-¡¿Cómo puedes pedirme eso?!-le grito dolido, sintiendo como sus azulinos ojos comenzaban a inundarse en lagrimas.
-Me parece que es lo más lógico- dijo fríamente el pelirrojo- después de todo, ninguno de los dos deseo esto ¿no?
-¡Por supuesto que no!-gritó el menor- pero pese a las circunstancias es una vida inocente y no merece morir ¿qué acaso no lo entiendes?
-No Naruto, no lo entiendo-dijo seriamente el mayor-nunca quisiste tener relaciones conmigo y…
-¡Te explique mis razones, Sasori!-le interrumpió
- …y ahora estas esperando un hijo de quien sabe que fulano.-le dijo en tono desaprobador.
-¡Él me forzó!-dijo con voz quebrada- el abuso de mí…
-Sí –afirmó Sasori- eso dijiste aquella vez y yo te creí, te di apoyo. Por eso ahora te pido que abortes, para que así ambos podamos seguir adelante.
-No lo haré- dijo Naruto firmemente- Por que aun así es mi hijo
-Por favor.. solo tiene 8 semanas, ni siquiera tiene conciencia de sí mismo.-resopló Sasori- además ni si quiera sabes quien fue el bastardo que lo engendro.
-Tu no entiendes… ¿verdad?-sollozo mirándolo directamente a los ojos. Sasori guardo silencio sin quitar la fría expresión de su rostro. Fue ahí cuando Naruto comprendió que Sasori realmente no lo amaba y que quizás nunca lo hizo, lo que le dolió profundamente - ya veo..- dijo de manera casi inaudible- me voy…
-¿Qué fue lo que dijiste?-dijo Sasori algo sorprendido y a la vez molesto.
- Se acabó-dijo Naruto firmemente mientras se dirigía a la puerta.
-¡¿estas diciendo que prefieres quedarte con esa basura que conmigo?!- gritó el pelirrojo sujetándole el hombro. Una fuerte bofetada por parte de Naruto resonó por el lugar.
-¡No vuelvas a insultar a mi hijo!- le dijo firmemente mientras una traicionera lagrima bajaba por su mejilla. Sasori le quedo mirando atónito y se llevo una mano a su enrojecida mejilla.
Sin nada más que decir Naruto se dio la vuelta, sacó una llave de su bolsillo y la dejó bruscamente sobre la mesa. Una vez frente a la puerta le dirigió una ultima y triste mirada a la persona que hasta ese momento fue su querido novio y salió del apartamento para nunca más volver. Lagrimas de dolor se deslizaron por sus mejillas cuando salió del edificio camino a su vehículo, sintió como se le estrujaba el corazón al saber que la persona que amaba lo había abandonado y sintió terror por lo que vendría en el futuro al no tener nadie que le apoyara y temió por su bienestar y el de su hijo, pero de algo estaba seguro..
-No tengas miedo mi bebé, nunca te abandonaré.-susurro mientras se llevaba una mano al vientre, acariciándolo con suavidad- yo te amo, yo siempre estaré contigo-dijo con la voz quebrada- te prometo que te protegeré y no permitiré que nadie nos haga daño, porque a pesar de todo para mí tú eres valioso.
*-*-*-*-*-*-* 1 año después *-*-*-*-*-*-*
Exámenes finales, aquellas eran sin duda las dos palabras más temidas por los universitarios. El cierre del quinto semestre se acercaba para Uchiha Sasuke, un joven de veintiún años estudiante de derecho de la prestigiosa universidad de Suna. Sin embargo al acreditado estudiante Uchiha Sasuke, cuya excelencia y maestría era digna de admiración, los exámenes no le preocupaban en lo más mínimo. Sus calificaciones eran perfectas, convirtiéndolo indiscutiblemente en el primero de la clase.
