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Revelaciones por Orion de Long

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Notas del fanfic:

Después de mucho mucho mucho tiempo sin escribir, traigo este pequeño One-shot de Beyblade en referencia a una de las parejas que siempre me han gustado de esta serie (aunque ojo que no es la única sobre la que posiblemente haga un fic). Espero que les guste y pués no sean muy duras conmigo que hace muchísimo que no subía nada xD


Aprovecho de comentar que los personajes no me pertenecen, son del maestro Takao Aoki y los utilizo sin fines de lucro y solo por diversión.

Notas del capitulo:

Los sentimientos son oscuras revelaciones que a veces simplemente ya no pueden esconderse más.

Había terminado finalmente todo. Tyson era por tercera vez consecutiva el campeón mundial de beyblade, pero, ¿qué pasaba con Kai? ¿Cómo se sentía el peli plateado después de aquello? bueno, lo ocurrido luego de la batalla entre Brooklyn y Tyson fueron una sucesión de hechos de los que esta vez solo se relatará el que a nosotros realmente nos importa:

 

Revelaciones

 

El muchacho de cabello anaranjado acababa de entrar a la enfermería donde se mantenía la enfermera y aquél muchacho al que tanto daño había hecho. Kai lo miró seriamente incluso antes de que Brooklyn pudiera cerrar la puerta; al igual que la enfermera, ahora ambos observaban al peli naranja expectantes de una explicación sobre su presencia en aquél lugar. Por supuesto era, que Kai no se encontraba enfadado con él y era, que cuando se trataba de beyblade, el profesionalismo era absoluto.

 

Brooklyn, que ya se había cambiado de ropa y lucía algunos pequeños cortes en su rostro que ya habían sido curados, fijo su vista por un momento sobre la del ojicarmín, mas luego e un breve momento (en el que espero que no se notara el cierto nerviosismo que lo acompañaba), dirigió su vista hacia la enfermera que terminaba de cambiar las vendas del peli gris y las palabras no tardaron en venir también: -Usted disculpará pero, debo entregarle un mensaje importante al paciente. ¿Podría dejarnos solos un segundo? -Por supuesto que al decir esto, la expresión cambió, revelando el hecho de que la actitud de Brooklyn le parecía extraña, ¿Que querría? Porque no se podía creer aquello de que venía a entregarle un mensaje "importante".

 

La enfermera se levantó y sin poner mucha traba, le ofreció un par de segundos a Brooklyn mientras ella iba a deshacerse de las vendas usadas. Y tan pronto como ella cerró la puerta tras de sí, el silencio inundó aquella pequeña e iluminada habitación que resultaba ser la enfermería y que, ahora entre sus paredes, resguardaba a dos poderosos beyluchadores y también, rivales.

 

Kai se puso de pie. Se encontraba con el torso desnudo y el mismo, lucía vendas nuevas que lo rodeaban a la altura del vientre y también, a la altura del cuello, por supuesto que también se mantenían en su ojo derecho, uno de los que había salido mas mal herido en el encuentro entre ambos. Su cabello plateado caía algo desordenado por los costados de su cara, pero aquella expresión de seguridad no abandonaba su mirada. En cuanto a Brooklyn, el mismo se mostró quizá algo mas nervioso de lo que acostumbraba a ver Kai, eso le extraño, pero creyendo que todo podía ser un simple truco de parte del peli naranja, no se había permitido dudar.

 

 Pronto el silencio pesó en aquella habitación, siendo solo roto por las miradas que ambos jóvenes se daban.

 

 Hasta que el mismo silencio, sucumbió bajo el peso de un suspiro por parte de Brooklyn. No podía olvidar todo el daño que había hecho y lo que pesaba el mismo en su corazón, el mismo que había estado a punto de perder bajo la oscuridad que lo consumía.

 

 -Escucha Kai, yo...-el peli naranja comenzó a hablar pero, ¿Que era realmente lo que quería decir? Se lo preguntó una y otra vez mientras la duda se dejaba ver en su rostro. ¿Qué era lo que quería decir?

 

 Kai lo observó confundido. Ciertamente este no era el Brooklyn que conocía, algo andaba mal con él o tal vez era que...

 

 -Te hice mucho daño. -Murmuró al fin el peli naranja mientras sus orbes daban con el piso.

 

 -Brooklyn, si es solo por eso que estas aquí...- Kai observó al peli naranja con un gesto más tranquilo; quizá porque pensaba que lo que había arrastrado a Brooklyn hasta ese lugar era solo un sentimiento de culpa que ahora había salido a la luz, y aunque el mismo no estaba equivocado (pero él no lo sabía), lo cierto era que ese no era el único motivo que había traído a Brooklyn hasta allí.

 

 El peli naranja abrió la boca, pero no dijo nada; apretó los dientes, pero antes de dejar pasar un segundo más, avanzo en dirección hacia el peli plateado, disminuyendo la distancia entre ambos hasta que finalmente se detuvo a escasos centímetros de él. Ahora sus orbes verdes podían ver claramente el bello color rojo de aquél orbe de Kai que aún permanecía visible. Ante esto, el peli plateado se mantuvo estoico, porque pensaba en aquello como un desafío de parte de Brooklyn, aunque la misma no duraría mucho más.

