El que tuviese problemas para atarse la maldita corbata negra frente al espejo del baño ,fue el augurio más acertado de que su nueva escuela no iba a gustarle nada de nada,que sería un total fracaso.De hecho,desde que le dijeron que regresaría de nuevo a Seúl supo que toda su vida se iba a la mierda de cabeza.Y ahora que estaba allí frente a las rejas de la escuela de su zona mirándolas con desagrado, lo supo;ya no todo seria "peaches and cream".
El problema no era que tuviese que usar uniforme luego de haber estado acostumbrado a ir en civil y a su gusto,relajado,ni que tuviese que cargar con una mochila que pesaba más que él luego de haber estado acostumbrado a un casillero con candado,ni que tuviese que llevar saco,pantalones rectos,una horrible y sobria corbata,zapatos como para bailar tap y que estuviese perdido;sino que era el chico nuevo.
Sólo por eso maldijo a su padre y el que aceptase un traslado a su país natal para que,según el mayor, regreses y conozcas la santa tierra de sus antepasados,como bien le dijo con una sonrisa inocente sin saber que le estaba jodiendo la vida a su hijo.
Bravo,papá,bravo.
Aún maldiciendo se arrastró por esos largos y repletos pasillos hasta dar con la oficina,allí estuvo largos minutos esperando que le atendiesen para estár media hora más,sólo recibiendo la bienvenida de medio plantel,agradeció con un simple movimiento de cabeza,tomó su horario e ignoró el libreto que le recitaron de no sabía qué cosa y el que le mirasen en blanco por no hacer la educada reverencia de dar gracias.
Otro punto menos a favor de su nuevo "país",eso de las reverencias,por Dios,era del siglo pasado.De gente out.Necesitan actualizarse,pensó con los ojos en blanco mientras se sentaba ya en su salón en espera ahora de que el maestro se dignara a entrar y empezar su estúpida clase.
Chasqueó la lengua y se dignó a mirar alrededor.Un par de chicas,unas tres,tenían un corito más allá y le miraban,sonrió galantemente y ellas se taparon la boca y dieron la espalda.Eso ya se lo esperaba,las coreanas y su timidez.Lo que no se esperaba es que hubiesen chicos tan lindos allí,si bien no eran su tipo (ya que habían unos más timidoz que las mismas chicas) había uno que otro que le llamaba la atención.
Uno de los que le gustó de brillante sonrisa se acercó.
-Hola-saludó en una reverencia.Jonghyun rodó los ojos,¿era una broma eso de tantas reverencias? -¿Eres el chico nuevo,cierto?
-Sí.-asintió,removiéndose el flequillo.Uno que,dicho sea de paso,llamaba solito la atención al ser de un rubio radiante.-Soy Kim Jonghyun.
-Soy Jin Ki.Eh,...¿de dónde vienes? Es decir,eres...bueno,te vez coreano...pero tu acento...-Genial,pensó.Lo que le faltaba.
-Nací aquí en Corea,pero llevo años viviendo en Estados Unidos.-dijo secamente,ya ignorándole.El chico debió captar su molestia ya que rápidamente dijo:
-Perdón si te molestó que preguntase es que...a nosotros nos llamaste la atención y...
-¿Ah sí? ¿Qué? ¿Me vieron ya el tercer ojo o qué? -ladró.
-¡No! Digo,...ashh.-bufó Onew,rodando la mirada.-Es porque eres nuevo.Queríamos ayudarte a...Disculpa si te molestó que tratase de caerte bien y de integrarte al grupo.
-Gracias pero en mi esquina de la felicidad,me encuentro bastante bien.-lo despidió con un ademán,dejando al resto de los chicos sin palabras y a Onew con una sonrisa amarga.Definitivamente mi primer día empezó mal,se dijo desganado Jonghyun al ver cómo de avergonzado se iba la única persona de todas a su alrededor que se atrevió a romper la barrera de la timidez y ser amable con él.Joder,maldijo y,con pena,se dedicó a mirar por la ventana.
Pero como el karma es rencoroso,la pedrada que le dio a Onew se la devolvió el profesor nada más le vio al entrar.
-Kim Jonghyun,los cabellos de color no están permitidos en esta institución.-esas palabras le hicieron parpadear rápidamente,captando de reojo como los chicos sonreía con burla.-Mañana hágame el favor de venir con su cabello oscuro o,de lo contrario,nos veremos en la penosa necesidad de llamar a casa.
-Ahora sí,¡Buenos días!
Y con ello,las carcajadas no se hicieron esperar.
