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Amar como antes por pettymint99

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Notas del capitulo:

Hello~!!

¿Recuerdan que en San Valentín prometí un especial del 2min, Jonkey y Joonew? ¿Recuerdan que sólo faltaba el Joonew? ¿Recuerdan que les dije que sería muy empalagoso? Pues... ¡Aquí lo tienen! :D

Al fin me puse a escribirlo en serio y aquí está, recién salido del horno y por eso me disculpo si tiene algunas faltas de ortografía n.n

Espero que les guste.

Disfrútenlo~

PD: Hagamos como si, mientras leen esto, es 14 de Febrero nuevamente; ¿sí?. *Ojitos de cachorro*

Caminaba por las calles sin ningún motivo, acababa de terminar con mi novia y todo me parecía gris y sin sentido. Varias parejas pasaban al lado de mí y yo los miraba con un poco de celos. En una de las parejas había una chica que le iba agradeciendo a su novio por haberle comprado el nuevo disco de un tipo con nombre raro. Tal parece que ahora sólo se emocionan si les regalas algo material, recordé la cara de mi novia cuando yo le regalaba algo; siempre me sonreía y luego me besaba como agradecimiento. Luego me dejó cuando encontró a un tipo con más dinero que yo, así de simple.

-Lo siento, él… tiene más… de las cualidades que yo busco en un hombre. Podemos seguir siendo amigos, si así lo quieres –

Había dicho con total calma ella.

¿Cualidades? No entendía cuándo la palabra “cualidades” se había convertido en sinónimo para “dinero”. Y es que así eran las cosas últimamente.

Un “te amo” es el sinónimo de un “te quiero”.

Un “para siempre” es el sinónimo de “sólo unos semanas o sólo unos meses”.

La palabra “amor” es el sinónimo para “cariño”.

Ya las palabras han ido perdiendo el significado del que gozaban en la antigüedad. Llámenme antiguo si así lo desean pero, aunque lo quieran negar, esa es la realidad. Felicito a los que han durado con su pareja más de seis meses, pero ¿parejas que hayan durado un año completo sin engaños, mentiras, desconfianzas y todo eso? Esas parejas son contadas con los dedos de una mano, y posiblemente hasta sobren.

No entiendo por qué las cosas se pusieron así. Era algo sumamente raro todo esto, si los que vivían antes nos vieran ahora se burlarían por nuestra manera de “amar”.

Continué caminando hasta mi departamento muriendo de frío. Entré rápidamente y ahí encontré algo que no esperaba, había una carta en mi buzón. Seguramente sería un recibo de alguna cuenta bancaria o algo así por lo que decidí ignorarlo.

Hoy sólo quería acostarme y ya. No tenía deseos de hacer algo.

***

Ya habían pasado semanas desde que rompí con mi novia. He de admitir que me sentía más libre así, era como si me hubieran librado de algo de lo que me quería deshacer, sonará grosero pero, que bien que había desaparecido esa carga. Tal vez yo era otro más de esos falsos amantes.

-¿Entonces qué? ¿Si nos invitas a tu casa? – Me preguntó un amigo al que le decíamos "Mir". Un chico que era rubio artificial y con un tono de voz medio gracioso pero que sabía cómo divertirte en momentos difíciles.

- Acaba de terminar con su novia, déjalo que se deprima solo – Dijo otro amigo al que le decíamos "G.O." – Nosotros podemos ir a algún bar o algo así –

- No importa, está bien si vienen. De todas formas no tengo nada con qué divertirme – Dije encogiéndome de hombros.

- ¡Genial! – Gritó Mir y salimos directo hacia mi departamento.

En el camino íbamos bromeando un poco sobre cualquier cosa que se nos viniera a la mente, yo quedé fuera de la conversación cuando empezaron a hablar de chicas y chicos. Al parecer los dos tenían gustos… hacia ambos géneros, por así decirlo.

Pasamos por una cafetería y compramos cafés debido a que hacía mucho frío.

Finalmente llegamos al departamento y los hice pasar. Inmediatamente fueron a vaciar mi refrigerador y se trajeron algunas cervezas que tenía escondidas pero que ellos supieron encontrar, era unos malditos borrachos que tenían una habilidad especial para encontrar alcohol.

-¡Mira! ¿Qué es esto Joon? – Me preguntó pícaramente Mir alzando algo. Se lo arrebaté de las manos y lo observé más detenidamente. Era un pequeño sobre de color verde, ahora recordaba que había estado recibiendo varios de estos últimamente y que todos terminaban en mi cajón ya que nunca me acordaba de leerlos.

