré los ojos, escuchaba sus jadeos y apretaba mi mano indicando que comenzaría a moverse, sus primeros movimientos aunque suaves me hacían gemir con más fuerza que antes, no de dolor y aun no de placer, solamente no podía evitarlo. Cada vez fue más rápido, ya no podía oír ni mis pensamientos, estaba en total éxtasis sintiendo aquel vaivén en mi interior, golpeando mis entrañas deliciosamente mientras sus manos acariciaban mi piel y mi sexo, me entregué a él y de nuevo todo pareció perfecto.
‘’ Su piel no otorgaba días felices y la abandoné. Olvidé su hechizo y su regazo, porque pronto conocí a Pasión, fue como un flechazo. Unidos cada madrugada, mi amada, siempre haciéndome el amor entre hojas de papel mojadas. ‘’
Desde ese día nuestra relación resucitó, volvía a ser atento conmigo, ahora más que nunca buscando aquellos nuevos momentos que compartíamos en la cama, dijo que había estado ocupado y que no podía verme mucho tiempo, que las cosas seguirían así un tiempo pero seguiría visitándome y así lo hizo, claro que no era como al principio donde estaba conmigo a cada segundo, lo veía 3 o 4 veces a la semana y siempre era solo para hacer el amor y después se iba, siempre llegaba ansioso, me deseaba demasiado y eso se notaba, yo también lo esperaba deseoso por abrazarlo y que me hiciera suyo, pero seguía mal acostumbrado a tener su atención siempre y eso ya no era posible, al menos ahora volvía a mi lado por sí solo, de nuevo me decía que me amaba, no estaba completo pero me sentía feliz y volvía a sentir que teníamos un futuro juntos.
‘’Conocí a Constancia al poco tiempo, me atrajo su fragancia y desde
aquel momento la fui conociendo. Su autoestima y disciplina me
dijeron: "No abandones, tendrás un sitio en la cima con los mejores."
Y luego aquél golpe, juro que pude sentir mi corazón quebrarse, mil sentimientos se arremolinaron en mi cabeza e incapaz de elegir uno solo simplemente lo dejé pasar, evitando sufrir mientras fuera posible.
Fue la vez que quise darle una sorpresa e ir a visitarlo, nunca lo había hecho, pero me alegra haberme decidido, o tal vez no.
Fui un idiota, ¿por qué creí que realmente me amaba? Apenas pude creer que tenerme a mi no era suficiente para él y que necesitaba de alguien más, para mi él lo era todo. Creo que estaba en shock porque fue hasta unos días después que esa traición comenzó a doler… dolor, celos, rencor, vergüenza, me sentí tan humillado, creo que era el único que no lo sabía. Así aprendí que no podía confiar en nadie, no sabría si realmente me querrían o era solo por mi apariencia, ¿eso era? ¿soy solo un premio? No dejaba de repetir eso en mi mente, ¿por qué estoy tan enfadado conmigo mismo? Debería odiarlo pero recordar significa pensar en aquellos hermosos momentos, y eso me deprime aun más, saber que todo fue mentira y que ya había terminado, definitivamente.
‘’Pero sufrí mal de amores cuando Envidia me miró al pasar. Otra
vampiresa que besa y que te hace sangrar. Al hablar mentía, quería
matar mi fe. Puso veneno en la lengua de aquellos que me crucé. ‘’
Fui de mal en peor, me odio tanto por haber sido tan estúpido, me odio, lo odio… no, o no lo sé, me duele tirar todos esos recuerdos a la basura, al menos sirvieron de algo y fui feliz aunque a base de engaños.
‘’Fue por eso que lloré junto a Nostalgia cada tarde, sintiéndome un
cobarde si venía a acariciarme.
Hasta que un día Soledad llamó a mi puerta y me paralizó, me abrazó
rompiendo mi armazón. ‘’
Me aislé de todo, comencé sin querer verlo y terminé completamente solo, sabía que todos se reirían de mi por lo que había pasado, era hasta ahora que lo conocí bien, un cazador que busca pobres ilusos como yo que fácilmente caen en su trampa a falta de experiencia, un especialista que te envuelve, te seduce y si no tienes cuidado te enamora.
-no puedo seguir así- pensaba mientras estaba tirado en la cama sin moverme como había estado por ya no sé cuánto tiempo, pero no quería ni ver la luz del día, los rayos de sol que me recuerdan a sus dorados cabellos, ¡demonios! Todo me recuerda a él, bien dicen que el primer amor no se olvida, solo hubiera deseado que hubiera terminado de otra manera, sé que no le importo, nunca hizo el intento de buscarme, seguramente está por ahí burlándose de algún otro que atrapó también -no puedo seguir así- lo repetiré hasta que pueda levantarme y seguir adelante, no sé cuándo será, no sé si podré, pero no me queda más que intentarlo, ¿qué más queda? Ya estoy perdido en ese laberinto, ahora debo encontrar la salida y aprender el camino para nunca volver a perderme, aunque claro, pasará un tiempo antes de que aprenda todos los caminos y pueda evitar los callejones sin salida, debo atenerme y sobre todo, aprender de ello...
‘’Y vi pasar los meses, no quería ver a
nadie. Hasta que encontré a Esperanza esperándome en la calle. Ella
me habló de un futuro y de luchar por él, me dijo: "Libertad te
espera, ella siempre te será fiel".
‘’Ellas. Dejaron su huella en mí, el amor y el abandono, sensaciones
que viví. Despertando así encantos, abriendo pasiones y heridas.
Ellas. Amantes de un instante o de una vida.
Ellas. Estrellas y espinas. Bellas damas que te aman o te asesinan.
Las encontré entre las esquinas, brillaban como diamantes.
Ellas. Amantes de una vida o de un instante.’’