Sus besos, sus caricias, nunca paraban, ni intentaba pararlas, ¿para qué? Sería una tortura si lo hiciera. ¡Dios que esto nunca acabe! Los besos de Mello lo hacían ir a otro mundo, ya ni siquiera era él, se dejaba llevar por la pasión y aunque solo le gustara Mello físicamente ese sentimiento era mutuo y ¿Por qué no disfrutarlo? No tenían problema y eso sería un secreto entre los dos, esa extraña relación que ellos tenían no afectaría su amistad, fue un juramento que se hicieron en no mezclar sus sentimientos con su amistad y así será hasta que uno de los dos se harte.
¡Oh sí! Estar con Matt en un callejón, los dos solos y aparte lloviendo era lo mejor que les podía pasar a ambos, le encantaba dejarse llevar, dejarse llevar de Matt solo de él se dejaría llevar, por favor ese perro lo volvía loco, probar cada centímetro de su piel era su especialidad y el otro ni se quejaba le devolvía el favor con todo el gusto del mundo y en ese momento que le devolvía el favor el simplemente caía en éxtasis y ya no pisaba la tierra ni siquiera estaba cerca de hacerlo y mucho menos quería hacerlo.
Matt tomo a Mello de sus hombros y ahora era el quien estaba pegado a la pared. Paso sus dedos por el mojado cabello rubio de Mello, miro cada parte de su perfecto rostro y su dedo paseaba por donde sus ojos lo hacían hasta llegar a los dulces labios de su amigo que en este momento era su amante. Invadió con lujuria los dulces labios del rubio y sin espera y con ganas empezó a despojarlo de su hermosa chaqueta de cuero que lo hacía ver más provocante, claro que el rubio sin importar como estuviera era provocante y violable.
No tardo en deshacerse de la chaqueta de Mello y claro este tampoco quería que Matt estuviera con ropa. La lluvia empezaba a recorrer sus cuerpos, donde pasara las lluvia las manos de ambos lo hacían también ¿y porque no hacerlo en un callejón lloviendo? Lo habían hecho en muchos lugares ¿Por qué no en la lluvia? Los pantalones empezaban a molestar y sobre todo a Mello que ya empezaba a sentir el vibrar de su celular en su pierna. Matt estaba tan pegado a al cuerpo del rubio que no tardo en sentir también el vibrar.
-desde cuando no lo apagas-decía sin despegarse de los labios del rubio.
-Hoy lo olvide-Matt sonrió.
-espero que no vuelva a suceder, me molesta un poco-decía aun acariciando con más pasión al rubio.
-¿tú crees que a mí no?-su celular se volvía más insistente cada vez y eso lo estaba enojando.
-al menos mira quien es.-Mello le hizo caso y miro quien era.- ¿Quién es?
-Mi padre-no era la primera vez que los interrumpía.
-Bah contéstale-Mello tuvo que hacerle caso.
-¡que te importa!-Matt podía oír como su padre empezaba a gritarle y a sacarle el instinto asesino-¡no me jodas! ¡Que sea la última vez que me llamas! ¡Me vale verga que seas mi padre! ¡Vete al infierno!-colgó el teléfono con rabia y estaba a punto de mandarlo a volar pero Matt lo detuvo.
-No hagas eso.
-¡es que lo odio!-empezaba a alterarse
-Vamos cálmate-le dedico una bella sonrisa-además, ¿no que te ibas a independizar con tu hermano?
-si pero no tengo dinero.
-Vámonos-Matt le ofreció su chaqueta y Mello la recibió. Mello volvió a poner a Matt contra la pared.
-no he terminado contigo-dijo sensualmente y volvió a darle un apasionante beso al pelirrojo.
-¡¿Dónde está tu hermano?!-le gritaba su padre pero Light ni se inmutaba.
-que no se-Estará con Matt quien sabe haciendo que cochinadas.
Su padre le siguió gritando, perdón, preguntando de manera ‘‘civilizada’’ donde estaba su hermano.
