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Corazones rotos por Dark hime

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Notas del capitulo:

Hola!!! primero que nada mil mil mil gracias a las personas que se dieron el tiempo de leeer la historia y misl gracias también a las personitas bellas que me dejaron su comentario, il gracias a

Meg, Anoncita, mia

Bueno dejo el siguiente capitulo, espero sea de su agrado.

Capitulo 3

La cafetería se encontraba completamente llena, el día de noche buena, sin duda hacía, que todo mundo deseara darse un respiro de sus ajetreadas vidas para tomar algo caliente. Las ventanas del lugar y las mesas se encontraban decoradas con bellos motivos navideños y en los aparadores se mostraban deliciosos postres de la época.

Ángel entró y busco con la mirada la mesa indicada, una bella mesera le había dicho que ella misma lo acompañaría, sin embargo el se negó, visualizo entre las mesas el rubio cabello de Ian y se acerco sin verdadero entusiasmo, aunque se podría decir que él seguía siendo amigo de Ian, tenía la impresión de que no estaba del todo bien verlo; Ian levanto la vista del libro que leía y al notarlo le sonrío de forma dulce y cariñosa, tal vez si hubiera puesto más atención había notado el evidente sonrojo en las pálidas mejillas de Ángel.

-feliz víspera de navidad!!!

-feliz víspera- contestó en un tono más serio, más digno se él

-pensé que no vendrías, me has tenido muy abandonado

-más bien has estado algo ocupado- oculto sus celos que él mismo catalogaba como infantiles, en un tono de voz despreocupado, Ian igual lo ignoró y con amabilidad llamó  a la bella mesera que siempre les atendía, ella en seguida llego lista para tomar la orden del recién llegado

-chocolate caliente para los dos- ordeno el rubio de manera amable y la chica solo asintió

-no me gusta lo dulce- menciono Ángel cuando la mesera se fue, en señal de que realmente no le preocupaba que hubieran ordenado por él

-y qué tal va la vida del gran escritor? Pronto saldrá tu nuevo libro?

-si, saldrá a la venta en año nuevo… Héctor espera que tengamos una firma de autógrafos

-waaaao, Héctor nunca se da por vencido, con cada libro intenta hacer lo mismo, justo ahora no debe salir de tu casa dándote los detalles- comentó con risa  al imaginarse la situación

-lo intentó una vez pero se molestó cuando le dije que se tendría que quedar en el sillón, contestó sin verdadero interés

-en el sillón?- preguntó realmente sorprendido, aunque en seguida pareció comprender algo- a caso tu… realmente estas viviendo aun con Alex? Ya han pasado dos meses de eso, no espere que siguiera ahí

-parece no poder regresar a su casa… pero eso tu ya lo sabías, no?- soltó sin poder evitar la molestia en su voz, el rubio mostro también molestia en su mirada, parecía estar a punto de decir algo sin embargo la mesera llego y colocó las tazas blancas sobre la mesa, Ian le sonrió a la chica y le agradeció con su usual amabilidad y coquetería; y Ángel no pudo evitar preguntarse, cómo era que alguien que parecía tan genial podía ser tan despiadado con la persona que lo amaba, y tampoco supo decir si lo decía por Alex o por él mismo. En cuanto la mesera se retiro Ian regreso la mirada a Ángel, ya no parecía molesto

-y, como esta?- mientras despreocupadamente bebía de la taza, Ángel pareció no entender de que hablaba

-quien?

-pues Alex, desde luego

-oh, él esta bien, en sus últimos exámenes resulto ser el mejor de su clase- Ian rodo los ojos con desinterés

-bueno, no me sorprende, ya que vive con la persona más cercana al “gran historiador Dember”- soltó con sarcasmo y se molestó al ver la propia molestia en la cara de Ángel- es más, deberías tener cuidado, Alex se podría estar aprovechando de eso- finalizó de forma casi venenosa. Ángel saco de forma elegante su bella cartera negra y colocó dinero sobre la mesa, Ian rodo los ojos y miró como con la misma elegancia Ángel se levantaba

-si me disculpas- dijo al tiempo que se daba la vuelta para retirarse, sin embargo se encontró con alguien que no deseaba del todo

-Hola, Ángel!!!- saludó efusivamente Fernando, pero el nombrado simplemente paso de largo- eh? Estaba molesto?- preguntó pero Ian no le contestó.

 

Cuando Ángel llegó ya por la tarde a su hogar, Alex sostenía la bocina del teléfono y parecía completamente concentrado en escuchar cuando le contestaran, sin embargo eso no pareció resulta y colgó, sin embargo en seguida marco nuevamente

-hola- Ángel saludó al entrar

-oh! Hola Ángel… te pagare las llamadas- dijo mientras señalaba el auricular y escuchaba de nuevo por la bocina, Ángel hizo una señal de restarle importancia  y siguió su camino hasta su habitación, se sentó en la amplia cama cubierta con un bello edredón de color negro, suspiro y sacó de su bolsillo una pequeña caja roja con un moño azul, la miró por un par de minutos y luego rio irónicamente, le había comprado una bella cadena de oro blanco a Ian como regalo de Navidad y al final había regresado con ella a casa… primero se sintió triste pero después suspiro más decidido a arrojó la caja sobre la mesa de noche junto a la cama, era obvio que algo así pasaría, incluso se lo tenía merecido por seguir teniendo esperanzas injustificadas con Ian. Se dirigió al baño de su habitación, una ducha relajante nunca estaba de más y aun tenía algo de tiempo antes de salir.