- Debe de ser algún recibo – Dije indiferente poniéndolo en el cajón nuevamente.

- Estás loco – Me regañó G.O. sacando los demás sobres del cajón. A veces tenía demasiadas confianzas conmigo – Estas son cartas. Cartas hechas por alguna fan o yo qué sé, lo puedes notar tan sólo por el sobre y la letra donde dice tu nombre – Me dijo señalando, mi nombre estaba escrito en una caligrafía perfecta. Y abajo traía otro nombre: Lee Jinki. ¿Quién era él? - ¿Será que tienes un enamorado? – Preguntó fingiendo emoción, leí en sus ojos las claras intenciones de abrir la carta y leerla por lo que rápidamente le arrebaté todas.

- ¡No seas chismoso! – Grité guardándolas en otro lugar – Me las enviaron a mí, por lo que las leeré cuando esté solo –

- De todas formas no tenía curiosidad por leerlas – Dijo fingiéndose el ofendido - ¿Qué clase de persona envía cartas en pleno siglo veintiuno? ¡Para eso está el correo o las redes sociales! –

- Debe de ser un señor de edad avanzada que quiere acosarte – Apoyó Mir acabándose la cerveza de un solo trago – No deberías de hacerle caso, pude contar, por lo menos, cinco cartas. Seguramente quiere tus “servicios” – Rodé los ojos y bebí de mi cerveza.

- Sea como sea. A ustedes no les incumbe – Sentencié de mala gana.

Horas más tarde ellos ya se estaban despidiendo. Los acompañé hasta donde tomarían el taxi, iba a acompañarlos hasta sus casas pero empezaron a ponerse muy cariñosos enfrente de mí y, para conservar mi salud mental, decidí dejarlos ir solos. De todas formas no estaban tan borrachos.

Entré otra vez a mi departamento y me acosté, estaba dispuesto a dormirme pero recordé las cartas del tal Jinki ese, recordé las palabras de G.O. y Mir, lo mejor sería verificar quién era él.

Abrí la carta que me había llegado primero ya que fue la primera que encontré.

Hola… mi nombre es Lee Jinki pero puedes decirme Onew, es un apodo, bueno… escribo para decirte que te he estado observando desde hace algunos meses y… creo que eres muy simpático me gustaría poder conocerte más.

Vivo a una hora de donde tú vives y te conocí en una convención, seguramente tú no lo recuerdes, ese día me ayudaste cuando me perdí y dejaste tu credencial, intenté devolvértela pero te fuiste muy rápido.

Debe de ser raro que alguien extraño te escriba, debe de ser raro que alguien te escriba una carta mejor dicho, me siento muy apenado mientras escribo esto.

Bueno… espero tu contestación.

Adiós.

Miré con confusión el papel frene a mí. Tenía varias palabras tachadas y algunas manchas de tinta en el pie de la página. La carta estaba escrita a mano, la ortografía y la caligrafía eran perfectas y… no sé… el recibir una carta de este tipo, me imagino que así eran las de antes, me hacía sentir extraño.

Onew, como había pedido que le llamara, me había escrito sólo para decirme esto. Hace un año fui a una convención y ayudé a un chico un poco torpe que se iba tropezando con varias cosas durante el camino. No recuerdo muy bien su rostro pero recuerdo que su sonrisa era muy bonita. No entendí por qué pero reí un poco al recordarlo, era alguien simpático. Según esto quería conocerme.

Leí las otras cartas y en ellas decía lo mismo… en cada una de ellas me pedía que le contestara por medio de cartas ya que odiaba usar la computadora. En algunas me recomendaba música de artistas que en mi vida había escuchado; hubiera creído lo que dijeron mis amigos sobre que era un viejo de no ser porque en una de las cartas me aclaraba que tenía veinticuatro años, lo que significaba que era menor que yo. En otras cartas me citaba poemas comentándome que eso era lo que había estado leyendo últimamente.

Esa noche me puse a contestarle sus cartas.

***

Ya habían pasado varios meses desde que le contesté la primera carta a Onew, nos habíamos convertido en algo más que amigos. Desde el principio él había dejado claro que yo le parecía atractivo pero ahora el sentimiento era mutuo. No lo conocía físicamente pues no podía recordarlo, sólo conocía la parte más profunda de él, sólo sabía lo que él llegaba a decirme en sus cartas. Algunas veces me enviaba discos o cosas así y una sola ocasión me envío un disco de un artista que cantaba sorprendentemente. En la carta siguiente me confesó que era él el que cantaba, era la voz más linda que había escuchado en mi vida.

