Regalóte de cumpleaños.
Hoy es un día muy ocupado en la oficina, tenemos que hacer la entrega de manuscritos y simplemente estamos atareados, llamadas por donde sea, faxes por recibir, llegada de mas manuscritos, paquetes, tanto trabajo que hacer y… ¡TAKANO-SAN NO ESTA AQUÍ!
Se supone que el es el jefe y debería de estar al pendiente de todo y no, no esta, no esta sufriendo como nosotros, debería sufrir.
-¿Ehh? Ritchan… No arrugues esos papeles, son importantes. –Me hablo Kisa y me di cuenta de que me estaba desquitando con el papel
-Oh, si, si es que yo… ¡ME ENOJA QUE TAKANO-SAN NO ESTE AQUÍ! ¡DEBERIA ESTAR APOYANDONOS
-Takano-san pidió permiso para ausentarse este día y su trabajo ya esta hecho, no hay problema con el que no este aquí. –Hablo Hatori-san, mientras salía de la oficina
-¿De verdad acabo todo su trabajo? –Me acerque al haciendo de Takano y vi que sus papeles ya estaban en orden y listos para enviarse –Valla… ¿asi que esta todo listo? Pero ¿Por qué hoy tenia que faltar?
No es que me importe de verdad, el puede hacer lo que se le pegue la gana, no importa a donde valla, o con quien este, que este haciendo, en que este pensado… ¡BASTA! ¡NADA DE ESO ME IMPORTA NADA NADA
-Hey Ritchan, parece que te molesta mucho que nuestro jefe no este aquí, jajaja acostúmbrate, después de todo tiene todo el derecho.
-Ah… si –Me sonroje y desvié mi mirada por la vergüenza que estaba pasando.
Regrese a mi lugar para continuar trabajando, este día saldría muy tarde, no podía tomarme un descanso por mas que quisiera, pero tengo que acabar este trabajo, quizá yo mañana pueda pedir un día libre.
Las horas pasaban y la presión aumentaba, ver la silla vacía de Takano me hacia enloquecer y frustrarme, a veces deseaba tener su molesta presencia ahí.
-Ritchan, tierra llamando a Ritchan… -Escuche la voz de Kisa que me saco de mis pensamientos.
-¿Ehh? ¿Si?
-Jajaja andas un tanto distraído Ritchan, me retiro, mañana nos vemos que pases un muy buen día, disfrútalo.
-¿Ehh? ¿Qué lo disfrute? De… acuerdo… gracias. –Se despidió agitando la mano y lo vi desaparecer. ¿A que se refería con que lo disfrutara?
Pasaron otras dos horas, después de que Kisa se había ido y por fin había acabado mi trabajo. Eran las 10 de la noche, ya era tiempo de que me fuera a casa. Arregle las ultimas cosas para enviarlas a la imprenta y me fui a mi casa.
El camino fue muy tranquilo, ya casi no había gente en el metro. Tome mi celular y vi que tenia un montón de llamadas perdidas de mucha gente, ¿A que se deberá? ¿Por qué tanta gente me busca? Entre las llamadas pude encontrar unas de Takano, eran como unas ¿48? Ese hombre es increíble, ¿como es que me llamo tantas veces? ¿Y por que no lo hizo, marcándome a la oficina? Bueno ya no importa.
Guarde mi celular y no pude evitar bostezar, en verdad tenia sueño, tenia que legar lo mas pronto a casa, tomar una taza de leche caliente y dormir, mañana volvería a ser un día muy pesado, creo que no pediré el día libre.
Al llegar, salir del elevador y pase a un lado de la casa de Takano. Tal vez salió de viaje o algo por el estilo.
Abrí la puerta de mi casa y para mi sorpresa las luces estaban prendidas.
-¿QUE ESTA PASANDO AQUÍ? –Corrí hacia la sala y al entrar varios papelitos y serpentinas salieron disparados a mi cara.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS! –Era Takano quien había lanzado esos objetos.
-¿Takano-san? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?
-Pedi una llave maestra, al conserje del edificio.