No podía esperar el día en que se largaran los dos de esa casa, desde que su madre murió vivir con su padre era un infierno (cuando tenían 12 años murió) él no sabía cuidarlos y hacerlo se había convertido un desafío, sobretodo con Mello que desde ese día se volvió rebelde. Solo tenía que encontrar dinero, ¿de dónde? No sabía pero lo sacaría de algún lado, de donde fuera pero lo obtendría.
Oyó la puerta cerrarse violentamente y vio a su hermano hecho humos y empapado hasta la conciencia.
-Vaya terminaste rápido con Matt-Mello lo miro con rabia ¿Cómo sacaba un chiste ahora?
-¡no es gracioso!
-para mí lo es-y era cierto se estaba empezando a divertir le encantaba sacar la rabia a su hermano.
-¡Maldito engendro!-Light le tiro una toalla para que se secara.
-no creo que te quieras enfermar.-dijo con un divertida sonrisa y Mello con furia empezó a secarse y a quitarse la ropa que estaba mojada.-Vaya te dejo marca-Rio Light pasando su dedo por el cuello de Mello donde tenía un chupón, por inercia lo tapo con su mano, lo habían descubierto.
En algo los 3 estaban de acuerdo (Light, Mello y su padre) o bueno más bien su padre por primera vez compartía el mismo punto de vista que sus hijos, ¡el también quería que de una buena vez se independizaran! Ese era el día más esperado para los 3, sucedería, no sabían cuándo, pero sucedería y pronto, no soportarían otro día viviendo de su padre.
Algún día.
Pensaban ambos.
-¡LIGHT!-El grito de cierta chico rubia lo saco de sus pensamientos.
-yo mejor me largo-decía Mello asustado mientras veía como la chica corría a los brazos del castaño. Definitivamente no quería quedarse.
-No espera…-ya estaba muy lejos-No me dejes con esa loca.
Sintió como el peso de la rubia lo llevaba al suelo.
-¡oh Light! Qué bueno que te veo, ¿recuerdas que necesitas trabajo?-Como voy a olvidar eso-Pues que te parece trabajar para mi.- ¡ni loco!
-Bueno… esto… no
-¿Qué? ¿Por qué?-La chica se empezaba a poner triste pero eso ni siquiera podía inmutar a Light.
-Es que tengo también que conseguir un trabajo junto a Mello, porque solo yo trabajando sería injusto-Esa no era la única razón, ¡primero se pegaba un tiro antes que ir con esa loca!
-Pues entonces el también trabajara para mí-decía muy alegre la rubia.
-Ah… tengo que irme-se zafo del agarre de la rubia y se fue corriendo.
Sin darse cuenta en su intento por escapar de la rubia se chocó con alguien que definitivamente era mucho más pequeño que él.
-oh lo siento-se disculpó y vio al pequeño niño, nunca lo había visto allí, era muy blanco, cabello negro y sus ojos de igual color, los rodeaban unas notables ojeras, ese aspecto hasta lo hacía ver tierno, ¿Cómo nunca lo había visto?-No te vi-le ofreció su mano para ayudarlo a levantarse y el niño la recibió con todo gusto.
El niño se quedó con la boca abierta al ver al castaño, él tampoco lo había visto nunca pero era como si sus ojos estuvieran viendo al ángel más hermoso del mundo.
¿Qué le pasaba al niño? Se había quedado con la boca abierta y no respondía.
-¿estás bien?-el niño volvió a la realidad y sintió el ardor que le proporcionaba su rodilla, de seguro se la raspo cuando choco con el mayor.
-sí, tranquilo.
-Eso no te lo crees ni tú. Te raspaste la rodilla, déjame limpiártela-dijo muy amablemente dispuesto a ayudar al niño.
Trato de que se pusiera de pie pero el niño no podía asentarlo como siempre lo hacía. Light no tuvo más remedio que llevarlo cargado. El niño al sentir como el castaño lo alzaba entre sus brazos se sonrojo muy notablemente, el castaño vio como el pequeño se empezaba a sonrojar y se veía más tierno de lo que ya era… *cachetada mental* ¿pero que estaba pensando? Ya parecía un pedófilo, ese niño tendría uno 10 u 11 años.
Con agua le lavo al chicho la rodilla para que no se le infectara.
-¿puedes caminar tu solo?-de pronto pasaba como antes que el chico no podía asentar el pie. El pequeño solo pudo asentir y se fue corriendo a sus clases.