Yo ya no me conformaba con las cartas, quería verlo. Deseaba poder volver a ver su sonrisa que era de lo único que me acordaba, me arrepiento tanto de no haberle prestado la debida atención cuando nos vimos, ahora me encontraba nervioso pues hoy era viernes; el día en el que usualmente me llegaba la respuesta a mis preguntas y en la pasada carta me había atrevido a preguntarle si podíamos vernos. En unas semanas había una exposición de música clásica por aquí y a él le gustaba mucho ese tipo de cosas. Me encontraba ansioso pues no sabía qué diría.

Llegué a mi departamento y busqué con desesperación en mi buzón. Mi corazón se detuvo cuando noté ahí el sobre verde.

Lo tomé con desesperación y entré como loco. Coloqué la carta enfrente de mí y me quedé quieto. Tenía miedo por su respuesta. ¿Y si decía que no? ¿Qué sucedería? ¿Se sentiría incómodo seguir enviándonos cartas? Mis tontos temores me invadían la cabeza y sólo podía ver el sobre frente a mí como si ahí estuviera mi salvación y, al mismo tiempo, mi perdición.

Duré varios minutos viendo el sobre verde hasta que me armé de valor y abrí cuidadosamente la carta. Leí lentamente su contenido y luego una enorme sonrisa apareció en mi rostro al leer la parte que yo más ansiaba.

Estaba a punto de pedirte lo mismo. ¿Qué dices? ¿Vamos juntos a la exposición? Prometo no perderme de nuevo. Te veré dentro de dos semanas.

Solté la carta de la emoción y grité de pura felicidad. ¡Había dicho que sí! Comencé a saltar por todas partes festejando y bailando; cualquiera pensaría que estaba loco, pero… ¡Al diablo! ¡Volvería a ver a Onew! Me detuve pues seguramente los vecinos vendrían a quejarse y me di cuenta de algo.

Onew había anexado los boletos.

La exposición empezaba hasta dentro de tres semanas.

Había una foto del boleto del tren.

¡¿Vendría aquí con una semana de anticipación?!

***

Descubrí la respuesta a esa pregunta a la semana siguiente. Se quedaría aquí dos semanas y yo no podría estar más feliz ni más nervioso. ¡Podría estar con él dos semanas enteras! La alegría que sentía era indescriptible. Ni siquiera cuando recibí mi primer beso sentí esto.

Me encontraba de camino a la estación de tren, como buen amante de lo antiguo, Onew llegaría en uno de ellos ya que los autobuses no le inspiraban confianza; seguía haciendo frío pero no lo sentía tan fuerte como otras veces. La calidez dentro de mí era mayor que cualquier baja temperatura. El día de hoy llegaría y yo sería el que le daría la bienvenida.

Pasé al lado de un puesto de flores y pensé en llevarle un ramo de rosas; inmediatamente deseché la idea pues se vería muy raro, ¿no?.

-¿Quiere llevarse una flor para su novia? – Me preguntó la señora del puesto.

- Oh, no, no tengo novia – Aclaré con una tímida sonrisa.

- Pero irá a ver a una persona especial, ¿no es así? –

 - Sí – Respondí sin dudarlo. Onew se había convertido en alguien muy especial para mí.

- Entonces llévele esto – Dijo la señora sonriendo amablemente extendiéndome un tulipán rojo* - Estoy segura que le gustará –

- Pero yo-

- Acéptelo – Me dijo y yo no pude rechazarlo. Busqué rápidamente mi cartera pero ella me tomó de la mano interrumpiendo lo que estaba haciendo – Es un regalo, no hay nada que me guste más que ver a los jóvenes con el brillo especial que te da el amor en los ojos – Me sonrojé ante sus palabras – Mucha suerte –

- G-gracias – Contesté tartamudeando. Me despedí de ella y continué mi camino.

Llegué a la estación de trenes y me senté en una banca esperando a que llegara Onew. Sería difícil el reconocerlo, por suerte me dijo que llevaría una bufanda verde. Esperé a que llegara el tren. Ya eran las ocho y a esa hora se supone que llegaría, cuando vi uno aparecer en el andén me empecé a sentir más ansioso; la emoción y los nervios crecían en mí fuertemente. No podía controlarme por lo que me paré y me acerqué hacia donde bajarían los pasajeros. La gente comenzó a bajar del tren rápidamente, yo buscaba desesperadamente una bufanda verde entre todos ellos pero no veía nada.