 

 Los fuertes brazos de Brooklyn tomaron al peli plateado por los hombros y lo arrastraron contra la pared, golpeándolo apenas contra la misma. Y aunque apenas se vio acorralado el peli gris optó por intentar alejar al peli naranja, este mismo frenó sus actos con un cálido aunque algo agresivo, beso en los labios. Brooklyn tomó por los brazos a Kai mientras este lo observaba estupefacto. El beso aún no terminaba y aunque Kai al principio no había respondido, pronto sucumbió ante el dulce roce de la lengua del peli naranja contra sus labios.

 

 Las mejillas del ojicarmín se volvieron de un color rosa pálido. Dentro de él, parecía sentir mil cosas a la vez, pero dentro de todas ellas, no podía entender, como podía albergar aquél extraño sentimiento que le impedía golpear fuertemente al peli naranja y salir de allí.

 

 Brrooklyn separo lentamente sus labios de los de Kai. Sus alturas eran ligeramente distintas y le daban la ventaja por un par de centímetros al ojiverde. Ahora él observaba con cierta necesidad a Kai ¿y no era así? Necesitaba estar con él, necesitaba disculparse y ser perdonado, necesitaba saber que la única persona por la que había sentido algo de interés a lo largo de su vida, no le odiaba, necesitaba saberlo.

 

 -¿B-Brooklyn? -tartamudeó Kai mientras buscaba aclarar su mente y separarse del peli naranja. No podía admitir que tal cosa ocurriera entre ellos dos.

 

 -No. Shh... -Brooklyn volvió a acercarse, esta vez tomando al peli plateado por la cintura, apegándolo contra la pared y el mismo apegándose contra Kai. Una de las manos del peli naranja, recorrió el costado del vientre de Kai con lentitud y deseo, notando lo fría que se encontraba la piel del ojicarmín.

 

 Ante el contacto, el peli plateado no pudo evitar sonrojarse aún más. Odiaba en ese preciso momento a Brooklyn por hacerle sentir de esa forma tan extraña.

 

 La mano del peli naranja continuó bajando por la piel de Kai, hasta que llegó hasta el bulto del peli plateado, lo que produjo en Kai un gran sobresalto que casi hace que Brooklyn se separara de él, pero el peli naranja, testarudo como ninguno, se aferró más a él; mordió el labio del peli plateado dejándole ver el deseo oculto en su cuerpo a través de sus ojos y aquél gesto que mantenía en su rostro.

 

 -Solo...disfrútalo... ¿sí?...solo...disfrútalo...-repitió el peli naranja contra el oído izquierdo de Kai. Él mismo comenzó a descender, mientras sus orbes verdes se mantenían fijas sobre el rostro de su preciado ojicarmin.

 

 Kai cerró los ojos al escuchar aquella voz contra su oído, ¿Que disfrutara? ¿a que se refería Brooklyn?

 

 -¡oh! -su voz escapó de entre sus labios al sentir como el peli naranja apretaba su entrepierna, estando este mismo ya arrodillado delante de él.

 

 El peli naranja sonrió antes de comenzar a quitar el cinturón de los pantalones de Kai. El peli plateado quiso detenerlo y esta vez no fue ninguna acción de Brooklyn lo que lo detuvo de pararlo, sino, la expresión que había en el rostro del peli naranja, aquella que nunca había visto antes, una expresión deseosa y suplicante...

 

El peli plateado se quedó quieto mientras ahora peli naranja bajaba el cierre de su pantalón y continuaba dejando caer los mismos y tas de ellos...su ropa interior.

 

 ¿Porque permitía aquello? No estaba seguro, pero al mirar el rostro de Brooklyn, parecía simplemente, no poder oponerse a los deseos del peli naranja y es que era, el poder de aquella extraña mirada que nunca antes había visto.

 

 El miembro de Kai ya se encontraba completamente erecto cuando Brooklyn lo tuvo frente a sus ojos y atribuyó aquello, a aquél beso que le había dado al peli plateado, la misma razón que había causado aquél bello sonrojo en sus frías mejillas.

 

 -No lo hagas. -Murmuró Kai, sin poder apartar la mirada esta vez de Brooklyn.

 

 El peli naranja sonrió como lo hacía en batalla y avanzó, dándole una primera lamida a la punta del miembro el peli plateado, por lo que Kai hecho la cabeza hacia atrás, producto de aquella sensación electrizante que había recorrido su entrepierna. Brooklyn no se quedó solo con eso, sino que siguió metiendo en su boca casi por completo el miembro del peli plateado, su lengua jugo contra el miembro y lo cubrió con su saliva, mientras podía sentir como Kai intentaba contener sus gemidos sin resultar un buen vencedor.

 

 -Déjame oírte...-susurró en dirección hacia Kai mientras ahora lo observaba completamente poseído por el deseo, por la necesidad de poseer a su preciado fénix.

