Una torrencial lluvia hacia vibrar todas las ventanas de la mansión Riddle, la oscuridad inundaba las pasillos, no se escuchaba ni un murmullo, lo único audible eran las gotas cayendo fuertemente sobre el tejado.
Un figura se pudo ver cuando la luz proveniente de un rayo ilumino uno de las pasillos, la sombra que logro distinguirse era la de un hombre, el Lord de la mansión, sus pasos eran ligeros, si se le veía se llegaba a pensar que era un alma que penaba por la vieja mansión.
Una puerta se abrió dejando escapar un rayo de luz proveniente del fuego de la chimenea, del interior de la habitación salió un hombre, su cara fue distinguida fácilmente por el Lord, pudo ver como este se acomodaba mejor su túnica y era despedido por su joven esposo, una furia incontrolable se instalo en todo su ser, espero el tiempo necesario para que aquel otro hombre se alejara lo suficiente, ya despues se encargaría de aquel que osaba llamarse su mejor amigo.
Hace unos pocos meses que tenia sospechas de que algo así pasaba, los primeros meses que llevaba de casado con Harry Potter, habían ido de maravilla, las ultimas semanas su esposo había estado actuando muy raro, se hacia el dormido cuando lo sentía entrar en la habitación, evitaba verlo por las mañanas, y por ultimo su sirviente persona le informo que una vez por semana Severus visitaba sus habitaciones cuando él no estaba, de principio pensó que su esposo había enfermado, pero su sirviente le dijo que su esposo estaba en perfecta salud.
Lord Riddle termino de llegar a su habitación, entro en silencio como cualquier otra noche, ya dentro dirigió sus ojos hacia la cama, ya dormía, esta vez no fingía, descansaba pasivamente en el lecho, cubriendo su hermoso cuerpo con sabanas de seda blancas, su amado era un ángel, así es su amado porque aun le amaba, y eso solo hacia sangrar mas su corazón
-Oh amor mío, ¿Cómo has podido?- suavemente deposito un beso en su frente- eres un demonio con el mejor de sus disfraces- susurro mientras le contemplaba- una tormenta, peor que la que hay fuera, se desata en mi interior pues ahora te odio con la misma intensidad con la que te amo- acaricio levemente los negros cabellos de su esposo - ¿qué debo hacer ?, lo tengo claro, ¿si me atreveré cuando me mires?, se que así será
Harry Potter era un hombre hermoso tanto por dentro como por fuera, era bueno, noble, más joven que Lord Riddle, lo mejor de él a opinión de todos eran esas esmeraldas que tenia por ojos y que eran tan transparentes que podías ver atreves de ellos cualquier sentimiento, sencillo a pesar de que provenía de una familia bastante adinerada, Lord Riddle era a los ojos de todos completamente diferente, era posesivo, y para todos él y Harry eran tan incompatibles que se creía que Lord Riddle le había hechizado y dado una poción de amor.
Habían unido sus vidas en una noche muy parecida a la hoy, esa noche el joven Potter escapo de la casa de su padre, y se caso con Lord Riddle, fue en contra de los deseos de su padre para seguir al amor.
Nada valía ya, el amor había sido desplazado por el dolor de la traición, el odio y el deseo de venganza. Lord Riddle se inclino sobre los finos labios de su esposo y lo beso, pronto se vio respondido, segundos despues se separaron.