No solo su desempeño e inteligencia lo hacían destacar, también su increíble atractivo físico y la perfección de su rostro eran parte de sus particularidades. Su tonificado y fuerte cuerpo de piel nívea, sus profundos ojos del color de la noche mezclado con un sedoso cabello color negro ligeramente azulado lo hacían prácticamente una divinidad. No era para sorprenderse el que todas la chicas de su clase gustaran de él. No obstante para él eso era completamente irrelevante, debido a su amarga infancia desarrollo un carácter frio y calculador, demostrando siempre desinterés en lo que a gente llamaba “relación amorosa”, formar una familia amorosa no estaba dentro de sus planes de vida.
Desde muy pequeño desarrollo gran interés en derechos, gracias a su querido hermano Itachi quien cumplidos sus veinticuatro años se graduó con honores en la actual universidad de Sasuke. A sus treinta y dos años Itachi ya era dueño de su propia firma la cual era muy reconocida. Ahora Sasuke seguía sus pasos, esperando algún día estar a la altura de su hermano.
El pertenecer a una familia rica nunca evito su deseo de independencia por lo que al cumplir sus dieciocho años dejo la casa de sus padres y se fue a vivir a un departamento que le dio su universidad gracias a una beca que ganó gracias a su excelencia en la escuela.
Pero a pesar de que el mismo se enorgullecía de sus calificaciones y su carácter no era exactamente “humilde” nunca se daba el lujo de abstenerse del estudio, el secreto de su éxito se basaba prácticamente en nunca estar satisfecho con sus logros. Por esa misma razón esa tarde de aquel lluvioso día de julio, Sasuke se hallaba en su escritorio rodeado de libros con la vista clavada en su ordenador donde tenía sus apuntes. Sin embargo esa día sábado se encontraba particularmente irritado y muy molesto. Alrededor de las once de la mañana que se había propuesto estudiar, ya casi eran las siete de la tarde y no había podido estudiar ni un carajo… ¿la razón?
-¡BUAAAAAAAAAAA!- esa misma, el escandaloso llanto de un bebé aparentemente del departamento vecino no había cesado en toda la santa mañana y como si no bastara con eso, el llanto continuo hasta esa horas de la tarde
-Joder.. - murmuro el azabache. Se maldecía internamente por tener tan mala suerte ya que aquellos departamentos eran utilizados en su mayoría por jóvenes universitarios debido a la cercanía con la famosa universidad de Suna y era casi imposible que ahí viviera algún infante pero obviamente se había equivocado. Al principio había intentado ser paciente y restarle importancia, pero ya no lo soportaba el insistente llanto ya le estaba causando dolor de cabeza.-¡Suficiente! – gritó parándose de su escritorio, le era imposible concentrarse con ese grito taladrándole los oídos.
Hecho una furia salió de su apartamento y camino un par de metros para llegar a la puerta de al lado, de donde provenía el llanto. Una vez ahí toco el timbre y espero unos segundos, al no obtener respuesta volvió a tocar una y otra vez, No era muy paciente que digamos…
Sintió un estruendo desde dentro del apartamento como si algo se hubiera caído, lo que hizo que se apartara instintivamente de la puerta. Tocó el timbre una vez más.
-¡Ya voy!-gritó una voz desde dentro. De repente la puerta se abrió de golpe dejando ver a un desalineado chico de piel acanelada, de revueltos cabello rubios y unos destellantes ojos azules.-¡¿Qué?!-le gritó exasperado.
-eh..- a Sasuke no le salían las palabras quedo muy sorprendido al verlo. Miró de arriba abajo al chico en frente de él quien sostenía con uno de sus brazos a un inquieto bebé que no paraba de llorar. Sasuke no daba crédito a lo que sus ojos veían, cuando fue al departamento vecino pensó que encontraría a alguna señora, una fatigada mujer adulta o algo así, nunca pensó en ver a un mocoso con apariencia de escolar y mucho menos en tales condiciones. A pesar de la hora aun llevaba puesto un piyama de color celeste, Sasuke noto las marcadas ojeras que tenia el chico, se veía cansado, sin mencionar lo desordenado de su cabello y las manchas en su ropa.- eh… Yo soy tu vecino del apartamento de al lado y quería..- Es ese momento el bebé empezó a llorar más fuerte.