Light despertó y también se dispuso a ir a sus clases.
Mello estaba algo aburrido, por una parte tenía que ir a clases y eso lo ponía de un muy mal humor, por otro lado tenía que seguir viviendo con su padre y eso nunca le faltaba no había una cosa que lo pusiera de peor humor y además anoche no pudo terminar con Matt, como se le ocurría a su padre interrumpir ese sexi momento.
¡Bah! ¿Por qué tenía que ir a clases si era uno de los mejores? Volteo su caminata dispuesto a irse de ese encierro, no tenía nada que hacer allí, mejor se iba a la universidad de Matt, de pronto hasta podía robárselo por unos momentos.
-¿A dónde vas?-Hablaba la persona que le había tapado la mirada con sus manos y había detenido su caminar-no me digas que vas a volver a faltar a clases.
-mi objetivo era otro-Se dio media vuelta y aprisiono al pelirrojo contra la pared de su universidad.
-Oye, oye, calma… yo sé que quieres pero, aquí no-Metió su mano en su bolso para sacar algo de allí-es para ti-Tenia un gran trozo de chocolate, solo para Mello.
-¡Oh sí!-dijo de la felicidad y recibió y el chocolate y no dudo en abrirlo y empezar a comérselo.
-Oye, sigues buscando trabajo aun ¿verdad?-le pregunto mientras veía como disfrutaba del chocolate.
-Si ¿y?
-Yo te tengo uno-dijo con una sonrisa picarona mientras prendía un cigarrillo.
-Cuenta.
Una fuerte explosión se hizo presente en la clase de química.
-¡¿Quién ha sido?!-se alteró el profesor.
Se oyó la risueña risa de un niño el cual salió corriendo en el acto.
-¡pequeño mocoso! ¡Ven aquí!-el profesor salió tras él.
Esta había sido otra de las bromitas que Near hacia a los mayores, nadie sabía cómo carajos se las arreglaba para ser tan lindo y destructivo. Como siempre la clase que a el pequeño más le gustaba arruinar era la de química sobretodo porque le encantaba ver al profesor hecho una fiera. Como siempre a los demás les toco limpiar el desastre que ocasiono el pequeño demonio.
-¿Cómo lo hace?-se cuestionaba Light.
-Como siempre tendremos que decirle al director-hablo uno de sus compañeros.
-hoy te toca Light-eso que hacia el pequeño era bastante seguido, ya hasta se habían puesto turnos.
-está bien-se resignó, después de limpiar tendría que ir.
Después de limpiar todo el salón de clases fue directo a la oficina del director para avisarle, quien sabe de pronto esta vez ya tendría el pequeño allí y lo estuviera matando con la mirada.
Toco la puerta y le indicaron que pasara. Ahí estaba el director interrogándolo con la mirada y al frente de su escritorio dos niños de aparentemente la misma edad, uno de cabello blanco, que de seguro era el destructor del colegio y otro chico de cabello negro. Ambos se voltearon a verlo y el castaño quedo impresionado al ver al pelinegro, era el mismo con el que se había tropezado esta mañana.
-Joven Yagami, podría esperar un momento-el castaño asintió y se quedó en su sitio sin quitar la mirada del pelinegro.
¿Por qué estaba el pelinegro y el peliblanco allí? No conocía al peliblanco pero al pelinegro si y no se podía imaginar al pequeño metido en un problema, con esa carita de angelito que tenía, era casi imposible que se metiera en problemas.
El director empezó a regañar a ambos niños por lo que supuestamente habían hecho en el laboratorio, aparentemente eran hermanos e iba a castigarlos a ambos por el daño.
-Director-lo llamo Light.
-¿sí?-Los dos chicos se llaman Elle y Near.
-Elle no tuvo nada que ver en el accidente que ocurrió en el laboratorio.-El chico peliblanco lo miro enojado por lo que había hecho y Elle lo miro sorprendido.-Fue Near. Yo… yo estaba allí y solo lo vi a él.-Near volvió a mirar al director y este lo mataba con la mirada.
-Joven Yagami, ¿tiene pruebas de eso?