Estaban por dar las 7 de la noche cuando Ángel salió al fin de su habitación listo para ir a la fiesta de navidad a la que le habían invitado, vestía completamente de negro y entre sus maños llevaba una chamarra del mismo color, en la sala Alex aun se encontraba llamando por teléfono, él chico ya también se había ido a arreglar, vestido de color café y azul, a Ángel le pareció que lucía bastante bien; al escuchar los pasos del mayor, Alex colgó y lo miró, si bien, Ángel siempre lucia elegante y a la moda, justo en ese momento Alex pensó que lucia increíblemente guapo.

-ya te vas?- preguntó el menor con interés aunque lo que realmente quería preguntar era “con quien sales?”

-si… que hay de ti? Saldrás?

-oh, bueno, esperaba hacerlo pero nadie contesta en mi casa, creo que en verdad no quieren verme- contestó con desgane pero enseguida fingió tener nuevamente ánimos- oh! Pero no es nada, no hay problema, aprovechando que estas por salir tal vez haga una fiesta aquí jajajaja- Alex rio de forma falsa y Ángel pareció debatirse entre lo que pesaba decir

-de ninguna manera dejare que destroces mi departamento

-solo bromeaba

-si, buen, por si a caso vendrás conmigo- fue lo que prefirió decir aunque estuviera lejos de lo que realmente estaba pensando.

 

-que linda casa!- dijo emocionado Alex cuando bajaron del auto, con bellas decoraciones navideñas a lo largo del jardín  y luces por todos lados

-bueno, Héctor vive con sus hermanos, supongo que requiere de más espacio- Ángel toco la puerta de madera una vez que cruzaron el jardín y antes de que su acompañante preguntara quien era Héctor la puerta se abrió revelando a su anfitrión. Un joven alto de cabello castaño y ojos que podrían tener el color de la miel sonreía amablemente…hasta que miró detrás de su amigo a Alex

-que hace él aquí?- preguntó sin tratar de ocultar su molestia y Alex no supo si sentirse apenado o molesto

-Hector te presento a Alex

-yo no lo invite- dijo de nuevo molesto

-No seas grosero, hermano!-una bella y alta chica rubia llego hasta la puerta para abrirla por completo- hola, Ángel, él es tu amigo? Es muy mono- dijo risueña mientras los hacía pasar a la casa aun cuando  su hermano seguía sin parecer a gusto

 

Alex miraba desde el cómodo sillón como todos los presentes buscaban a Ángel para elogiarlo, no era que Ángel pareciera emocionado de saludar a todas esas personas, al contrario no intentaba ocultar su cara de aburrimiento, pero aun así el pequeño sentía que se encontraba de sobra, suspiro con pesadez, estaba dispuesto a buscar nuevamente con la mirada a Ángel cuando una taza azul se lo impidió, Héctor era quien se la extendía.

-es chocolate- justo ahora el dueño de la casa parecía otro, ya no lucia molesto, se sentó junto a Alex

-oh, gracias- contesto y se llevo el contenido a la boca esbozando una sonrisa por la dulzura de la bebida, Héctor lo miró sonreír y sonrió también

 -no es que tu no me agrades- le dijo y Alex lo miró sin entender- es más bien que no me agrada nadie que tenga algo que ver con Ian- dijo sin remordimiento y el otro lo miro detenidamente, después sonrió

-entonces es una suerte que yo ya no tenga nada que ver con él- el mayor lo miró y sonrió mientras asentía con la cabeza- y de donde se conocen?

-nos conocimos en la secundaria… a demás soy su editor- a Ángel se le pareció iluminar el rostro

-entonces tu me conseguiste el libro de historia! Mil gracias!- dijo feliz y por instinto le abrazo, Héctor le miro sin saber que hacer, asi ue solo le dio una palmada para después alejarlo

-si, bueno, fue porque Ángel me lo pidió…

-en serio? Ya se llevan bien?- Ángel había llegado ante el repentino abrazo, Hector negó con la cabeza y Alex sonrió

-ey, Alex! Baila conmigo!!- La hermana menor de Héctor de 16 años, arrastró al chico hasta la pista de baile aun cuando este juraba no saber bailar, ambos de alturas similares lucían tiernos intentando descubrir como bailar.

-por lo menos cocina bien?- pregunto Héctor mientras los miraban bailar

-para nada, el segundo día intento cocinar y todo termino quemado…

-entonces debe hacer muy bien los deberes del hogar

-no sabe ni como tomar la escoba, incluso ahora la chica del servicio tiene que ir mas veces a la semana…

-lavar?

-se enferma cada que toca él agua fría…

-…

-…

-entonces que diablos hace?!!- pregunto irritado Hector pensando que era ilógico que un niño tan bonito en verdad no hiciera nada bien- te debe estar ayudando en algo no?

-bromeas?, tener a Alex en casa es como tener un pequeño cachorrito que cuidar-  su amigo lo miró detenidamente como asimilando as palabras que dijo y después comenzó a reír con ganas, por su parte Ángel miro a Alex sonreír apenado ante su completo fracaso como bailarín- sonríe- dijo de pronto y Héctor no entendió toda la idea –Alex siempre sonríe… eso es lo que hace- Héctor nuevamente miró con detenimiento a su amigo, una pequeña sonrisa se habían formado en sus labios, entonces Héctor sonrió también, porque su amigo parecía muy feliz

Notas finales:

Mil gracias!!!!


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