-Por favor Ryû…-dijo el rubio casi suplicando al tiempo que mecía al bebé – cálmate.. –
-¿Qué le ocurre?-le preguntó Sasuke algo preocupado.
-¡No lo sé!-exclamo desesperado, el chico parecía estar al borde de las lagrimas.-Desde ayer en la noche ha estado algo inquieto y… -el fuerte silbido de una tetera los interrumpió -¡demonios! Vuelvo enseguida, puede pasar si quiere..- le invitó al mismo tiempo que entraba rápidamente al apartamento en dirección a la cocina.
Sasuke vaciló por un momento, pero finalmente decidió hacerle caso al rubio y entrar. No sabía por que pero ese chico se le hacia conocido. Cerró la puerta detrás de sí y miro con sorpresa a su alrededor; el departamento era un completo desorden, pudo identificar una mesa y unos sillones cerca de él, los cuales se encontraban prácticamente tapados por ropa, algunos libros y artículos del bebé. También notó algunas cajas de cartón dispersas por lugar y muebles a medio ensamblar.
-Perdona el desastre, de seguro ha sido desagradable de ver..-dijo el muchacho desde la cocina mientras sacaba la tetera.
-No hay cuidado-dijo despreocupadamente mientras se situaba bajo el umbral de la puerta de la cocina- supongo que te acabas de cambiar a aquí ¿no?
-Hace una semana más o menos, lo hice por que me quedaba más cerca de la universidad-dijo en un bostezo mientras que preparaba el biberón del bebé el cual se encontraba en una sillita porta-bebé sobre uno de los muebles de la cocina.-Por cierto.. Mi nombre es Uzumaki Naruto y este escandaloso de aquí, es mi hijo Ryû. - musitó con una radiante sonrisa acercándose al pequeño para cogerlo en sus brazos y darle el biberón; instantáneamente el bebé dejó de sollozar. Sasuke se quedo sin aliento al ver su sonrisa y se quedo observándole por unos segundos.
-Sasuke, Uchiha Sasuke.-dijo con tranquilidad. Naruto se dirigió a la nuevamente a la sala y quitando un par de cosas, despejo el sillón para luego invitar a Sasuke a tomar asiento junto a él mientras alimentaba a Ryû.
-Y… ¿a que debo su visita, Sasuke-san?-le pregunto divertido, Sasuke soltó una risita, la verdad que se había olvidado completamente del motivo de su visita así como también su molestia había desaparecido.
-Bueno, la verdad es que yo estaba estudiando para un examen que tengo el lunes y venía a pedirte que por favor callaras al niño.- le contesto divertido.
-Lo siento- dijo Naruto algo apenado- de verdad lo siento.
-No te preocupes, entiendo.-le dijo sonriéndole- además nunca pensé que el motivo de aquel escandalo fuera tan lindo.. ¿cuánto tiene?
-Acaba de cumplir los cinco meses- contestó Naruto sonriente, iba a decir algo más pero el celular del rubio comenzó a sonar.-¿Le importaría sostenerlo?
-¿Qué?
-Por favor… es que si lo dejo solo volverá a llorar y necesito contestar mi teléfono, ya que puede que sea alguien de mi trabajo.-le explicó
-Es que yo.. nunca..- Naruto sonrió al entender el por qué de su nerviosismo y se acerco a él entregándole al niño con delicadeza , indicándole como sostenerlo y darle el biberón.
-Vuelvo enseguida- aseguro sonriente antes de perderse camino a su habitación con su teléfono en la mano.
