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The bunny and his master por ImSoCursi

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The Bunny and his master (KyuMin)

Ser el maknae no es la tarea fácil que todos creen que es muchas veces la presión recae en los hombros del más joven. Puede que no tenga mucho sentido ahora pero es cierto los mayores trabajan mucho y aparte de eso intentan cuidar al más pequeño que debe corresponder a sus atenciones y mimos. Que si bien ser mimado por una docena de Hyungs puede llegar a ser divertido muchas veces, y la mayoría del tiempo, es estresante. Se supone que cuando alguien hace algo lindo por ti debes agradecer humildemente pero tanta humildad no es mi estilo y no se diga lo de agradecer, la última vez que agradecí a alguien por tener un detalle para conmigo fue… Bueno ese no es el punto, el punto es que ser el maknae es difícil.

—Minnie —Llame al mayor que iba pasando por el pasillo del departamento.

—¿Qué pasa Kyunie? —Pregunto con una sonrisa amable en su rostro y se sentó en la cama, detrás de mí.

—¿Qué haces?— Pregunté intentando sonar interesado.

—Iba a la cocina a preparar algún tentempié rico, Hyukie y Hae volverán de su ensayo pronto y seguro tendrán hambre. — Respondió sin quitar la mirada de mi juego, estaba dándole una paliza a un chico de algún lugar de Estados Unidos de América.

—¿Y qué les vas a preparar?

—Tal vez unos canapés, anoche vi en un programa de televisión como prepararlos sin tener que usar mantequilla y creo que será una buena idea que cortemos las grasas ahora que ShinDong está a dieta, quiero ayudarlo lo más que pueda, ¿sabes?— Respondió alegremente, así es Sungmin siempre intentando ayudar a todos aunque no lo se pidan.

—Entonces… Te dirigías a la cocina. Ya que vas…

—¿Te traigo algo?— Preguntó. ¡Bingo! Ahora podría tener mi vaso de jugo sin tener que dejar de patear el trasero de ese niño en Ámerica.

—Te traje galletas de chocolate aparte de tu jugo, pensé que te daría un poco de hambre el ganar a todos los gamers del mundo. — Rio suavemente y dejo un plato lleno de galletas al lado de la computadora.

Sabía que jugar dieciocho horas diarias durante una semana no era una buena idea pero aun así lo podía haber dejado que me arrebataran el titulo de campeón, el único problema era que todos mis deberes se habían acumulado y para el final de la semana me tenía que debatir entre usar la ropa sucia que tendría que haber lavado cuando estaba en la tercera ronda del torneo o comenzar a usar la ropa de Sungmin. Mire la pila de ropa sucia que debía lavar amontonada en una esquina de la habitación, no podía usar esa ropa pero la ropa de Sungmin era rosada.

—Igual y el rosa no me queda tan mal— Murmuré para mí mismo y comencé a rebuscar en sus cajones algo que pudiera usar.

—¿Necesitas algo?— Pregunto desde la puerta el dueño de los cajones, Me había atrapado infraganti.

—Es que… Mi ropa y… Solo necesito una playera o una camisa mientras se seca mi ropa — Respondí intentando aparentar que no me había sorprendido.

—Está bien, usa lo que quieras. —Sonrió y comenzó a acomodar su mitad de la habitación.

—Hyung —Lo llame— ¿cuánto jabón debo usar para lavar mi ropa?

—Un cuarto de lo que tiene marcado en envase. —Respondió y continúo limpiando.

—Hyung—Lo volví a llamar— ¿Cuál envase?

—El del jabón. —Respondió y rió bajito.

—¿Cuál jabón?

—La botella azul que dice “Detergente liquido con suavizante”. — Explicó y volvió a sus labores

—Entonces solo meto la ropa y le pongo el jabón, ¿verdad?— Sungmin negó.— Hyung ¿Podrías lavar mi ropa?

—No te preocupes, pondré a lavar algunas prendas puedo poner las tuyas también. — Sonrió.

—¿No sería problema?

—Claro que no Kyunie, eres mi roommate. — Respondió con una sonrisa y salió de la habitación con un canasto lleno de ropa para lavar. Ahora podría inscribirme en el segundo torneo y volver a ganar.