Ya en la penúltima clase antes del almuerzo,en historia,comenzó a escuchar la clase de comentarios destructivos que la gente hacía para con el nuevo en algún sitio,fuese escuela o trabajo,en su caso escuchó cómo le llamaban el americano y como deseaban ya que se regresara a su "tierra de libertinos y mal educados ,sin decencia ni respeto para con los demás que se encontraban de frente".
Bufó molesto y mordió la cara interna de su mejilla derecha,en una mueca de desagrado.Dejó de hacer anotaciones sobre la guerra blablablá y dedicó a llenarse la cabeza de musarañas.En una de las que se dedició por crear garabatos en la libre escuchó algo que le llamó la atención:
-...Odio tener que admitirlo pero es jodamente bueno en lo que hace.
-Debería darte verguenza,Soo Oh.
-¡Lo sé,lo sé! Pero no pude evitarlo...-frunció la mirada,¿de qué hablaban esos neardentales? -Él inclusó se rió de mí al verme aparecer,pero no dijo que no.
-Pero es más que obvio,Soo Oh.¿A quién le dice que no? Todo mundo sabe que jamás dice no.
-Exacto.Lo mejor fue que antes de irme le dije que era una puta...-rieron a carcajadas en susurros y allí dejaron la conversación,una que no abandonó la mente de Jonghyun y le hizo fruncir el ceño.¿Qué significaría esa conversación? ¿Quién era esa puta? ¿Y que sabían todos allí que tenían esa actitud para con la "puta"?
Para tu mala suerte Jonghyun,el que puede aclararte tu duda ya no te hablará por pendejo y "buena gente".Negó y se sopló el flequillo mirando hacia Onew.Onew debía saber algo y él,por ser sobretodo curioso y metiche,lo averiguaría.
Sonrió de lado y esperó,paciente,al descanso.
Con bandeja en manos siguió a Onew y a los suyos,antes de que le notaran se les sentó al lado y les sonrió inocentemente.
-¿Qué haces aquí?-preguntó Onew,levantando la ceja.
-Vine a disculparme.
-Pensamos que los americanos no conocían lo que es pedir perdón.-soltó un chico a su lado,de gruesos labios e infantil mirada.
-Aigo~ Te equivocas.Yo no soy americano,soy coreano y,...sobre lo último-fingió pensar.-Estoy con ustedes.Sea como sea,sé que actué mal es por eso que...-Piensa,piensa,piensa.-les vine a pedir perdón como se hace en América.-sonriente empujó su bandeja hacia ellos.-Les daré mi almuerzo,¿qué dicen?
-¿En serio?
-Claro.-ya le dolían las mejillas por tanto sonreír.Les vio mirarse y decidir que estaba bien,así que les vio comer y él quedarse con un cráter en el estómago más grande que el que estaba en la capa de ozono.
Empezaron a hablar,lo que le hizo saber (cosa que le dijeron los chicos) que debía mejorar su coreano porque si bien lo hablaba desde la cuna y en casa con sus padres,por haber vivido toda la vida en el extranjero,había perdido la fluidez.
Cuando iba a lanzar la carnada para saber sobre lo que había escuchado,un chico chocó con otro atrayendo la atención de todos en la cafetería,obvio la suya también.Esa fue la primera vez que Jonghyun vio a Key,y lo que vio le gustó y ,sobre todo,llamó la atención.Más cuando vio y escuchó cómo se referían al chico.
-¿Quién es él?-señaló.
-El que te baja la calentura si la tienes.
Jonghyun le miró sin entender.
-¿Perdón?
-Él es Kim Kibum.-dijo el chico de gruesos labios, quien se presentó a él como Lee Taemin,haciendo un gesto de asco y molestia.-Y es la puta de la escuela.
Rápidamente y como si hubiesen dado play a una grabadora en su cabeza, comenzó a escuchar lo que dijeron a ese tal Soo Oh "¿A quién le dice que no? Todo mundo sabe que jamás dice no" y lo dicho por el chico "Lo mejor fue que antes de irme le dije que era una puta". La palabra "puta" le taladró la mente.
Así que de quien hablaban y de quien se burlaban (por lo visto toda la escuela y sin contemplaciones de ningún tipo) era de Kim Kibum.Nada más y nada menos que al chico que estaba a una mesa de ellos,removiendo su comida con los palillos y solo,y al que Jonghyun no podía sacarle la miraba de encima.
Una que era de vuelta por unos felinos y delineados ojos de largas pestañas,que coronaban una brillante y eclipsante sonrisa.
Desde esa vez,... Kim Kibum no le salió de la mente.