-¡Joon! – Escuché gritar a alguien a mis espaldas. Era una voz encantadora. Volteé por acto reflejo y… ah, una sonrisa de idiota apareció en mi rostro.

Ahí estaba de nuevo su hermosa sonrisa, ahora podía ver su rostro y cuidé de guardar la imagen de él en ese momento para siempre en mi mente. Sus ojos se achicaban por la gran sonrisa que mostraba pero podía notar su brillo tan lindo, iba vestido con un abrigo blanco, pantalones negros y zapatos del mismo color. Llevaba la bufanda cuidadosamente atada, nos quedamos viendo durante unos minutos hasta que avancé hacia él.

No supe qué decir.

Y ahí me encontraba yo… había preparado un discurso y cualquier respuesta a sus posibles preguntas y ahora no podía recordar ninguna por su encantadora sonrisa.

-T-toma – Le extendí el tulipán y él enrojeció fuertemente, ¿qué le pasaba? - ¿No te gusta? – Pregunté con cierto tono de decepción.

- N-no es eso – Contestó apenado y escondiendo el rostro entre sus manos – es que… - Alguien pasó y lo empujó, estaba a punto de reclamarle al que pero al ver que Onew terminó con su cara oculta en mi pecho me hizo sentir feliz. Por poco y se me sale un “gracias” - ¿sabes el significado de esta flor? – Me preguntó aún oculto en mi pecho.

- No – Dije dudoso - ¿Por qué? – Pregunté y él se escondió más - ¿Planeas seguir ahí toda la noche? – Bromeé un poco y él pareció darse cuenta de la posición en la que estábamos, estaba por retroceder pero, en un movimiento rápido, pasé mis brazos alrededor de él y lo abracé fuertemente – Espera, quédate ahí un poco más – Pedí con las mejillas ardiéndome un poco pero sintiéndome estúpidamente feliz.

Duramos así algunos minutos hasta que el frío subió de intensidad y me preocupó el que pudiera enfermarse, lo convencí para ir por un café y paramos en una cafetería cercana. Yo no podía quitar mi vista de él. Era imposible quitarla y ahora me sentía realmente estúpido por no haberle prestado atención cuando nos vimos. ¿Quién podría serle indiferente?

-No me mires así – Pidió sonrojándose.

- ¿Eh? Lo siento, eres muy bonito – Solté sin pensar y el sonrojo en él aumentó notablemente.

- No digas eso –

- ¿Debería de darte papel y pluma? –

- ¿Eh? –

- Parece que pierdes tu timidez cuando debes de escribir –

Nos miramos y ambos reímos. Esta serían las mejores dos semanas de mi vida, y esperaba que así fuera durante más tiempo.

***

Suspiré triste, hoy era el último día en que Onew se quedaría conmigo. Obviamente él había estado durmiendo en un hotel, yo me maldije por no tener cuarto de invitados. Durante toda esta semana nos habíamos estado viendo desde muy temprano para no desperdiciar ni un solo segundo. Habíamos ido a lugares que yo conocía desde hace años pero hasta ahora notaba su encanto, con él todo cobraba un brillo especial. La exposición por la cual había venido resultó ser muy interesante... aunque no entendí mucho de lo que trataba.

Ahora estábamos en una cafetería esperando a que empezara un show callejero que habían anunciado desde hace días y que Onew tenía mucha curiosidad por ver, él había ido al baño, miré por la ventana. Se notaba interesante. El show se llamaba: “Amar como antes” y en sí no se sabía muy bien la temática. Sólo sé que a Onew le había interesado porque, al ser un amante de lo antiguo; todo lo que tuviera la palabra “antiguo” o algún derivado, era interesante para él.

Finalmente regresó, me sentí un poco loco porque sólo había desaparecido unos minutos y yo ya me sentía morir sin él, sería un total calvario no verlo a diario. Ya me había acostumbrado demasiado a su presencia.

-Parece que ya va a empezar – Dijo mirando a la calle.