-¿Ehh?
-Era una sorpresa de cumpleaños.
-¿Cumpleaños?
-No puede ser que hallas olvidado tu cumpleaños. Eres un tonto.
-¿ES 27 DE MARZO? Con razón tantas llamadas perdidas. –Me rasque la nuca en señal de vergüenza.
-Eres increíble, olvidaste tu propio cumpleaños.
-¡PUES HAY MUCHO TRABAJO! NO HE TENIDO MUCHO TIEMPO EN PENSAR EN MI VIDA PERSONAL
-Bueno, pero ya estas aquí… -Se alejo de mi y me dejo ver que en la mesa central de la sala, había colocado un pastel de cumpleaños y unas copas de vino. Se sentó en el piso y me invito a hacer lo mismo
-Valla, Takano que gran detalle… -Deje mis cosas en el piso y me fui a sentar con el en la sala –Gracias por recordar mi cumpleaños y recordármelo a mi, Jajajaja de verdad que no pensé en eso.
-Ahh… -Suspiro pesadamente –Yo que falte para prepararte esta sorpresa y tu solo te olvidas de tu día mas importante del día.
-¿Faltaste por mi?
-Si, de no ser asi no habría preparado nada.
-Valla, gracias.
-Si bueno, ya brindemos –Alzo su copa –Por un año mas de vida, Ritsu. –El que mencionara mi nombre me ponía completamente nervioso, pocas eran las veces en las que me llamaba por mi nombre.
-Salud –Chocamos las copas y dimos un sorbo –Gracias de verdad.
-No hay de que, solo que no tomaras mas de esa copa.
-Si, si lo entiendo.
Ya eran las 11:00 de la noche, y nuestra conversación era muy amena, por fin podía hablar de varios temas con Takano, nuestra relación ha mejorado gradualmente y eso me alegra. Me hace feliz poder estar con el y que el haga este tipo de cosas por mi.
-Bien… -Se levanto
-¿Ya te vas?
-Claro, mañana tengo trabajo, me gusto pasar las ultimas horas de tu cumpleaños contigo.
-Oh… yo pensaba que… te quedarías un poco mas. -No pude evitar sonrojarme al pedirle que se quedara, indirectamente.
-¿Tu quieres que me quede? –Abrió sus ojos como plato
-Si, bueno si quieres, no me molestaría.
-Genial. –Volvió a dejar sus cosas y se acerco rápidamente a mi y sentí como sus labios se posaron en los míos. –Gracias. –Me tomo de la cintura y me llevo hasta el sillón.
-¿Ta… Takano? ¿Qué haces? –Trataba de zafarme de su agarre
-Estar más cerca de ti. –Me volvió a besar, aunque ya un beso mas demandante. Debía admitir que son sus labios que me atrapan completamente y no me dejan escapar, por más que lo desee.
-Ritsu, te tengo otra sorpresa. –Se levanto del sillón y se dirigió a mi habitación y claro yo lo seguí, pero cerro la puerta antes de que llegara.
-¡TAKANO! ¿QUE HACES?
-Tu solo espera en unos momentos, te abro en unos momentos.
Me quede afuera de mi cuarto esperando, no se que planeaba, pero me mantenía feliz que hiciera todo ese tipo de cosas.
-Listo. –Me abrió la puerta y vi que toda mi habitación estaba decorada con velas aromáticas y pétalos de cerezo por todo el piso y mi cama igual.
-Valla, es algo muy diferente a los pétalos de rosa. –Al girarme para poder verlo, pude ver que estaba desnudo con un moño decorativo en su miembro. -¡TAKANO! ¿PERO QUE ES ESTO?
-¿No te gusta? Soy el regalo principal
-¡TAKANO! –Cubrí mi rostro con ambas manos por la vergüenza. El me empujo hasta mi cama, yo parecía una estatua de hielo.
-Vamos Onodera, como si nunca me hubieras visto asi.
-¡Lo se! Pero es distinto, nunca habías hecho algo tan vergonzoso.