Sasuke estaba algo nervioso y le temblaban ligeramente las manos, nunca había sostenido algo tan delicado. Se quedo mirando con ternura aquel pequeño entre sus brazos el cual poseía unos bellos ojos azules iguales a los de Naruto, se parecía bastante a él, solo que el pequeño tenia las piel más pálida. También pudo notar los mechones de cabello que comenzaban a hacerse notar y que curiosamente era de color ¿azabache?
Pasaron alrededor de dos minutos, en los cuales Ryû termino de comer, Naruto volvió corriendo a la sala con algo de preocupación en su rostro. Sin decir nada se sentó de nuevo en el sillón y cogió a su bebé, quien estaba particularmente tranquilo.
-¿Pasó algo?- preguntó Sasuke observando como Naruto le sobaba la espalda al bebé con la mirada gacha. Naruto negó con la cabeza con una ligera sonrisa.
-No se preocupe, Solo era mi ex pareja.-contestó acomodando a Ryû que de a poco comenzaba a quedarse dormido por lo cansado que estaba.
-¿es el padre de Ryû?- pregunto Sasuke sin poderlo evitar.
-No- aseguró Naruto seriamente- No tengo la menor idea de quien es el padre de Ryû- dijo sincero- Estoy seguro de que él ni siquiera sabe ni le importa que Ryû existe.- le tembló a voz-Es mejor así y estoy feliz que no haya heredado sus horribles ojos amarillos-el pelinegro le miro extrañado y pudo notar como una lagrima bajaba por la mejilla del rubio.
-Lo siento- dijo Sasuke- No debí preguntar.
-No te preocupes, no es tu culpa…-le dijo levantándose para llevar al durmiente bebé a su cuna-yo hablé de más…-murmuro mientras entraba a una de as habitaciones, luego de un rato volvió a las sala y se sentó nuevamente junto a Sasuke con aire deprimido. El azabache lo notó.
-De verdad lo siento, ¿estas bien?- pregunto preocupado.
-No..- respondió con la voz quebrada y los ojos llorosos- No estoy bien.. la mudanza, el bebé, el trabajo, la universidad.. lograron saturarme. Últimamente ni siquiera he podido estudiar.. y ahora más encima mi ex pareja, no tengo idea como, consiguió mi número.. – sollozo con lagrimas rodando por sus mejillas- Estoy realmente agotado, sé que no es tu culpa y lamento mucho que tengas que ver esto -refregaba sus ojos- será mejor que te..
Se vio interrumpido por el repentino y protector abrazo de Sasuke.
-Tranquilo-le susurro sin soltarle-Por favor no llores.- le dijo secándole delicadamente las lagrimas- Si quieres puedo ayudarte, cualquier cosa que necesites no dudes en pedírmela.-Naruto le miro sorprendido y Sasuke aparto la mirada algo avergonzado.
-Gracias, Sasuke- susurro mientras sonreía levemente.
Ninguno de los dos se movió, ambos permanecieron así un largo rato sin decir absolutamente nada. Después de un rato Sasuke cayó en cuenta que Naruto se había dormido, sonrió por aquello y se quedo mirando al agotado chico. Le llamaron la atención unas peculiares marquitas de sus mejillas, las cuales le parecieron encantadoras. Ahora recordaba donde le había visto, nada menos que en su misma universidad en la ceremonia de inicio de año. Supo entonces que seguramente el rubio estaba cursando su primer año en derechos.
Se sintió feliz, feliz de que podría hacer algo por él. Decidió que mañana mismo vendría a ayudarle con sus estudios. No tuvo valor para despertarle así que delicadamente tomó en sus brazos al joven y lo llevo hasta su habitación donde lo acostó en su cama. Miró la hora de su reloj que marcaban un poco más de las ocho, supo entonces que había llegado la hora de marcharse. Le dedico una ultima mirada al durmiente jovencito. Salió del apartamento, no sin antes dejarle una nota encima de su mesita de noche.
Al llegar a su hogar, se dirigió directamente a su escritorio.
Ahora si podría estudiar en paz.