-Mi Lord, llega algo tarde - sus ojos estaban a penas abiertos
-No ángel mío-dijo con voz pasiva- llegue a la hora que he dicho, es solo que tu no me has visto puesto que estabas ocupado con Severus- Harry se abrió sus ojos, un tanto alarmado, y para Tom esto no paso desapercibido
-Entonces…
-¿Vi a Severus salir?, si , y ahora sé porque me has evitado todas estas noches, porque no desayunas conmigo, porque estas indispuesto frecuentemente
-Mi Lord yo…
-Lo siento no pude esperar a mañana para la “sorpresa”- palabras pronunciadas con ironía- tu y Severus deben creer que soy un maldito imbécil para engañarme de tal manera- Potter no dijo nada- el silencio otorga amado mío, y hoy terminare con el engaño en el que he estado viviendo
-¿Engaño mi señor?- pregunto Harry con voz trémula
-Es o no verdad que Severus te visita en nuestras habitaciones a horas inadecuadas- el Lord se levanto y comenzó a caminar por la habitación, el color del más joven desapareció a penas escucho estas palabras- yo mismo lo he visto esta noche
-Mi señor…yo…
-No amado mío, si te he despertado no es para que me des explicaciones, no debes darme ninguna, puesto que mi sirviente ya me ha dado suficiente información, es solo que quería observar tus verdes ojos por última vez- el terror invadió la habitación y el Lord
-Mi señor le ruego me deje explicarle que…- no pudo continuar, la respiración se le corto, el Lord le apuntaba con su varita
-No soy capaz de lanzarte la mortal maldición, tu vida se irá apagando poco a poco- el joven esposo se movía bruscamente sobre la cama, se aferraba a las finas sabanas y las rasgaba, abría la boca intentando inútilmente que el aire se colara a sus pulmones- tus intentos son inútiles no podrás salvarte amado esposo, y antes de que exhales tu último aliento mírame por última vez, ahora tus ojos no muestran ese brillo que tenían la primera vez que nos vimos, muestran…miedo y no sabes cuánto gozo ciento
Aun quedaba un poco de aire en los pulmones del joven, alguien comenzó a llamar a la puerta, el Lord dio fin al hechizo y el joven ocupo su último aliento en él
-Te…amo
Sin dar importancia a la última exhalación que diera su amor, se dirigió a abrir la puerta, era una joven doncella que solía encargarse del joven Potter
-¿Qué pasa Hermione? – pregunto con un poco de fastidio, la chica no solo era doncella de su difunto esposo, era su mejor amiga desde siempre, la chica siempre andaba con su castaño cabello sujeto con un delgado listón
-Perdón que moleste mi Lord, es solo que el amo Harry… creo que… no se encuentra bien
-¿y cómo lo sabes?- esta vez se encontraba extrañado, pues su esposo no pudo ni tomar la varita como para que la haya avisado a alguien
-Pues…vera…el señor Snape…él y el amo…
-Contesta de una buena vez
-El señor Snape me sugirió ponerle un hechizo de alarma, por si, por si se sentía mal, el hechizo me avisaría y si consideraba prudente llamar al señor Snape- la chica se veía nerviosa y evitaba a toda costa la mirada del Lord- por favor mi señor solo déjeme verle un momento le preguntare como se encuentra, si está bien saldré rápidamente
-No creo que tu amo pueda contestar tus preguntas, él resulto ser un traidor y yo, solo cobre venganza
-¿Mi señor?, no lo entiendo sus palabras
-Pasa- la joven entro rápidamente a la habitación y corrió hacia la cama donde descansaba él cuerpo sin vida de su joven amigo- observa el cuerpo inerte de tu amigo y corre a avisar a Snape que su amante ha muerto
-No Harry- la joven movió el cuerpo de su amigo, le abrazo y al no verse respondido lloro, deseando que esos brazos le rodearan una vez más- ¿Cómo pudo matarle?, el lo amaba- dejo el cuerpo y lo acomodo en la cama, con la delicadeza que demandaba una copa hecha del más fino cristal
-Tanto fue su amor que acepto por amante a mi mejor amigo, y se convirtió en un traidor
-Mi amigo traiciono a una sola persona en su corta vida, esa persona fue su padre, al casarse con usted, mejor hubiera sido su suerte de casarse con aquel que pidió su mano y tenía la gracia de su padre