-Vamos… -Me quito las manos de mi cara –Disfrutemos la noche, ¿A poco, no huele rico tu cuarto?
-Mucho… -Comenzó a besar mi cuello
-Entonces disfrútalo, todo el día estuve pensando en este momento.
-¿Todo?
-Claro, hacerte el amor es una de las cosas que mas amo en todo el mundo.
-No digas esas cosas… -Me sonroje desviando la mirada –Son vergonzosas
-No me importa pasar vergüenzas si es por ti. –Me beso y directamente metió su lengua en mi boca, haciendo que mi lengua jugara con la suya, una lucha donde peleábamos por el control. –Haz mejorado mucho Ritsu, me encantan estos besos como no tienes idea. –Sus palabras hacían que cada vez me sonrojara más. –Me encanta tu rostro colorado.
-Ya…
-Jajaja es muy divertido… -Su semblante cambio de nuevo y pude sentir como una de sus manos tomaba camino hacia mi intimidad –Me encanta estar contigo Ritsu.
-Ahhh… -Solté un gemido y lo mire para poder responderle –A mi igual Takano.
-¿Por qué no eres asi de lindo siempre?
-Sigue hablando y te voy a echar de mi casa, estés como estés.
-Ya, lo siento Ritsu… -Comenzó a mover su mano lentamente y con la otra subía mi camisa, hasta encontrarse con mis pezones. –Valla, como te pones de sensible con tan solo un roce de mis manos en tu cuerpo.
Siguió con sus actos de seducción sobre mi cuerpo, tentando mis pezones con su lengua, con sus dientes con sus labios. De vez en cuando pasando su lengua por todo mi torso.
-Vamos Ritsu, déjame oír tus gemidos que me llenan de felicidad, y a la vez me calientan como no tienes idea.
-¡Takano deja de decir esas cosas! –Le grite y al mirarlo su rostro se veía complacido. -¿Qué? ¿Por qué sonríes?
-Por que me encanta ver tu rostro cuando estas excitado.
-¡QUE DEJES DE DECIR ESO! –No pude gritarle mas, ya que de pronto sentí como lentamente introducía uno de sus dedos en mi cavidad estrecha. -¡AHHH! Con… ¡CON CUI… AHHH DO!
-Vez, no ocultes tu voz, me encanta oírla. –Me beso de nuevo y el vaivén de su dedo se hizo mas rápido para continuar metiendo otro de sus dedos para expandir mi entrada.
-¡AHHH! ¡DUELE TAKANO!
-¿De verdad? –Se separo de mi asustado y saco lentamente sus dedos. –Okey, me hare cargo… -Corrió a mi baño y escuche la llave del lavabo abrirse. –Listo… -Hizo que me sentara en la orilla de la cama, dejándome frente a su miembro con el moño.
-¿Tu crees que esto me ayudara a lubricarme? –Lo mire con indignación
-No, no, si quieres lo haces después pero primero… -Me metió inesperadamente dos dedos a la boca –Juega con esto por lo mientras. –Entendí su punto, pretendía que yo lubricara sus dedos para luego meterlos dentro de mí. No metí objeción alguna, después de todo esto me estaba gustando bastante.
Juguetee un rato con sus dedos, mientras hacia esto, observaba como su miembro reaccionaba a mis lamidas llenas de lujuria en sus dedos. Lentamente los saque de mi boca, me pose en cuatro sobre la cama, viendo aun hacia al frente, incitándolo a que me metiera sus dedos. El se acerco para meterlos y mientras lo hacia, rápidamente quite el moño de su pene y al tiempo que me metía los dedos yo me metí su miembro a la boca. Logre arrancar un gemido de sus labios, no se lo esperaba.
-Esta noche no eres tu Ritsu, eso me gusta. –Sentí como profundizo la intromisión de su dedo, dando justamente en lo que parecía ser mi punto “P”. No pude soltar bien el gemido ya que estaba ocupada mi boca dándole placer a Takano. –Esto se siente bien Ritsu, pero deseo mas y creo que ya estas lo suficientemente dilatado como para continuar, ya que gracias a tus acciones atrevidas, no tardo en correrme.
