Estoy yo me veo en tercera persona, hay un bosque grande e iluminado, muchos árboles, es frondoso, me siento como si hubiera tenido un accidente, desconcertada, miro mis manos, estoy bien sin embargo me siento atrapada, ¿porque?, Miro alrededor, hay un camino…
[6:00AM]
Suena el despertador en la casa de Alena quien siempre ha sido una niña muy mimada por ser la única hija y nieta de esa casa, su madre Linda se levanta y se prepara para ir a la Universidad, después comienza la pelea de todas las mañanas….
-Alena arriba, se me hará tarde para la escuela y a ti también -Pues eso es fácil mama… no vamos ninguna de las dos y no llegamos tarde a ningún lado… - contesta la chica muy adormilada de 8 años hundiendo la cabeza en la almohada -Siempre ofreciendo soluciones inteligentes cuando te conviene, ¡Arriba! – y tras el grito Linda jalo las sabanas, cobijas y almohadas no dejándole a la niña más remedio que levantarse, después de que ambas están listas Linda la deja en su Colegio quien entra a regaña dientes
-Vendré por ti a la salida – Le dice moviendo la mano para despedirse desde el auto -No contaría con ello...- Piensa para sus adentros Aliena sabiendo las múltiples ocupaciones de su madre y respondiendo el saludo desde dentro del portal, nunca ha sido una chica muy acorde a su edad, dotada de gran inteligencia y madurez, era como tener a un pre adolescente en primaria, etiquetada desde el jardín de niños como “Problema” por voluntariosa y por corregir maestros, al terminar rápido las actividades siempre tenía demasiado tiempo para dejar volar su vasta imaginación y por eso pensaba que esa etiqueta era porque a los maestros no les hacía gracia que los corrigieran que la trataban “Mal” se puso un pitillo de dulce en la boca y avanzo despreocupada hacia su salón quejándose de que su falda escolar no tuviera bolsas, le quitaba dramatismo al asunto caminar con las manos sueltas con un pitillo en la boca, la escuela era suya, podría hacer lo que quisiera, si no fuera por dos cosas, la falda y…
-Hola pequeña ¿Es tu primer día? los kínder están hacia allá – La saco de su pensamiento la maestra Mara – Soy de segundo – contesto con algo de recelo – Ay.. Pero es que te ves bien chiquita como una muñeca que pensé que eras de kínder, ¿no me estas mintiendo? – justo la maestra mencionaba los 3 grandes hitos que Alina detestaba, su estatura pues es cierto, era muy muy bajita, si fuera japonesa, seria famosa por ser chibi, segundo le llamo muñeca, concepto que desde muy pequeña le molestaba, ya a esa edad se empezaban a diferenciar algunas chicas muy femeninas y ella no estaba en esa lista, recuerdan como se quejaba de que su falda no tuviera bolsas, bueno, ella es del tipo que no le molestaría usar el uniforme de los varones y tercero le llamo mentirosa, estaba a punto de ganarse una sanción por su contestación cuando llego una compañera de su salón y la increpo diciendo que llegaría tarde, Martha una alumna del 2 A que la maestra reconoció y la dejo marcharse junto con ella – Gracias me salvaste – le comento Alina aliviada – Si, si, pero apura, ¡que llegamos tarde! – Llegaron al salón justo a tiempo y el resto del día trascurrió normal hasta el recreo, en que ella buscaba el rincón más alejado de la escuela para estar sola, había una huerta y ella solía entrar ahí ya que a nadie le gustaba y si los chicos se subían en los arboles los castigaban, pero ella no era fácilmente apreciable, detrás de una jardinera escucho algo que llamo su atención:
-Alina es rara ¿no lo creen? – Preguntaba una de las “Populares” – Ujum.. es decir no habla con nadie, corrige a los maestros y en el recreo nadie sabe a dónde va… - Decía Martha, - Además con esa estatura ¡es todo un fenómeno! Y ¿saben que más? Escuche que no tiene papa… - Comentaba otra – Pues seguro ni él la quiso – Eso ya había sido demasiado y aunque trato de no darle importancia, dolía su vista se nublo y trato de contener el llanto quizás fue por eso que no la vio acercarse – Yo tampoco conozco al mío pero no dejes que eso te moleste – le dijo una chica de voz dulce, Alina se tallo los ojos rápidamente como para disimular y levanto la mirada, frente a ella estaba una chica que ingreso ese día al salón, desearía recordar su nombre ahora pero estaba muy ocupada haciendo dibujos para poner atención así que solo la miraba ella era promedio para su edad, de piel café claro, cabello largo, chino y arreglado, con olor a frutillas, labios rosas y lindos, dientes blancos, el uniforme le sentaba mejor que a ninguna según Alina y había una revoltura en su estómago que no sabía describir, quería mover sus manos y salir corriendo, su corazón se iba a salir de su pecho, su cara se sentía caliente, nunca se había sentido así, seguro era porque no lloro – Soy Ginny… - Finalmente rompió el silencio ella sacando a Alina de sus pensamientos - ¡Ah! – Se paró rápidamente y casi la besa, luego dio dos pasitos hacia atrás, pero se olvidó que estaba cerca de la jardinera y tropezó, quedando sentada ahí, con la poca dignidad que creía que le quedaba se acomodó, extendió su mano y le dijo – Alina, Mucho gusto y es así como inicio algo que sería muy significativo, al menos para una de ellas el destino estaba a la vuelta de la esquina.