-Y mi vida habría seguido tal cual era antes de conocerlo, ahora ve a donde Severus y tráelo ante ese ángel, y que sea el quien llore su pérdida- La joven salió rápidamente de la habitación, el lord no pudo evitar mirar el inerte cuerpo de su joven amante y se permitió derramar un única lagrima- solo esa lagrima llorare por ti- lo tomo de las manos- aun muerto produces la misma sensación de calidez en mi corazón
El tiempo pasó, lenta o rápidamente realmente no importaba ya. El Lord se encontraba sentado junto a la ventana contemplando la tormentosa noche, esperando el poder completar su sed de…justicia, Severus llego corriendo junto con Hermione, y se detuvo unos pasos antes de la cama, por breves segundos se dedico a observar la figura que reposaba entre aquellas rasgadas sabanas, se acerco hacia el Lord
-¿Qué ha pasado Tom?- pregunto buscando la mirada de su amigo
-Sabes bien que paso amigo mío- escupió las últimas dos palabras de aquella frase sonando como un insulto- a él- miro hacia el joven que yacía en la cama- no le di oportunidad de explicar nada, pues le amaba tanto que era el único ser capaz de matarme más de una vez y tal explicación solo hubiera hecho sangrar mi corazón y habría acrecentado mi furia, pero tú, tú no puedes hacerme más daño del que ya me has hecho querido amigo
- Hermione fue por mí, quiero pensar que ella desvaría y que tú no has pensado que he sido capaz de traicionarte de una manera tan cruel, y que no has matado al hombre que decías amar más que a la magia que corre por tu venas
-Y lo amo, tanto así que lo he matado , prefiero verlo muerto que siendo repudiado por toda la sociedad, someterlo a tal vergüenza e infelicidad habría sido mi mayor error
-Oh amigo mío, mayor fue tu error al matarlo, pues no es solo uno al que has matado, ha sido dos, y con tales muertes te has condenado de por vida
-¿Un hijo?, entonces mejor fue así, pues ese hijo habría sufrido más que su padre de haber llegado a nacer, he salvado dos almas esta noche de la cruel sociedad- el Lord levanto su varita pero aquel otro hombre fue mas rápido
-Aquel al que has matado no era mi amante como supones…
-Mientes, yo mismo te he visto salir esta noche de esta habitación donde se encontraba solo él, pues su doncella ya se había retirado y yo aun no llegaba
-Y tienes razón, desde hace unas semanas que lo visito en las noches, pero mis visitas no son para los fines que te has imaginado amigo, desde hace tiempo que el joven Potter sospecho de un embarazo y lo confirmo, acudió a mí para que lo revisara, me pidio mantener el secreto pues quería decírtelo personalmente, así pues guarde silencio, unos días despues descubrimos que su vida y la del hijo que se comenzaba a formar en su vientre estaban en peligro pues el núcleo mágico de ambos se encontraba inestable, comencé a tratarlo, su situación empeoraba y debía verlo varias veces al día, era él o esa otra vida y cuando le sugerí que te informara para que juntos tomaran una decisión me ha suplicado que no lo hiciera, el temía que tu decidieras por su vida y no por la de su hijo al cual ya amaba con locura solo por el hecho de ser fruto de ese gran amor que se tenían, hace una semana mis visitas disminuyeron y el y su hijo ya se encontraban en perfecto estado, planeaba infórmate de su embarazo el día de su cumpleaños- Severus termino su relato, el Lord miraba intermitentemente los negros ojos de Severus y a la doncella de su amado ángel, la cual lloraba calladamente sobre su amigo
-No puede ser posible, tu mientes
-¿Y con qué fin lo haría Tom?, no tendría porque si se que estas a segundos de matarme con tus propias manos, de haber sido el amante de tu esposo te habría enfrentado- sin temor alguno se acerco aun mas al Lord y lo dio un corto abrazo- oh amigo mío ahora siento lastima por ti, pues esos celos de los que Harry alguna que otra vez gusto, han significado su fin, el tuyo y el de esa otra vida que no tuvo la oportunidad de ver la luz, amigo mío has matado a tu querido ángel y a tu propio hijo
Fue entonces que Lord Riddle rompió el juramente hecho minutos antes, varias lagrimas salieron de sus fríos ojos, camino lentamente hacia donde yacía su gran amor, se inclino sobre él y lloro sobre el vientre de su amado, noto un pequeño abultamiento, señal de la vida que se había formado ahí, por corto tiempo, lloro aun mas al saber que había matado a su familia y que acabo con la felicidad que pudo haber tenido