Me sorprendió oír sus palabras, dio unas cuantas mas estocadas en mi punto “P” cosa que se me hacia tan extraño sentirlo tan placentero. De pronto un choque eléctrico recorrió todo mi cuerpo, nublando mi vista y dejándome llevar por el placer, mientras aun tenia mi boca en el miembro de Takano, la cual presione un poco con los labios y eso le sorprendió.
-¿Ritsu? –Me soltó y me deje caer en mi cama. Se quedo perplejo del por que había caído de esa manera en mi casa. -¿Qué? –Dio un paso y vio que a sus pies estaba mi semen. –Genial, eres muy malo, no me esperaste.
-Lo siento, ya no podía contenerlo, tus dedos… lo hicieron.
-Valla, me he vuelto mas hábil con ellos, pero no quiere decir que esto ya acabo, por que yo no e acabado. –Me giro en la cama para que mi trasera quedara empinado a la altura de su pene.
-Ten cuidado…
-Si… -Se inclino hacia mi y me beso el oído –No haría algo que te lastime –Comenzó a introducirse en mi lentamente.
-Ahhh… -Agarre las sabanas con desesperación –Es… Es muy grande Takano.
-Es tu regalo, es tu gran regalo.
-Ahhhh… muévete…
-Hehehe hoy estas desesperado. –Una vez que ya estuvo completamente dentro, tomo mi rostro, lo giro y me dio un beso muy húmedo. Una vez terminado esto, comenzó un vaivén de estocadas, demasiado placenteras, podía sentir la tensión de Takano en sus manos, ya que me apretaba las caderas con fuerza.
-Aun asi… ahhh… te siento tan estrecho, eres tan delicioso –Comenzó a bajar con unos besos por toda mi espalda.
-Takano, se siente bien, un poco más rápido… -Al tiempo que Takano me movía, yo hacia lo posible para sentirlo mas en mi.
-Jejeje debo… hacer esto cada que sea tu cumpleaños.
-Deja de burlarte… ahhh… -Sin decir nada daba unas estocadas mas rápidas y certeras, me excitaba, pero lamentablemente ya no sentía que me viniera.
-Ahhh Ritsu… te amo… -Sentí como por fin Takano se había corrido dentro de mi, salió lentamente de mi y me movió delicadamente hacia un lado de la cama para que el también pudiera acostarse. –No te corriste ¿Cierto? –Me miro con preocupación
-No, no pude, pero no significa que no halla gustado, lo ame…
-¿Lo amaste?
-Si
-¿Me amas?
-Si… ¿Qué? ¡NO ESPERA!
-También te amo. –Me abrazo con fuerza, hundiendo su nariz en mi pelo –Hueles a rosas.
-Que extraño y estamos rodeados de pétalos de cerezo. –Lo abrace también.
-No importa, me gusta. Espero que te halla gustado tu regalo –Tomo mi reloj que estaba sobre mi cama -11:58, aun no esta tarde –Levanto mi mentón y me dio un dulce beso –Te amo Ritsu, feliz cumpleaños.
De nuevo mis mejillas tornaron a un color rojo, estas sensaciones son las que me gusta sentir cuando estoy con Takano, es tan detallista a veces y tan romántico. Todo su ser, yo lo amo. Lo amo con todo mi ser.
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A la mañana siguiente, desperté aun abrazado de Takano, trate de zafarme pero el no me dejaba.
-Ne… Takano-san, debemos ir a trabajar. –Trataba de alejarlo, pero no se movía
-No. –Me dijo sin abrir los ojos
-¿Qué? ¿Por qué no?
-Pedi dos días y pedí uno para ti, los demás se harán cargo.
-Eres un irresponsable sabes.
-No me importa, solo si estoy contigo los demás no me importan, por que –Me jalo hasta su pecho –Tu eres mi mundo en este momento.
-Takano…
-¿Si?
-Eres un tonto.
-Yo también te amo.