“Reino Luna Parte 1”
Era una mañana tranquila en el reino Luna, las aves cantaban, los niños jugaban hasta que se escuchó un grito por todo el palacio real.
-¡Príncipes!- se escuchaba a una sirvienta gritar por todo el palacio buscando a los príncipes del palacio.
-¿Mily aún no has encontrado a los príncipes?- preguntaba uno de los mayordomos del palacio.
-No... no importa en donde busque parece como si hubieran desaparecido, Alan.
-Eso no es bueno, si la reina se entera de que han desaparecido justo antes de la fiesta real entonces se enfurecerá.
-Hay que seguirlos buscando Alan.
-¡Sí!
En la frontera entre el reino Solé y Luna
-Rápido hay que separarnos para que no nos encuentren- mencionaba un chico de cabellos color rubio y ojos color azul con tres marcas en su rostro como si fuesen bigotes de zorro.
-Pero... mama se enfadara si no nos presentamos a la fiesta de esta noche- hablo un chico de cabellos castaños y ojos color marrón.
-No importa, siempre y cuando no asistamos a esa fiesta tan aburrida- mencionaba un chico de cabello largo color celeste y ojos amarillo opaco.
-Aoba ya tienes 18 años como para comportarte como un niño- mencionaba un chico de cabello color plateado y ojos color lila.
-Lo mismo dijo de ti Zero ¿o es que acaso no serias tú el primero en estar en la fiesta al ser el primer príncipe del reino?- dijo ofendido Aoba.
-Yo solo no quería ir a esa fiesta tan aburrida- respondió Zero.
-Deténganse, no hay que pelear en este momento sino escondernos para que no nos encuentren y tener que asistir a esa fiesta- reprendió un chico de cabello blanco y ojos color plateado llamado Allen.
-Allen tiene razón hay que escondernos para que no nos encuentren- dijo un chico de cabello negro y ojos color purpura llamado Lelouch.
-¡Si!- dijeron todos los chicos al unísono.
Cada príncipe tomo un camino diferente separándose para no tener que asistir a la fiesta de la Luna Plateada, en esta fiesta se hace cada 50 años cuando la luna está en su punto más hermoso para demostrarle el agradecimiento por proteger el reino, sin embargo en esta celebración también sirve para renovar el poder de los gobernantes del reino, es decir, a la reina y sus herederos.
Pero este año iba a ser un poco diferente ya que, como muestra de paz entre los reinos de Solé y Luna, la gobernadora de Luna, Victoria, invito a el gobernante de Solé, Akira y a sus hijos, como espectadores de esta celebración, por lo cual algunos no estaban conformes, pero, confiaban en su reina para protegerles.
En el Palacio Real
-¿Aún no han encontrado a mis hijos?- pregunto la reina Victoria a los sirvientes del palacio.
-¡Lo lamentamos mucho reina! pero pareciese que se los trago la tierra, no los encontramos por ningún lugar del palacio o el pueblo- mencionaba una de las mucamas.
-¡Esos niños! ¿en que estarán pensando? Y justo en este día tan importante... ¡bien! Ire a la frontera del reino a buscarles y cuando los encuentre les dare una buena reprimenda- “sale hecha una furia”
-No quisiéramos estar en los zapatos de ello “suspiro” bien hay que terminar con los preparativos- menciono otra sirvienta.
Valle de la Frontera
-Bien parece ser que aquí no viene nadie- mencionaba un chico de cabello rubio amarrado en una coleta y ojos color azul llamado Len.
-Estar aquí solo es muy aburrido ¿qué hare para pasar el tiempo? “pensativo” ¡ya se! “grito de emoción” voy a cantar.
Grito con emoción Len y sin perder el tiempo empezó a entonar una hermosa canción empezando a llamar la atención de las aves que se encontraban revoloteando a su alrededor. (1)
-¿Hay alguien aquí?- se escuchó dos voces en medio del valle.
-¡No puede ser tan pronto me encontraron! “se esconde detrás de un árbol” será mejor que me esconda para que no me vean.
-Mmm, que extraño me pareció oír una voz aquí- mencionaba un joven de cabellos azul y ojos del mismo color.