-Perdóname amor mío, ahora el miedo que vi en tus ojos no me causa satisfacción alguna, Severus has dicho bien y me he condenado- El Lord tomo su varita- tus últimas palabras fueron dirigidas a mí, “Te amo” me has dicho - observo la varita en su mano- no puedo usar magia para adelantar mi fin y estar contigo-estiro la mano para alcanzar el cajón de la mesa de noche y de ella extrajo una daga de plata y esmeraldas incrustadas en el mango- he de usar esa daga que tú mismo me has regalado- alzo la daga dispuesto a detener el camino de esta en su pecho, sin embargo la joven a su lado fue más rápida que su mano
-Mi señor ya jamás estará con él, mi amigo fue un alma buena, un ángel como bien le decía, y usted no ha sido más que un demonio, un demonio por el que el dejo a su padre y que al final no ha valido la pena- tiro la daga a modo de que esta quedara lejos de el Lord- la muerte seria un bello presente, y usted no lo merece, los aurores deben estar por llegar, pues cuando fui por el señor Snape, he pedido a mi esposo que fuera por ellos, deseo de todo corazón que lo dejen vivo y completamente cuerdo, ahora soy yo la que pide una venganza, justicia para la muerte de un amigo, un hermano, un hombre que lo amo hasta el último aliento
Al momento de terminar de hablar la joven, entraron tres hombres, uno de ellos un pelirrojo alto se acerco hacia Hermione y la abrazo, ella se permitió llorar aun más fuerte en sus brazos
-¿Qué ha pasado aquí mujer?- pregunto uno de los aurores con voz autoritaria- tu esposo nos ha dicho que han matado a alguien en esta mansión
-A mi amo Harry Potter, el pobre descansa yace sobre su cama
-¿Harry Potter?- cuestiono el segundo
-No es otro más que Harry Riddle, colega- le contesto el otro auror- y aquel que llora sobre él es Lord Riddle, su esposo- camino hacia el Lord- mis más sinceras condolencias mi Lord
-Harry Potter- corrigió la castaña- pues convertirse en Riddle fue lo que le condeno, ese hombre al que dan las condolencias no es más que aquel que le dio fin a su vida
-¿De qué hablas mujer?- pregunto uno de los aurores- todos sabíamos del gran amor que Lord Riddle le profesaba a su conyugue, tu solo ¡desvarías! – su esposo estuvo a punto de protestar ante tal ofensa a su mujer, pero cuando intento hablar fue la voz del Lord la que lleno la habitación
-Si he sido yo, quien matara a este ángel- los aurores y el pelirrojo le miraban expectantes-en un lapsus de ira le he matado y no solo eso, pues también he matado al hijo que crecía en su vientre, me he arrebatado a mi mismo la felicidad de un hijo y la del amor- se levanto y seco sus lagrimas- he intentado seguirlos, esta mujer me ha abierto los ojos, Harry ha ido al cielo y yo por mi pecado iría al infierno, ella como buena amiga que era de mi esposo exige una venganza con la que gozara y que será mi eterno castigo
-¿Cómo es que han pasado las cosas?- pregunto uno de los aurores, fue Severus Snape quien le explico, al termino del relato estaba convencidos de que el Lord merecía un castigo y este no era la muerte
-¿y cuál es la venganza que pides mujer?- preguntaron ambos aurores
-Dejarlo vivo, recluido en una celda de Azkaban , que viva atormentado por el resto de su vida por el recuerdo de mi amigo, y con la carga de haber matado al ser más puro que conoció y que le amo solo a él
-Nos encargaremos de que así sea mujer
Así sucedió, Lord Riddle fue encerrado por haber asesinado a su esposo, para su desgracia no murió de la pena, llego a cumplir el siglo de edad e incluso mas, a diario en la celda donde permanecía encerrado se le escuchaba susurrar palabras de amor dirigidas a aquel al que quito la vida, y cantar canciones de cuna a aquel hijo que jamás tuvo en brazos.
Vivió solo el resto de su vida, siendo consumido por la pena y el dolor, torturado por aquellos verdes ojos que le miraban de distintas formas, con odio, con miedo, con ira, pero ya nunca más con amor.
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