- Sí, ¿vamos? – Él asintió y salimos del local. Nos sentamos hasta atrás pues ya nos habían ganado los mejores lugares. Noté que Onew estiraba su cuello para poder ver bien pero no conseguía su objetivo – Ven – Le dije, él se paró y yo, de un jalón, lo senté en mis piernas. Su sonrojo apareció de inmediato, hizo el ademán de quitarse pero yo pasé mis brazos alrededor de su cintura y le obligué a quedarse quieto. Recargué mi barbilla encima de su hombro y le dije: – Déjame estar así, por favor – No hizo otro intento por moverse y se quedó quieto. Lo miré de reojo por si lo estaba incomodando pero en su rostro había una pequeña sonrisa. Al parecer no era el único que disfrutaba de esto.

El show empezó, los actores estaban dando algunos sermones divertidos a las parejas. Era un show cómico en el que explicaban cosas sobre cómo era el amor antes, incluso salían vestidos de ancianos.

-Ahora todos griten el nombre de la persona a la que aman – Dijo uno de ellos repentinamente – Una… dos… tres… - Nadie gritó - ¡Oh, vamos! El amor te da el poder de hacer lo que tú quieras, ¿si no te humillarás al lado de la persona que más quieres entonces con quién lo harás? ¡Pierdan la vergüenza, amar es no tener límites! ¡Ser capaz de hacer lo que sea con tal de ver la sonrisa de la persona amada! – Animó como si nos estuviera regañando - ¡Una, dos, tres! –

- ¡Lee Taemin! –

- ¡Choi Minho! –

- ¡Kim Jonghyun! –

- ¡Kim Kibum! – Se escucharon esos y más gritos pero el que escuché a continuación me dejó helado. Aunque no había sido muy fuerte bastaba con que sólo yo lo hubiera oído.

- ¡Lee Changseon! – Ese era mi nombre real, volteé con una sonrisa de idiota en el rostro hacia Onew. Había sido él el que había gritado el nombre, él también sonreía mucho aunque tenía un fuerte sonrojo. Quise gritar su nombre pero la felicidad no me dejó hablar. Sólo lo apreté más contra mí y cerré los ojos.

- Gracias – Dije cerca de su oído con un tono a penas audible.

El show continuó pero para mí ya no existía nada más a parte de lo que había oído por parte de Onew. Ahora estaba seguro, no podría vivir sin él, no me sentía capaz de estar sin él de ahora en adelante. Me sentí triste pues después de esto él tendría que irse y no lo vería dentro de mucho tiempo.

Al acabar el show ambos caminamos hacia la estación de trenes en completo silencio.

-Adió- Comenzó a decir Onew pero yo no lo dejé continuar pues lo abracé fuertemente. El ver el tren enfrente de nosotros me hizo consciente de todo.

- Hasta pronto – Le dije en su oído. Luego me separé de él y lo tomé de la cara para depositar un dulce y tierno beso en sus labios. Cuánto tiempo duramos así es algo que nunca sabré pues, al escuchar que el tren estaba a punto de partir; nos separamos y entró corriendo a él. Agité la mano en señal de despedida viendo cómo se iba.

A la hora siguiente yo ya estaba comprando mi boleto para ir a donde él estaba.

***

Corrí como loco hasta su casa, gracias a las cartas ya sabía su dirección. No podía quedarme sin él, por lo menos esta noche no. Había algo importante que quería decirle.

Toqué como poseso la puerta de su departamento, él abrió rápidamente y yo no esperé a nada. Entré rápido, lo tomé de la cabeza y lo besé de nuevo, sus labios eran mi nueva adicción. Otra vez perdí la noción del tiempo.

-Te amo – Le dije cuando nos separamos por el maldito oxígeno. Ya me dolían las mejillas de tanto sonreír pero no importaba.

- ¿Me… amas? – Preguntó con un brillo muy especial en los ojos.

- Sí, como antes – Dije muy cerca de sus labios.

- ¿Como antes? – Repitió con confusión.

- El amor de antes era para siempre… y quiero que lo nuestro sea así – Junté nuestros labios nuevamente sellando la promesa silenciosa de que siempre lo amaría. Nuestro amor sería como los de antes, un amor de verdad. No mentiras. Estaríamos juntos para siempre.

Notas finales:

*No sé si vendan tulipanes en Corea del Sur pero el significado de ellos es el amor eterno, por eso Onew se sonrojó >.<

¿Qué les pareció? ¿Muy tonto? ¿Muy empalagoso?

¡Déjenme sus comentarios de amor/odio en los reviews por favor!

Hasta puse ahí al 2min y al Jongkey e.e se colaron los muy lindos... XD

Ahora no escribo mucho porque me duele mi manita T_T me emociono mucho cuando escribo y ahora mi mano sufre las consecuencias...

Bye bye!!

Nos leemos luego n.n


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