-Debió de ser tu imaginación Kaito no hay nadie aquí, además, quien se atrevería a venir aquí- dijo un joven de cabello morado agarrado en una coleta y ojos color azul.
-Pero juro que oi la voz de alguien cantando Gakupo.
-Bueno entonces donde esta ¿eh?- cuestionaba Gakupo.
-Bueno no lo sé “inflando los cachetes” pero su canto era muy hermoso.
Mientras los dos jóvenes que acababan de llegar discutían, Len aprovecho el descuido de ambos y escapo encontrándose en el camino a su madre que lo veía con una cara sombría y enfadada.
-Len, amor mío se puede saber la razón del por qué estás en este lugar cuando deberías estarte arreglando para la fiesta de esta noche ¿eh?- mencionaba Victoria con una sonrisa muy tétrica que hizo temblar a Len.
-L-lo s-si-sien-to ma-madre... yo... yo... “temblar” ¡yo me ire a preparar para la fiesta de esta noche!- salió Len corriendo como alma que lleva el diablo.
-“Suspiro” bien encontré uno faltan 7... este es el precio de consentir demasiado a mis hijos- siguió con su camino mientras se formaba en sus labios una sonrisa sincera.
Lago de la Frontera
Mientras tanto se podía apreciar a un chico de cabello castaño alborotado y ojos color marrón jugando con un pequeño cachorro de león en el lago de la frontera.
-Natsu, no me mojes tanto jajaja... “salpicando” ya verás pequeño travieso- reía Tsunayoshi mientras jugaba con su mascota.
“Ruido de arbustos moviéndose”
-¿Natsu oíste eso?- preguntaba preocupado Tsunayoshi.
-¡Gao!- grito furioso Natsu para proteger a su amo.
-¿Herbívoro que haces en un lugar como este?- se escuchó una voz entre los arbustos.
Tsunayoshi se sobresaltó al escuchar una voz proveniente de entre los arbustos y sin pensarlo dos veces se puse en pose defensiva.
-¿Quién está ahí? ¡muéstrate!- grito Tsunayoshi al desconocido.
-¡Guau! tienes agallas herbívoro, pero, tu apariencia es más la de un conejito asustado que la de un guerrero.
-¡Pero que...
Tsunayoshi no pudo terminar su frase cuando vio que entre los arbustos salió un joven muy guapo no mayor de 17 años de cabello negro ojos azul metálico y tez clara.
-¿Quién eres tú?- menciono un poco cohibido Tsunayoshi por la presencia de ese chico.
-No tengo por qué responderte, pero, solo por ti hare una excepción “sonriendo de medio lado” mi nombre es Kyoya, cual es el tuyo herbívoro.
-Mi nombre es Tsunayoshi... “responde tímidamente” ¿qué haces en un lugar como este?- pregunto curioso Tsuna.
-Solo vine a pasear, pero será mejor que regrese antes de que mi padre se enfade “resoplido” fue un placer haberte conocido conejito- termino diciendo Kyoya con una mirada lasciva recorriendo el cuerpo de Tsuna.
Ante la mirada penetrante de Kyoya, Tsuna se sonrojo a más no poder y cuando alzo la mirada para encarar a Kyoya este ya no se encontraba por ningún lugar del lago.
-¿Natsu, tú crees que lo volveremos a ver?- pregunto un poco triste Tsuna.
-Gao... “mirada triste”
-Tienes razón Natsu es mejor que olvide lo sucedido y regresemos a... “escalofrió” ¿mama? “voltea hacia atrás”
-Hola cariño... “sonrisa escalofriante” ¿qué haces en un lugar como este cuando deberías estarte preparando para la fiesta de esta noche?- pregunto Victoria con un tono muy tenebroso.
-Yo... yo... ¡yo estaba a punto de volver a casa!- Tsunayoshi corrió lo más que pudo para poder escapar de Victoria.
-“Suspiro” bueno que se puede esperar de ellos... encontrados 2 faltan 6- termino por decir Victoria mientras se retiraba a seguir buscando a sus tesoros.