-Sí señor-se acercó a Elle con ademan protector-solo había un niño en esa sala y todos mis compañeros se lo pueden confirmar.
Elle cada vez estaba más sorprendido, Light Yagami lo estaba defendiendo, de seguro su hermano se las devolvería a Light por echarlo al agua.
-Joven Light, Joven Elle, salgan por favor-ambos salieron de la oficina del director y al cerrar la puerta tras ellos se escucharon los gritos de Near y el director.
-Gracias-dijo Elle.
-¿Qué?
-Por lo que hiciste, gracias.-Eso a Light le saco una sonrisa.
El niño saco un bombón de su bolsillo, ya había sido abierto pero estaba cubierto por el papel de nuevo. Empezó a comérselo y fue a sentarse a una silla.
El director salió un momento para decirle a Light y a Elle que lo esperan allí. Estaba hecho un desastre solo habían pasado unos segundos y parecía acabado de levantar, era imposible que ese niño le hubiera hecho eso. Oyó un gran grito al fondo y vio como el niño le saltaba encima al director y empezaba a morderle su calva, eso sí era estar demente.
Fue a sentarse al lado de Elle y le dijo que tendrían que esperar.
-¿Cómo está el director?-pregunto Elle, ¿a qué se debía la pregunta?-pues digo, físicamente, eso depende de cuando tengamos que esperar.
-parece acabado de levantar.
-creo que debí traer mi almohada-eso significaba que tardarían y mucho.
-¡no!-le grito Mello. Ya era la vez número 100 que se lo decía.
-pero ¿Por qué?-le seguía pidiendo Matt.-Te pagare a ti y a Light muy bien, solo será por unos meses.
-sabes que no soporto a los niños.
-Vamos, ellos no son tan malos como crees.
-además, ¿desde cuando tienes hermanos?
-pues desde que nacieron ¿no?
-¡eso lo se idiota! No sabía que tenías hermanos.
-nadie lo sabe.-dijo con una sonrisa divertida.-Vamos Mello, es solo mientras me rescato los videojuegos y hago mi tesis.
-¡¿sabes cuánto demora eso?!-le grito.
-Es que Near no me dejara en paz.
-¡con más razón!
-Bien, hagamos algo-le paro su caminar-si Light dice que sí, lo harás, si dice que no, te dejo de insistir.
-¡estas demente!
-Mello, Mello, solo tienes que observarlos, bañarlos, darles de comer y mandarlos a la cama, yo estaré ahí por si algo, además les pagare bien, muy bien y así podrán irse ambos de la casa, ¿Qué te parece?
-¡pésima idea! Además ¿de dónde carajos sacaras el dinero?
-Recuerdas que mis padres eran ricos, por favor cada día les crece la fortuna y toda va para mí, puedo pagarte el doble si quieres.
-¡pues contrata una niñera!
-todas las hecha Near.
-debe ser por algo.
-exacto, sé que tú y Light podrán con ambos, no será tan difícil y sin mucho esfuerzo conseguirán dinero.
-¡Ya te dije que no! Perro sarnoso
-¡oh vamos! No me digas que tienes miedo.
-¿Cómo dijiste?-Mello lo cogió de la camiseta con rabia por lo que dijo.
-como oíste, tienes miedo de cuidar a dos niños de 7 años, que no hacen gran cosa.
-De acuerdo-lo soltó-pero si Light dice que no, ni loco pongo un pie en tu casa para cuidar a esos dos.-Matt se alegró y fue con Mello a buscar a Light.
Los gritos y los golpes no paraban, era un niño de 7 años vs un director de unos 50 años o más.
-¿así es siempre?
-Es poco comparado con lo que hace en casa.
-pobre de tus padres…
-Ellos están muertos.
-oh lo siento.
-tranquilo, mi hermano nos cuida, él es el único que sabe manejarlo.
Se quedaron una hora más allí y ya se estaba haciendo de noche. Elle empezaba a cabecear y Light estaba a punto de pegarse un tiro, ¿es que esos dos nunca terminarían?