 

 -¡Brooklyn! -gimoteó Kai mientras se cubría la boca, aunque una nueva amenaza de gemidos producidos por las lamidas y chupadas que Brooklyn había comenzado y que a medida que pasaba el tiempo, comenzaban a volverse chupadas más rápidas y deseosas.

 

 Aquella sensación de electricidad recorriéndole, se había vuelto para Kai, algo mucho más fuerte, una irresistible sensación de desear más con cada nueva lamida.

 

 El peli naranja sonrió mientras continuaba, tomando las caderas de Kai y rozándolas sensualmente con sus dedos. Su lengua mojaba el miembro erecto del peli plateado con deseo; deseaba llevarlo hasta la cima del placer, ser el primero y el único dueño de aquél fénix, de aquél ojicarmín al que solo había sabido odiar hasta ese momento.

 

 -Brooklyn... ¡Detente! -pidió Kai mientras sentía como el deseo incrementaba y pronto...pronto ya no podría soportarlo más.

 

 El peli naranja cerró los ojos mientras comenzaba a dar una nueva ronda de chupadas, tragándose el miembro de Kai y sintiendo como el mismo palpitaba, seguramente estaba al borde del final, pero antes de que eso ocurriese, Brooklyn le enseñaría algo más...

 

 Una de sus manos se dirigió hacia el trasero de Kai, rozando sus suaves nalgas y abriéndose paso entre ambas mientras continuaba manteniendo ocupado a Kai con lamidas a su miembro. El mismo dedo juguetón, no pasó desapercibido para Kai por mucho más, puesto que este se adentró entre sus nalgas, hundiéndose en su entrada y arrancándole al peli plateado un gemido de dolor. La sorpresa hizo que no pudiera contenerse más y terminó viniéndose en plena boca del peli naranja, el cual quitó victorioso el dedo del interior del ojicarmín y también, lamio por última vez el miembro de Kai antes de ponerse de pie y alejarse mientras se limpiaba los labios.

 

 El peli plateado se dejó caer sobre el suelo mientras respiraba entre espasmos de placer. Aquello había sido algo realmente placentero pero, lo mismo no alejaba de su mente el hecho de por qué Brooklyn lo había hecho. La vista de Kai se posó sobre el peli naranja, el cuál ahora le daba la espalda.

 

 -Será mejor que te vistas pronto. La enfermera ya debe estar por llegar y dudo que quieras que te vea así de colorado y desvestido. -Dichas palabras salieron mientras Brooklyn ahora sonreía, como haía sonreído en un pasado, de aquella forma orgullosa y victoriosa.

 

 Y Kai lo odio por sonreír de aquella forma, aunque como bien había dicho, la enfermera debía de estar por volver y no deseaba ser encontrado en tal estado. Alejó la vista del peli naranja y se puso de pie, subiéndose la ropa y tratando de calmar la expresión de su rostro.

 

 Brooklyn lo observó por el rabillo del ojo.

 

 -Lárgate ya. -Fue todo lo que Kai dijo antes de que volviera a recostarse sobre su cama, observando hacia la pared.

 

 El peli naranja arqueó los hombros.

 

 -Nunca cambiarás ¿no? -murmuró Brooklyn mientras se aproximaba hacia la puerta, aunque justo antes de girar el pomo para abrir, susurró unas últimas palabras para el ojicarmin:

 

 -Nos volveremos a ver. -Y seguidamente abandonó la habitación, dejando al peli plateado en completa soledad, aunque la misma, solo duró un par de minutos, hasta que un pelirrojo cruzó el umbral de la misma puerta, con la mirada algo enfurecida:

 

 -Vi a Brooklyn por el pasillo, estuvo aquí ¿cierto? -preguntó Yuriy a Kai, aunque el mismo, no recibió más que silencio como respuesta.

 

 Yuriy suspiró justo antes de volver a preguntar algo, aunque para suerte de Kai, la enfermera reapareció, cortando cualquier oportunidad de un interrogatorio por parte del pelirrojo. Y aunque ya se hallaba mucho más calmado, aún seguía preguntándose el porqué de aquellos actos por parte de Brooklyn y siendo más, el por qué  de sus propias reacciones ante lo hecho por el peli naranja.

 

 "-Nos volveremos a ver-", aquellas palabras invadieron su mente mientras se aprestaba para su última revisión antes de abandonar el hospital y volver a su hogar. Aunque sabía que antes tendría que pasar por la casa de Takao pues todos habían quedado de hacer una fiesta para celebrar el final del campeonato y la victoria de Takao. Se preguntó si Brooklyn estaría invitado a aquella fiesta, pero en cuanto se vio pensando en el peli naranja, simplemente apartó su mente de tales ideas, porque las mismas, solo le confundían aún más. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado y pues ya saben que un pequeño review con su opinión siempre es de ayuda para seguir creciendo y para continuar con estos pequeños proyectos.

Saludos y espero que hallan pasado lindas pascuas. ¡Nos vemos!

 

 Orion_.


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