- “A Hampshire, por favor”
Parece que hoy es uno de esos días que Sherlock está inspirado, eso me ayuda a escribir. Creo que cuando él se siente feliz, escribo con más fluidez. Pero ahora debo ir a trabajar.
Bajo las escaleras y abro la puerta de entrada a nuestro departamento. En ese momento escucho la voz de Sherlock llamándome. Giro sobre mis talones y lo veo bajar poniéndose su impermeable favorito a toda prisa.
“Tenemos mucho que hacer!”, dice sin parar de caminar. Apenas pasa la puerta de calle grita “Taxi!”. Yo aún no puedo cerrar la puerta. El taxi se estaciona en nuestra entrada. Sherlock me toma por el brazo y me empuja dentro de él. Yo solo puedo llegar a expresar unas sílabas pero él no me presta atención y se sienta a mi lado.
“A Hampshire, por favor”, dice al conductor. ¿Hampshire?... Como suele suceder, incontables preguntas comienzan a saltar en mi cabeza.
“Sherlock, tengo que ir al trabajo”, digo intentando no levantar la voz.
Tiene esa mirada, su cerebro a velocidad máxima. Sus dedos se deslizan ágilmente por las teclas de su celular.
Tal vez deba esperar minutos hasta que salga de su ensimismamiento.
Miro mi reloj. Tarde para el trabajo. Por las locuras de Sherlock, ya es la séptima vez.
Un día discutimos en el desayuno. Creo que es perfectamente comprensible que comer pan tostado y leche con dos cadáveres sobre la mesa no es muy agradable. Traté de correrlos pero el “Señor Científico de la Morgue de Baker Street” hizo lo imposible por una mesa para cuatro.
Otro día, uno de esos días complicados, Sherlock llenó todas las botellas de mis bebidas favoritas con sangre y saliva. Creo que nunca más voy a volver a beber latas de cerveza de esa marca.
Un día de lluvia, me obligó a permanecer con los ojos abiertos durante veinticuatro horas. Usó una clase de pegamento en mis parpados. Literalmente, no pude cerrar los ojos hasta que me sacó todo el pegamento con un líquido que inventó él.
Vivir con un psicópata no es nada fácil pero éste psicópata es mi mejor amigo.
Quedarme callado en el auto no es nada fácil. Siento que dentro de la cabeza de Sherlock hay una fiesta de cuestiones, hipótesis e información varia.
¡Sherlock…Em..”, balbuceo observándolo atentamente.
Holmes sale de su “Mind Palace” y me mira con el seño fruncido. Claro..acabo de interrumpir sus pensamientos. Me observa durante unos segundos. Comienza a hablar mientras teclea su celular.
“Lestrade llamó, es el caso que estabas viendo en la televisión” dice casi sin separar sus labios.
Ojos en la nuca.. sí.. eso es. Siempre sabe lo que hago. No puedo evitar soltar una sonrisa.
“Dos mujeres se suicidaron en una habitación cerrada con llave” indica con un tono burlón.
“Alguna idea?”, aunque me imagino que ya tiene varias.
“Algunas” responde imitando mi tono casual.
El viaje se vuelve un poco aburrido. Sherlock vuelve a su celular y observa varias veces por la ventana, parece que ya no existo. Puedo escuchar algunas silabas que salen de su boca murmurando: nombres, números y objetos. Ya estoy acostumbrado.
Pasan treinta minutos y la escena sigue igual. Ya tuve tiempo para pensar en mi trabajo, mi situación amorosa, mi familia, Sherlock, la casa, las cuentas…
“Aquí, por favor!” Me sobresalto al oír la voz enérgica de mi amigo.
El auto se estaciona, Sherlock sale rápidamente del auto y corre hacia una casa. Mientras tanto el conductor del taxi observa la situación con cara de pocos amigos. Le pago el viaje y sonrío al bajar del auto.
No me sorprende no divisar a Holmes. Bien.. Lo único que puedo hacer es tocar el timbre de la casa hacia donde fue Sherlock. Camino lentamente.
John!!, escucho una voz.
Giro y puedo ver a mi amigo corriendo hacia mí.
“Creo que.. olvide a mi compañero. Em.. No te quedes atrás...” dice Sherlock seriamente.
Tal vez cambió un poco desde que nos conocimos. Sherlock pensando en los demás? Sherlock pensando en mí? No voy a ocultar que me hace feliz.
“Si..claro” digo con una voz temblorosa que me sorprende.
Mi amigo me mira con el seño fruncido y comienza a caminar rápidamente.
“John...puedes caminar más rápido?!” Grita a unos pasos delante de mí.
FIN