Elle no dejaba de cabecear del sueño y no encontraba un buen lugar donde acomodar su cabeza… inconscientemente su cabeza se acomodó en el hombro de Light y por fin se quedó quieta, era tan cómodo, casi como una almohada. Light abrió los ojos ya que estaba en las mismas de Elle y se dio cuenta de que el niño estaba acomodado en su hombro. Se veía tan tierno con la boca entreabierta y acomodado en su hombro, se veía tan inocente que daban ganas de… muchas cosas xD
Light lo tomo delicadamente para que no se despertara y puso su cabeza en sus piernas, de seguro allí la pasaría mejor que en su hombro. Empezó a acariciar suavemente sus negros y perfectos cabellos, eran tan suaves y bellos, solo era el primer día que conocía al chico y ya se había apegado a él y eso que apenas y conocía su nombre. Elle se pegó más al cuerpo de Light mordiéndose un poco la uña, eso lo hacía ver aún más tierno. Elle aun dormido se agarraba de la camisa de Light y se pegaba más a él.
Unos gritos se empezaban a escuchar, pero esta vez no provenían de la oficina del director, ahora era de los pasillos. Se podía distinguir la voz de Mello gritándole de seguro a Matt ya quien sabe porque, esos dos eran un caso, sinceramente Light no los entendía.
-Hola Light-lo saludo Matt con una sonrisa
-¡al menos me escuchaste!-le grito Mello.
-hasta te escuche yo.-le aclaro Light
-oye es Elle-se percató Matt.- ¿Qué hacen aquí?
-¿ese es tu hermano?-le pregunto Mello.
-Él es uno de mis hermanos… ¿y Near?-los ruidos que se escuchaban tras la puerta del director respondieron por si solos.-otra vez lo hizo, que raro que Elle no este con él, siempre lo mete en problemas.
Matt recibió a Elle y lo tomo en sus brazos y el niño seguía dormido como si nada estuviera pasando. Matt le hizo una señal a Mello que Light no entendió, Mello puso mala cara, tomo aire y se dispuso a hablar.
-Matt tiene trabajo para ambos-Light se sorprendió ¿trabajo?
-les pagare muy bien.-dijo Matt con una sonrisa-en un mes tendrán para salirse hasta de la escuela y no trabajar nunca más.
-deja de ser exagerado.
-bien, bien, exagere un poco, pero sí tendrán para dejar de vivir de su padre.
-¿Qué trabajo es?-le pregunto Light.
Matt le explico a detalle que solo tendrían que cuidar a Near y a Elle mientras él jugaba videojuegos y hacia su tesis. Light ya había conocido a ambos y definitivamente Near sería un caso perdido.
-y ¿Qué dices?-le pregunto Matt.
Light se quedó pensativo, si dijo que haría lo que sea por dinero pero… cuidar a dos niños el cual uno de ellos vale por más de uno tal vez no sería el mejor plan.
-¿Qué dijo Mello?
-Lo que tú digas, si dices que no, no lo hará, si es por el contrario lo hará.-Light saco su sonrisa maliciosa, así le respondió a Mello, no desaprovecharía eso, además no podía ser tan malo.
-Si-dijo Light muy seguro y Mello casi le parte la cara.
-¡genial!-se alegró Matt, por fin descansaría de esos dos.
En eso salió el director hecho mierda, no tenía mitad de la camiseta y parecía un vagabundo.
-¡oh! Joven Lawliet, que bueno que lo encuentro puede pasar un momento.-El pelirrojo asintió y le encargo de nuevo a Elle a Light y entro a la oficina.
-¡debes estar demente!-le grito Mello
-parece que alguien no quiere dejar de ser el niño de papi-le balbuceo Light.
-¡Cállate!
Matt salió de la oficina del director con un Near muy diferente al que vio Light al principio, estaba calmado y parecía un angelito. Les explico a los chicos todo y que mañana se verían en su casa por la noche y que si fuera posible que compraran un seguro de vida, aunque eso solo pudo oírlo Mello que en ese momento quería arrancarle la cabeza.
-nos vemos-se despidió y antes de irse Near lo miro con una mirada asesina que incluso asusto a Light, ese chico se iba a vengar y eso él lo tenía muy claro.
-Vámonos-le indico Light a Mello y de paso le dio una barra de chocolate con la cual dejo de mirarlo feo y de manera asesina.