Cuando la ropa estuvo limpia y suave, con fresco olor a ‘Primavera’ pude cambiarme y sentirme como humano de nuevo, eso de usar ropa sucia toda la semana no era tan divertido como uno esperaría. Metí la mano en uno de los jeans y encontré una nota de la tintorería, había olvidado por completo que tenía que ir por los abrigos, mire la fecha y tenía que ir por ellos inmediatamente, ya había pasado más de quince días desde que los debía recoger.

—¿Vas a salir? —Pregunte al ver a Sungmin calzándose las botas.

—Si, iré a comprar algunas cosas.

—Ya que saldrás… ¿Podrías pasar a la tintorería?

Sungmin asintió y pude continuar el torneo, volví a ganar a todos los Americanos que se sentían reyes del mundo gamer. Aun no terminaba mi baile de celebración cuando el manager nos llamo y pidió que fuéramos por nuestros vestuarios para la premiación de la próxima semana, las noonas nos esperarían por la tarde del día siguiente pero  la nueva versión de mi videojuego favorito saldría a esa hora y quería ser de los primeros en tenerlo, las primeras copias incluirían un poster y un protector para la caja del cd.

—Sungminie —Lo llame, estaba bañándose.

—Saldré en un momento Kyunie. —Respondió a través de la puerta.

—No es eso.

—¿Entonces qué pasa? ¿Está todo bien?— Pregunto preocupado.

—Sí, bueno, más o menos. Lo que pasa es que no podre ir por mi vestuario, ¿podrías traérmelo tú?

Hacer fila con el resto de los fans del videojuego valio la pena completamente el poster tenia una calidad increíble y estaba autografiado por los realizadores y algunos de los actores de doblaje.

—La noona dijo que si no te quedaba bien no podría hacer nada.— Dijo Sungmin al entrar con una bolsa oscura que contenía mi atuendo.

—Si, si no importa. —Respondí y observe que Sungmin seguía de pie con la bolsa en un gancho. —¿Qué pasa? ¿Necesitas algo?

EL mayor negó con la cabeza y suspiro frustrado.

—¿Cuál era esa emergencia de vida o muerte que había surgido?— Preguntó.

—En realidad no era una emergencia… Pero todo salió bien, no te preocupes. — Respondí intentando evadir su pregunta.

—Cho Kyuhyun te exijo que me expliques cual era la emergencia. —Hacia mucho que no veía a Sungmin tan molesto.

—Lanzamiento… Videojuego. —Respondí y le mostré la caja.

—¿Menti al manager y a las noonas de vestuario por el lanzamiento de un estúpido videojuego?

—No es estúpido.

—¿Estás bromeando verdad? Eres un… un… un…¡malvado! Te has estado aprovechando de mí y yo caí ante tus engaños porque eres el Maknae y porque somos roommates. ¿Es que no conoces la decencia?

—Pero…

—¡Pero nada no soy tu sirvienta y mucho menos cenicienta! —Grito molesto, siempre olvidaba que debajo de ese conejo adorable se encontraba un experto en kung-fu y que aun siendo lindo podría matarme en segundos usando solo sus manos. —Minnie, Minnie —Murmure y me acerque a el abrazándolo— No te molestes, no quería hacerte sentir como cenicienta. —Lo abrace y acaricie su cabello, desordenándolo a ratos y peinándolo extrañamente a otros. Bese sus mejillas y sus labios intentando ser dulce, no quería que Minnie estuviera enojado conmigo porque la felicidad de Minnie era mi responsabilidad.

—No estés molesto conejito. —Sonreí y pase uno de mis brazos por sus hombros, el evil maknae haría pucheros para alegrar a su conejito.Besé su nariz, sus mejillas y sus labios muchas veces.

—Te quiero. — Dije y lo vi sonreír.

—Lamento haberme enojado y haberte gritado. — Se disculpó después de un rato.

—No te preocupes —Sonreí.

—Te quiero. — Dijo y se levanto.

 — Minnie, si vas al otro departamento, ¿Podrías pedirle a Yesung Hyung que me regrese el control inalámbrico? Este juego debe jugarse de la manera adecuada.

Mire a Sungmin y note que su cara estaba comenzando a enrojecer, había crispado los puños y parecía que estaba a punto de comenzar a gritar. No entendía que podía haberlo molestado tanto.

Notas finales:

Millones de gracias a quien leyo esto! Nos vemos prontito!!!!!


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